Dokidoki Renai – Capítulo 41: El beso, el perro y el lobo (3)

Traducido por Naiarah

Editado por Susibet


Cuando me desperté por la mañana, por alguna razón, Ichigo-chan me estaba abrazando.

Esta situación no era imprevisible… ahora, es parte del curso, pero todavía es chocante. ¿Es este el comportamiento normal de los chicos de instituto? He tenido suficiente de esta pregunta. Esto no es normal, incluso yo sé eso.
Estirando mi brazo, apago la alarma del brillante reloj. Empujo la frente de Ichigo-chan, quien ha hundido su cabeza en mi pecho, en un intento de apartarle pero se engancha fuerte y no se soltará.

Alcanzo mis gafas pero mi mano no llega sólo por un poco. Por suerte, mi vista en ambos ojos es de 0.3. Bueno, no es como que no pueda ver nada así que me rindo en intentar atraparlas.

Entrecerrando mis ojos un poco veo en el reloj que son las 10am. Debería haber puesto la alarma a las 9am. Sin embargo, debe de haberse hecho tan tarde por haber estado parándola repetidamente. Es casi la hora debo empezar a prepararme y esperar a Soutarou. Además, tengo que darle un golpe a Ichigo-chan y despertarle y esperar que se vaya.

—Ichigo-chan, Ichigo-chan.

Como pensé como queja, frunce el entrecejo y se remueve. Realmente, incluso Ichigo-chan se ve tan inocente como un estudiante cuando duerme.

Siento hacer esto cuando está durmiendo pacíficamente pero agarro su hombro y le sacudo. Sin embargo, sólo frunce el entrecejo de nuevo y gruñe en una voz indistinguible de la respiración dormida.

Dios, ¿no llegará Soutarou si él no le levanta pronto? Intento imaginar el peor escenario que ocurrirá si le dejo estar. Soutarou está en camino, en cambio yo no me puedo mover. Mitsuki recibe a Soutarou y le guía a mi habitación, y ambos se sorprenden de vernos a Ichigo-chan y a mí abrazados. Demasiado aterrador.

Es una situación en la que no puedo dar con una buena excusa. Bueno no es como si debiera tener una buena excusa para esto, de alguna forma tengo la sensación de que Soutarou, bueno, estará triste.

—Despierta, Ichigo-chan.

—No es un día libre hoy. Un poco más…

Estoy siendo abrazado incluso más fuerte. No hay absolutamente ningún signo de que él se levante. Agito su hombro de nuevo. Aunque, suficientemente seguro de que él meramente se mueve.

Si es así, debería tener mi encuentro con Soutarou ligeramente más tarde. No esperaba que Ichigo-chan sería tan malo para levantarse.

—Sip, aunque, por favor ve a casa y duerme. ¿No te dije ayer que tengo algo que hacer?

—No quiero.

Demasiado no pensarías que este estaba gruñendo dormido justo hace un momento, empieza a reírse con los ojos muy abiertos. Deja de abrazarme, y descansa sus codos en la cama y sonríe, mirándome.

Qué pasa con él. ¿Estaba gruñendo para hacerme las cosas difíciles? Parece que Ichigo-chan disfruta haciendo las cosas difíciles para mí. Parece que estoy apunto de dormirme pero resisto. Es inútil incluso si alguien molesta a la gente así de duramente.

—Ichigo-chan, siéntate ahí.

—Vaale.

El obediente Ichigo-chan se levanta y se sienta sobre sus piernas en la cama. Mientras, yo me siento con las piernas cruzadas delante de él.

—Debo reconciliarme con Soutarou. ¿Lo entiendes?

—Sep.

Ichigo-chan asiente.

—Entonces, por ahora, por favor vete a casa.

—Vamos a besarnos entonces.

— ¿Cómo llegó a esto?

Qué estás diciendo con esa expresión tan seria. Me siento ligeramente mareado sin tener un punto de soporte. Apretando la zona entre mis cejas, sostengo mi cabeza.

—Muestrame tu ropa interior entonces. Ropa interior.

Creo que tuvimos la misma conversación ayer. Por qué quiere besarme, sheesh. Además, ¡por qué quiere ver mi ropa interior! ¿Es divertido para un chico ver la ropa interior de otro? Seguramente la mía es similar a la que lleva él.

Doy un muy profundo suspiro y golpeo ligeramente la mejilla de Ichigo-chan.

—No te la voy a mostrar.

— ¿Por qué? ¿No está bien ya que ambos somos chicos?

Ichigo-chan agita sus brazos como si tuviera una rabieta.

¿Hay algún idiota que te mostrará después de haber sido tan persistente con muéstrame, muéstrame? Realmente no me importa si se ve normal, aunque me resisto a mostrarle a alguien que quiere verlo.

En primer lugar, mi aspecto actual puede ser de chico pero soy una chica en el interior. Esto puede sonar perturbador pero no hay forma de que pueda decir: seguro, adelante, cuando me pregunta un chico que le muestre mi ropa interior.

—Realmente…

—Oportunidad~

Cuando intento bajarme de la cama y estoy arrodillado, mis pantalones son tirados desde mi cintura y bajan. Naturalmente, mi ropa interior es completamente visible.

—Aah, qué, el color es aburrido. Pensé que estarías llevando rosa o algo.

Bueno, lo siento por ser aburrido. Incluso antes cuando era una chica, nunca preferí la ropa interior rosa o roja.

¿Qué color de ropa interior es convencional para un estudiante? ¿Ellos llevan rojo, dorado, etc.? Los boxers de Soutarou son naranjas, así que ¿son los colores cálidos populares? Más bien, ¿qué tipo de ropa interior quiere que lleve Ichigo-chan? De esta forma varias emociones surgieron pero por ahora, me subo los pantalones de nuevo.

Mientras consideraba cómo transmitir esta irremediable ira, de todas las cosas, Ichigo-chan agarró mi trasero, y entonces empezó a masajearlo. Estoy tan impactado que no puedo ni siquiera gritar.

—Tu trasero es pequeño, huh. Y tienes una cintura estrecha.

—Ahh, lo que digas, lo que sea que digas.

Después de todo, este chico sólo lo encontrará divertido si inútilmente me resisto. Vamos a no resistirnos específicamente a él y a dejarle hacer lo que quiera.

Aunque, me habría gustado que me dijeran que tenía una cintura delgada cuando era una chica. En ese tiempo, en que no era particularmente regordeta ni flaca tampoco. Desde que fui transportada aquí y me volví un chico, creo que se hicieron varias modificaciones. Después de todo, con Mitsuki siendo tan linda, esbelta y atractiva, además de que este mundo e sun juego otome, todos los sueños y esperanzas serían borrados si yo, el hermano mayor, fuera un gigante feo y gordo eso sería inaguantable para la vista.

Además, los hermanos mayores en los juegos otome de estos días también son personajes capturables y los hermanos de los juegos otome que Subaru hace son todos deslumbrantes ikemen. Lo siento de que sólo el hermano mayor de Dokidoki Renai Kakumei Revolution no es un ikemen. Al final del día, incluso si me miras con buenos ojos, apenas soy del montón.

Desde que me volví un chico con buen cuerpo, habría estado bien si mi cara fuese también revisada. Si soy un ikemen, aún sería tratado como tal incluso si aprieto el trasero de un chico como esto, huh. Ya se dice que normalmente los humanos son juzgados un 90% por su apariencia.

Aunque mi corazón está en un estado de frustración, Ichigo-chan para de masajear mi trasero y animadamente empieza a cambiarse. Que chico tan “a mi ritmo”

—Makoto debería cambiarse pronto también. ¿No has quedado con ese chico?

—Es exáctamente como dices, pero es super molesto que lo digas así.

Sin una pizca de timidez, Ichigo-chan se cambia justo delante de mí.

No se puede evitar por ahora, me pongo mis gafas de montura negra y empiezo a cambiarme. Ichigo-chan se pone su uniforme de la escuela que llevaba ayer mientras yo me pongo ropa de calle al azar. Sólo voy a tomar el té con Soutarou así que tejanos, una camiseta y una chaqueta será, supongo. Si es una cita de compras con Mitsuki, me pondré ropa más de hermano ikemen.

Habiendo acabado de cambiarse, Ichigo-chan vuelve a sentarse en el cojín del suelo y empieza a leer el manga sobre la búsqueda del tesoro de One Piece.

—Ichigo-chan, ¿no te vas?

—Nop, ¿por qué?

No tienes que hablar con un tono perplejo tan sincero. Me haces sentir que yo soy el que está equivocado.

—Por qué… estoy quedando con Soutarou.

—Entonces quedaré con Soutarou también.

— ¿Huh? ¿Por qué lo harías?

¿Por qué hay una necesidad de que Soutarou e Ichigo-chan se encuentren? No debería haber ninguna relación entre ellos dos. Además, quiero hablar con Soutarou a solas. Ichigo-chan será un obstáculo si está ahí.

Mientras estaba pensando en cómo decirlo para que él lo entienda, el intercomunicador sonó. Son ligeramente pasadas las 11am. Es indudablemente Soutarou quien llama.

— ¿Está bien no ir?

—… Estoy yendo.

— ¿Debería ir entonces?

Sus labios se curvan en una sonrisa. Ichigo-chan está definitivamente disfrutando de la situación. Aunque yo no tengo idea de cómo explicarle esta situación a Soutarou, no puedo posiblemente seguir ignorando el intercomunicador.

De alguna forma, me estoy empezando a sentir a punto de llorar. Hay demasiados signos de carnicería que siento que voy a vomitar. Probablemente empeorará de ahora en adelante. Levanto mis ahora pesadas caderas y lentamente camino hacia la entrada.

Aahh, ¿cómo debería explicar esta situación? ¿Es necesario explicar en primer lugar? ¿Puedo zanjarlo con un mi amigo vino a casa? Sip, eso debería servir, después de todo somos amigos. Ambos, Soutarou y yo e Ichigo y yo somos amigos, no debería ser raro decirle a un amigo que otro se quedó en casa. No debería pero tengo la sensación que las cosas no irán tan suaves. Como sea el caso, se siente como que esto se va a volver algo excepcionalmente problemático.

—Mi culpa, te mantuve esperando. Bienvenido.

—Nop, lo siento por la indelicadeza.

—Soutarou…

Abriendo la puerta, veo a Soutarou estando ahí encogido.

Habiendo sido tratado fríamente por él estos dos días, esa sonrisa suya es maravillosa. Hasta ahora, he estado pensando en nada más que su sonrisa, todavía ahora, en este instante, su sonrisa es como la de un ángel. Como se esperaba, Soutarou es un ikemen, huh. Cuán extremadamente maravilloso.

—De alguna forma se siente como que ha sido mucho tiempo. Desde que hemos hablado así.

—Seguro. Así que, yo, uhm…

En el momento en que abro mi boca para disculparme por lo que pasó el otro día, alguien me abraza por detrás.

—Makoto, te estás tomando demasiado tiempo en volver.

Con un brazo alrededor de mi cuello, apoya su barbilla en mi cabeza. Los ojos de Soutarou se abren por la sorpresa mientras mira a Ichigo-chan quien debería estar sobre mi cabeza.

—… Vete. Estoy hablando con Soutarou ahora.

—Yo también estaba hablando con Makoto. Él es el único que se metió.

Golpeo su costado con mi codo para apartarle pero se pega incluso más a mí y no se va.

Vamos a ignorar a Ichigo-chan ya. Habiendo decidido esto, encaro a Soutarou de nuevo. Es un poco surrealista hablar con Ichigo-chan todavía pegado a mí pero no es momento para decir esto.

Lo siento por lo del otro día, el momento en el que abro mi boca para decir eso, Soutarou tira de mi brazo. Sin embargo, el musculoso Ichigo-chan me está abrazando por detrás. El impacto de ser estirado fue meramente suficiente para preguntarme si mi brazo se iba a separar pero mi cuerpo no se movió ni un milímetro.

—Deja de abrazar a Mako.

Soutarou agarra fuerte mi mano y mira a Ichigo-chan.

— ¿Ah? Makoto no es tuyo, hombre.

—Puede no ser mío pero tampoco es tuyo. Además, a Mako no le gusta ser abrazado por tí.

Saltan chispas sobre mi cabeza. Como se esperaba de dos tipos altos y musculosos. Ellos seguro son intensos, no, pensé como si fuera el problema de otro y lo mirase en la distancia.

Yo preví que Soutarou no estaría feliz si Ichigo-chan aparecía pero no pensé que empezaría una pelea. Me pregunto qué debería hacer.

Si esto es un juego otome, puedo elegir entre 3 opciones, la que es correcta. Sin embargo, en esta situación donde no hay juego, las opciones son infinitas. Además, no puedo repetir si me equivoco.

Bueno entonces, ¿qué haré?

♥ ❤ ♥

4 respuestas a “Dokidoki Renai – Capítulo 41: El beso, el perro y el lobo (3)”

  1. ¡Ufff! Ichigo-chan trabaja rápido, hizo en dos días lo que el cachorro, el gatito y el conejo no han podido en dos meses, 😂 bueno, ya que mi Chika-chan tiene baja estadística, tendré que hacerme TeamIchigo xd

  2. Ichigo-chan es demasiado aprovechado, Makoto demasiado denso y Soutarou demasiado lindo (si por si no lo notaron soy team-SOUTAROU)
    Gracias por el capítulo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido