La Princesa del Ataúd – Capítulo 3: Memorias Olvidadas (1)

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


La luz de la media luna que flotaba en el cielo nocturno iluminó suavemente la ciudad.

Ya era muy tarde–no había nadie en las carreteras y la mayoría de las luces de los edificios circundantes estaban apagadas por la noche. Sin embargo, alrededor del centro de la ciudad donde se encontraba la propiedad del conde, la mayoría de los edificios aún tenían las luces encendidas. Muchos de los nobles en esta área eran lo suficientemente ricos, sin importar si usaban magia o fuego para iluminar sus hogares, no prestaban atención a los costos de iluminación.

—Phew…

Esta área de personas ricas parecía como si hubiera sido cortada de un lugar completamente diferente, además en esta área había una fila de árboles de diez pies de altura. Formalmente no era más que un camino rodeado de árboles, pero en realidad era un muro que mantenía separados a los nobles y a la gente del pueblo. No era como si fuera necesariamente prohibido moverse entre ambos dominios, pero la mayoría de las personas dudaban en cruzar la barrera simplemente porque estaba ahí. Cruzarlo intencionalmente sin ninguna razón significaba que probablemente eras un extraño o un individuo sin sentido de conciencia social.

Y entonces, en ese momento…

—Qué edificio increíblemente llamativo.

Un niño pequeño–no, un adolescente con una expresión amarga estaba actualmente en la copa de uno de los árboles. Aunque se arriesgaba a sufrir una lesión grave si cayera de esa altura, estaba parado sobre una rama con los brazos cruzados como si fuera completamente natural, sin tener que sujetarse del tronco.

Él tenía una irreal sensación de equilibrio.

Su ropa era de color oscuro. En cuanto al porqué estaba totalmente vestido de negro, estar asi era parte de su camuflaje. Con la tenue luz que la luna y las estrellas estaban emitiendo, vestir todo de negro crearía un agujero en la visión del espectador y sería menos visible.

Toru Acura.

Él escudriñó los innumerables edificios, centrándose en el centro de la ciudad–el edificio del centro, la mansión del Conde Roberto Abarth.

Se llamaba una “mansión”, pero por naturaleza era una fortaleza. Gracias a las largas guerras, cada una de las mansiones de los nobles tenía esta característica. El final de la guerra provocó varios cambios en su ornamentación, probablemente para reformarse a una apariencia más elegante y parecer menos amenazante a simple vista. Pero debido a que su base y estructura básicas eran las de una fortaleza, eran bastante duraderas y complicadas, y por supuesto estaban fuertemente vigiladas. Se perforaron agujeros en las paredes a través de los cuales los guardias podían disparar flechas y magia, y si mirabas más de cerca, podías ver que había torres de vigilancia en las cuatro esquinas. Incluso ahora era imposible saber si los guardias estaban ahí de día y de noche, pero…

—Hmm…

En su mente, Toru creó un plano del lugar.

El entrenamiento de un saboteador incluía algo llamado “fort-capturing”, que era básicamente una técnica utilizada para capturar fortalezas. Por supuesto, capturar una fortaleza entera solo era imposible, pero adelantarse a la fuerza principal, iniciar maniobras destructivas y hacer los preparativos que dejarían al enemigo vulnerable, eran parte del trabajo de un saboteador.

Toru también tenía la capacidad de determinar la estructura interna de un edificio a partir de cosas como la apariencia externa y la ubicación. Sencillamente, era el mismo proceso que un grupo de constructores seguiría para crear el plano de un edificio, excepto que él lo hacía mentalmente.

—Aquí… y aquí… Eso probablemente es… —murmuró, rascándose la mejilla mientras completaba el plano en su cabeza. —Geez. Definitivamente no pensé que estaríamos tomando en cuenta a nuestro oponente.

— ¿Estás indeciso para hacer esto, Nii-sama? —Una voz se escuchó desde sus pies.

— ¿Quién está indeciso? —preguntó Toru, y continuó enfocándose en la mansión.

Con una agilidad que podría incluso avergonzar a un mono, una figura femenina comenzó a trepar por el árbol, moviendo su cuerpo ligero a lo largo de las ramas. Por supuesto, no era otra más que Akari Acura. Llegó al otro lado del tronco del árbol, se paró en una rama opuesta a Toru y se volvió hacia él.

—No, por supuesto que no lo serías. Mi querido y respetado Nii-sama no dudaría en enfrentarse a nadie. Mis disculpas. No sé lo que estaba pensando.

—…Ya veo.

—Si se trata de Nii-sama, incluso si no tuvieras un arma y absolutamente nada para proteger tu cuerpo–ni un pedazo de ropa, tan desnudo como el día en que naciste–estoy segura de que aun así no dudarías, incluso si te enfrentaras a un millón de tropas.

—…Eso es estúpido, en todo tipo de formas.

¿En qué clase de premisa estaría completamente desnudo? Esa era la pregunta más apremiante que tenía. Se habían criado como si fueran hermanos reales, y sin embargo, Toru nunca había sido capaz de averiguar en qué estaba pensando esa chica. Parecía estar enojada por alguna razón, pero ella continuó sin mostrar expresión alguna mientras hablaba.

—Ridículo. Puede que seas mi Nii-sama, pero no te permitiré menospreciar a mi Nii-sama.

—…Perdóname. Soy un verdadero imbécil.

—Siempre y cuando lo entiendas.

— ¿Estás bien con eso? —Toru gruñó. Pero luego, cortó esa conversación estúpida. —De todos modos, Akari. ¿Cómo se ve el lado oeste?

—No muy diferente de aquí. Bueno, sería difícil usar ‘fort-capturing’, pero en cualquier caso la mansión del Conde probablemente todavía está llena de guardias a pesar de que la guerra terminó. Con la larga guerra ganándole elogios y tal, es probable que este Conde también haya recibido medallas de honor, por lo que debe ser muy rico. Eso probablemente le daría la cantidad necesaria para contratar a algunos guardias.

—Espera, ¿Este tipo fue galardonado en la guerra?

—Nii-sama, realmente sería prudente que abras tus oídos un poco más a los rumores del mundo.

—Bueno, lo siento. Después de todo, solo soy un hikkikomori1 —dijo Toru algo malhumorado, aunque se esperaba ese tipo de comportamiento de él.

A decir verdad, desde que se mudó a Del Solant, solo se había aventurado fuera de la casa por el tiempo mínimo necesario. Naturalmente, había una diferencia en cómo lo percibían los vecinos y en cómo lo percibía Akari, que se empeñaba en salir de la casa y mantener su relación con ellos. De hecho, ella parecía estar mucho más cerca de la organización de refugiados como resultado.

—Eso puede ser, pero incluso he logrado reunir mucha información acerca del sexo.

—No me jactaría de eso–espera, si ese fuera el caso, ¿no deberías saber más sobre ese tipo de cosas?

—No. Tengo una gran cantidad de conocimiento sobre el sexo, pero ninguna en experiencia real.

—Entonces, ¿de qué sirve eso?

—En términos de teoría, mi conocimiento es impecable. Si fuera Nii-sama, estoy segura de que podría derribarte con un solo disparo.

—Ese es exactamente el tipo de cosas de las que no debes presumir.

Toru, con los ojos entrecerrados, envió una mirada llena de disgusto hacia su hermana, que había hinchado su pecho cuando habló.

Pero como era de esperar, no parecía molestarla en absoluto. Cambiando de tema, continuó hablando.

—En las guerras antes mencionadas, durante la batalla del Imperio Gaz, escuché que el actual jefe de familia, Roberto Abarth, atravesó la vanguardia y asaltó el castillo del emperador él solo. Al parecer, hay muchos que incluso lo llaman ‘héroe’.

—Entonces, el Conde es un gran peleador, ¿huh? —murmuró Toru.

Un noble de la clase de Roberto solía llevar una espada cuando usaba atuendo formal, pero eso no significaba que necesariamente pudieran usarlo bien. De esa manera eran bastante diferentes de los caballeros y demás–independientemente de cuán exitosas fueran sus familias con sus hazañas militares, en general muy pocas de ellas participaron en las líneas del frente.

[Traducido por Reino de Kovel]

Por otro lado, los nobles que realmente se mezclaron con las líneas del frente debido a grandes batallas, a menudo resultaron ser bastante expertos en asuntos militares y artes marciales. Por supuesto, esos nobles no eran más que personas talentosas designadas para puestos como “asistente” y “edecan2”, probablemente en caso de que las personas a las que fueron asignados fueran completos idiotas .

—Si ese es el caso… entonces es como pensaba. —Toru dio un paso rápido hacia adelante.

Parecía un movimiento casual, pero por supuesto, sin una rama y solo un cielo vacío, siguió mirando directamente debajo de él cuando comenzó a caer. Sin embargo, Toru no estaba asustado o preocupado por esto. En cambio, extendió los brazos y agarró varias ramas debajo, disminuyendo cada vez más su velocidad. Luego aterrizó en la base del árbol sin hacer un poco de ruido.

En el siguiente instante, Akari hizo lo mismo y aterrizó.

—Esta situación es más como si fuéramos contratados para ser el apoyo de Chaika.

—Parece que es así, Nii-sama.

Mientras los dos caminaban juntos, Akari habló.

—Esta niña–¿realmente crees que está bien confiar en ella?

—Dices ‘niña’, pero no hay mucha diferencia entre tú y ella.

—Mi pecho es más grande.

— ¿Por qué no hablas normalmente por una vez? —Toru la miró con los ojos entrecerrados. —Además, ella es nuestra cliente, ¿verdad? Tenemos que confiar en ella.

—No, eso no es lo que quise decir. Me refería a su habilidad como hechicera.

—Ah, eso. Ahora que lo pienso, no la has visto, ¿verdad? —murmuró Toru.

La habilidad mágica de Chaika–Toru la había visto, y era demasiado. Por supuesto, Toru no tenía aptitud para la magia, así que no entendió los detalles, pero… durante la pelea con el unicornio, la situación había requerido que Chaika usara su magia, y lo había hecho sin equivocarse, incluso en esa terrible situación. Toru lo valoró por encima de cualquier otra cosa.

Ella había dicho que tenía una amplia gama de hechizos avanzados, pero las probabilidades de que ella fallara debido a la inestabilidad mental eran bastante altas.

También había dicho que era solo un hechizo simple, pero que era confiable en varias situaciones diferentes.

—Creo que es lo suficientemente buena.

— ¿De verdad?

—Sí, de alguna manera…

—Mmm…

Cuando él lo decidió, lo había hecho de manera consciente y sincera.

En el momento en que él dijo que era “lo suficientemente bueno”, probablemente lo había hecho con un corazón inquebrantable.

Para él que no tenía un “núcleo”, ni idea de cómo pasar el día, alguien sin lugar a dudas como Chaika le deslumbró maravillosamente.

—De todos modos, esa chica es más de lo que parece ser.

—Ya veo.

Por alguna razón, Akari asintió, como si entendiera algo.

—Las cosas son a veces más grandes de lo que inicialmente aparecen, Nii-sama.

— ¿A qué te refieres?

—Mis pechos, por supuesto.

—…Sabes, eres una verdadera idiota. —respondió Toru bruscamente.

— ¿Huh? Pero si me desnudara, serían bastante ‘grandes’, ¿no?

— ¡Estaba hablando de aptitud mágica! Además, ¿no estás haciendo esto por ti misma?

—No te enfades tanto, Nii-sama. Fue simplemente una broma.

— ¡No puedo decir si estás bromeando o no!

Con esa expresión facial que no cambia, es particularmente difícil de decirlo.

Continuando con esta conversación que era igual al de una pareja, se dirigieron de regreso a su casa, donde Chaika los estaba esperando.

1.- Alguien que es visto rara vez… fuera de su habitación.

2.- Asistente personal de un oficial de alto rango, hombre que escolta o sirve llevando recados.

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