El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 120: El trabajo de Tanya

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

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—Señorita Tanya, ¿podemos hablar?

Fue después de que había guardado todos los suministros de té y estaba caminando por el pasillo.

No estaba segura de cuándo Dean se puso delante de mí, pero me llamó.

— ¿De qué se trata?

Después de preguntar esto, Dean miró alrededor casualmente, confirmando que éramos los únicos que quedábamos allí antes de hablar.

— ¿Conoces a Dorsen Kataberia (el hijo de la cabeza de los caballeros)?

Las palabras de Dean hicieron mi mirada más aguda.

—Por supuesto. ¿Qué hay de él?

—Parece estar acechando alrededor de este territorio y cerca de tu señora. No está claro para qué está intentando husmear.

— ¿De dónde escuchaste esto?

—Me enteré por casualidad en la capital. Como ustedes saben, el duque Anderson y yo estamos relacionados.

—Ya veo.

Si fuera de parte de las conexiones del Maestro, entonces esta información es bastante confiable.

Sin importar que, el Maestro tenía conexiones tanto con el ejército como con la orden de los caballeros.

Aun así, no es bueno sacar conclusiones precipitadas. En este momento era mejor asegurarse de que esta noticia fuera real. Pero…

—Entiendo. ¿Pero porque me dices esto?

Esta era una pregunta importante.

Soy solo una ordinaria sirvienta.

Sólo unos pocos sabían que yo era los ojos y oídos de Milady.

—Necesitaba confirmar la veracidad de esta noticia de inmediato. Es por eso que quería decirte primero. ¿Hay algo malo con eso?

—Entonces, ¿por qué yo?

A mis repetidas preguntas, Dean sonrió, pareciendo un poco confundido.

—Al observar tus movimientos, uno puede darse cuenta de que tienes algún entrenamiento en artes marciales.

—Eso…

—He estudiado con el Duque Anderson, así que al menos puedo determinar algo como eso. A juzgar por tu personalidad, definitivamente eres del tipo que utilizaría este poder. ¿Me equivoco?

—…Si ese es el caso, ¿no sería mejor decirle a uno de sus guardias?

—Oh, ¿no eres un guardia? No estoy seguro de cuál es tu posición.

Me tenía.

Eso era cierto. Nunca había mencionado mi trabajo.

“Cavar tu propia tumba”, supongo que esa fue una frase para mí.

…Como si pudiera leer mis pensamientos, Dean escondió su sonrisa.

—Pero volviendo al tema… lo diré de nuevo. Después de observar tus acciones diarias, supuse que te habías entrenado en algún tipo de artes marciales. Desde cómo se mueve tu mirada hasta cómo se mueven tus pies… no es difícil decirlo. Siguiendo esa línea de pensamiento, parece más probable que tú seas sus ojos y oídos más que cualquier otro tipo de guardia. Es lo que pensaba.

—Es… eso así…

¿Soy demasiado débil o el hombre que estaba delante de mí era demasiado observador?

— ¿Quién eres?

[Traducido por Reino de Kovel]

Lo que él dijera no sería cierto.

Incluso si fuera débil, no debería haber sido vista por un hombre que solo sabía un poco de artes marciales.

Solo un hombre que tuviera el mismo nivel de talento natural que el Maestro, que había entrenado durante al menos una década sería capaz de decirlo.

O tal vez alguien que se había enfrentado a alguien que estaba en un nivel igual al mío.

Sólo entonces, podrían atrapar mis movimientos con solo observación.

Pensándolo así, el hombre ante mí debería ser el último.

No pude evitar preguntar esto.

— ¿Cómo… el hijo de un comerciante de un gremio de comerciantes se topa con una información como esa?

En respuesta a mi pregunta, el hombre ante mí se rio.

En sus ojos había un poco de sombra.

—Lo que sea. Por favor pase esta información a Milady.

No podía seguir preguntándole a este hombre ningún asunto personal.

No había dejado que ninguna pista se deslizara en mi conversación con él.

A mi respuesta, el hombre entrecerró los ojos, ligeramente sorprendido.

—Por supuesto. Pero, ¿no deberías verificar su verdad antes de transmitirla?

—Voy a hacer eso. Pero creo que esto es algo que debería saber lo antes posible… ¿estás tan sorprendido por mi decisión?

—Sí. Pensé que no le dirías noticias que no estaban confirmadas para que no se preocupara.

—…No puedo negar eso.

Si esto hubiese sido el pasado, podría haberlo hecho.

No, era más probable que no lo hubiera hecho.

… Pero…

—Milady se para sobre sus propios pies, caminando hacia adelante con fuerza. Como alguien que la sirve, si la desacelero sin ninguna razón importante, no podrá avanzar.

Cuando estaba hablando con Milady, no pude evitar tener la piel de gallina.

Vi por mí misma su determinación.

Al mismo tiempo, recordé mi conversación con Dida antes.

Esa reunión secreta en la noche.

Mi función no era proteger a Milady con seda y algodón, evitando que se lastimara.

Seguía a su lado como manos y pies, o como orejas y ojos.

Si quisiera protegerla, no podría ocultar información no confirmada ni tapar mis ojos y oídos después de cometer un error.

Ese no era mi trabajo.

Era…

—No eres alguien que le haría daño, ¿verdad?

Al segundo en que lo pregunté… el hombre rio a carcajadas.

—Me siento honrado de ser reconocido así por usted, señorita Tanya. —Él dijo. —Entiendo. Señorita Tanya, la confirmación de esta noticia y otras noticias, se lo dejo a ustedes.

—No tienes que decirme que lo haga.

El hombre se dio la vuelta. Yo también me giré y caminé para completar mi trabajo.

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