Lady Rose – Capítulo 22

Traducido por Kavaalin

Editado por Ayanami

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— ¡Oh, así que esta es su casa! ¡Parece una casa para perros!

Apenas habíamos llegado a mi hogar, cuando Nolan lo insultó con una sonrisa. Me disculpé, cortésmente, por lo pequeño del lugar pero, internamente, me quejé del hecho de que mi ex hermanastro, Sid, había comentado lo mismo.

Acomode una mesa y me senté frente a Nolan, quien también se sentó, mientras declaraba que el tamaño de la casa no le molestaba. Zero tomó asiento cerca de él. Traté de escapar de la realidad al preguntarme ¿cómo es que siempre logro meterme en este tipo de situaciones con los objetivos de captura?

Dado que sólo estaba escuchando, no había razón para que siguiera atentamente la conversación. Aunque, en este caso, incluso si no tenía la menor intención de buscar problemas, no saldría bien librada.

—Bueno, pues, prosigue, Zero.

—Sí, entendido.

Nolan le ordenó a Zero, mientras se dedicaba a mirar alrededor de mi casa apoyando su cabeza en la mesa. Cuestioné sus malos modales, ya que él era un miembro de la Familia Real pero, dado que esto era lo que lo había hecho popular y, en ocasiones formales se comportaba apropiadamente, probablemente, no habría problemas.

En todo caso, por ahora, Nolan era inofensivo. El verdadero problema era el intimidante Zero, quien me miraba detrás de sus anteojos con sus ojos azul oscuro.

—Señorita Felicia, ¿tiene algún conocimiento acerca de la profeta que salvó a nuestro reino?

Ah…justo como había pensado, se trataba de eso. ¡Demonios! ¿Por qué se ha filtrado esa información?

A pesar de que me parecía extraño que sacara el tema ahora, puse un rostro inexpresivo, como si no tuviera idea de a qué se refería. Apoyé mi barbilla en mi mano, de forma natural, y ladeé mi cabeza, como si estuviera pensando profundamente.

—No, nada de nada. Cuando habla de profecías, ¿se refiere a los vaticinios sobre el futuro que son, en extremadamente raras ocasiones, conferidos por los miembros de la iglesia?

—No, esas son como las historias inventadas que en ocasiones se usan para asustar a los niños cuando mienten.

Así es, las profecías no poseían mucha credibilidad. Aunque sería diferente si, por ejemplo, la amada santa de Nana se apareciera con una profecía.

Esa es la razón por la que nadie toma en serio la profecía de una niña aristócrata. Simplemente, así eran las cosas.

—Pero, la joven profeta es diferente. Ella, indudablemente, salvó a nuestra nación. Predijo el futuro de nuestro reino, habló con Su Majestad, Edward Cabot y nos auxilió espléndidamente.

Zero me miró como si me estuviera evaluando.

Habló con Su Majestad, eso quería decir que fue allí donde se filtró la información. Pero, ¿Por qué me preguntaba sobre esto ahora? Me lo pregunté muchas veces, pero, de verdad, ¿por qué ahora?

Cuando Nolan no se transfirió a la academia y Zero no se convirtió en profesor, había pensado que había logrado evadirlos sin problemas. Ahora era, obviamente, extraño que esta conversación ocurriera.

—Lo que hizo esa profeta no fue la gran cosa. No hizo un escándalo, ni se dirigió al lugar de los hechos para actuar por su cuenta. Se dice que, simplemente, le contó a Su Majestad sobre su profecía como un comentario sin la mayor importancia. Sin embargo…debido a eso, Su Majestad se preocupó por nuestro reino y envió ayuda cuando se dio cuenta de nuestra crisis.

Era cierto. Al principio, había pensado que me sería difícil pero, mi último recurso de proclamarlo como una profecía había sido un éxito rotundo. Yo…ya había cumplido con mi deber como La Salvadora de la Nación.

¿Me explico?

El mundo en el que me encontraba justo ahora, es del juego que había jugado en mi mundo anterior, Lady Rose, la Salvadora de la Nación.

Justo como indicaba el nombre, en el juego, Lady Rose, el jugador, salvaría la nación para un Final Feliz, sin importar qué ruta escogiera. En muchas ocasiones, los objetivos de captura se verían involucrados pero, eso puede ignorarse por ahora.

Acerca de qué sería salvada la nación, eso sería del reino vecino. Básicamente, se desataría una guerra entre estos dos reinos hacia el final del juego. La historia trataba acerca de la Heroína, quien reconocía las señales y salvaba al reino, mientras lidiaba con diversos asuntos internos y operaciones militares. Ella sería apodada la Salvadora de la Nación, Lady Rose.

En otras palabras, si hubiese decidido irme sin hacer nada, el reino podría haber caído en la ruina, resultando en muchas bajas. No podía aceptar las muertes y la pobreza que le seguirían, así que, si no me esforzaba, entonces la guerra se prolongaría y nuestro reino perdería ante el terrible reino vecino.

Esa es la razón por la que había decidido usar las mismas tácticas que, generalmente, usaban los reencarnados en la ficción…podría hacer todo lo que quisiera, siempre y cuando la guerra fuera impedida.

—Si no hubiese sido por la profeta, nuestro reino se habría visto arrinconado y habría tenido que comenzar una guerra. Aunque, eso es sólo una situación hipotética que, afortunadamente, no sucedió.

—Con todo respeto, incluso si ese es el caso, eso no es algo que deba decirse sin pensar.

—Claro, me disculpo.

Suspiré ante la disculpa, poco seria, de Zero. Eso no era algo de lo que uno podía reírse.

Especialmente, dado que era algo que realmente había pasado en el juego.

Afortunadamente, como se trataba de un juego, el enemigo había explicado, cortésmente, los tristes acontecimientos que los habían llevado a declarar la guerra. En resumen, el reino vecino no había tenido otra opción, ya que habían sido asolados con la pobreza y enfermedades.

Sin embargo, nuestro Rey es una persona amable que los habría ayudado si se lo hubiesen pedido. Era molesto que no se hubiesen dado cuenta. De acuerdo con el juego, ellos no hubiesen invadido de haber tenido otra opción. Sólo se trataba de un desafortunado giro del destino, ¿no?

Había decidido seguir una guía simple para evitar este triste incidente, ya fuera previniendo que sucediera o resolviendo el problema. Me había esforzado mucho con la forma en que debería transmitirle esto al Rey con el fin de prevenir la guerra.

Sólo para aclarar, no planeaba sólo decirle al Rey, Su Majestad, he escuchado a Dios, jujujuju, jajajaja, como lo había descrito Zero.

Primero que nada, necesitaba evidencia con la que apelar al Rey. Durante mi juventud, había usado mis pobres conexiones para investigar la situación del reino vecino. No obstante, no pudieron confirmar nada debido al estricto control de información de la nación vecina. Pensé acerca de expandir mis contactos, contratar a alguien experto en el campo o, incluso, ir yo misma hasta allá, pero esto me traería problemas, ya que esos métodos me habrían impedido alcanzar mi meta de vivir como una plebeya.

Sí, si hubiera insinuado claramente la situación del reino vecino desde el principio, mi apreciación habría aumentado considerablemente, incluso sin que se me apodara la Salvadora de la Nación. Quería evitar que eso sucediera. Aunque ser una plebeya era mi deseo egoísta, al menos tenía que salvar al reino.

Día tras día, mi mente se agitaba tratando de encontrar una escapatoria para eludir este difícil problema. Era completamente diferente de los estudios y la vida diaria con los que debía lidiar en mi mundo anterior.

Como resultado de estar dando vueltas, constantemente, en círculos, mi estresado y agotado cerebro finalmente tuvo una loca idea.

Una profecía, una afirmación precipitada de que había visto una Revelación de Dios.

Este no era un lugar que tuviera más fe en Dios que los países en mi mundo anterior pero, si una niña de siete años fuera a, por ejemplo, proclamar que una plaga ocurriría en un cierto lapso de tiempo en el reino vecino y se le ocurrieran maneras de cómo sobrellevarlo eso, definitivamente, despertaría sospechas.

Eso estaba bien. Incluso si lo encontraban sospechoso, estaba bien, mientras les diera curiosidad. No importa si esto le era informado directamente a Su Majestad o si, simplemente, le era mencionado como una anécdota en una conversación, lo importante era que se le quedara grabado en la mente.

Después de eso, había usado la inocencia infantil como un arma para mencionar, indirectamente, el asunto, mientras hablaba con el Rey, a quien no podía ver tan frecuentemente. También se lo mencioné al joven Nika y al Príncipe Egocéntrico.

Mi loco e imperfecto plan dio frutos de manera espléndida y todo fue sin problemas. Ni siquiera tuve que hacer nada, ya que el Rey se dio cuenta de la situación del otro reino por sí mismo y envió auxilio, previniendo la guerra. Posteriormente, continué con mi plan de convertirme en una plebeya sin arrepentimientos.

Sí, habían pasado diez años desde el término de esta historia.

—Estoy convencido de que la profeta es usted.

Le dirigí una mirada preocupada a Zero, quien sonrió ligeramente. Si muestras este tipo de expresión en este negocio, entonces serás conocido como un brillante demonio malvado con lentes, ¿sabes? Era cierto que él era realmente malvado, pero un demonio…probablemente, no. No ahora o, al menos, no aún.

Sin embargo, no podía permitirme afirmarlo. Si las personas que proclaman eso, no fueran estos dos, sino que, por ejemplo, alguna otra persona del reino, entonces las cosas serían diferentes. Todo hubiese terminado conmigo forzando una sonrisa, mientras aceptaba esa afirmación, declarando que no recordaba mucho de mi infancia.

Ah… Nolan y Zero eran, en términos de Banderas de Muerte, dos de las personas a las cuales realmente no quería encontrarme. ¿Qué amados personajes del juego? La única cosa que amaba era permanecer en mi zona segura.

—Por cierto, señorita Felicia, ¿ha estado interactuando con la señorita Liliana de vez en vez?

— ¿No…? Con una diferencia tan obvia en nuestros rangos sociales, no hay forma de que alguien como yo pudiera interactuar con la señorita Liliana, quien es la actual prometida del Príncipe.

—Ya veo.

Zero asintió una vez y yo continué mirando con una expresión preocupada.

¿Por qué me hacía esa pregunta? No había forma de que Lily fuese a hablarme. Ya que, mientras yo la amaba, ella me odiaba.

—Por cierto, fue gracias a la señorita Liliana que aprendí de usted.

En ese momento, no entendí a qué se refería cuando decía que había aprendido.

Siguiendo el hilo de la historia, me di cuenta de que él estaba hablando de la profeta y, una vez más, quedé desconcertada.

Lily… ¿De qué forma se involucra ella con el asunto de que yo soy la profeta? En primer lugar, no había forma de que Lily pudiera saber que yo fui quien hizo la profecía. Las cosas no cuadran.

No…espera, si Lily era como Mel, quien me investigó debido al incidente que había causado…si ella se había enterado de mis hazañas de cuando fui la profeta y había sentido la posibilidad de mi regreso…o más bien, el peligro de mi regreso, entonces debe haberse aliado con Nolan y Zero para deshacerse de mí.

Por desgracia, el que la profecía fuera mencionada en este momento, el que estos dos confirmaran mi paradero y cuestionaran mi conexión con Lily… de repente, toda esta conversación tenía sentido.

Mi espalda recta se tensó, aún más, cuando la expresión de Zero se tornó seria.

Si tuviera que adivinar el peor desenlace posible, sería que me mataran ahora mismo. Mi conocimiento en artes marciales está limitado a un poco de defensa personal. Sería asesinada antes de siquiera poder intentar escapar.

Haciendo a un lado a Lily, ya que ambos están convencidos de que soy la profeta, probablemente, es una existencia que se había convertido en un obstáculo para ellos.

—Bueno, entonces, la siguiente pregunta es del joven Nolan.

El hecho de que Zero le dejara el interrogatorio a Nolan significaba que estaban llegando al final. Era probable que mi destino dependiera de cómo respondiera a la siguiente pregunta.

Nolan, quien hasta ahora había mostrado una sonrisa sin malicia, reveló, lentamente, su verdadera personalidad como un villano loco. Era la sonrisa de una bestia sedienta de sangre.

—Lady Rose, ¿no comenzaría una guerra contra este reino conmigo?

Ah~, este era el segundo peor desenlace.

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