Marietta – Capítulo 27: Gatito Peligroso

Traducido por Yousei

Editado por Sharon

Corregido por Aurora Blue


—Marietta, esa apariencia… ¿Podría ser una maldición? ¿Una maldición dirigida a mí?

Frente al excesivo encanto de su prometida, quien estaba sentada en la cama sobre sus piernas, la voz de Belvant tembló.

—¿Miau?

La belleza desnuda lo miró con curiosidad, luego observó las palmas de sus manos. y las alzó para que le tocaran las orejas de gato que salían de su cabeza. Su boca se curvó hacia abajo formando el carácter “He” (へ) mientras masajeaba atónita sus mullidas orejas. [1]

De igual manera, observó el rostro de Belvant pidiendo una explicación. l.

—¡Gwaah! —exclamó Belvant utilizando un tono de voz inusual en él.

Retrocedió y puso ambas manos sobre la cama.

Sintiendose ya enamorado de Mary, el gato blanco, el General recibió un golpe duro en la barricada que contenía sus emociones producto del ataque sensual que la hermosa muchacha de forma inconciente le estaba forzando a contemplar.

—¿Miau? ¡¿Mia…?! ¡¡¿Miaaau!!

Marietta era incapaz de hablar de forma normal y estaba perpleja por ello.

De igual manera, como hasta hace poco estuvo transformada en un gato , parecía no tener ningún problema con estar desnuda; por lo cual su generoso pecho, su estrecha cintura y su redondo trasero estaban expuestos a los ojos de Belvant.

—¡Miau! —la muchacha inclinó la cabeza y rió.

De alguna forma, ella estaba disfrutando observar el rostro compungido de Belvant. La despreocupada belleza de Stellaus, como siempre, ponía a prueba el autocontrol del hombre.

Este trató de huir de la inocente, pero voluptuosa muchacha con orejas de gato, quien se acercó a él gateando y se encaramó sobre su cuerpo impidiendo su escape.

—Miau.

—No. ¡Eh…! ¿Marietta? ¡Por favor ponte ropa!

—¡Miau!

Sus delgados brazos envolvieron su cuello; seguido, restregó una de sus mejillas contra la de él.

A pesar de que Belvant había estado encantado con el adorable gato blanco en el que se había convertido, su figura antropomorfa de ahora representaba una terrible tentación.

—¡Miauuu!

Pese a que no podía entender sus palabras, sabía lo que Marietta intentaba decir: “Sir Belvant, ¡te amo!”. De seguro sería algo como eso.

—¡Suficiente! ¡Me es imposible contenerme más! ¡Tan linda…!

La abrazó con fuerza y la besó de manera ferviente. Marietta respondió a los besos con gran alegría.

Compartieron un beso que duró bastante rato. Luego de separarse, Belvant acarició las peludas orejas que sobresalían de la cabeza de Marietta.

—¿Qué ocurre con estas orejas?

—Miau…

Marietta se retorció a causa de la caricia.

—Están bien adheridas a tu cabeza. ¿Te da cosquillas cuando las toco? —preguntó—. Se siente bien tocarlas…

—Miau. Miau. Mi…

Las mejillas de la princesa enrojecieron en respuesta al suave masaje en sus orejas felinas. Más maullidos salieron de su boca.

—Son sensibles, ¿eh?

Belvant la recostó sobre la cama, y continuó sobando sus orejas mientras con su boca descendió hacia su busto y recorrió su redondez con la punta de su lengua. La muchacha frotó sus piernas con impaciencia, al tiempo que gemía en voz alta. Sus ojos se veían llorosos, su respiración se había vuelto dificultosa y su rostro estaba aun más sonrojado.

—Son aún más sensitivas de lo usual… ¿Podía ser… una zona erógena?

—¡Miau…!

—Eso quiere decir que esta cola…

Le sostuvo la cola que nacía al iniciar su trasero y la acarició de la raíz a la punta.

—¡Miau…!

—Parece que se siente bien —especuló al ver el estado de la princesa, y continuó acariciando con más empeño.

Marietta mostraba una reacción ferviente con cada repetición.

—Aquí, ¿qué tal?

—¡¡¡Miaaau!!!

Marietta dobló su cuerpo mientras dejaba salir un fuerte maullido. Su cuerpo se desparramó exhausto sobre la cama.

—¿No me digas que ya llegaste?

—Mi… au…

Marietta miró al General con lágrimas en los ojos. Su rostro lucía pleno luego de haber recibido un placer tan intenso. Su cuerpo todavía estaba inmerso en las réplicas del clímax, sus labios estaban a medio abrir y la punta de su lengua rosa, afuera.

—¿Acaso te molesté demasiado? —preguntó divertido—. Bien, bien.

Belvant se rió y abrazó a su prometida, quien se hallaba exhausta. Ella frotó su rostro contra la camisa del hombre.

A Marietta le encantaba restregarse contra el musculoso pecho de Belvant, al igual que a él verla hacerlo. La vió restregarse con fuerza, refunfuñar y tirar de su ropa.

—¿Acaso estás insatisfecha porque no me quité la ropa? —inquirió.

—¡Miau!

—Pero si me desvisto no seré capaz de contenerme… ¡Woah!

Marietta, quien al parecer estaba influenciada por la magia, se había vuelto más agresiva. Se subió sobre Belvant, lo empujó para que quedara recostado en la cama y comenzó a quitarle la ropa.

—¡Miau! ¡Miaau!

—Estas siendo un poco agresiva, ¿eh? ¿Eso también es por causa de la magia?

Ella desabotonó la camisa, se acurrucó en su pecho e inhaló una profunda bocanada de su aroma.

—Miaau…

—Detente… Por favor, Mary.

Presintiendo que esto podría terminar mal, intentó sacarsela de encima, pero se detuvo cuando sintió algo cálido presionado su mano derecha. Sus ojos se abrieron con asombro cuando notó como el área íntima entre las piernas de Marietta de hallaba húmeda.

Miró hacia el cielo, y cerró los ojos.

Como hombre de guerra, había estado involucrado en muchas carnicerías, así que en momentos de peligro, miraba al cielo. No porque le intentara rezar a Dios. Solo intentaba encontrar el camino que se suponía debía seguir, con el fin de enfrentar su destino en calma y sin ningún pensamiento que nublara su juicio. Miraba el cielo libre de obstáculos que obstruyeran sus pensamientos.

—Miau…

La joven, guiada por su instinto animal, quitó cada prenda que vestía el General de forma diligente. Tanto sus pantalones como su ropa interior le fueron arrebatadas. Belvant terminó desnudo sobre la cama mirando consternado a Marietta.

”Aquello” también se erguía mirando al cielo.

—Te lo suplico, no juegues con eso.

—¿Miau?

El gato blanco no entendía lo peligroso de su despreocupada acción, por lo que inclinó la cabeza confundida, preguntádose por qué no podía jugar con tan fascinante juguete.

El General empujó a Marietta sobre la cama, apresó sus blancos y redondos tobillos y los separó con gentileza. El suave pétalo rosa de la joven fue expuesto ante sus ojos.

—Mia… u… —Marietta maulló desconcertada.

—Esta parte de ti es tan linda —dijo con admiración—. Justo como una rosa bañada en néctar… —Acercó su rostro a esa área y extendió su lengua—. Intentaré ser gentil, por eso no debería doler…

La muchacha fue atendida por un entusiasta Belvant. Lo miró curiosa, pero en cuanto las lamidas sobre su sensitiva flor se hicieron más intensas, no pudo más que maullar y temblar.

—¡Miau…! ¡Miau…! ¡Ahhh! —De repente, la conciencia de la muchacha volvió y ella se sintió sobrecogida por la vergüenza—. ¡E-Es vergonzoso, Belvant!

—Ah, parece que la magia finalmente ha desaparecido —murmuró el aludido aun con la cabeza entre sus piernas. Su rostro irradiaba atractivo masculino, lo que causaba que el corazón de Marietta latiera aún más fuerte.

—P-Por favor, no pongas tu cara en un lugar como ese —suplicó.

—¿Por qué?

—Por que es algo que no deberían ver los hombres, y es un lugar muy vergonzoso para mostrar.

—Como lo suponía, al menos sabes algo al respecto.

Belvant deslizó su dedo en ese lugar prohibido que se encontraba bastante húmedo. Una sensación placentera llenó de calor el interior de Marietta. Ella soltó una honda exhalación.

—¿Se siente bien? Esto solamente le esta permitido a la persona que será tu esposo —explicó Belvant—. Está bien que sientas placer.

—Pero, eso es, ¡Ahhh!

Una vez más, él hundió su cara en la entrepierna de la princesa. Los sonidos de succión que este emitía mientras la saboreaba de forma lasciva, avergonzaron a Marietta. Pese a ello, incapaz de evitarlo, sucumbió al placer similar a un cosquilleo que se extendió por todo su cuerpo.

—He puesto uno de mis dedos dentro de tí —informó el hombre.

—¿Dentro de mí?

—El lugar que debería recibir mi esperma está aquí. Mira.

—Ahhh…

El grueso dedo estaba hundido solo hasta la mitad en el suave y cálido agujero de Marietta.

—Es estrecho, como me esperaba.

El néctar estaba presionando por salir, como si fuese estala primera vez que el dedo de un hombre entraba en ese lugar.

Yousei
¡Qué diablos esperabas, si nuestra princesa es pura! *¬*

Aurora Blue
¡¡Ja, ja, ja!! Perdón, perdón... Sí, es pura.

—Me siento extraña…

—Si es demasiado con un solo dedo, entonces va a ser difícil para mi miembro.

Con el fin de no causarle ninguna clase de dolor a Marietta, él entraba y salía con su dedo de manera suave y sin ningún apuro.

La estrecha abertura aun no conocía la intrusión de un hombre; sin embargo, la humedad que se escurría de ella le daba la bienvenida a Belvant, incitandolo a ir más profundo. Al parecer todo el cuerpo de Marietta, incluyendo aquella zona íntima, anhelaba el toque del General.

—En verdad, eres tan… adorable —murmuró extasiado.

Mientras continuaba le invasión con su dedo, se ayudaba de sus labios y lengua para acariciar las partes femeninas de la joven. El denso néctar comenzó a escurrir con mayor intensidad empapando la cama. Lo quisiera o no, el sabor y la dulce fragancia que este desprendía, aumentaron su lujuria. No importaba qué tan orgulloso se sintiera de su fuerza de voluntad de acero, su parte masculina estaba rígida, al punto de causar dolor.

—¿Sir Belvant, me daría un bebé? —preguntó Marietta mientras gemía.

Yousei
¡Marietta! ¡Qué audaz!

—No. No aún. Aunque estemos comprometidos, si yo fuera a desflorarte ahora, tu reputación se vería manchada.

—¿Reputación?

—Incluso si es tu primera vez, podrías terminar embarazada. Es por eso que debemos esperar hasta que nos casemos.

—Entiendo.

La cara de decepción de Marietta era tan adorable, que Belvant apenas pudo contener su deseo de hacerla suya en ese momento.

No puedo herir a Marietta por mis deseos obscenos. No debo permitir que eso pase. ¡Necesito contenerme!

Imaginando en su mente cómo destrozaba el rostro de River Link, para poder reprimirse, su atención se dirigió a la parte femenina de Marietta que se sentía más lubricada. En eso, se dió cuenta que la cabeza su miembro era visible debido a que su erección se hallaba apretujada por los muslos de la joven.

Soltó un gemido.

¡No lo pongas! ¡No debo ponerlo sin importar qué!

Belvant hizo una mueca mientras movía sus caderas hacia adelante y hacia atrás. Sintiendo la suavidad de aquella zona tan intima de su adorable Mariettta mientras se frotaba contra ella, su cuerpo se encendió aun más.

—¡Argh! ¡Marietta! ¡Ahhh!

—¡Ah, ah, ah…!

Cada vez que la personificación de la lujuria de Belvant tocaba un buen lugar, Marietta gritaba. Su cuerpo fue invadido de nuevo por ardientes sensaciones. Al cabo de unos minutos, explotó una vez más, dejándola rendida y satisfecha. Al mismo tiempo, chorros de liquido blanco y caliente bañaron su estómago y pecho.

—Haaa… —Belvant exhaló un suspiro débil. Luego de ello, colapsó al lado de Marietta—. Lo siento, Marietta. Por ensuciar tu cuerpo —se disculpó.

Ella giró su rostro para mirarlo con su vista aun nublada y su mente echa un revoltijo. Entonces, declaró:

—Yo no entiendo realmente que está pasando, pero amo todo lo que sir Belvant me entrega.

—Harás este tipo de cosas solo conmigo, ¿correcto?

Ella asintió feliz.

Mirando a la inocente Marietta quien reía contenta, Belvant sintió que de algún modo estaba a punto de llorar. Acercó a su su rostro y besó a su amada prometida.

—Soy el hombre más feliz del mundo.


[1] He: corresponde a un carácter del hiragana. Generalmente es el que se usa cuando se hace esa cara para los personajes de relleno (dejo el link de ejemplo no me cabe la imagen en las notas al pie.

https://matome.naver.jp/odai/2144019550450759401/2144020830160888803)

Yousei
Gracias por llegar tan lejos y lamento la demora. La verdad, me daba un poco de vergüenza ajena traducir este capítulo: un amigo mío se enganchó mientras traducía, lo que lo hacía 500 veces más incomodo porque les hacía voces a los personajes mientras traducía. Bueno, uno se las imagina. XD Eso es todo, nos vemos en el próximo capítulo <3

Sharon
¡Así que por eso hubo retraso! Y yo que pensé que era algo más serio D:< En fin, espero que todos hayan disfrutado el capítulo. Ya me encargo yo de apurar a Yousei a partir de ahora 😀

12 respuestas a “Marietta – Capítulo 27: Gatito Peligroso”

  1. Gracias por la traducción, so siento por ti, no hay nada peor que te pillen con las manos en la masa, lo que me haxce preguntar que es peor que te pillen leyendo o traduciendo? Mi apoyo y por favor olvida la verguensa intenta ser como Marietta

  2. Wow … wow sin duda el pobre general no llegará al dia de la boda 😏😏😏🔥🔥🔥

    Muchísimas gracias por el capítulo 💜🌸💜

  3. Jo jo Marietta si q pone a prueba toda la resistencia y autocontrol del pobre Belvant 😆😆😆
    Gracias por la droga 😆😆😆

  4. 😵 no inventen pinche Marietta quien la viera pobrecito Belvant 😱😱😱😱 si esto continua no ba a llegar ala boda😂😂😂

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