Dinero de consolación – Capítulo 9: Gracias por su compra

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


En ese instante en el que señor Olga estaba arrastrando a Michael, otro vendedor apareció rápidamente y continuó atendiendo a los clientes. Nuestros empleados son verdaderamente maravillosos.

Me volteé para mirar al Príncipe.

— ¿Qué?

—No me he olvidado del dinero.

—Lo sé.

Sintiéndome satisfecha con su respuesta, me giré para mirar a esas dos chicas plebeyas.

Las dos estaban sonrojadas por la presencia del Príncipe. Además, sus miradas se alternaba entre él y yo. Después, ambas me tomaron de las manos para cerrar nuestras distancias y comenzaron a susurrar sigilosamente.

—Sería mejor si dejara de ver a ese Marqués y escogiera al Príncipe.

Estas dos son realmente buenas amigas.

—Yo soy la señorita de una casa Condal, nuestras posiciones son diferentes, ¿saben?

—No puede ser…

Las dos dijeron que era una lástima. Seguidamente el Príncipe inclinó su cabeza en nuestra dirección.

— ¿Qué pasa? Yo pagaré.

El Príncipe parecía desconcertado por nuestra conversación.

—Me pregunto si debería comprar esto.

—No tienes ninguna necesidad de hacerlo, ¿verdad?

— ¿Por qué dice eso?

—Porque esta es tu tienda. Ya posees todo lo que pudieras desear de aquí.

No había necesidad de decir que chasqueé mi lengua ante su comentario. Las dos chicas plebeyas me miraron con asombro.

— ¿No crees que deberías detener tu impulso de chasquearme la lengua?

—Para nada. No me importa.

— ¿No piensas que deberías poner un límite a tu actitud?

—Su Alteza es mi amigo, ¿verdad?

—Quizás me precipité al tomar esa decisión…

Mi rostro comenzó a relajarse mientras miraba al Príncipe con su cabeza gacha.

Rápidamente animé a las dos chicas plebeyas a que escogieran cualquier cosa que quisieran de la tienda.

—Bueno, entonces… Aquí tengo a esta billetera llamada Su Alteza, así que elijan lo que quieran.

—No me pongas nombres raros.

— ¿Le gustaría ver a la señora Mathilda ahora?

—Está bien…

Guié al Príncipe mientras nos dirigíamos donde la señora Mathilda.

♦ ♦ ♦

Después de llamar a la puerta, quien la abrió fue una extremadamente exhausta Mathilda con su cabello revuelto.

— ¡Vaya! ¡Qué visitante tan inusual!

— ¡Vaya! ¡La apariencia de la señora Mathilda también es rara!

—En estos momentos no tengo tiempo para preocuparme por mi apariencia, ya que se acerca la fecha límite… Señorita, ¿podría leer el manuscrito finalizado?

—Por supuesto.

Ambos, el Príncipe y yo, entramos a la habitación de la señora Mathilda.

Ésta estaba rodeada con estanterías que llegaban al techo y aun así, no había suficiente espacio, ya que también había libros amontonados en la cama y por el suelo. La señora Mathilda me entregó el manuscrito y después desapareció en dirección a la alacena para servirnos algo de té.

El contenido del manuscrito que había recibido de la señora Mathilda era el final de la novela. Era la escena donde el hijo mayor del Marqués, quien se parecía a mi prometido, y el Príncipe, quien se parecía al que se encontraba frente a mí, se proponían a la Heroína, quien se parecía a Banach.

— ¿Qué…?

El Príncipe estaba desconcertado por mi ruido de sorpresa.

—Parece que llegamos un poco tarde.

— ¿Por qué lo dices?

Le pasé el manuscrito al Príncipe y su rostro comenzó a palidecer a medida que leía.

— ¿Qué le parece? Vaya, no pensaba que el Príncipe lo leería.

La señora Mathilda colocó la bandeja con las tazas de té encima de una torre de libros, mientras reía.

—Ma-Mathilda.

— ¿Sí?

— ¡Se lo ruego, por favor, cambie el final!

El Príncipe comenzó a contarle desesperadamente acerca de Banach. La señora Mathilda se paró y me miró después de terminar de escuchar la historia.

—Señorita, usted sabía acerca de ese ligeramente estúpido bombón.

— ¿De quién está hablando, señora Matilda?

— ¿No lo sabe? ¡Estoy hablando de Lamore!

El Príncipe lucia conmocionado, mientras la señora Mathilda tomaba mi mano entre las suyas.

—Quería usar la novela para hacer que esa persona que seguía tonteando con usted, fracasara después de ser rechazado por la Heroína al elegir ésta, al Príncipe.

Reí mientras le respondía.

—Por favor, cambie la trama. Quiero que la Heroína tenga un final feliz al elegir al Marqués.

— ¿Por qué?

—Se debe a circunstancias apremiantes. Esa chica tiene en la mira a Su Alteza y por culpa de la novela, cree que todos la amarán si actúa de acuerdo a la trama de esta. Además, creo que armoniza bien con Lamore. Esa es la razón por la que quiero usar esta novela para juntarlos.

—Entiendo.

Con esas palabras dichas por la señora Mathilda, el manuscrito en las manos del Príncipe ardió hasta las cenizas. Fue magia. En este reino, había un selecto grupo de personas que podían hacer magia y, muy raramente era vista por otras personas.

Mientras yo estaba ligeramente impresionada por esta, el Príncipe estaba entrando en pánico. Por supuesto que lo haría al ver que algo en sus manos se quemaba súbitamente.

—Mathilda…

—Príncipe, eso fue sin intención, lo siento.

— ¿Todo hasta ahora fue sin intención, Mathilda?

Mathilda estaba sonriendo mientras le decía al Príncipe, quien mantenía su cabeza gacha.

—Yo sólo deseo la felicidad del Príncipe.

Mathilda sonreía al mirarme a mí.

—Señorita.

—Tengo un mal presentimiento acerca de esto.

— ¡Está bien! La haré feliz.

Mathilda agarró papel y lápiz y comenzó a escribir algo con entusiasmo.

 

— ¡Este es el tipo de sentimiento correcto!

♦ ♦ ♦

La nueva trama trataba sobre el personaje basado en mí, la hija del Conde, quien finalmente había sido despreciada en la Academia, enamorándose milagrosamente del Príncipe.

—Eso es imposible, ¿verdad?

— ¡Siempre he deseado por la felicidad de mi señorita! ¡Sería genial que mi hijo, el Príncipe, esté con ella!

Una vez que comenzó, se volvió difícil detener a la señora Mathilda, así que decidí darme por vencida.

—Su Alteza, la trama de la novela fue cambiada. Esas cosas ya no volverán a suceder.

— ¿Estás bien con eso…?

—No es como si en realidad me afectara. Quiero decir, incluso si el personaje está basado en mí, no es como si fuéramos idénticas.

—Ya veo…

El Príncipe lucia convencido con mi respuesta. Y ya que la señora Mathilda ya no estaba prestando atención a nuestra conversación, ambos dejamos la habitación.

♦ ♦ ♦

Cuando regresamos a la tienda, las dos chicas plebeyas estaban vistiendo conjuntos completos. Sus adorables atuendos hicieron que mi rostro se relajara.

Por otra parte, el Príncipe apartó la mirada. No es tan caro como piensa, ¿sabe? Nuestra tienda vende cosas que son verdaderamente baratas y ¡aún así lucen lindas!

— ¡Señorita Knocker!

Las dos estaban agitando sus manos, por lo que yo les respondí con un pequeño movimiento con la mía.

—Señorita Knocker, yo escogí estos zapatos azules y los conjunté con este vestido azul cielo, junto a todos estos accesorios.

— ¡Yo elegí los zapatos y falda verde musgo junto a esta camiseta rojo vino! ¡Y en cuanto a los accesorios, elegí los que complementarían al color rojo vino!

—Se ven realmente adorables. Su Alteza, usted es nuestro honorable tesorero.

—Sí, sí.

Escribí el recibo con el total de la compra y se lo di. Sorprendentemente, Su Alteza traía dinero con él. Después de darle su cambio me sentí verdaderamente satisfecha.

—Que barato.

— ¡¿Verdad?! ¡Mi lema es que las cosas buenas son baratas!

Al ver que me enorgullecía, el Príncipe me dio un golpecito suave en la cabeza mientras decía.

—Estoy salvado, gracias.

El Príncipe se fue después de decir eso.

Había sentido como mi corazón se aceleraba un poco por sus palabras, y al darme cuenta de ello, me dirigí rápidamente hacia donde estaba la señora Mathilda, ya que había decidido incluir ese detalle en la novela. Quiero decir, incluso mi corazón se aceleró un poco, ¡así que no había duda de que con las demás chicas pasaría lo mismo!

Después de mi reporte, la señora Mathilda lo incluyó gustosamente. Me sentía satisfecha ya que estaba segura de que las ventas volverían a incrementarse debido a esto.

6 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 9: Gracias por su compra”

  1. Jajaja me encanta esta prota 😂 no importa su palpitante corazón o lo q signifique, lo q importa es q ¡¡Si lo incluimos seguramente las ventas subirán!! 🤣🤣🤣
    Gracias por la droga 😆😆😆

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