Diario de Observación – Capítulo 13.1: Bertia 17 años (3)

Traducido por Den

Editado por Raine


—¿Dónde es esto…?

Cuando recuperé mi consciencia, estaba en un espacio blanco puro.

—¿Esto es algo así como el espacio de mi consciencia que ha sido influenciado por el espíritu de la luz?

Revisé brevemente mi cuerpo, pero no había ninguna anomalía en especial. Bueno, ya que realmente no puedo revisar mi verdadero cuerpo, no puedo decir en definitiva que “estoy bien”.

—Ahora bien, me pregunto cuál es el problema con esto. Seguí leyendo “Diario de Observación – Capítulo 13.1: Bertia 17 años (3)”

Diario de Observación – Capítulo 12.2: Bertia 17 años (2)

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


[Nota traductor inglés: se cambió Pi-chan o el pronombre del espíritu de luz de “ella” a “eso” porque nos dimos cuenta de que su género aún no se había revelado.]

—No he recibido ningún informe sobre Lady Bertia haciendo cosas tan injustas. Debido a su estatus como mi prometida, está en un estado en el que, constantemente, se encuentra bajo la mirada pública todo el día. Hablando lógicamente, es imposible que ella se mueva sigilosamente. Por cierto, en el período de tiempo en que hay menos ojos sobre ella, es a partir de ayer por la noche, en ese momento pasó su tiempo conmigo y, después de la cena, la acompañé a su habitación porque no se sentía bien. A partir de entonces, todavía estaba en su habitación cuando se entregaron flores está mañana. Cuando le informé al ama de llaves y le pedí, sinceramente, que la cuidara, el ama de llaves parecía preocupada y revisó con frecuencia el estado de Bertia. Por lo que me dijo, Lady Bertia no salió de su habitación y parecía estar descansanda.

—E…eso, ella seguro le pidió a alguien más que… Seguí leyendo “Diario de Observación – Capítulo 12.2: Bertia 17 años (2)”

Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 33: A medio camino (1)

Traducido por Kiara

Editado por Ruby y Susibet


Ya que el ejército privado del Conde Terejia estaba asignado a la defensa de la mansión, tuve que convocar a treinta soldados de la aldea en construcción para que regresaran y llevarme otros veinte soldados que permanecieron en los cuarteles. Con esto, tendré los cincuenta soldados que le prometí al caballero.

Junto con las órdenes de Gunther, los soldados marcharon a la par conmigo, observandolos  mientras montaba mi caballo. Como hay soldados en entrenamiento, están tomando las riendas de mi caballo por mí, comparado con mi cumpleaños, es mucho más fácil.

—Pensé que no podías montar un caballo… —, murmuró Claudia, que estaba caminando a mi lado. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 33: A medio camino (1)”

Mi hermana, la heroína – Capítulo 48.5

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


No parecía haber peso en ese cuerpo para nada.

Viendo a la mujer caminando por la desolada calle, Marywa pensaba este tipo de cosas.

La mujer caminando delante de ella tenía cabello rubio y ojos azules. A diferencia de ella misma, que estaba a mediado de sus treinta, esta mujer era bastante joven, alguien que apenas parecía un adulto por su edad. A pesar de que sus ropas eran bastante simples y ocultaban su figura, la chica exudaba un aire de inocencia que le daba a uno ganas de sonreír sólo con mirarla. Seguí leyendo “Mi hermana, la heroína – Capítulo 48.5”

Un día me convertí en una princesa – Capítulo 11

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Las manos y la voz susurrante de Lilly temblaban.

Pude ver a Claude alejándose.

—Uwuuu…

Pude hablar después de que Claude estuviera completamente fuera de mi vista.

— ¡Wahhhh…!

De mi larga vida y esta corta vida, nunca antes había llorado de miedo. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 11”

Diario de Observación – Capítulo 12.1: Bertia 17 años (2)

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


—Bertia, te ves muy hermosa. El vestido que te di, realmente, te sienta bien.

—Muchas gracias, Cecil-sama.

Es el día de la fiesta de graduación. Por lo que me dijeron sus doncellas, parecía estar muy preocupada pero, eventualmente, usó el vestido que le regalé y me acompañó a la fiesta.

Mirando a Bertia que está vestida con el regalo que le di, mi corazón se llenó de satisfacción.

Al verla, sonreí de manera reflexiva, Bertia también sonrió, aunque con torpeza. Sin embargo, había un sentimiento complicado flotando en algún lugar de su expresión.

Pensando que no era una buena idea dejar que Bertia eligiera el vestido, opte por regalarle un vestido azul marino y dorado, que me brinda una imagen de la luna flotando en el cielo nocturno. Seguí leyendo “Diario de Observación – Capítulo 12.1: Bertia 17 años (2)”

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