La poseída hija del Duque – Capítulo 21

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Ey, ¿qué te pasa? ¿Estás bien?

—Ahh, Lilia… ya he terminado para…

—Eh, oye espera… ¿Qué pasa?

Escuchar esa voz realmente tensa hizo que la expresión de Lilia palideciera. Ella nunca había escuchado una voz tan mansa de Sakura. Esperó ansiosamente la respuesta de Sakura.

—Pimientos verdes, amargos…

Bajó la mirada y miró las verduras fritas. Había pimientos verdes en ella.

—¿Solo con esto…? Realmente no probé mucho de los pimientos verdes…

—Lo hiciste… Lilia, tú…

Escuchar que la voz generalmente enérgica continúa hundiéndose, también hizo que Lilia se preocupara. Mientras sentía pena, ella se disculpó en su cabeza.

—Lilia, ¿qué ocurre?

Era la voz de Tina. Sin saber cómo debía responder, Lilia terminó cerrando la boca. Aun así, la preocupación en los ojos de Tina no se fue y Lilia dio un pequeño suspiro.

—Lo siento, Tina. Acabo de recordar algunos asuntos urgentes, así que debo excusarme aquí.

Ni siquiera había logrado comer la mitad de su cena todavía. De hecho, su apetito seguía insatisfecho, pero no podía seguir con Sakura en este estado. Lilia se levantó de su asiento y mostró una sonrisa a la atónita Tina.

—Voy a decir esto ahora, pero ten por seguro que esto no se debe a nada de lo que hiciste. Pues bien, hasta luego.

Agitando ligeramente la mano, ella se marchó. Después de salir del comedor, Lilia se apresuró a ir a su habitación.

Lilia entró corriendo en su habitación y al regresar, sacó un cajón de la mesa. Dentro había una pequeña bolsa de tela. Era de fabricación simple, pero el material en sí era de gama alta. Lilia lo abrió y comprobó su contenido. Había una cantidad considerable de monedas de cobre y plata en el interior. Con un pequeño asentimiento, llamó a Sakura.

—Sakura. ¿Puedes oírme?

—Mmm… ¿Qué es?

Hubo una respuesta, pero seguía siendo igual de débil. Ella no creía que un solo trozo de pimiento verde pudiera haberla dejado así.

—Vamos a salir ahora.

—Eso…

—¿Hay algo que quieras comer? Aunque no podemos ir demasiado lejos.

— ¡Fruta!

La voz enérgica sonó en su cabeza momentáneamente. Cual mercenaria, pensó Lilia mientras sonreía irónicamente saliendo de la habitación. Ella pronto se encontró con Alisa.

—¿Señorita Lilia? Ya es tarde, así que creo que es mejor evitar salir fuera…

—C-cierto… Lo entiendo.

Con las mejillas rígidas, Lilia volvió abatida a la habitación. Esa energía de Sakura que finalmente logró restaurar, todo desapareció de nuevo de forma evidente.

—Uhh… No hay Dios o Buda, eh…

No entendió el significado, pero el lamento fue claramente transmitido.

—Por cierto, señorita Lilia.

Manteniendo la puerta abierta hasta ahora, Alisa abrió la boca. Dudosa, dándose la vuelta dijo:

—Es una visita.

Detrás de Alisa, estaba Tina.

—¿Tina? ¿Qué ocurre? ¿Qué hay de la cena?

No había pasado mucho tiempo desde que se fue del comedor. ¿Así que por qué estaba ya Tina aquí? Lilia se preguntó mientras esperaba sus palabras, cuando Tina presentó tímidamente la cosa en sus manos.

Era una pequeña bolsa de papel. Aunque pensaba que era extraño, se acercó a Tina y recibió la bolsa. Mirando dentro, había una mandarina.

—Esto… la cena. No parecía ser de tu gusto así que… por favor, toma algo de esto.

Y luego ella bajó vigorosamente su cabeza a modo de disculpa. Lilia se quedó estupefacta cuando abrió la boca, terminando cayendo débilmente.

—Bueno, entonces volveré al comedor. Hasta luego, Lilia.

Dicho esto, ella salió de la habitación. Lilia la llamó apresuradamente a su espalda.

—Espera.

—¿Eh? ¿Qué ocurre? Oh, ¿Es que también te disgustan las frutas?

—Por supuesto que no. Es solo que… hoy, realmente hubo algo inesperado que me surgió. Si te parece bien, por favor, ¿me invitarías otra vez?

De hecho, ella sentía que la cena en sí era bastante sabrosa. Si no fuera por Sakura, probablemente se lo habría terminado todo. Como era de esperar, a Lilia le resultaría un poco difícil entrar sola, por lo que no pensaba ir de nuevo si Tina no la invitaba.

Tina parecía desconcertada, pero en poco tiempo, una sonrisa instantánea apareció en su rostro.

—¡Sí! ¡Te invitaré de nuevo alguna vez!

Y así, ella agitó su mano y se fue. Al verla partir, Lilia dejó escapar un suspiro de alivio cuando cerró la puerta.

—¡Lilia! ¡Mandarinas! No sé si en realidad son mandarinas pero… ¡Mandarinas! ¡Comamos!

Al instante, la voz de Sakura resonó en su cabeza. Lilia sonrió irónicamente y le tendió la bolsa de papel a Alisa.

—Lo siento, pero, ¿podrías preparar alguna de estas?

—Sí. Ciertamente.

Y así, mientras ella llenaba sus mejillas con la fruta que Alisa pelaba…

—Ahh, es delicioso. Estoy en el cielo…

—Oh, tú…

Lentamente, saboreando la textura, sonrió irónicamente. De alguna manera interpretando esa sonrisa, Alisa también sonrió afectuosamente.

Al día siguiente. Al ir por la entrada del primer piso, Tina estaba allí como ayer, esperando a Lilia. Sin embargo, tal vez debido al asunto con el príncipe de ayer, solo intercambió sus saludos.

—Qué pasa con esa chica. ¿Esperó solo para decirme hola?

—Que buena chica.

—Que pérdida de tiempo.

—El pensamiento de Lilia nunca cambia, eh.

Sakura se estaba lamentando por algo otra vez, pero probablemente no tenía que prestarle atención. Se dirigió enérgicamente hacia el edificio de la escuela.

El edificio de la escuela estaba al lado del dormitorio. Un edificio de piedra de tres pisos, fue hecho para ser una estructura bastante grande. La clase de Lilia estaba en la segunda planta. Ella todavía mantuvo su rápido ritmo caminando por los pasillos. En realidad, no había necesidad de apresurarse tanto, pero no podía evitarse que ella sintiera que estaba atrayendo las miradas de los estudiantes a su alrededor. Esta no era solo una imaginación demasiado consciente de sí misma, ya que cuando ella realmente miraba a las personas de las que sentía las miradas, éstas rápidamente evitaban su mirada cuando se encontraban con sus ojos.

El siguiente acto de la anulación del compromiso con el príncipe fue todo el alboroto de ayer, después de todo. Era obvio que atraería mucha atención. Ojalá hubiera ocurrido en algún lugar donde hubiera menos gente, pero ahora era demasiado tarde para eso.


[Nemoné: ¡Holas! Para informarles que pueden encontrar el siguiente capítulo de esta novela en Kovel Times edición 11. Disfruten ~]

3 respuestas a “La poseída hija del Duque – Capítulo 21”

  1. No se si sakura es solo muy quisquillosa con la comida o realmente no puede aguantar los pimientos verdes( a mi me gustan de hecho), yo de hecho puedo comer casi de todo menos arenque o yuca, tambien comidas demasiado picantes, amargas o dulces me son difíciles de comer pero las como

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