Escapó otra vez – Capítulo 30: Los Accidentes Originan el Escuchar a Escondidas

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


Después de la confusión y el caos de ese acontecimiento, Fen Tingye, quien ya había visto suficiente del espectáculo, mostró una sonrisa astuta. Perfectamente satisfecho, emprendió el camino de regreso a su residencia.

Antes de irse, Feng Tingye miró a Leng Ruofeng detrás de él. —Primer Ministro, quédese aquí y pregúntele al Gran Tutor acerca de los detalles exactos del suceso. Mañana vaya al palacio para discutir, lo que hayas descubierto, con Zhen.

—Chen obedecerá la orden de Zhen. —Leng Ruofeng respondió de manera neutral  luego, miró a Feng Tingye, con un rastro de duda.

Al verlo, rara vez, con esa expresión, Feng Tingye se detuvo y preguntó— ¿Qué sucede?

Luo Ruofeng le miró pensativo, observando hacia donde se encontraba Xia Yuqing. —Su Majestad, hoy, la llegada de la Consorte Qing ha causado un gran alboroto. Me parece que te esforzaste mucho ¿no?

Para que una concubina imperial salga del palacio, necesita obtener el permiso del propietario del lugar. Como en este momento, el harem no cuenta con un Huang Hou, si Xia Yuqing quisiera dejar el palacio, tendría que preguntarle al hombre que tenía en frente. Además, en lo que respecta a los eventos recientes y la razón de Xia Yuqing para venir, esta persona, enfrente, definitivamente, la tiene en la palma de su mano. Esta es la razón por la que Luo Ruofeng estaba muy sorprendido por lo que había sucedido.

El asunto de Yan Ran perdiendo su voz, Feng Tingye sabía lo que había sucedido desde temprano en la mañana. Por lo tanto, desde el principio, él conocía que todo era un malentendido.

Aun sabiendo de la equivocación de Xia Yuqing, no solo no aclaró la situación, si no que estuvo de acuerdo con sus intenciones y llevó a las personas a la residencia del Gran Tutor. Auto-guiando todos estos incidentes, la única explicación es…esta persona ya, había planeado usar a Xia Yuqing para meterse con Yan Ran. Además, con el temperamento oculto de este hombre, ese eunuco, quien no es capaz de guardar un secreto, probablemente, también formaba parte de su plan y, simplemente, lo usó como un chivo expiatorio.

Feng Tingye detuvo sus pasos, sin responder abiertamente pero, tampoco refutó su pregunta. Solo le dio a Leng Ruofeng una mirada profunda, sus labios se levantaron de un modo que se asemejaba a la sonrisa astuta de un zorro y respondió— ¿Quién fue el que escuchó los rumores acerca de este Emperador y se rió por tres días seguidos? Esa persona, no debería ser feliz. ¡Bien y mal, al final, todos tendrán su recompensa, solo es mi venganza!

—… —Las cejas de Leng Ruofeng temblaron. Así que todo esto era por lo de la última vez, cuando Yan Ran se había muerto de la risa durante tres días con los rumores que Xia Yuqing había esparcido por todos lados, acerca de Su Alteza. Ahora,  en venganza, verás la tragedia de hoy solo como un testigo.

Su Alteza, ¿puede ser más inmaduro, complicado y estrecho de mente? Habiendo estado juntos desde que eran niños hasta ahora e incluso cuando su padre aún vivía, hace mucho tiempo que había desarrollado una defensa impenetrable en lo que respecta a su actitud. Sin embargo, desde su nacimiento, esta es la primera vez que sentía… ¡una presión tan grande!

Feng Tingye no le prestó atención a la expresión, notoriamente, perdida de Leng Ruofeng y barrió con su mirada a su alrededor. Luciendo como si hubiera descubierto algo, habló en voz baja. — ¿Y Zi Tang? Ha pasado mucho tiempo ¿por qué aún no lo hemos visto?

—Antes, cuando alguien llegó a su residencia para invitarlo, el ama de llaves dijo que se había marchado hace un rato.

— ¿Había salido de casa desde hace un rato? ¿Sólo? —La expresión sonriente de Feng Tingye desapareció y frunció el ceño.

Asintiendo con la cabeza, Leng Ruofeng se dio cuenta de que algo no estaba bien. Todo su cuerpo se puso rígido y habló con duda. —La residencia del Estratega está separada por tres calles de la del Gran Tutor, debería ser capaz…de encontrar el camino ¿verdad?

Este hecho probaba el mal sentido de orientación de esa persona. Él, quien con frecuencia era incapaz de encontrar su propia casa, esperaba dar con la residencia del Gran Tutor que estaba solo tres calles más abajo. Sin embargo, ¿quién hubiese imaginado que esta tarea sería tan difícil para él? Era como si intentara que el sol saliera por el oeste.

♦ ♦ ♦

En una ruidosa y pequeña calle, dando la vuelta por trigésima octava vez, nuestro lindo Estratega Shao, se había perdido en la multitud, incapaz de encontrar a nadie. Mirando hacia el sol poniente, se sintió completamente…furioso.

Dirigiéndose hacia el lado de la entrada del callejón, con los brazos cruzados, se detuvo por un momento y observó el bullicio a su alrededor. Así, otras dos horas pasaron. No estando dispuesto a quedar mal y pedir direcciones, Shao Zitang, estaba sujetando su estómago lleno de rabia, a punto de estallar.

Sin embargo, cuando estaba a punto de hacerlo, una sombra familiar apareció fugazmente y dobló la esquina.

—Esa persona es… —Shao Zitang se sobresaltó por un momento. Entonces, dejando de servir como señal de tráfico para esa calle, levantó sus pies y avanzó hacia donde la sombra se había dirigido.

Conteniendo su estado de ánimo actual, siguió a la sombra hasta las profundidades de un callejón oscuro.

—Maestro, tu subordinado ha llegado.

En el momento en que la sombra habló, los ojos de Shao Zitan mostraron su sorpresa. Realmente, era ella. Esa cantante, cuyo único trabajo era entretener a sus clientes, alojados como tontos en la residencia del Príncipe Rui, estaba disfrazada. ¿Por qué estaría corriendo hasta allí? ¿Podría ser que…el Príncipe Rui la había enviado?

Su suposición era correcta. La sombra era una persona traída por el Príncipe Rui, la cual debería estar en su residencia, Jiang Zhao Rou. Actualmente, se había quitado todo el maquillaje, el vestido y, en su lugar, se había disfrazado como una vendedora ambulante promedio. Si uno no miraba cuidadosamente, realmente no podrías reconocerla. Desafortunadamente, se había encontrado con Shao Zitang.

Ese año, debido a un entrenamiento en cierto tipo de arte marcial, había investigado a todos, en todo el mundo. Altos, pequeños, peculiares o no, observando sus estructuras óseas de forma independiente. Después, cuando tuvo éxito en su entrenamiento, sus hábitos habían sido cultivados. Hoy en día, si veía a una persona, no miraría su apariencia, si no que se fijaría en su figura. Por lo tanto, incluso con ese breve momento, había sido capaz de identificar a la disfrazada Jiang Zhao Rou.

Escuchando, oyó la suave voz de Jiang Zhao Rou, pero identificó otra más. Desde el callejón, fue capaz de reconocer a un hombre de mediana edad, alto, delgado y de piel oscura.

Ese hombre miró de arriba a abajo, evaluando a Jiang Zhao Rou por un momento. Altamente alerta de lo que lo rodeaba, al no descubrir nada fuera de lo normal, solo entonces, le hizo un gesto para que entrara por la puerta.

Después de ver esto, Shao Zitang, rápidamente, salió de la entrada del callejón. Mirando a su alrededor, saltó al tejado de la casa y, cuidadosamente, empujó a un lado la hierba del tejado para mirar hacia abajo.

—Maestro. —Dentro de la húmeda habitación, Shao Zitang pudo ver vagamente la figura de Jiang Zhao Rou arrodillada en el suelo en frente del hombre que llevaba un manto negro.

— ¿Cómo va el asunto? —La voz del hombre tenía un tono bajo, profundo y su sonido era un poco áspero. Increíblemente, aunque sonaba un poco familiar, logró que el ceño de Shao Zitang se frunciera. Reflexionó profundamente ¿Dónde había escuchado ese sonido antes?

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