La Princesa derriba banderas – Capítulo 62: La entrevista de la princesa reencarnada

Traducido por Yousei

Editado por Sakuya


—Al fin. —dijo padre mirándome, cuando fui a su habitación tarde en la noche. Ni se preocupó de ocultar el desdén en su expresión o en su voz.

Mi expresión se crispó. ¿Qué quiso decir con al fin? Me tragué las palabras que tenía en la punta de la lengua y me senté donde se me indicó al otro lado del sofá.

Incluso si lo rebates ahora, solo te mirará en menos, me dije a mi misma, pero él tenía que abrir su boca y arruinarlo.

—Por favor tómate todo el tiempo del mundo mientras decides ponerte en acción. —dijo muy sarcásticamente.

Mis cejas se fruncieron ferozmente. Era porque me sentía insegura acerca de tomármelo con calma. ¡La persona que estaba más al tanto de mi retraso era yo!

—Han pasado muchas cosas…

—Eso parece.

En la tranquila habitación, solo estaba el sonido de las páginas que él pasaba.

—Mientras estabas tomando un paseo por el puerto de la ciudad, hubo un interesante vuelco de eventos. —dijo sin dirigirme la mirada.

— ¿Es así? —dije con una sonrisa antinatural para demostrar que estaba tomando atención. Continué preguntándome si sería atrapada por mi terrible actuación, pero al parecer la verdad saldría sola de cualquier modo.

—Siento curiosidad, ¿has leído acerca del alboroto sobre los espíritus muertos del mar? ¿Los que son originarios de Grund, que se extendieron por cada Reino y estaban abriéndose paso por toda la tierra? Al parecer una solución fue descubierta rápidamente.

No podía responder falsamente. Todo lo que pude hacer fue congelarme. Mientras tanto, padre continuaba pasando las páginas de su documento.

No era la muerte, pero una enfermedad, etc. La causa era mal nutrición, etc. La solución a un largo viaje por mar era servir comida con vegetales preservados, etc.

Sentía que no podía explicar alguna de estas cosas de un modo decente.

— ¿Algo como la conservación de los vegetales por un largo tiempo? Altamente fascinante.

Mis labios estaban sellados y no había dicho nada en un tiempo, pero él pareció darse cuenta a medida que continuaba.

—En un largo viaje por barco, los problemas relacionados con la comida no pueden dejarse de lado. Las masas sospecharían si se vendiera como un producto mágico, pero comida de larga duración es una historia diferente. Incluso si la promoción que hacían sobre curar enfermedades fuera una mentira, no habría ninguna pérdida. Sobre todo, si fuera más barato. Me pregunto, ¿a quién se le habrá ocurrido esto?

—No tengo ni la más mínima idea. —Sonreí dulcemente pero mi voz tensa sonaba más dura de lo que esperaba.

—El distribuidor es Julius Zu Eigel. Es el tío de tu antiguo candidato a prometido. Un conocido tuyo, ¿no?

—Sí. Un hombre maravilloso.

— ¿En qué forma?

—Es honesto, benevolente y talentoso.

—Ahh, en efecto. Un papel con las instrucciones detalladas de cómo hacerlo estaba en cada producto. Realmente benevolente. —Dijo suavemente, y yo no sabía qué decir.

Era mi culpa que el maestro Julius se estuviera haciendo pasar por un tonto, pensé. La culpa ganó sobre mi ira. Mis manos se enroscaron en puños, mis uñas penetraban en la piel.

— ¿No están vendiendo?

—Escuché que es maravillosa su simplicidad. Dicen que las instrucciones son suficiente para hacer la versión básica, por lo que es posible cambiar el sabor.

Lo que acababa de mencionar era una de mis “peticiones”, o quizá podría decir “condiciones”, que le di al maestro Julius.

La receta básica que estaba escrita en el papel y el producto final que era vendido, serían la misma versión.

Pero dependiendo de las hierbas o las especias, el perfil de sabor podía cambiar. Con el fin de comerciar las diferentes posibilidades, al parecer ellos estaban vendiendo condimentos y especias poco convencionales junto con el chucrut.

Y, había otra cosa…

—Es más, si realmente viene con la bendición de la diosa, aquellos devotos hombres de mar deberían seguir su propio ejemplo y comprarlo.

—La diosa, ¿dices?

—Este conocimiento fue aparentemente entregado a Julius Zu Eigel por la misma diosa que salvó a su cuñada de las garras de la muerte. El nombre comercial es “Rocío de Mar.” Tomó el nombre de una planta que representa el amor inmutable y fidelidad – su otro nombre es “Rosemary.”

[Yousei: Bueno se destapó todo :D]

Fwoosh. Padre tiró sus documentos y se esparcieron por la mesa.

Mordí mi labio, ninguna respuesta venía a mi mente mientras miraba.

— ¿Por qué no reclamaste el crédito?

—Padre, al parecer ya lo sabes, entonces… ¿era eso realmente necesario?

—Qué lógica más retrasada. Si piensas que la modestia es una virtud, estas completamente equivocada. ¿Crees que tienes algo de margen en tu posición? —Añadió.

Me quedé callada ante sus palabras.

Si no me probaba a mí misma en el tiempo establecido, sería forzada a casarme en el Reino vecino. Con el fin de evitar un matrimonio político, no podía decir algo tan complaciente.

Estaba completamente consciente de ello.

No intentaba ser modesta, insistiendo que no era sólo producto de mi esfuerzo. Tampoco quería ser arrogante, esperando que fuera obvio sin mencionarlo.

La verdad es, que estaba asustada.

Porque el conocimiento que tenía, provenía de una vida pasada.

Era exactamente porque el escorbuto era tan poco familiar que había creado esa conmoción. Era altamente improbable que un método fuera encontrado para lidiar con ello. Le dije al maestro Julius que había obtenido el conocimiento de un libro, pero ese libro no existía. No había razón para mirar en el palacio, incluso si buscaras en todo el mundo no lo encontrarías.

Era poco probable que padre se hubiera perdido dicha contradicción.

Bajé la mirada.

—Mantén tu cabeza en alto. —Me sobresaltó de repente al darme esa orden, como si leyera mis pensamientos.

— ¿Eh? —No pude ocultar mi sorpresa.

—Si intentas superar esto con una sonrisa, míralo hasta el final. Desviar tu mirada es lo mismo que confesar que eres culpable.

Pensé que había sido golpeada por esas palabras. Él estaba en lo correcto. Me sentía culpable.

Estaba asustada, sería expuesta como una tramposa que solo había escrito la solución de un problema de matemáticas sin conocer la fórmula.

—Está escrito en tu cara otra vez. Realmente eres terrible negociando.

Con una mirada a mi forma congelada, el dio un corto suspiro. De forma relajada cruzó sus largas piernas.

Ni siquiera me había provocado como para responderle cuando dijo, —Comparado contigo, tu hermano menor aún se ve prometedor.

—Hacer lo que tu compañero de negocios quiere al mostrar tu mano desde principio a fin no es negociar. Si hay algo que no quieres responder, sonríe sin decir nada. Para hacer sentir cómodo a tu compañero, guíalo a sentirse de ese modo.

[Yousei: …Ese es un excelente consejo viniendo de este tipo que jamás la ayuda D:< ]

Tu hija ni siquiera tiene una cara de póquer decente, ¡qué cosas más horribles dices!

Pero extrañamente, no sentía hostilidad.

Era cierto que no era buena en esto, y si pudiera poner su consejo en práctica, solo me sería de ayuda.

De hecho, a juzgar por el flujo de la conversación, ¿podía salir de esta sin tener que revelar la fuente de mi conocimiento sobre el escorbuto?

Me relajé, bajando mi guardia.

Como si él hubiera estado esperando por este momento, dijo, — ¿Entonces?

— ¿Sí, padre?

— ¿De dónde obtuviste información que ni los médicos, los chefs, ni los eruditos del palacio tenían?

De alguna forma, podía decir que él estaba disfrutando detrás de su máscara inexpresiva. Como él me instruyó, yo sonreí y sin decir nada lo miré.

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