Mi hermana, la heroína – Capítulo 37

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


Mordí la bola de masa en el palillo.

Vacilé un poco por parecer grosera con el primer mordisco, pero entonces noté que eso provocó que el jugo bajara por mi boca, ensuciando mi rostro. El segundo fue más audaz, y lo tragué entero. Después de eso, domine la técnica y terminé de comer.

Mientras disfrutaba un objeto tan memorable, Leon, quien terminó mucho más rápido que yo, me pidió mi opinión.

— ¿Cómo fue?

—Le falta sutileza —dije con honestidad mientras masticaba la bola que seguía en mi boca.

Hay algo suave en la dulzura del jarabe azucarado. La textura de la masa misma era dura, fue bastante molesto sacarle la brocheta.

Creo que lo hubiera disfrutado más si le hubieran puesto palillos a cada pieza.

—Supongo que se vio comprometido por el poco tiempo y para que fuera lo suficientemente decente para que las personas lo comieran. Es lo que es. También falló en sabor y presentación. Pero, ya veo. Así es como sabe la comida plebeya.

—Hey, ¿te estás burlando de mí?

Ignoré a Leon, que entrecerró los ojos ante mi respuesta. Necesito hacer algo sobre el jarabe que quedó en mis manos y boca. No puedo limpiarlo en mis ropas o mangas.

Mientras pensaba esto, me presentaron una toalla.

—Básicamente este es el sabor de la comida de los puestos —dijo Marywa con un aire de sabiduría, pero ella ni siquiera lo comió.

—Hmph, eso supongo.

Probablemente no quería ensuciar sus manos y boca con la salsa. Acepté la toalla agradecida y me limpié.

La única persona que no estaba feliz por nuestra conversación era Leon, quien nos guió a ese puesto.

—Como amigo de Christina probablemente también comes bastante bien, pero…

Marywa se encogió de hombros mientras Leon fruncía el ceño.

—No está mal, sin embargo. No es como si hubiéramos venido aquí a evaluar delicias. ¿No es cierto, Señorita? Dejando de lado el sabor, ¿no se está divirtiendo?

— ¡Sí, esto es divertido!

El sabor en efecto era de segunda clase, pero el acto de comprar es increíble. Usando el dinero por primera vez, comiendo cosas que nunca había visto antes, la libertad de no necesitar ser educada.

Fui tragada por la alegría que todas estas acciones trajeron, y apresuré a Leon.

—Ahora, Leon, a la siguiente, ¡Siguiente!

—Muy bien…

Le ordené de la misma forma que trato a los sirvientes. Él sonrió con amargura como si no tuviera otra opción más que obedecer.

—¿Hay algo en particular que quieras comer?

—Cualquier cosa que no esté dulce.

—Hmm… Muy bien, entonces vamos por esa calle.

Acabo de experimentar la dulzura en su máximo esplendor. Quiero disfrutar otro sabor ahora.

Escuchando este pensamiento mío, Leon comenzó a dirigir el camino.

—¿La calle? ¿No hay ninguno en la plaza?

—Las tiendas por aquí venden bebidas y dulces, pero no tiene mucha comida. Ahora que lo pienso, me pregunto por qué.

—Es porque no puedes obtener un permiso para un puesto que usa fuego en un área con tantas personas como la plaza. Sería un desastre si sucediera un accidente en un lugar tan pequeño. Las tiendas que usan fuego para cocinar sólo tienen permitido estar en las calles grandes, y deben mantener una distancia considerable una de otra.

—Ahh.

Aparentemente Leon tampoco sabía la razón, así que estaba tan interesado como yo.

—Bueno, estoy segura de que hay varios puestos exitosos que no usan fuego por aquí, pero podríamos ir por la calle para encontrarnos con otra variedad.

—Sí, eso es verdad. ¡Vamos a hacer eso! Realmente sabes mucho, Marywa.

—Supongo. Personalmente no estoy muy interesada… Pero hubo varias ocasiones donde tuve que acompañar a alguien que es como una combinación de Mishuli y tú multiplicada por dos, así que aprendí sobre este lugar.

—Mishuli y yo combinadas y multiplicadas… ¿Qué? ¿Esa persona era una diosa o algo?

—Deberías mantener tu ego bajo control, Señorita.

Me parece claro como el día que combinar a una genio como yo con un ángel como Mishuli y multiplicarlo sólo resultará en una Diosa. Pero Marywa usó su mano libre para golpearme en la frente.

Dolió un poco.

Mientras la miraba con algo de odio, Leon, que miraba nuestra pequeña interacción, se entrometió.

—Los Nobles tienen nodrizas, ¿verdad? ¿Eso es lo que es Marywa?

—¿Huh?

Qué pregunta más irrelevante. Mi nodriza vendió en secreto las posesiones de mi fallecida madre, y provocó que su familia y su Casa fueran destruidas como resultado. Eso es lo que recuerdo de cuando tenía dos, y hasta ahora, es lo más furioso que vi a mi padre en esta vida.

—¿Te parece de ese modo para ti?

—Lo hace… Pero supongo que estaba equivocado.

Ahora que lo pienso, no es una idea tan rara dada la diferencia de edad. Sin embargo, hay una razón por la que no la contactamos como nodriza.

—No, ella es mi profesora. Marywa nunca se casó, así que no creo que pueda hacer de nodriza.

—Señorita.

Usualmente, se contrata a personas con experiencia cuidando niños como nodrizas. Marywa es la Señora Toinette, no Señorita, y nunca será contratada como nodriza.

Por eso dije eso, pero me interrumpieron de inmediato.

—Debo decirte que no es que no pueda casarme, sino que no lo hice.

—Ah, sí.

Sentí una presión misteriosa de la declaración de Marywa. Terminé asintiendo con más ánimos de los que pretendía.

Hay un motivo oculto detrás de eso, pero claramente el tema es peligroso. Lo sé por instinto, así que me giré rápidamente hacia Leon para cambiar la conversación.

Leon pareció comprender la señal de peligro, pero desvió la mirada como si intentara evitar llamar mi atención.

… Tiene valor considerando que él fue quien trajo este tema.

Bien.

Lo voy a implicar hasta el fondo.

—Marywa. Leon se está preguntando en su corazón por qué nunca te casaste. Para referencias futuras.

—¡¿Qué?! —gritó mientras me miraba, pero es demasiado tarde para él.

Ante mi falsa acusación, Marywa se giró hacia Leon con una mirada demasiado diabólica para que un niño de nueve años experimente.

—… Muy bien entonces. Te lo diré en detalle, por qué no me casé, por qué esta cosa llamada amor es tan estúpida, y por qué el matrimonio no tiene uso para mí.

Funcionó. Me sentí bastante satisfecha al ver a Leon temblar, pero el pecho de Marywa ardía con un fuego mucho más grande de lo que me imaginaba.

—Debes escuchar también, Señorita. Deberé decirte cuánto limita el matrimonio actual a las mujeres en cuestión de posición. Te explicaré junto con el punto de vista académico que es digno de prestar atención.

—Eh.

Me di cuenta demasiado tarde que la chispa que encendí ahora estaba cayendo en mi propia cabeza.

Los ojos de Marywa me miraron con tanta firmeza que parecía que estuvo bebiendo.

Por supuesto, esto significa que la atmósfera no es del tipo donde pueda decir algo tan despreocupado como “Bueno, yo tengo un prometido”, algo que Marywa ya sabe de cualquier forma.


Sharon: Y este es el ejemplo perfecto de jugar con fuego XD Pobre Leon.

Tanuki: Y eso niños y niñas, pasa por jugarle al valiente xD

Nemoné: Pueden encontrar el siguiente capítulo en la edición número 11 de Kovel Times.

♥ ❤ ♥

Una respuesta en “Mi hermana, la heroína – Capítulo 37”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido