El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 1: Aunque sea un mal final


Duele…

Lo primero que sintió fue dolor. Aunque, hace unos pocos instantes, aún se encontraba sumida en un sueño, un suplicio abrumador la hizo despertar de ese “ensueño”. Incluso, aunque fuera solo por un poco, ella deseó haber despertado antes.

La tiraron al suelo mientras todos esos ojos la observaban.

Un grupo de hombres la inmovilizó, sin tener en cuenta siquiera el hecho de que fuera una dama; de hecho, la sujetaban con tal fuerza que, incluso un hombre no sería capaz de moverse. Si tan solo fuera un secuestro, entonces,  tal vez, un príncipe azul vendría a rescatarla en su blanco corcel, pero no era más que una dulce fantasía. Este es el ‘lugar de su condena’, puede que de ser la víctima todavía pudiera salvarse. Pero, mires como lo mires, es la culpable. Por cierto, es preciso comentar que ella misma se buscó esta situación. Permítanme explicar cómo acabamos en esta situación.

Mi nombre es Iris. Iris Lana Armelia, la primera hija del Duque Armelia del Reino Tasmeria y, actualmente, soy una radiante joven de 16 años. Mi padre es el Primer Ministro y mi madre la hija de un General, además, sus padres provienen una alcurnia superior. Es por eso que soy una legítima “señorita” y, en este reino, mi linaje viene en segundo lugar, después de la Familia Real.

En cuanto a la razón del porqué he estado hablando en tercera persona, se debe a que ‘Yo’ soy un individuo totalmente distinto. Para ser precisos, en este momento, nuestras personalidades se han fusionado e Iris es la otra mitad de mi persona. Yo soy una mujer normal que solía trabajar en un país llamado “Japón” antes de morir a la edad de 30 años. Recuerdo que ese día tuve que hacer horas extra, de forma que salí muy tarde del trabajo. De camino a casa me vi envuelta en un accidente letal y, pocos segundos después, desperté de un agudo dolor. Sin embargo, hasta hace unos minutos, había estado viviendo como Iris, sin ningún recuerdo de mi vida anterior, hasta que nos fusionamos. No obstante, debido al actual estado de las cosas, es probable que no pueda darme el lujo de tomármelo con calma, pues a causa de ello, puede mirar los recuerdos que tengo de mi vida pasada y recordé algo.

Este mundo… ¿¡No es este el juego que estaba jugando antes de morir!?

Cuando uno vive sólo para su trabajo no tiene tiempo libre para el amor, pero, aunque pensara de esa manera, aún tenía la mente de una joven doncella y quería experimentar diversas emociones. Eso, de hecho, explica por qué me volví adicta a los juegos Otome1 en mi vida anterior. Siempre utilizaba los descansos y las noches para jugar y así relajarme un poco.

Esto no está nada bien. No, no me refiero a los juegos en sí, sino a que este mundo se ve exactamente igual al juego que estaba jugando antes. El título del juego era Eres mi princesa, historia ambientada en un mundo similar a la Europa Medieval, donde la protagonista femenina era hija de un tal Barón2. El juego se desarrollaba en un colegio de élite, al que sólo podían asistir los hijos de aristócratas, incluyendo la cúspide de la misma que era la realeza, allí es donde se reúnen los personajes dando inicio a una historia de “Cenicienta”.

Los objetivos de captura eran: El Segundo Príncipe, el hijo del General de los Caballeros, el hijo del Primer Ministro y el hijo del Papa de la religión Darryl. Los personajes eran exactamente iguales a los que me estaba enfrentando en este momento: el primero demasiado seguro de sí mismo, el segundo de sangre caliente, el tercero muy fresco y el último todo un misterio. Ahora bien, en este tipo de historias también existe un personaje rival y ella era la prometida de Edward Tom Tasmeria el Segundo Príncipe, que también era la hija de un Duque, y la dichosa rival no es nadie más que yo.

Si la protagonista del juego elige a Edward como su objetivo, su  prometida buscaría interferir en su relación siendo hostil con ella. A pesar de que es la hija de un aristócrata, ella sigue siendo una adolescente después de todo. Algunas de las cosas que le hizo Iris a la hija del Barón, fueron la difamación y el acoso escolar.

Aunque, hubo un par de veces en que el juego me resultó bastante desagradable, pues durante el final de la historia, la encarcelaron en la Iglesia Darryl antes de volver a casa y la colocaron bajo confinamiento; no hay necesidad de ir tan lejos fue lo que llegué a pensar y acabé con un fuerte sentimiento de empatía. Me explico: no sé si se habrán dado cuenta, pero el jugador trata de capturar a un personaje que ya tenía prometida e iniciar un romance ilícito… ¿No les parece que la heroína es la mala en esta situación? Cualquier persona odiaría a la protagonista y pensaría que lo que hizo Iris es lo correcto.

Dicho esto, lo cierto es que nadie querría escucharía estas explicaciones, ahora mismo no tengo ni un solo aliado, así que estoy completamente desvalida. Por lo visto, justo había llegado al final del juego, me encontraba acorralada por los chicos guapos que estaban junto a la protagonista. Era el momento de mi condena.

No tengo mucha suerte, ¿no? Por norma general, cuando uno reencarna, ya desde su infancia recuerda que en algún momento vivió otra vida, una vida muy distinta a la actual. Se supone que esas personas ya desde pequeñas pueden comparar ambas experiencias, con el fin de no cometer los mismos errores y aprender de lo ya experimentado. Pero para mí ya es muy tarde, no importa cuánto lo intente ahora, me tienen en jaque mate.

— Si tienes cualquier excusa que justifique tus actos la escucharemos, Iris.  — La voz de Edward resonó en el lugar. Estaba mirándome con los ojos llenos de desprecio. — Con respecto a todas las veces que has acosado a Yuri…

— ¿Puedes dejarme ir? — Lo dije con una voz débil, pero a la vez llena de poder, sin embargo, el chico que me sujetaba hizo caso omiso a mis palabras. Se trataba del hijo del General de los Caballeros, Dorsan Katabelia, un joven muy fuerte y corpulento. Sentía un inmenso dolor en el hombro por el que me sostenía. Por un segundo incluso me arrepentí de haber hablado, pues el grandullón no hizo más que aferrarse con mayor fuerza a mi pobre hombro provocándome aun más dolor. — Me estás haciendo daño, así que suéltame. — Me atreví una vez más a levantar mi voz. —  Me cuesta creer que usted sea el hijo de Druna, el General de los Caballeros, que siempre ejerce su poder por el bien de los débiles; y pensar que su hijo está usando fuerza bruta para mantener en el piso a una joven y débil señorita… — nada más pronunciar esas palabras, el joven se estremeció. Tal y como pensaba, sin importar de dónde sea un caballero, la educación es la misma.

— ¿Tú, una chica débil? Por favor, deja de bromear y piensa con cuidado en lo que estás diciendo. — La persona que se reía por la nariz mientras decía eso, era nada menos que mi hermano, Berne Tashi Armelia. Ah, por la forma en la que me mira, no parece que pensara en mí como en su hermana precisamente, además, la manera en la que sonríe sarcásticamente, realmente me molesta.

Aunque sea frustrante, ya estoy en jaque. No hay forma de salir victoriosa de esta.

— Es cierto que acose a la hija del Barón, Yui Noir. Lo admito.

— ¿Estás segura? lo admitiste con bastante facilidad.

—Es verdad, para qué mentir si es evidente que todos los aquí presentes saben lo que sucedió, así que pensé en ahorrarles algo de su valioso tiempo. Considéralo como un acto de buena fe. — dije con altanería.

— ¡Tú! — Edward rugió como un animal que acorraló a su presa. — ¿¡Por qué acosaste a…!?

— Que “¿Por qué?” — le corté en seco y lo miré extrañada — realmente me estás preguntando “¿Por qué?” — El rostro de Edward no tardó en llenarse de ira.

Me pregunto si podré recordar el porqué… Imposible, no puedo confiar en la memoria de Iris en este caso, ya que estaba completamente cegada por el amor y el romanticismo dirigidos hacia Edward. Sin duda alguna, todo recuerdo que tengo de ella durante el juego, fue alterado e interpretado según su propia conveniencia.


Otome1: es una novela visual donde la protagonista es una chica y los otros personajes que se van involucrando con ella son chicos atractivos o bishounen.

Barón2: Título nobiliario que es entregado por el Rey. Según el orden de importancia, se encuentra por debajo del de vizconde y por encima del de señor.

♥ ❤ ♥

12 respuestas a “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 1: Aunque sea un mal final”

    1. Volveré a leer esta historia desde el inicio, es muy buena ya antes la lei y me encantó, pero aun no estaba terminada pero ahora si, asi que para recordar la volvere a leer desde el principio

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