El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 134: Aventuras (Parte 1)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Después de eso, junto a Dean, salimos de donde nos encontrábamos alojados. Como él sugirió, me vestí de forma que me fuese más fácil moverme.

Las calles se veían diferentes después de la puesta del sol.

…Y los callejones eran otra historia.

—…Vamos a caminar por aquí.

Tomando la mano de Dean, caminé.

— ¿Quién… eres?

Todos a los que nos encontramos, Dean los derrotó.

Había oído mucho sobre lo fuerte que era de Dida y Ryle. Ahora veía que era verdad.

Así que ahora…

—… ¿Quién eres tú?

—Solo alguien que quiere reunirse con Graus.

— ¿De qué diablos estás hablando? ¿En serio esperas que el Sr. Graus pierda tiempo con un niño como tú?

—Esa no es tu elección ahora, ¿verdad? ¡Quien quiera que se esconda ahí, salgan ya!

Con una ligera burla, de las sombras del edificio cercano, varios hombres emergieron.

—Qué cálida bienvenida. ¿Esto significa que nos dejarás pasar? O…

— ¡Sí, claro!

Fue entonces cuando comenzó la batalla. Digo eso, pero… fue realmente una situación unilateral.

Aunque le faltaban los números, Dean estaba completamente tranquilo. Se movió como Dida y Ryle cuando están peleando.

Los caballeros de la capital, los guardias del duque, todos se movían de la misma manera, rápida y aguda… pero solo ahora, me encontraba incapaz de mirar hacia otro lado.

Así es como se veía la violencia simple y rápida, pensé para mí.

Sólo tomó unos minutos. Todos los demás, aparte de Dean, se desplomaron en el suelo.

—Vamos, milady.

Recuperándome de donde estaba escondida, Dean comenzó a correr de nuevo.

Llegamos a un edificio que daba al mar. Desde el exterior, no se veía diferente a otros edificios.

Me dijo que me quedara en las sombras mientras corría hacia el.

Fue solo después de que el hombre que custodiaba la puerta perdió el conocimiento que regresó, tomó mi mano y corrió.

— ¿…?

Corrimos rápido, pero en silencio, hacía adelante.

Ya me había preparado para la cantidad de gente que podría haber aquí… y cuando vi que no había nadie ahí, me sorprendió bastante.

¿Dónde podrían estar?

Renuncié a esa pregunta lo suficientemente pronto.

Parecía que habíamos llegado a nuestro destino. Dean se detuvo ante una puerta, luego giró la perilla de la puerta y la empujó para abrirla.

Al mismo tiempo, una espada voló hacia él por la esquina de mi ojo.

— ¡Ah…!

Contuve el grito que estaba luchando por salir de mi boca.

Al mismo tiempo, Dean atrapó la espada y empujó hacia atrás, golpeando al hombre que la empuñaba.

— ¡Alto ahí!

Con un ruido sordo, el hombre cayó al suelo justo cuando sonó una voz áspera.

El sonido hizo eco a través de la habitación vacía, una presencia aguda e imponente.

Mi mirada se movió. Varios hombres musculosos junto a la pared detuvieron lo que estaban haciendo.

—Je, je, je. ¿Qué día es hoy? —El único hombre que estaba sentado dijo.

—…Ha pasado mucho tiempo, Graus. —Dean le dijo al hombre.

—Oh, lo ha hecho. Sigues causando problemas como estos… ya es suficiente.

El ambiente acogedor se dispersó en un instante. El hombre… Graus, nos estaba amenazando.

♥ ❤ ♥

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