Dokidoki Renai – Capítulo 17: El escondite, la oscuridad y el primer amor (3)


—Junya-senpai, por favor déjame ir.

—No quiero.

Añadió fuerza a sus dedos que estaban alrededor de mi cintura. Añadió tanta fuerza que dolía.

Junya levantó su cabeza de repente y me miró con los ojos tan abiertos que parecía que se le fueran a salir. Mirando a través de su boca entreabierta, se podía distinguir una lengua carmesí y sus mejillas teñidas de un color melocotón suave.

Mientras me miraba, lentamente pero a la vez repentino, me empujó al suelo. Me convertí otra vez en el caballo siendo montado, ¿exactamente qué pretende hacer sobre esto?

“Puchi, puchi” desde el primero hasta el último desabrochó todos los botones que me había costado tanto sujetar. Aunque mi cuerpo estaba descubierto de nuevo, no estaba avergonzado ya que estaba bastante oscuro.

Ah, ese no es el problema. Le miraré con una mirada más severa. Estando a horcajadas sobre mí con demasiado espíritu, parecía que estaba preparado para el acto sexual.

—Me voy a enfadar.

—No te enfades.

—Suéltame entonces.

Junya levantó el lado izquierdo de su boca y sonrió.

—De ninguna manera.

Geez, ¡no me está escuchando para nada!

No es el momento para estar actuando tan tranquilo, vale.

Por lo menos grité cuando él finalmente tiró de mi cinturón. “Kachi, kacha” los sonidos resonaban por todo el almacén, y la liberación de la presión cuando me quitó el cinturón era refrescante ya que mi cintura dolía.

A pesar de sólo fue por un instante, justo ahora tengo la resolución de tener sexo con Junya. Pero en este momento esa resolución se siente como algo muy lejano. En otras palabras, significa que no tengo intención de hacer tal cosa con él ahora.

— ¡Qué quieres decir con de ninguna manera! Junya-senpai, de verdad, por favor para…

—No voy a parar. Me gusta Makoto. Y quiero gustarle también a Makoto.

— ¿Quién en el mundo puede quererte cuando le haces cosas como esta? ¡Al contrario, más bien te odiarán!

Cuando le dije francamente mis verdaderos sentimientos, Junya llegó al extremo de las lágrimas. En pánico, acaricié su cabeza. Entonces, con una de aquí no ha pasado nada volvió rápidamente a poner las manos en mi cinturón.

E, qué es esto. Incluso si ahora le golpeo será considerado defensa propia, ¿no? No es mi error, ¿verdad?

— ¿Makoto?

Mi hombro se agitó de sorpresa cuando la puerta del almacén fue tocada.

Esa voz venía del Príncipe.

El Príncipe puede habernos notado ya que estábamos haciendo mucho ruido. Que suerte para mí.

—  ¡Un! Kiritani, soy yo. Estoy aquí dentro.

— ¡Makoto! Así que estás bien. ¿Está el pervertido kaichou del Consejo Estudiantil contigo?

—Es correcto. Príncipe-sama. Estoy junto con Makoto. Ne, ¿Makoto?

Liberando una voz sonriente, puso la punta de su nariz en mi nuca. Al mismo tiempo, deslizó su mano por mi torso y acarició mi flanco, causando que involuntariamente dejase salir un sonido. Hace cosquillas.

Oyendo mi voz, el Príncipe empezó a golpear la puerta como si tuviera la intención de tirarla abajo.

— ¿¡Makoto!? ¡Makoto!

—Kiritani, ambos Junya-senpai y yo estamos a salvo. ¿Puedes ayudarme y recuperar la llave?

—Lo entiendo. ¡Pero ese pervertido bastardo! ¡Si le pones una mano encima a Makoto te mandaré directo a la muerte!

El sonido de sus pasos yéndose lejos.

Ah, estoy aliviado. Estoy realmente aliviado. El Príncipe hoy era un auténtico príncipe-sama.

Le llevó menos de 5 minutos recuperar la llave, no había ningún peligro de perder mi virginidad en ese corto espacio de tiempo. Esta vez, mi castidad fue protegida.

Aliviado, la fuerza abandonó mi cuerpo. Entonces, Junya puso una cara aburrida y de forma graciosa se bajó de encima de mi cintura.

—Que decepcionante… Estaba pensando en realizar un acto consumado.

—Acto consumado… ¿no puedes hablar de asuntos más serios?

Es inaguantable que mi virginidad haya estado al borde una y otra vez antes.

Se sentó de forma tradicional delante de mí, con una expresión seria en su cara.

A pesar de que es un chico frívolo, él tentativamente ha hecho una promesa de encararme seriamente y en el fondo es un chico honesto. Él podrá entender lo que estoy diciendo.

—No llegarás a gustarme si haces cosas como esas.

—Entonces, ¿qué debo hacer? ¿Para poder gustarte?

Inicialmente pensé que estaba bromeando pero parece que es serio.

—Verás aquí…

—Pero, si nos separamos aquí, Makoto probablemente ¿no me volverás a hablar?

—Me disculparé por evitarte tanto. Desde ahora escucharé apropiadamente lo que Junya-senpai tenga que decir. Sólo si hablas sobre temas apropiados, es así.

Junya tomó mi mano y la puso sobre su mejilla.

— … Ok.

—Aunque es fácil conectar sólo los cuerpos, no quiero construir una relación sobre eso. Necesitamos comunicarnos apropiadamente, de corazón a corazón. ¿Lo entiendes?

—Un… Como pensaba, soy inútil, huh. En este rango me convertiré en un demonio del sexo. Lo siento, Makoto. Es la primera vez que he amado a alguien tanto así que no sé qué hacer.

Un chico como él, que es un maestro experimentado en hacer el amor, se sonrojaba mientras me miraba. Escondió sus labios con sus grandes nudillos y me miró con los ojos hacia arriba.

Si Subaru viera esto, se convertiría en un espectáculo mientras diera vueltas alrededor con un sangrado nasal. Es afortunado que Subaru no esté aquí.

Sin embargo, que debería hacer con su “salir”…

¿Junya realmente me ama? Iya, iya, de ninguna manera, de ninguna manera, de ninguna manera. No hay forma, verdad… ¿verdad?

Le gusto como “un amigo”, ¿verdad? Está bien que lo interprete de esta forma, ¿cierto?

Ruidosos pasos venían de delante de la puerta, aumentando el ruido. El chasquido de una llave abriendo la puerta resonó con excesivo vigor él entró en el almacén.

— ¡Makoto! ¿Estás bien?

—A, ah… Estoy bien

Justo cuando vi la figura del Príncipe bañado en sudor, al instante siguiente quedó oculto por la sombra de Junya. En otras palabras, Junya me abrazó con fuerza e incluso dejó un beso en mi mejilla.

Para mí sólo se sintió como si hubiera sido mordido por un perro, la expresión del Príncipe cambió y agarró la parte posterior del cuello de Junya.

—Te voy a destrozar. Narahashi Junya, seriamente voy a hacerte polvo.

A pesar de su inexpresividad, se podía ver que emanaba una aterrorizante intención asesina.

Los ojos del Príncipe estaban completamente oscuros, tratando de dispararle un tiro a Junya. Con toda su fuerza, su delicado y esbelto brazo constreñía el cuello de Junya.

Junya mostraba su habitual sonrisa de gato Chesire. Se veía en su cara que trataba totalmente al Príncipe como a un idiota.

—Geez, el Príncipe es aterrador. Bunny-chan, sálvame.

—Tu intenta y ponle una mano encima y yo le pondré fin a tu vida.

—Realmente ya he puesto mi mano en él. Aquí, aquí, míralo.

Junya abrió mi realmente desabrochada camisa y señaló la base de mi cuello. Probablemente señalaba la marca de beso que acababa de hacerme justo ahora.

El Príncipe liberó un aura incluso más peligrosa. Yo pensaba que estaba bien dejarlo pasar ya que sólo era una marca de beso. Si tenía que sentirme aturdido por cada pequeña cosa, no sería capaz de vivir en el mundo de este juego otome.

—Que le has hecho a Makoto… Esto, incluso le has quitado la ropa…

— ¿Sólo le he quitado la camisa sabes?

—Kora, no digas cosas que causen que Kiritani malentienda. Kiritani, esto ha sido causado por un incidente. No ha pasado nada entre Junya-senpai y yo. Está bien. Hora, vámonos a casa.

Recogí mis pertenencias y recuperé la chaqueta con orejas de conejo de Junya. Entonces expresando mi gratitud, se la devolví.

Fuera de la ventana, la cortina de la oscuridad de la noche había caído, la única luz que iluminaba la escuela era la de la luna. Me abroche mi camisa y recogí mi corbata que estaba al lado de mi pie.

Cuando salí por la puerta, Narahashi que me estaba siguiendo justo detrás descaradamente tomó mi mano.

—Bunny-chan, ¿vienes a casa conmigo?

Tirando del juguetón Junya, el Príncipe nos separó.

—Oye, Príncipe estás en medio, ¿lo sabes?

—No me llames Príncipe. Y tampoco te acerques a Makoto, se le podría pegar tu perversión.

Mientras me protegía tras su espalda, el Príncipe encaró a Junya bloqueándole el paso.

Como antes, el Príncipe se erizó como pensaba ante él es como un gato padre protegiendo a su camada. Cómo pensaba, él parecía valiente o debería decir, del tipo lindo. Sin saber porqué, le concedí una sonrisa.

—Dejad de pelear. Vamos rápido a encontrar a Yurino-sensei y Mitsuki.

Ya que se habían separado para buscarnos en diferentes direcciones, ellos probablemente estén todavía buscándonos desesperadamente.

No era tan malo porque tengo el número de Mitsuki pero no tengo forma de contactar con Yurino-sensei. También podríamos perder a los otros si lo buscamos ciegamente.

Yoshi, en el momento en que tomé la decisión de que deberíamos quedarnos y esperar, algo saltó sobre mí desde atrás. Como cabría esperar, estaba sorprendido y me cortó la respiración. Como un chico de instituto, que te salten así por detrás no asusta, pero en mitad de la noche en la escuela, incluso el obtuso yo puede quedar choqueado.

Imaginando quién podía ser, me di la vuelta y vi a un hada-san de 155cm. Era mi linda hermanita Mitsuki, seguida por Yurino-sensei.

Que buena sincronización. ¿Cómo sabían que el Príncipe me había encontrado? ¿Era eso incluso posible? ¿Es porque esto es un juego otome?

—Yo les avisé.

El Príncipe suavemente aclaró mi duda. Ya veo.

— ¡Mou! ¡Mako-chan es un idiota! ¡Estaba preocupada!

—Lo siento… hice que te preocuparas.

—Mou… Pero estoy contenta de que no estés herido. Preparé la cena para ti, Mako-chan. Es la hamburguesa que te gusta.

La Mitsuki que me miraba con los ojos llorosos era realmente linda. Realmente pienso que ella es un ángel.

La necesidad de Mitsuki apretó mi corazón y me dio un indescriptible sentimiento. Tu definitivamente no puedes dejar que ningún chico excepto yo te abrace. Sólo la idea de verte tan indefensa en el pecho de cualquier otro hace que onii-chan se preocupe y que no sea capaz de dormir por la noche.

Me miró con sus grandes y redondos ojos. También me regañó con el ceño fruncido, dijo que había hecho hamburguesa con sus habilidades de cocina aumentadas.

A pesar de que Mitsuki fue tan lejos para cocinar una cena para mí, que no volví a casa rápido, he fallado como onii-chan.

—Gracias, Mitsuki. Lo siento.

Abracé el pequeño cuerpo de Mitsuki y gentilmente le acaricié la cabeza.

—Un. Es suficiente.

Mitsuki tenía una sonrisa avergonzada.

—También he causado problemas a Yurino-sensei y Kiritani. Muchas gracias por buscarnos.

Poniendo un alto a mi momento lovey-dovey* con Mitsuki, levanté mi cabeza hacia Yurino-sensei y Kiritani.

Después de todo, si estos 3 no hubieran venido a buscarnos, mi virginidad habría estado en serio peligro. La palabra gracias no era suficiente para expresar toda mi gratitud hacia ellos.

—Narahashi-kun y Makoto-kun nos han causado mucha preocupación. La fecha límite para el ensayo de reflexión es un una semana, ok.

No sé de dónde lo sacó pero nos dio 5 hojas en blanco.

Quería que escribiéramos la reflexión de hoy en estas… Yurino-sensei que tenía cara de animal inofensivo, en un abrir y cerrar de ojos dijo tales sádicas palabras.

—¿Tenéis alguna pregunta?

A pesar de que estaba sonriendo, por alguna razón estaba emitiendo un aura a la que era difícil oponerse.

Ambos, Junya y yo, francamente movimos nuestras cabezas a derecha e izquierda, aclarando que no nos oponíamos.

Y así el eventual 21 de abril terminó de esta forma.

A pesar de que he estado pasando por todos los días con tanta agitación, parece una broma que todavía sea abril, ¿verdad? Parece que necesito permanecer en este mundo por al menos 11 meses más. El camino por delante es demasiado largo.

Pero una parte de mí, poco a poco, está empezando a disfrutar viviendo este tipo de vida.

♥ ❤ ♥

5 respuestas a “Dokidoki Renai – Capítulo 17: El escondite, la oscuridad y el primer amor (3)”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido