Traducido por Yousei
Editado por Sharon
Corregido por Aurora Blue
El día de la boda por fin había llegado. Para Marietta y Belvant, era un asunto apremiante: los preparativos del General consistieron solo en vestir su traje ceremonial y asegurarse de que su caballo estuviera bañado y acicalado para la ocasión; en cambio, la joven princesa había comenzado a prepararse desde que terminó su desayuno. Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 31: El día de la Boda”
Traducido por Yousei
Editado por Sharon
Corregido por Aurora Blue
Marietta, quien se había vuelto un gatito, escaló en las ropas de Belvant y no salió de ahí. Ella lamió la leche y mordisqueó las galletas que él le daba sólo asomando su cabeza a través de la ropa.
—Eres tan adorable… que me es problemático. Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 30: ¿Vertiendo Amor?”
Traducido por Den
Editado por Nemoné
Por la noche, el Palacio Gagnet era mucho más tranquilo que durante el día.
Claude contemplaba la oscuridad, que comenzaba a rodear su zona, y después movió su mirada hacia el objeto en su mano que había estado escondiendo por un tiempo.
Era un chocolate medio fundido. El dulce se aplastó fácilmente cuando empujó ligeramente la envoltura alrededor del chocolate. Era de esa niña, quien entró a su habitación por la tarde y dejó caer esto en su frente cuando estaba dormido. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 14.5: Ese papá Claude (POV de Claude)”
Traducido por Sharon
Editado por Tanuki
Es probable que no lo haya conocido, pero tengo una buena razón para odiar a Endo Edward.
Si tuviera que resumir su personalidad en una palabra, sería “arrogante”.
Desde que era un niño le metieron en la cabeza cómo ser un buen Rey. Supongo que podrías decir que funcionó.
Todos a su alrededor lo elogiaron como un prodigio. Fue bañado con elogios y grandes expectativas, hasta el punto en que le llamaron el “heredero perfecto”. Seguí leyendo “Mi hermana, la heroína – Capítulo 58”
Traducido por Yousei
Editado por Sharon
Corregido por Aurora Blue
De pronto, un aura inundó el lugar.
El instinto del lobo lo hizo percatarse del peligro y, pese a que estaba hambriento a punto de comerse al gatito, se detuvo. Seguí leyendo “Marietta – Capítulo 29: ¡Marietta, mantente ahí! (2)”
Traducido por Kiara
Editado por Susibet
Movilicé a los soldados restantes para que despedazaran el cadáver del lagarto de hielo y lo quemaran a cierta distancia de la aldea. De acuerdo con el reporte, incluso sus huesos se derritieron y no dejó rastro.
Los soldados que habían peleado contra el lagarto de hielo sufrieron de congelación pero nada muy serio y fueron capaces de recuperarse después de aplicarse agua tibia. Seguí leyendo “Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 35: A medio camino (3)”