Lady Rose – Capítulo 13

Traducido por Nebbia

Editado por Naiarah


Tres días después libraba.

Aunque por norma los ciudadanos me miran extrañados por mi mal humor en mis días libres, hoy no pasará. No voy a estar triste; veré a Nana, la monja que conocí hace poco.

Abramos aquí un pequeño paréntesis para explicar qué son las monjas en este mundo.

Nunca tuve relación alguna con la religión, así que no sé si realmente hay diferencia. En este mundo, las monjas viven en las iglesias, estudian allí para poder entender mejor la esencia de Dios y a cambio cocinan, limpian, arreglan el jardín, etc. Lo mismo pasa con los monjes. De hecho, aquellos que aprueban el examen se convierten en pastores y pasan a enseñar todo lo que aprendieron.

Así que, si voy a la iglesia, hay una gran probabilidad de que me encuentre con Nana. Tengo todo el día libre, así que si está trabajando podré esperarla un poco y si está muy ocupada, le preguntaré para vernos en mi próximo día de descanso.

No pareceré una acosadora, ¿no?

Al fin y al cabo, ambas somos mujeres, así que no hay nada malo en eso. Simplemente echo mucho de menos tener una relación amistosa con alguien, sin dobles sentidos ni nada por el estilo.

Con esta excusa, empecé a caminar.

Entre tanto, una calesa pasó por la carretera. No será el señor Nika, ¿no? por un segundo se me paró el corazón de miedo, pero la carroza pasó de largo y siguió su camino sin detenerse, así que me tranquilicé. Pensándolo bien, Nika me prometió que se fijaría un poco más en Lily y en sus buenas cualidades. Puede que por eso dejó de visitarme tanto. Ay, ¡últimamente todo son buenas noticias!

Llegué distraída a la iglesia y, tras tomar una bocanada de aire, abrí la puerta.

— Siento las molestias.

Nada más entrar, dos personas se giraron hacia mí para mirarme. Me sorprendió tal atención hacia mi humilde persona, pero, según sus expresiones, ellos también estaban abstraídos.

El primero, por sus ropajes, era el pastor mientras que la segunda resultó ser Nana.

— ¡A!¡Profesor! Es ella. Es la noble que me salvó y que tanto se asemeja a la santa. — Como de costumbre, la hiperactiva Nana empezó a gritar y señalarme mientras sus coletas se balanceaban de un lado a otro. Qué mona. Aunque, a decir la verdad, hubo algo muy extraño en sus palabras.

— Hermana, compórtese.

— Lo, lo siento.

A diferencia de la chica, el pastor parecía una persona bastante sosegada que se preocupa por Nana como si fuera su hija.

Me acerqué a ellos a paso ligero e hice una reverencia.

— Mi nombre es Fii Kurou, encantada de conocerle, padre. Con usted ya nos conocemos, Nancy. Hace unos días tuve la oportunidad de intercambiar algunas palabras con ella, — le expliqué al pastor.— Pero parece que hubo un malentendido. No soy noble.

— ¿Eh?¿que no eres noble? ¡No me lo creo! —El grito de Nana pareció resonar por toda la catedral.

— Hermana, no eleve la voz.

— Lo siento, no lo volveré a hacer.

— Bien. Tampoco deberías acusar a esta persona de mentir.

— Sí…— Nana bajó la cabeza desanimada. Parecía un cachorrito al que acababan de regañar. De verdad que es adorable, pero debe quedar claro que soy de la plebe.

Al menos, entiendo por qué me miraba fijamente aquel día; me tomó por una aristócrata. Después de tantos años de actuación, inconscientemente, se aprecia en mis gestos o en mi forma de hablar… bueno, así soy yo.

— Lo siento mucho, de verdad. Soy Jack Ganhos, el clérigo de esta catedral. Le agradezco mucho que salvara a esta niña el otro día. — Dijo con una bella reverencia.

Para mí, como japonesa, los nombres y el físico de los habitantes de la ciudad me son ajenos, sin embargo, la lengua y las costumbres son, en su mayoría, iguales a las mías. Me imagino que es porque el juego era japonés.

Aunque, el comportamiento del clérigo y sus modales me hacen pensar que pertenece a la nobleza… Debería alejarme de él. Solo por si acaso.

— Si alguien está a punto de herirse y uno puede ayudar, es normal hacerlo.

— ¡Ooo!  Miss Fii, usted es increíble. —Parece que estoy ganando su favor, ¡me alegra tanto!

— En fin, me apena mucho decírselo, señorita Fii, pero de haber venido unos minutos antes, se habría encontrado con la santa. — De repente mencionó a una “santa” y Nana también parecía estar algo triste. ¿Hablan de un ángel o algo así?

— Ehm… ¿Qué significa santa? Me avergüenza mucho preguntarles, pero no entiendo, ¿acaso existe el cargo de Santo?

—No, no existe. La llamamos Santa porque queremos.

¿Alguien a quien tanto el pastor como la monja llaman Santa por deseo propio? Eso suena más extraño aún, que si fuera un cargo, ¿cuan devota será?

— ¿Por qué la llaman así?

— Desde pequeña, viene sin falta una vez al mes para darle  gracias a Dios.

¿Solo eso?

Bueno, a lo mejor es digno de admiración no saltarse ni una visita… En Japón no tenía conocidos tan fieles, pero sé que a nivel mundial los había más leales todavía, de modo que no puedo compartir su entusiasmo.

Por otro lado, teniendo en cuenta que, en este mundo, la catedral se visita solo en fechas señaladas, es algo notable. Sin embargo, Nana y Jack, que dedican su vida a Dios, son todavía más asombrosos, ¿verdad?

— Decidí consagrar mi vida a la fe, gracias a ella. Ya han pasado trece años desde el día en que la seguí al bajar de su carruaje, me pareció tan triste y sola. Su imagen con los ojos cerrados y los dedos entrelazados, rezando ante la cruz… Jamás la olvidaré. —Nana conmovida, estaba a punto de llorar. En ese momento, parecía de mi edad.

…Si habla de carruajes, es que la niña era noble. Yo tengo dieciséis años, así que por entonces ella tendría unos tres, ¿una niña tan pequeña iba mensualmente a la catedral sola…?

…En fin. No conozco toda la historia, pero si venía a la ciudad una joven bien vestida, solo para rezar y dar gracias, no me extraña que la tomaran por una santa. No debe ser fácil encontrar a alguien que, desde tan temprana edad, venga a la catedral periódicamente y por propia voluntad. Los niños suelen venir con sus familiares.

No, ya basta. No vine aquí para escuchar historias sobre ella.

— ¿Quién podría imaginar que exista alguien así…? Siento interrumpir la  conversación y cambiar de tema, pero vine para pedir un favor a la señorita Nancy.

— ¿Eh? ¿Al final te lastimaste? habrá que pagar el tratamiento médico. Padre, lo siento mucho, pero, ¿podría prestarme algún dinero?

— Hermana, permítale terminar antes.— Resulta alentador ver al calmado Jack preocuparse por la siempre nerviosa Nana. Verlos así me hacía feliz, seguro que este es su día a día.

Es posible que si mi familia fuera tan agradable, no hubiera querido dejar mi vida como noble. No, rectifico. Sin importar lo bueno que fuera mi hogar, seguro que al enterarme de mi papel como protagonista de Lady Ro, sólo pensaría en cómo escapar.

De haber acabado en el juego por una estúpida razón, como por ejemplo el destino, huiría de este país sin pensarlo dos veces. Los países vecinos eran bastante peligrosos, por eso, no tenía muchas ganas de irme, pero, si no me queda otra opción, haré todo lo que esté en mi mano, incluso si mi elección me conduce a la muerte.

Si no puedo vivir como plebeya siendo yo misma, entonces no me quedan  razones para seguir. No tiene sentido vivir por vivir.

— Señorita Nancy, ¿Le importaría hacerme el honor de convertirse en mi amiga?

— ¿Eh?… ¡Claro que sí!

Sea como sea, la situación actual no era tan mala como para huir, así que me permití alegrarme de, al fin, tener una amiga y esa alegría la compartí con ella. Bueno, mejor dicho, le mostré una leve y encantadora sonrisa, mientras mi corazón latía complacido y feliz.

Ahora, esta joven monja con dos adorables coletitas es mía. La invitaré a citas, le haré regalos, y cuidaré de ella. Iré acortando la distancia entre nosotras hasta que, por fin, podamos vivir una vida plenamente feliz, en paz y sin preocupaciones.

Definitivamente, ¡no permitiré que nadie nos moleste!


Nebbia
Wow, eso sí que no me lo esperaba. No sé, a lo mejor es que simplemente no he leído las suficientes novelas del género… en tal caso, he aquí mi pregunta a los expertos: ¿Se puede considerar este giro de acontecimientos un cliché? En todo caso, me alegra mucho este final. Ojalá se quede con la adorable Nana. Dudo mucho que así sea, pero, en serio, ojalá. Acabo de darme cuenta de que en uno de los primeros párrafos está en plan de: Seremos solo amigas, sin dobles sentidos, y en el penúltimo… 😀

7 respuestas a “Lady Rose – Capítulo 13”

  1. Ajá… amigas… Simón, ni madres, esta le trae ganas, y no la culpo: ¡¡VIVA LA RUTA YURI!! Amén de que es la ruta segura, lo siento por Nika, pero no puede competir con la adorabilidad de una monja.

  2. tengo 2 teorías 1-la santa que mencionan es lily y tarde o temprano se encontraran en la iglesia,2-Fii quiere yuri porque se alto de los intereses amorosos del juego

  3. No se en que punto pasamos de harem inverso a yuri, pero no tengo ninguna queja.
    Apoyo la noción con toda violencia . xD

    Gracias por el capitulo.

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