Nuestro Matrimonio Político – Capítulo 1

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


—Te amo, Matilda —abrió los ojos al sentir el suave aliento de alguien susurrándole al oído.

Bajo la luz de la luna, un hombre la penetraba con la mirada. Leandroth Levante Barenshiaga, el joven emperador del Imperio Barenshiaga, su pareja arreglada.

— ¿Eh? —Ella respondió adormilada, aún estaba somnolienta. Sus ojos se abrieron con sorpresa, mientras su rostro se acercaba al suyo, con el brillo de la luna alrededor de su cuerpo.

—Te amo —Expresó mientras dejaba caer un suave beso en sus labios, luego desaparecía.

¿Un sueño?  —Ella se preguntó si realmente era un sueño, debía serlo…

¡Porque la boda es dentro de dos meses!

♦ ♦ ♦

Le tomó diez días viajar desde su país a Barenshiaga.

Llegó al palacio a altas horas de la noche, por lo que la audiencia con el emperador debería haber terminado con un breve saludo.

Tiene un semblante elegante, pensé mientras le sonreía con los ojos entrecerrados. Él estaba con ella en su habitación asignada.

—Por favor, póngase cómoda y descanse— le dijo.

Él se estaba tomando la molestia de velar por su comodidad.

Esta situación, es como si la hubiera vivido antes, pensó para sí misma.

Pero…Súbitamente y sin previo aviso, ella estaba siendo besada.

— ¿Qué…?

Matilda se puso rígida y parpadeó sorprendida. La presión de sus labios sobre los suyos, la lastimaba. Cuando ya no pudo soportarlo, trató de girar su cabeza y abrir la boca para aspirar aire, pero en el instante en que lo hizo, su boca fue invadida por la lengua del emperador. Las lágrimas brotaron en sus ojos y pequeños escalofríos recorrieron su cuerpo.

De repente, estaba tendida de espaldas, y su cuerpo acariciaba su ropa de noche.

Los besos se profundizaron y sus jadeos llenaron la habitación

No puedo respirar, pensó ella. Mientras luchaba por la falta de aire, tras un breve forcejeo, se separó de él, sus ojos no perdieron de vista el fuego de su mirada, pero ella apenas entendía lo que estaba pasando, se sentía confundida y mareada. Él tocó sus pechos y anunció con toscos tonos acalorados.

—Me gustan estos —mientras los acariciaba, escalofríos agradables recorrieron su cuerpo, el emperador aumento suavemente la intensidad de sus caricias. A ella siempre le habían disgustado sus pechos, eran demasiado grandes para su gusto, para ella eran como dos enormes manzanas pegadas a su cuerpo. Las sensaciones se intensificaron mientras él le amasaba los pechos, frotó sus palmas contra sus pezones y la besó. Aunque, era reacia, no tenía dominio sobre su cuerpo, se sentía cada vez más caliente.

Él le pellizcó los pezones y su cuerpo tembló.

—Matilda —Le susurró, contra sus labios.

A través de la bruma del deseo, la mente confusa de Matilda se llenó preguntas: ¿Es realmente el emperador? ¿Es este hombre realmente el emperador Barenshiaga? Esto no puede ser real. No puede ser él.

—Llámame Lean*, Mattie —dijo sonriendo suavemente.

[Nota:*se pronuncia como Leanne]

¿Esta persona realmente es el Emperador? por más que quisiera, ella no podía preguntar, su boca estaba sellada por sus constantes besos. Su cabeza se estaba iluminando y era abrumada por una sensación flotante, que nunca antes había sentido.

¿Acaso estoy soñando? Ella se preguntó.

Las manos calientes agarraron sus piernas y las separaron suavemente. Leandroth se deslizó por su cuerpo, por lo que su cabeza estaba ahora entre sus piernas. Le quitó la ropa de noche, incluyendo la ropa interior antes de que pudiera expresar alguna protesta. Matilda trató de cubrir aquel vergonzoso lugar pero se detuvo, podía sentir su aliento caliente contra ella justo antes de ser succionada suavemente. Ella sintió su lengua lamiendo a lo largo de su abertura.

—Ah… ¡Por favor, para! —Ella lloró, pero él no escuchó. Sus pétalos estaban ligeramente hinchados y cubiertos de néctar. Su lengua se movió para separarla y entrar en ella. Ella se sintió mareada por el placer. En todos sus veintiséis años de vida, esta era la primera vez que experimentaba este tipo de cosas.

La única intimidad que alguna vez había compartido, habían sido besos con sus padres y hermanos.

— ¡Ahn! —gritó, mientras extrañas sensaciones, profundamente placenteras recorrían arriba y abajo su espina dorsal, electrificando su piel. Su caricia continuó, lamió sus jugos de amor como si fuera dulce miel mientras acariciaba su cara interna.

El sonido de su lamido era audible en la habitación. Las sensaciones que la hacían girar y girar, eran intensas, tanto que su cuerpo se arqueó ante el placer. Matilda se tapó la boca con las manos para evitar gritar. Sus brazos se presionaron sobre sus pechos hinchados y pezones erectos. Estaba mortificada por sus reacciones, pero estaba demasiado débil para resistirse.

Su cálida lengua se hundió profundamente en ella, más néctar se desbordó, podía sentir que algo se escapaba de ella.

A ella, no le gustó la sensación, pero no pudo resistirse a gritar —Fuuu ~ ¡Ahn!

¿Por qué ahora? ¿No son estas las cosas que se hacen solo después del matrimonio?¿Por qué comenzar tan pronto como llegó? Ella no lograba entenderlo. Sintió ganas de llorar. No tenía intención de tener tal relación, aún no.

Algo se insertó lentamente en su estrecha y húmeda cavidad. Matilda cerró los ojos con fuerza ante la nueva invasión. Lo sintió entrar y salir lentamente, —Duele.

Tal vez es un dedo.

Esta es la primera vez que ella había sido tocada allí, nunca lo había hecho antes de lavarse. ¿Por qué estaba pasando esto?

La intensidad cambio de lento a rápido, el dolor también se intensificó, ella respiró hondo y gritó:

— ¡No! ¡Para!

Pero él, ante sus protestas, le susurró al oído, el contacto con su aliento caliente, la estremecía a pesar de la incomodidad,

—Me gusta, tocarte de esta manera, se siente tan bien.

— ¡Para! —Ella lloró, pero él no se detuvo.

Ella se retorció y lloró, sacudió su cabeza de izquierda a derecha a medida que crecía la incomodidad en la parte inferior de su abdomen.

¿Voy a perder mi virginidad, de esta manera? No, no quiero

¡Alguien ayuda!

♦ ♦ ♦

Ella se despertó en su cama.

Había una ligera incomodidad en la parte inferior de su abdomen, pero no era terriblemente dolorosa como la de anoche.

Se miró y se dio cuenta de que todavía estaba usando su ropa de viaje de la noche anterior.

— ¿Huh? —Ella no había sido perturbada. Se subió la falda, para examinar su cuerpo pero no pudo encontrar ninguna tensión extraña, sangre u otra cosa.

— ¿Un sueño?

De ninguna manera. No es verdad. ¡Todo parecía tan real! Pero el emperador del gran Barenshiaga no podía comportarse de esa manera.

Te amo. —Una voz llenó sus pensamientos. — Te amo — nuevamente la escucho, englobando todos sus sentidos.

— ¡Hng! —ella gimió, su cara se puso roja.

Fue un sueño. Seguro.

¿Estaba perdiendo la cabeza?

¿Esperaba que el emperador sintiera algo especial por ella, a pesar de que solo lo había visto unas cuantas veces en grandes reuniones sociales? ¿Era por eso que estaba teniendo sueños tan vívidos?

Esto era tan embarazoso. Su cara sonrojada de repente palideció cuando un nuevo pensamiento entró en su cabeza: ¿Era una ninfómana? El pensamiento la aterrorizó.

Comenzó a preguntarse si una naturaleza sexualmente silenciosa, estaba durmiendo dentro de ella. Se abrazó a sí misma, sintiéndose angustiada, sin saber qué hacer.

♦ ♦ ♦

Matilda reconoció los saludos del personal del palacio mientras caminaba escoltada por los pasillos, manteniendo sus emociones vueltas hacia arriba, bajo una cara pasiva y pálida.

Fue conducida a una lujosa habitación donde el emperador la esperaba.

El refrescante sol de la mañana arrojaba un brillo en la habitación, haciendo que todo resplandeciera. En la habitación estaba el Emperador de Barenshiaga, la luz del sol acariciaba su cuerpo e iluminaba su rostro, asombrosamente atractivo.

Ella lo saludó con un cortés, buenos días y una profunda reverencia. Él respondió y se inclinó ante ella. Después de que se sentaron, él le dijo:

—Puedes descansar y acostumbrarte al nuevo entorno antes de nuestra boda. Estoy seguro de que has estado muy ocupada con los preparativos. Después de nuestra boda, estarás bastante ocupada con tus deberes reales. Así que, por favor, tómese este tiempo para tratar de relajarse—Le dijo con una sonrisa cortés, Matilda tenía una fuerte sensación en el pecho, era culpa.

—Esta habitación es donde suelo tomar un descanso y comer, mi oficina está por la puerta de allí. También hay una sala de recepción.

Leandroth se sentó en el sofá frente a ella, su postura parecía relajada.

—Le pedí al personal que preparara té blanco*. Me dijeron que te gustaba—Le dijo con una sonrisa amable.

[Nota: *el traductor en inglés, ha inventado un tipo de té, al no reconocer la traducción del té original, de manera que he colocado un tipo de té real.]

Un mayordomo se adelantó con un carrito de té, cargado de dulces y una gran olla de té, bellamente adornada. El té blanco era uno de los tés favoritos de Matilda, le gustaba con un poco de miel.

Matilda sirvió el té, vertiendo cuidadosamente el líquido fragante en las tazas de porcelana, agregó una pequeña gota de miel a ambas tazas y revolvió. La habitación estaba llena de un aroma encantador. Inconscientemente tomó una respiración profunda y sonrió. Levantó la vista y notó que Leandroth también sonreía, se sintió un poco incómoda.

—Delicioso—dijo tomando un sorbo. Ella sonrió en confabulación, no podía estar más de acuerdo.

—Lo hice traer desde tu país, así como la miel.

— ¡Oh, qué amable! ¡Gracias! —Ella le dijo dulcemente.

Su país de origen, el Icecoreta, a veces se consideraba como la “cocina o granja” del Imperio Barenshiaga. Debido a que la importación principal a Barenshiaga desde Icecoreta es comida. En realidad, Barenshiaga produce té y miel de buena calidad, probablemente mejor que Icecoreta. La región sur produce varios tipos de cosas. ¿Por qué molestarse con el gasto?

—No quiero sentir que te falta algo de casa, así que por favor si tienes alguna solicitud, dile al personal, les he informado que cumplan con todos tus requisitos.

Sus ojos se abrieron con sorpresa debido al gesto.

—Gracias. Estoy muy agradecida por su cuidadosa consideración—Ella los dijo, hablando cuidadosamente. Miró directamente a su oponente, pero quería apartar la vista de su brillante mirada. Este emperador de veintisiete años, era tan majestuoso y calmado con su brillante aura. Su cabello era un poco largo tocando sus hombros, pero estaba cuidadosamente peinado. Su ropa era de alta calidad, por supuesto, bien hecha, no muy decorada, pero práctica. Era alto, con hombros anchos, una cintura esbelta y piernas largas. Sentado en el sofá, parecía una pintura fantástica, una que solo mejoraría con una mujer joven y hermosa a su lado como su esposa, no como alguien como ella. Aunque era extraño, no se ajustaban, no se podía evitar.

Su país de origen, Icecoreta se sitúa entre las Montañas Ishindrun que protegen su frontera norte y Barenshiaga. La mayoría de las fronteras de su país tocan con Barenshiaga. Aunque la silvicultura es la principal economía de Icecoreta, bajo el patrocinio del gran país Barenshiaga, también eran fuertes en la agricultura. Es un país pequeño que tiene un ejército, pero no podía mantener la paz sin la cooperación de Barenshiaga. El área de tierra de Icecoreta era menos de un quinto de Barenshiaga. Este matrimonio político solo beneficiaría, realmente, a Icecoreta. Barenshiaga no obtuvo nada de esta unión con la familia real de Icecoreta, por lo que era desconcertante para ella el por qué el emperador Leandroth estaba de acuerdo con la unión. Matilda devolvió la taza de té a su platillo sin emitir ningún sonido, producto de sus pensamientos.

De repente, ella no pudo soportar estar ante su presencia, pero logró alejar sus pensamientos depresivos.

Ella sería una buena princesa y esposa. Llenaría el palacio con tanta belleza y alegría como le fuera posible, con eso se sentiría satisfecha. Si el Emperador deseaba tener una amante o un harén completo, no podía ni se quejaría. Además, como la diferencia en la fuerza nacional de Barenshiaga e Icecoreta es demasiado grande, es inevitable.

Intentaría llevarse bien con él, pero no se permitiría amarlo. No puede poner en peligro su corazón.

Y con el sueño de anoche, menos, acababa de descubrir a una mujer sin sentido común escondida dentro de ella.

—Gracias por tomarse su tiempo para verme, aun estando tan ocupado. —Dijo mientras se levantaba de su asiento.

Sí, fue un sueño. Matilda concluyó mientras caminaba tranquilamente hacia la puerta. Esta habitación se llenó de luz solar…Este es un sueño.

Ella no quería ni siquiera considerar la idea de que era una mujer sin sentido, que tenía sueños así.

Ella realmente deseaba tener amor en este matrimonio,  pero ese sueño estaba más allá de la realidad. Sintió deseos de llorar.

Se detuvo en la puerta y se volvió. Sonrió y enterró su corazón ¿Sería mejor huir? Seguramente eso haría las cosas más fáciles para su Majestad.

Y él no descubriría a esa fea y repugnante mujer que habita dentro de ella.

Leandroth sonrió amablemente y saludó. Ella le devolvió la sonrisa e hizo una reverencia. La puerta se abrió y salió de la habitación


[Nota: Algunas palabras de Zuben (no se bien si Zuben, era el editor o traductor en inglés): Espero que nos guste Matilda, y nos maravillemos de que no sean adolescentes, así que, hagan lo que hagan, no tenemos que intentar sentirnos asquerosos.]

Kiara
queridos y queridas, aquí estamos con una nueva novela para cada uno de ustedes, nos embarcamos en un amor maduro entre Matilda y el emperador Leandroth, les advierto que por su categoría habrá escenas un tanto explícitas, así que disfrútenlas, que para eso entraron a la sección +18, pillines. Gracias por leer, nos vemos en el próximo capítulo.

Ayanami
Una nueva novela para editar y es +18 (*/▽\*) espero les guste y la disfrutemos junt@s, hasta el siguiente capítulo

14 respuestas a “Nuestro Matrimonio Político – Capítulo 1”

  1. De veritas, de veritas que no llegue aquí por el +18 (*ฅ́˘ฅ̀*)♡, pero como ya empecé con la lectura esperare los siguientes 💕💕
    Gracias por el capítulo y las nuevas novelas

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