Mi hermana, la heroína – Capítulo 39

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


Lo primero que vi fueron caballos.

Dos pura raza con cabello castaño y lustroso. Tienen miradas inteligentes, y probablemente una naturaleza bastante gentil. Detrás de ellos está el carruaje sin techo que empujan.

Y allí está la Familia Real sentado.

Su Majestad, el Rey y la Reina, están sentados en el frente, y los cinco niños alineados detrás. Los Príncipes y Princesas están ondeando a la multitud.

Afortunadamente, Charles estaba mirando en mi dirección.

Aun así, la situación no es perfecta.

—Mmm…

Inflé mis mejillas un poco por esta realidad tan insatisfactoria.

Puedo verlo. Pero la vista es menos que ideal. Sólo puedo verle por una pequeña brecha entre la multitud, y como el carruaje se está moviendo, cada tanto pierdo vista de Charles por completo.

Querría tener un poco más de altura si pudiera.

Para hacer mi deseo conocido, golpeé la cabeza abajo mío.

—Leon, ¿piensas que podrás crecer un poco más?

—Has sido ridículamente egoísta desde hace rato, ¿quién diablos piensas que soy?

—Eres un plebeyo, ¿verdad? Así que escucha a la Nobleza. Realiza mi deseo. Ese es tu deber.

—Hahaha, por supuesto, así que eso es la nobleza… ¡Si sigues así comenzaré una revolución!

—Hmph.

No sería bueno que hiciera algo como eso cuando todavía estoy sobre él. No importa que sea de la Clase Alta, no puedo lidiar con un taburete rebelde si estoy encima.

—Bien, bien. Tendré que satisfacerme con el estado actual, pero por lo menos debes mantener esta altura.

—¿Qu-? Ugh, esto es patético…

Puedo escuchar sus quejas debajo mío, pero mi visión no bajo. Claramente es una mala idea hacer demasiadas demandas y provocarlo. Bueno, supongo que está bien. Me rendí.

Charles parece estarlo intentando, como prometió. Sonreía y saludaba con su mano. Pero sea de la Realeza o no, realmente no se ve bien con esa sonrisa forzada.

—¿Por qué no sonríe como siempre…?

—¿Huh? ¿Dijiste algo?

—No —le respondí a Leon, quien reaccionó a mis murmullos.

Me giré hacia Charles.

Su sonrisa mostraba que estaba aburrido. La que tiene usualmente es tan pura que hace a los demás sentirse felices sólo con mirarlos.

Le observé con nervios, preguntándome si otros notarían su sonrisa falsa, pero por lo que veo, la multitud le animaban sin que nadie lo notara.

Mis ojos siguieron a Charles a través del mar de gente. De su punto de vista, probablemente no soy nada más que una cabeza que sobresale de las masas. Incluso yo puedo verlo a duras penas.

Quizás sea demasiado desear que pueda verme. Lo inteligente sería rendirme.

Tengo pocas esperanzas, pero seguramente no podrá encontrarme.

Justo cuando me resigné, algo inesperado sucedió.

Nuestros ojos se encontraron.

—Ah.

En ese momento, el rostro de Charles se iluminó.

Toda señal de que esto era una obligación desapareció. Se puso de pie y me saludó con entusiasmo. La Segunda Princesa que estaba a su lado se sorprendió con sus movimientos repentinos, pero Charles no pareció preocuparse para nada. La sonrisa que tenía ahora no era como la forzada de antes.

Es la misma sonrisa brillante que siempre me muestra.

No es mi imaginación. Los ojos de Charles chocaron con los míos, y supo de inmediato que era yo. Normalmente yo no estaría en un lugar como este, pero eso no tiene nada que ver, él no me confundió. Y expresó su alegría con todo su cuerpo.

Como su amiga, sé que debo regañarlo por actuar inapropiadamente.

También sé que, como su prometida, lo correcto sería molestarlo diciéndole que es su deber.

Pero, extrañamente, estoy tan feliz que mi corazón está lleno con nada más que alegría.

—Él realmente es…

… muy honesto.

En efecto, ese es uno de sus mejores atributos. En respuesta, yo también ondeé mi mano hacia él. Por primera vez no sentí deseos de encontrar alguna falla en él.

Saludé hasta que el carruaje pasó y ya no pude verlo más. Entonces sentí unos dedos tomando mis mejillas y jalando.

—… ¿Qué sucede, Marywa?

—Nada. Acabo de notar que tus mejillas lucen algo flojas.

Es lo que suele pasar cuando alguien está feliz, se llama emociones humanas. No es razón para tirar de las mejillas de alguien.

—Hmph.

Hice un puchero al escuchar sus razones inexplicables. Me dejó ir sin una gota de arrepentimiento.

—Su Alteza está encariñado contigo. Eso es bueno.

—Por supuesto. ¡Somos amigos, después de todo!

—Haah…

Hablé orgullosamente, pero ella sólo suspiró.

—Bueno, deberíamos irnos entonces.

¿Qué es esto? Hay algo en la forma en que lo dijo que no me gusta.

La miré a través de mis ojos entrecerrados, pero ella me ignoró. Volví a mirar hacia donde el carruaje desapareció, y susurré algo.

—Sin embargo, una reacción así cuando está realizando sus deberes… Así que ese es el Príncipe Charles. Por un segundo pensé que era Mishuli, pero ella luce algo diferente.

—¿Dijiste algo?

—No.

Intenté captar las palabras que me perdí, pero Marywa se encogió de hombros y no lo repitió.

—No es nada. Más importante, por favor perdóneme.

Diciendo esto, Marywa puso sus manos bajo mis brazos y me levantó en el aire.

—¿Hm?

¿Qué es esto, tan de repente?, pensé. Pero sus motivos se volvieron obvios.

—Huh, de repente se volvió muy ligero- ¡¿Woahh?!

—¡Bam!

—¿Bam?

El grito de Leon y la voz adorable sonaron casi al mismo tiempo. Me giré y me encontré con la persona más adorable en este mundo. Vi que Leon tenía su rostro en la tierra.

Mishuli lo había tirado al suelo, y ahora me estaba mirando mientras Marywa me sostenía.

—¡Hermana, ¿qué estás haciendo?!

—¿Hmm? Eso es lo que yo debería preguntarte.

Es claro que le tiró al suelo, pero no puedo pensar en la razón por la que hizo algo como eso.

—Es bastante peligroso empujar a alguien que está llevando a una persona en sus hombros. Estuvo mal.

—Oh… Lo lamento, hermana.

Debe haberse dado cuenta del peligro de sus acciones, que fueron el resultado de avanzar demasiado. Después de ser empujado, Leon terminó siendo tragado por el mar de personas y se perdió en alguna parte.

Mishuli se dio cuenta de su error y se inclinó arrepentida.

Sí. Es algo genial que pueda admitir sus propias fallas. Palmeé su cabeza por ser buena y Mishuli sonrió con alegría.

—Ehehe. Aprendí las reglas del juego de mesa, así que vine a buscarte.

—Ya veo. Entonces podemos jugar juntas la próxima vez.

—¡Sí!

Es normal elogiarla ya que completó su objetivo. No importa si lo hizo durante el plan de independizarnos de la otra. Hay una diferencia masiva entre independencia y abandono.

Así que me permití mimarla un poco. Después de todo, se sintió algo solitaria cuando comencé mi plan. Fue un problema que no pudiera recargar mis reservas de Mishuli después de eso.

—¿Viniste todo el camino hasta aquí por tu cuenta? ¿Qué hay de Surfania?

—¡Dejé a Surfania donde estaba! ¡No quería que se perdiera!

—Sí, eso es verdad.

Mishuli no dijo nada malo. Como hermanas, aunque nos separemos un poco, podremos reencontrarnos eventualmente sin ningún esfuerzo. Y también es verdad que Surfania se convertirá en una molestia para arrastrar a través de la multitud.

… Espero que no esté llorando por ser dejada sola.

Aunque tendrá guardias y sirvientes, ella podría sentirse sola sin mí o Mishuli, que éramos sus compañeras originales.

Mientras consideraba estas posibilidades problemáticas, Leon finalmente regresó después de haber desaparecido por un rato.

—… Cielos. ¡¿Qué diablos fue eso?! ¡¿Quién fue?! ¡¿Quién me empujó-?! ¡Uh, ¿Mishuli?! ¡¿Por qué-?!

—Más importante, hermana, ¿por qué estabas sobre sus hombros? ¡No deberías hacer cosas como esa!

—¿Huh? ¿Por qué?

Ella se quejó con fuerza mientras ignoraba a Leon. Pero ver personas subidas sobre otras es una vista común hoy porque estamos en un festival.

¿Realmente había algo malo con eso?

Incliné mi cabeza a un lado, pero Mishuli ya está apretando sus puños.

—Sí. ¡No debes hacerlo! ¡No sé por qué exactamente, pero no puedes!

—¿Es así? Y yo que pensaba en dejarte subir a mis hombros…

—¡Lo haré!

Lo hará, huh.

Por supuesto, no tengo intenciones de negarme a ella, así que permití que se subiera a mis hombros. Llevé a mi hermana dos años menor que yo. Me sentí algo feliz al sentir su crecimiento a través de su peso, así que no tenía motivos para quejarme y murmurar como Leon.

—Um, Miss Marywa, esas dos… Bueno, Mishuli, no entiendo lo que está diciendo…

—No te preocupes, joven Leon. No lo entiendo para nada, pero sé esto. A veces te encontrarás personas en este mundo como ellas, cuyas acciones no tienen un significado.

—Hmh… No quería escuchar eso.

Ignoré la conversación de Marywa y Leon, mientras me concentraba en apoyar a Mishuli para que no cayera al ponerme de pie.

Así, el edificio de hermanas se completó. Esperaba que Mishuli se animara al ver que podía ver desde tan alto, pero su reacción resultó ser muy diferente.

—¿Huh?

Quizás sea porque Mishuli creció mucho más de lo que esperaba. O sea el resultado de la independencia.

La voz que escuché sobre mi cabeza pareció hacer una pregunta, que se volvió más clara en el siguiente instante.

—¡¿Esto parece diferente a cuando lo vi a Leon hacerlo?!

—No, es lo mismo.

No sé si debo sentirme feliz o llorar.

Mishuli parece crecer cada vez que parpadeo. Sus palabras y acciones no sólo fueron confusas para Marywa y Leon, sino que llegaron a un lugar donde incluso una genio como yo le fue difícil comprender.


[Shisai: En el índice está disponible el próximo capítulo en formato PDF]

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2 respuestas a “Mi hermana, la heroína – Capítulo 39”

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