Mi hermana, la heroína – Capítulo 23

Traductora Sharon

Editado por Tanuki

Corregido por Maru


Pensé por mucho tiempo en el carruaje mientras volvía.

La causa de esto fue Surfania, con quién estuve jugando.

En cuanto al resultado del juego, salí completamente victoriosa. Surfania estaba algo deprimida con el resultado, pero desafortunadamente todavía no era contrincante para una genio como yo. Era algo aburrido no poder disfrutar de un juego sin importar si ganaba o perdía. Y yo no era como Surfania, no me importaba tanto cómo terminaba el juego.

Era natural que ganara.

Por eso, el problema no era el resultado del juego, sino los ataques verbales que lanzó mientras jugábamos.

Con cada palabra que dijo, me volví más y más insegura. Gracias a esto, terminé poniendo demasiado esfuerzo en el juego y derroté a Surfania por completo. Fue una derrota tan humillante y aplastante que ella puso mala cara y me echó de su cuarto.

Pero de nuevo, este no era el problema. Tenía que ir a casa, ahora lo haría un poco más temprano.

Pensé en los contenidos de todas las cosas interminables que me dijo.

Ella no se llevaba bien con sus hermanas… Bueno, Surfania tenía un odio unilateral hacia ellas, y era feliz de darme muchos ejemplos sobre por qué las odiaba cuando jugamos.

Y, bueno, esos encajaban con mis propias acciones.

Pensé esto profundamente. Tuve que recordar mis acciones pasadas hacia Mishuli y nuestro sentido de distancia.

Y pensé.

Probablemente le esté prestando demasiada atención.

—No, no, eso no puede ser verdad.

Intenté eliminar esa teoría de mi mente mientras murmuraba, pero no hubo caso.

Soy un genio. Ninguna amenaza sin base que dijera que Mishuli me odiará puede doblegarme fácilmente.

No, pero… Las palabras de Surfania venían de su propia experiencia como hermana menor. Tenía algo en común con Mishuli que yo no. Por eso sus palabras tenían cierta autoridad y, aunque fuera un poco, comencé a preocuparme.

Mishuli y yo éramos hermanas cercanas. Ambas nos amábamos. La sonrisa de Mishuli no tenía nada oculto, su brillo era puro.

Sin embargo, aunque era mi hermana, eventualmente entraría en la adolescencia o en la etapa rebelde.

Especialmente esta última.

La fase en la que Surfania estaba ahora mismo.

Era un periodo donde uno interactúa con aquellos cercanos de forma más ruda sin ningún motivo. Considerando que Surfania era mucho más honesta cuando la conocí por primera vez, mi mente no tenía dudas de que su forma actual de atacarme innecesariamente con palabras y acciones duras significaba que estaba en medio de su fase rebelde.

No tenía nada que ver conmigo, siendo alguien con una mente madura que ponía a cualquier adulto en vergüenza, pero de cualquier forma se suponía que esta fase era necesaria para crecer. Por eso podía ver las acciones de Surfania como algo adorable.

Pero cuando le llegase el tiempo a Mishuli para actuar de esa forma hacia mí, podré llegar a querer morir.

Mis preocupaciones me abrumaron.

Esto era malo. Mi vida estaba en peligro. Esto era mucho más grande que esa tontería del destino, Ahora mismo, sentía que podía entender muy bien los sentimientos de Christina cuando cometía suicidio en la ruta de Charles.

Si Mishuli entraba en la fase rebelde, probablemente moriré. Tomaré un daño psicológico masivo y desearé morir.

—¡¿Q-Qué debería hacer?!

Tiré de mi cabello ante este problema.

¿Cuándo comenzaba esta fase? Surfania estaba en el medio de ella, pero debía estar por terminarla. Como un genio, probablemente nunca me ocurriera a mí. Porque era un genio.

Pero si pensaba en Mishuli, bueno, no podía responder. El conocimiento extendido e inútil decía que comenzaba a los diez, pero también sugería que difería dependiendo de la edad.

¿Será necesario darle más espacio a Mishuli?

Probablemente debía esperar a que llegase y considerarlo en ese momento. O debería dejar de abrazarla o ponerla en mi regazo y mostrarle mi afecto en cada cosa. Si minimizaba nuestro contacto, ella no debería pensar que era patética.

No, sería demasiado triste dejar de hacer eso…

Llegamos a la mansión mientras pensaba en estas cosas.

—Ugh…

Últimamente no pude llegar a una conclusión en mis pensamientos antes de llegar a casa. No vi ningún carruaje del Palacio Real, así que Charles no debía haber llegado aún.

Bueno, supongo que me prepararé para recibirlo mientras tanto.

Cuando pensaba esto, escuché pasos aproximarse.

—¡Hermana! ¡Bienvenida!

Por supuesto, la persona que vino a saludarme no era otra que mi amada hermana menor, Mishuli. Estaba tan encariñada conmigo como siempre a pesar de que ahora tenía siete años. Y destilaba una adorabilidad que no cambió desde el día en que nos conocimos.

Hice mi mejor esfuerzo para darle mi mayor sonrisa… Fallé un poco.

—Ah… Sí, ¡estoy de vuelta!

Pude recuperarme al final, pero vacilé al principio.

Mishuli había estado corriendo hacia mí con pasos grandes, pero de repente bajó la velocidad con una expresión desconcertada.

—¿Qué sucedió…?

Mi hermana era bastante perceptiva. Reconoció de inmediato la sombra sobre mi corazón tan pronto como escuchó mi voz. Se acercó y sus ojos azules miraron a los míos directamente para ver los colores.

—Preocupación… ¿Pero por qué?

Mishuli era superior a mí cuando se refiere a las emociones de los demás. Una vez que aprendiera a diferenciar las razones detrás de ellas se volverá una buena dama.

Bueno, dejando eso de lado, no sería bueno intentar esconderlo porque ya me descubrió. Si lo ocultaba ahora, sólo haré que se preocupe. Debía compartir mis ansiedades por el futuro e intentar resolver este problema.

—Hey Mishuli… ¿Qué piensas de mí?

—¡Creo que eres realmente genial!

Sí. Sabía que esas eran las palabras que usaría. Pero no se trataba de eso.

—Mishuli.

Mi corazón dolía sólo de pensar en decir esto. Mordí mi labio con fuerza. Sentía que tenía que prepararme para hacerlo, pero nada podría hacerlo más fácil.

Aun así me forcé a hablar.

—Si, y es solo si, ¿bien? Si alguna vez comienzas a pensar que soy una perdedora o aburrida, o que me o-odias, o algo, solo dime.

Fue un ejemplo del peor de los escenarios y mi voz ya estaba temblando. Por alguna razón, mi vista comenzó a nublarse. Pensé que el estrés podría estar afectando mi perspectiva, pero me di cuenta que eran lágrimas.

—Yo, yo, yo realmente te quiero Mishuli, pero si me dices, respetaré tus sentimientos… ¡Y…!

—¿La Señorita Surfania te dijo algo…?

—¿Huh?

Mishuli ignoró mis palabras y fue directa al corazón del problema.

—Bueno, sí… ¿Pero cómo lo supiste?

—No es muy difícil saber algo como eso…

—¿En serio…?

—Sí.

No fue la mejor explicación, pero aparentemente, lo supo.

Era extraño. Pero Mishuli es un ángel, así que tenía sentido que estuviera equipada con algún tipo de intuición que yo no tenía. O eso me pensaba.

Mi hermana era un arcángel, algo como eso era posible. Estoy satisfecha con esto, pero ahora Mishuli quería saber qué sucedió.

—Entonces, ¿qué dijo la Señorita Surfania? ¿Y por qué me miras con preocupación?

—¿Hmm? Oh, bueno… Para ponerlo con simpleza, era sobre el espacio óptimo que debería existir entre dos personas.

—¿Óptimo?

—Sí. Quiere decir cuál es el mejor espacio entre dos grupos. Sabes que Surfania no es muy cercana a sus hermanas, ¿verdad?

—Aunque creo que es porque ella no es honesta consigo misma.

—Oh, uh, bueno, esas hermanas mantienen su distancia de Surfania por su actitud, así que supongo que es verdad…

En efecto, no era que las hermanas Calibrachoa se odien, sino que sus hermanas mayores no sabían cómo reaccionar a Surfania ahora que estaba en su fase rebelde. Así que Mishuli tenía razón.

Me estremecí ante la habilidad de Mishuli por averiguar la raíz del problema con tanta facilidad, pero no estábamos hablando de Surfania.

—Pensaba cuál debería ser la mejor distancia entre nosotras. No ahora, sino en el futuro.

Aparentemente, lo dije de forma difícil de entender. Lo reordené, usando a Surfania como ejemplo. Después de eso ella pudo entenderlo.

—Oh, comprendo ahora.

Este problema me estuvo atormentando desde que dejé la Mansión de Surfania. Pero Mishuli lo resolvió en el momento en que se lo presenté, ni siquiera tuvo que pensar.

Su rostro se iluminó de inmediato y saltó sobre mí, rodeando mi cuello con sus brazos.

—¡Siempre aquí!

Esta era nuestra mejor distancia. Me sorprendí por esta respuesta, pero pronto sentí una alegría abrumadora. La sensación familiar de ella saltando sobre mí voló todos mis miedos en un latido.

Para pagarle a Mishuli por su respuesta, la abracé con fuerza.

—¡Eso fue increíble Mishuli! ¡Siempre tienes las respuestas que nunca puedo pensar!

—Ehehehe. ¡Después de todo, soy tu hermana menor!

—¡Oh, cierto!

—¡Cierto!

Era probable que Mishuli fuera un genio. Comparada conmigo, ella estaba mucho, mucho más cerca de la verdad del Universo.

Habían pasado cuatro años desde que nos conocimos. Aunque no estábamos conectadas por la sangre, el amor que nutrimos juntas no se sacudirá tan fácilmente. ¿Qué había con la fase rebelde? ¿Con la adolescencia?

Cosas como esa no importaban para nosotras, las hermanas.

—¡Es cierto, somos las más fuertes!

—¡Sí! Ah… pero…

—¿Hmm? ¿Qué sucede?

Mishuli, que estaba abrazada a mí, pareció recordar algo. Se separó de mis brazos, y dio un paso atrás para mirarme.

Y con una sonrisa, me hizo la siguiente propuesta:

—Pensando en distancias óptimas, creo que deberías mantener la distancia de Charles.

Su sonrisa era la más brillante y yo, por supuesto, no sentí ninguna malicia en ella.

Su propuesta no tenía malas intenciones ni despecho. Debía creer desde el fondo de su corazón que esto era lo mejor.

Aun así, no pude evitar inclinar mi cabeza a un lado.

—¿Por qué? ¿No lo estoy haciendo bien con Charles?

Habían pasado dos años desde que nos comprometimos. Charles nos visitaba dos veces a la semana, y disfrutábamos jugando juntos. La mayoría del tiempo, Mishuli está con nosotros, así que ella debería saber cuán fuerte es nuestra amistad.

—Porque, umm, bueno…

—¿Mishuli…?

Le pregunté una vez más cuando comenzó a murmurar algo. Pero mi hermana, el arcángel, sonrió de nuevo.

—Oh, no es nada —y sacudió su cabeza.

Sin embargo, no podía creer que hubiera un problema entre Charles y yo que requiriera que mantengamos la distancia. Dejando de lado mis sentimientos personales en el asunto, Padre se encariñó con él.

Además, había algo en la forma en que Charles y Mishuli discutían que me recordaba a Surfania y a mí. Pensaba que los dos se llevaban bien. Junto con su relación con mi familia, no podía encontrar ningún problema con Charles como prometido.

Pero Mishuli siguió hablando con la misma sonrisa.

—Sabes que Charles es un chico, ¿verdad? Creo que podría no gustarle estar alrededor de una chica todo el tiempo.

—Mmm.

Pensé que sus palabras eran un poco convincentes. Eso era lo que sucedía cuando un chico crecía. Mis usualmente inútiles recuerdos de mi vida pasada mostraron su utilidad hoy.

Charles seguía teniendo siete, pero cuando fuera más grande sería normal pensar que podría encontrar embarazoso pasar el tiempo con chicas.

Me gustaba mucho, pero no era correcto actuar demasiado amistosa hacia él si no era correspondida. Estaba segura de que él por lo menos me tenía cariño, pero no sabía cuánto. Era diferente de la relación que tenía con Mishuli, donde estábamos convencidas que nos queríamos en la misma cantidad.

—Ya veo. Entonces lo mejor sería reconsiderar nuestra distancia comenzando hoy.

—Sí.

No me gustaría que Charles me odiara porque me acerqué demasiado.

Esa fue mi conclusión y Mishuli estuvo de acuerdo.

—¡Creo que es una idea maravillosa!

Después de decir esto, la sonrisa brillante que apareció en su rostro fue, sin lugar a dudas, la más grande que me mostró en mucho tiempo.

Sharon
Quiero aclarar que en el último párrafo, el amor que ella siente por Charles es de amistad, todavía no pasa a mayores. Mishuli es un ángel, pero cuando se trata de Charles que se está robando a su amada hermana, sin duda no escatima en esfuerzos XD Charles, si no te apurás en llegar a la Mansión, Mishuli va a convencer a su hermana que lo mejor es que no vuelvan a verse~

3 respuestas a “Mi hermana, la heroína – Capítulo 23”

  1. La Mishuli me da miedo, sinceramente. A chris debería escuchar urgentemente a su amiga, para dejar de gruñir. Fue un consejo muy bueno por otra razón.
    Charles, sólo sufre con su prometida y su hermana diabolica.

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