La hija de la Casa Albert – Capítulo 6

Traducido por Nina

Editado por Chizuro

Corregido por Maru


—¡Hoy, lograré desquiciarla! ¡Así podré ridiculizarla más tarde!

Mary estaba totalmente emocionada. Addie quien estaba cerca de ella, emitió un largo suspiro.

—Señorita, por esta noche, ¿podría abstenerse de interpretar a una villana… ?

—¡No puedo porque es “esta noche”! —replicó ella al escuchar su petición.

Obviamente, la intensidad de su voz, que Addie percibía a la perfección debido a su proximidad, era atronadora.

En particular, esta noche la mansión Albert estaba desbordante de invitados. Otras observaciones son innecesarias.

Sí, negando la tranquilidad de la hora de las brujas [1], esta noche la mansión mostraba una vibración caleidoscópica.

Como se podía ver, la fiesta estaba patrocinada por la Casa Albert. Para celebrar el cumpleaños del padre de Mary… Bajo tal pretexto todo el mundo se reunió, e innumerables especulaciones viajaban por sus mentes.

Tal y como se esperaba de una casa noble apenas segunda en autoridad perdiendo solo ante la familia real. Brillantes adornos cubrían la mansión, y para este día se reunieron varios músicos para tocar, además de un chef de primera clase que servía en la cocina..

Era resplandecientemente fabuloso. [2]

Sin embargo desde la perspectiva de Mary, a quien le desagradan estas cosas, era una reunión social de autosatisfacción donde se gastaba ignorantemente una gran suma de dinero sólo para lucirse y aumentar sus propios egos. Era muy extenuante.

De cualquier forma como la hija de la Casa Albert estaba obligada a asistir, llevando una pesada carga. Cada año se ponía la máscara de una espléndida señorita, aguantando sus ganas de huir.

Sin embargo, este año era distinto.

Hoy, Mary asistirá como la hija de la Casa Albert, interpretando su rol como una señorita villana.

Cada vez que este día llegaba ella pensaba que era una molestia, pero este año era peculiar. Estaba desbordante de espíritu de lucha.

Hablando dulcemente, no era por celebrar el cumpleaños de su querido padre.

—Escucha bien. He llamado a esa chica a la fiesta. Le enseñaré la diferencia entre nuestras posiciones sociales aquí.

—La diferencia en posiciones, ¿huh?

—Sí, por lo que sé ella solo tiene un miserable vestido.

Usando la información de sus memorias, Mary sonrió burlona.

Este también era un evento del juego.

Alice fue obligada a asistir a la fiesta de la Casa Albert, a la cual atiende después de pedirle prestado el vestido de una conocida.

En la entrada fue emboscada y asediada por Mary y sus cómplices. Más aún, en esa ocasión el acompañante de Mary de alto estatus llegó de repente.

Él reconoció la patética figura de Alice desbordante de lágrimas, arrastrando su inadecuado vestido para alejarse del lugar de encuentro mientras era ridiculizada, y privada de su persona querida sólo pudiendo huir… Era un desarrollo terriblemente humillante.

Sin embargo, después la esperaba una escena digna de un juego Otome.

El personaje acompañante persiguió a Alice luego de intimidar a Mary, quien finalmente aceptó explicar la situación. Al final él admiró la apariencia de la heroína en su vestido.

Entonces dependiendo de sus elecciones, había una ilustración de ellos bailando bajo la luz de la luna en el jardín mientras ella recibía un abrazo de princesa. Bajo el cielo estrellado, en el abrazo se besaron… También era un resultado posible.

—Bueno, bueno, es una escena que provoca diabetes… ¿Entonces qué le pasó a la señorita, que fue dejada por su acompañante?

—No ilustraron a Mary tan explícitamente. Si fuera yo, volvería a mi habitación y dormiría; sin embargo la villana… ¿probablemente liberaría su furia contra su asistente?

—Ah, que lamentable soy (en el juego).

Empatizando, Addie se secó una lágrima imaginaria.

Pero de inmediato regresó a su estado desinteresado. Dejándolo a un lado, regresó al tema principal.

—Esta noche, la señorita ha realizado un esfuerzo extra para su vestido, ¿huh?

—Cierto, necesito mostrarle que soy una adinerada y bella dama.

Riéndose, Mary infló su pecho orgullosa. Addie apartó la mirada apresuradamente.

Consciente de ello, signos de interrogación flotaron sobre la cabeza de Mary.

¿Qué demonios le pasa? Hoy ha estado mirándome disimuladamente, pero cuando nuestros ojos se encuentran, aparta la mirada rápido.

—¿Qué ocurre? ¿Es mi vestido extraño?

—No, nada… Le f-favorece.

—¿Es así? Me alegro. Es mi egoísmo poco frecuente el solicitar este vestido, si es feo no valdría la pena competir.

Mary sonrió eufórica. Addie deliberadamente aclaró su garganta.

Hasta ahora, nunca se había alborotado por su vestimenta para este tipo de fiesta.

Diciendo esto, a ella le agradaba vestir como cualquier otra chica adolescente, y siendo la hija de un noble tenía algunos diseñadores favoritos. Vestir elegante la hacía ver exuberante, ser elogiada la regocijaba. Si no fuera por el distinguible pelo taladro de villana, probaría varios peinados distintos.

Sin embargo, ella, que cargaba el título de descendiente de la Casa Albert, se había mostrado diligentemente en las fiestas hasta el punto de la repugnancia. Por supuesto no solo poseía una o dos piezas, sino docenas de vestidos nuevos a su disposición, aunque todos eran el mismo objeto. Sus diseños eran más o menos idénticos.

Un estilo que no opacaba al invitado de honor, y mostraba su belleza. Exponía una cantidad de piel decente para su edad, manifestaba la presencia de una dama de la Casa Albert y parecía de fantasía… Gracias a eso, sus docenas de vestidos eran copias idénticas.

Aun así, esta noche era especial.

Su vestido era atrevido de frente y tenía un aspecto maduro. No había encajes ni lazos, de color azul oscuro, incluso su adorno para el cabello había sido seleccionado específicamente para combinar.

Contrastando a sus regulares vestidos de “prestigiosa señorita aristócrata”, su diseño se parecía al que llevó la Mary de “Escuela de Amor”. Basado en la ilustración de la escena de su caída que recordaba de alguna manera, ella le dio instrucciones al diseñador para crearlo por esta ocasión.

Justificadamente, en el proceso de diseño de este audaz vestido, su padre expresó su disconformidad, aun así Mary insistió hasta que ganó su aprobación.

La villana habría hecho una rabieta con su egocentrismo, sin embargo para Mary, que nunca había sido egoísta antes, era una tarea complicada.

Que nunca hubiera mostrado tal comportamiento no significaba que fuera una hija ejemplar tampoco. Era excesivamente firme a la hora de seguir sus principios, y tenía criterios por cada pequeña cosa, lo que al final la separó de otros aristócratas.

Por ejemplo, ella deseaba comer vegetales de regiones lejanas cada día, y no los consumiría a menos que fueran frescos. Hablando correctamente, de hecho era egoísta, y ni demandando croquetas en cada una de sus comidas se doblegaba ante el estándar noble. Hay un problema de salud grave en comer croquetas en cada comida…

De cualquier manera, visto que se comportaba inusualmente egocéntrica, su padre accedió a regañadientes a su deseo… En resultado, al verla llevar ese vestido, quedó maravillado.

Le quedaba bien. Suficiente para fascinar a su propio padre.

Mary, quien no llevaba su usual y conveniente vestido, exudaba un encanto extraordinario.

La piel de la parte superior de su pecho que estaba al descubierto era refinada y aterciopelada; el vestido simple de color azul oscuro acentuaba su estilo superior.

Había sido tachado como vergonzoso pero cuando ella se lo puso, no había ningún signo de ello, más bien uno podía percibir exquisitez. Como la audacia equivalía a la dignidad, la absoluta confianza era necesaria para exponerse uno mismo.

El vestido maduro le quedaba divino. No había dudas, ella misma se había percatado de ello. Después de todo, lo había visto ya decenas de veces en el juego.

Por el contrario, Mary sintió que la gente a su alrededor había cambiado. Por encima de todo la reacción de Addie era intrigante. Cuando se presentó, él escupió todo el café que estaba bebiendo y se limpió con una simple servilleta de la mesa.

—Esa chica debería estar llevando un irrisorio vestido rosa. Es el vestido hecho a mano de su conocida, uno estilo A-line.

—A-line o no, el rosa definitivamente favorece a Alice.

—Ehrm, es… grosero de alguna manera.

—Bueno, desde la perspectiva de la señorita, A-line es seguramente tosca.

—Ese no es el caso. Como lo digo… es absolutamente hilarante, y más allá de lo indescriptible.

Había un artículo bastante conocido que decía: “El sentido de la moda de los personajes del juego es catastrófico”.

“Escuela de Amor” era una historia estilo Cenicienta con una heroína plebeya en un mundo de color rosa. A pesar de que es una fiesta, si ella apareciera con un vestido maravilloso, los jugadores sentirían discrepancia.

En esencia, el principio del juego Otome era “una protagonista simple entre chicos guapos y populares”, sin importar si la verdadera identidad de la heroína fuera de una reina o sacerdotisa. Con poca impropiedad es más fácil atraer la empatía.

Ese es el por qué Mary decidió utilizar un vestido audaz.

No puedo evitar pensar que ella, que usaba sus encantos sutilmente para seducir a los hombres llevando vestidos atrevidos, estaba diseñada como una mujer rebelde.

Mientras estaba sumida en sus pensamientos, detectó que Alice venía de frente. Llevaba un pomposo vestido rosa entrelazado con lazos y cintas, calzada con tacones altos a los que no estaba acostumbrada, tambaleándose de un lado a otro como un pollito recién nacido.

Sobre su dorada cabellera tenía un enorme lazo rosa a juego, y en la parte de su pecho con cintas y volantes había un corset floreado. Además, para enfatizar la línea de su cadera, tenía un lazo atado con firmeza a su abdomen, y una de sus manos sostenía una sombrilla…

Ante tal polémico vestido, durante la escena del debut “Escuela de Amor”, exclamó:

—Es imposible.

Es realmente imposible, pensó tras verlo en la vida real.


[1] La hora de las brujas suele hacer referencia a la media noche.

[2] Escrito en kanji. También se puede leer como ‘extremadamente hermoso’.

3 respuestas a “La hija de la Casa Albert – Capítulo 6”

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