La Princesa derriba banderas – Capítulo 53: La consternación de la princesa reencarnada (2)

Traducido por Yousei

Editado por Sakuya


Ha pasado más o menos un mes desde que Michael se había vuelto un aprendiz, y casi no han tenido contacto desde ese día.

Ahora, estoy convencida de que él me estaba evitando. Pero va a ser difícil probarlo. Ya es bastante difícil encontrar una forma indirecta de acercarme a él, y no sería una exageración decir que el invernadero se ha convertido en el punto de encuentro para los magos, pero él ya no se ha mostrado ahí. Estaba segura de que sería el lugar ideal para que un mago con el atributo de tierra nutriera sus habilidades, pero, aparentemente, él tenía su propio lugar para trabajar con plantas.

Estoy segura de que quiere medir sus habilidades y su propio crecimiento, y no sería capaz de obtener datos precisos con la interferencia de otros. Puesto que a menudo me encontraba con sus compañeros magos, pensé que tendría muchas oportunidades. Creo que fui demasiado optimista, porque sigo sin encontrar una oportunidad.

Tampoco podía encontrarlo en su tiempo libre, me pregunto dónde está y que está haciendo. La respuesta vino de una dirección inesperada.

— ¿Sabes cuáles son las materias primas para la medicina?

La sorpresa me invadió por un momento.

Estaba visitando la casa del Maestro Julius. Georg, quién está sentado en el sofá frente a mí, asintió cuando escuchó mi pregunta. Recogió un par de papeles que estaban sobre la mesa de nogal y me los entregó.

—Pero aún desconozco su localización exacta.

Aún sin estar completamente concentrada, revisé la información que tenía a mano.

Un árbol alto con un tronco recto, estaba dibujado. La zona más baja no tenía follaje y las hojas crecían densamente en la copa, y unas pequeñas flores estaban floreciendo. La información sobre las hojas y las flores, estaba señaladas con flechas, e incluso sus características estaban anotadas a detalle.

Más que estar feliz, estaba confundida por el repentino progreso.

Hasta ahora, Greog y el Maestro Julius, han estado investigando frenéticamente y, por supuesto, yo he estado haciendo mi parte desde el principio, al ir al Palacio y recolectar todos los libros que pudieran estar relacionados.

Pero pese a nuestros esfuerzos, no hemos encontrado ninguna pista.

— ¿Cómo tan de repentinamente? —Lo miré. Y mientras le preguntaba me hice una idea.

—Se lo debemos todo a la colaboración de Michael.

Lo sabía. Aunque había confirmado mis sospechas, el porqué, me dejó incapaz de ocultar mi confusión.

Cuando se relacionaba con un mago de tierra como Michael, era muy probable obtener más información acerca de las plantas.

La planta, ahora está en forma de píldora y era imposible reconocerla. No sé cómo se las arregló para descubrir sus propiedades, pero probablemente fue a través de la magia. Y respecto a su colaboración con Greog, bueno, Michael era bueno por naturaleza, no se necesita un genio para deducir eso. Si él podía salvar a un gran número de personas, seguramente estaría complacido de dar una mano.

Eso fue lo que concluí. Pero si estaba ayudando, entonces, ¿por qué?

Debe estar evitándome.

Pese a que Greog y el Maestro Julius, eran los que principalmente estaban haciendo la investigación sobre la medicina, yo lo inicie. No diré que él debía hablar conmigo primero, pero al menos, podía detenerse a saludarme. Desde que se mudó al palacio, técnicamente él estaba más cerca de mí. ¿No habría sido más rápido acercarse a mí en lugar de la residencia del Maestro Julius para ofrecer su ayuda?

Como si no hubiera notado mi infinita preocupación, Georg se puso a hablar mientras abría un mapa.

—Sabemos cuál es la principal materia prima, pero no los otros ingredientes o el método de producción. Por lo que nuestro próximo paso será localizar donde fue hecha la medicina. De acuerdo a la información entregada por Michael, al parecer este árbol a menudo crece en grandes altitudes.

Mis preocupaciones no se habían ido del todo, pero por ahora he decidido enfocarme en sus palabras.

—Por alturas ¿quieres decir cerca de las montañas?

Apunté la parte de arriba del mapa, donde había una cordillera que actuaba como el borde fronterizo entre Nebel, Schnee, Wind y Sckerz. Greog hizo un gesto de preocupación mientras ponía su mano en su barbilla.

—Esta medicina es para la fiebre, por lo que tengo la corazonada de que es más probable que venga del sur en lugar del norte.

—Cordilleras del Sur… —Tras de un momento de pensarlo, mi dedo se movió desde el norte de Nebel por el mapa, mientras decía en voz alta mis pensamientos. —Ciertamente, hay una al sureste del Reino de Flamme.

—Sí —él asintió. —El marino que poseía la medicina, también venía de una nave originaria de Flamme. Pensé que sería prudente buscar ahí primero.

—Eso es cierto.

Estaba de acuerdo con su explicación.

Hmm, Flamme, eh…

Por supuesto, nunca había estado ahí.

Revisé mi conocimiento sobre el Reino mientras miraba el mapa.

El Reino de Flamme, localizado al suroeste de Wind. Para viajar por tierra, desde Nebel a Flamme, se debe cruzar la frontera entre Wind y Sckellz.

Es un enorme Reino, siendo el tercero con más terreno en el continente, pero un cuarto del sureste, es un desierto árido. Estar rodeado en tres lados por el mar, significaba que la pesca y la construcción de naves, eran industrias que prosperaban.

El Reino era diferente porque tenía una sociedad matriarcal, y una Princesa tenía el derecho de sucesión.

En el presente, creo que la Reina Consorte, quién había perdido su esposo a temprana edad, actuaba como la gobernante interina, hasta que la joven Princesa y Príncipe, cumplan la mayoría de edad. Sin embargo, era un caso extraño, y normalmente, quien se case con la princesa, tiene el derecho a volverse el próximo Rey.

Eso era todo lo que podía recordar. No sabía nada más aparte de información general que podrías obtener en una clase de historia.

Esto no lucía nada bien. No ser capaz de comunicarme era de por sí, un problema, pero, ¿qué pasa con el orden público y el medio ambiente? Por ejemplo, ¿el clima o las condiciones en las montañas?

Mi primera prioridad era reunir información.

—Creo que tengo mucho que investigar antes de partir a Flamme.

— ¿Huh? —Por alguna razón, sus ojos se abrieron, al igual que su boca.

¿Qué le causó tanta sorpresa?

— ¿Ocurre algo? —Pregunté, ladeando mi cabeza a un lado. Su mirada me estaba haciendo sentir incómoda. Él se recompuso, y profundas líneas atravesaron su frente mientras pensaba.

—Señorita Ma… —Greog aclaró su garganta. —Su Alteza Real.

Él estaba a punto de llamarme Marie ¿no es así? Pero cambió la forma de dirigirse a mí.

—Por favor permítanos encargarnos de esto a partir de ahora.

— ¿Qué?

—Flamme es un lugar lleno de peligros desconocidos. Es mejor si se atiene de ir. —dijo gentilmente.

Mientras miraba directamente sus ojos, la fuerte determinación que encontré en ellos me recordó a Michael. Cuando lo encontré en el invernadero, sus ojos tenían la misma sensación de estar apartándome silenciosamente.

Ah, es lo mismo, mi corazón me susurraba como si fuera un déjà vu. No era sólo Michael un mes atrás, aquí había otro.

Mi intuición me decía que estaba siendo dejada de lado nuevamente, justo como esa vez en que los magos fueron secuestrados.

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