Riku – Capítulo 19: Sospecha

Traducido por Gorrión

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


En el Castillo de Myuuz, se levantaron los aplausos.

Ya que los Espiritistas incendiaron el Castillo, perdieron todos los suministros almacenados. Además, habían perdido dos Generales muy capaces y en su situación pedir refuerzos era bastante difícil. Era muy obvio que su moral estaría por los suelos.

Gracias a que el Tercer Ejército de Gortoberuk recibió refuerzos y ahora contaba con números mayores, el doble de lo que habían tenido al principio, no había manera de que los Espiritistas sobrevivieran a un ataque. El Castillo volvió a ondear la bandera del Ejército del Rey Demonio en su cima, y en sus entrañas, quemados, yacían amontonados muchos cadáveres sin valor.

La persona con mayor logros en batalla fue la Teniente Primera Riku Barusak. Recapturó la Fortaleza, que había vuelto a ser su base. No solo eso, también asesinó a dos de los Generales enemigos

Aún así, la figura de esa chica pelirroja no se encontraba en ninguna parte. La razón por la que no había participado en esta última pelea era muy simple.

—Ya lo he dicho muchas veces, ¿no? No te he traicionado.

—No necesito excusas. Solo di la verdad.

Estaba confinada en la sala de interrogatorios.

Todo comenzó un día atrás.

Desde que había vuelto con Roppu había estado entrenando. Al no ser convocados por Gortoberuk, junto con Vrusto y sus otros subordinados habían estado entrenando sin parar desde la mañana hasta la noche.

Pero en esa noche… ocurrió un incidente.

Mientras todos dormían, un centinela vio sombras sospechosas.

No había manera de que pudieran ignorar a un grupo que pasara por las montañas. Pudieron capturar a la mayoría de los Espiritistas, pero unos que llevaban algún tipo de ataúd pudieron escapar. Cuando se dieron cuenta de que no podían luchar, muchos se suicidaron, pero las pocas personas que pensaban que perder la vida sería demasiado dejaron escapar toda su información en detalle.

Por eso, Riku fue arrojada a la sala de interrogatorios.

—Sólo porque estos tipos eran Espiritistas de Barusak están sacando conclusiones precipitadas.

Poco a poco, Riku se volvió incapaz de ocultar su irritación. La situación no había progresado desde la noche anterior. Mientras soltaba un profundo suspiro, miró al odioso interrogador.

—En primer lugar, si se trata de ese ataque nocturno o cualquier otra cosa, no habría manera de saberlo. Debe ser otra persona.

No sabía cuántas veces había sido, pero una vez más, repitió la explicación al interrogador. Pensando lógicamente, el hecho de que Riku no fuera el traidor debería haber sido claro. Pero como siempre lo había hecho, una vez más negó con la cabeza. También tenían sus razones para sospechar de Riku.

—Pero de la información que les hemos sacado, entendimos que habían sido guiados a través del bosque por una mujer Demonio de pequeña estatura.

El interrogador también comenzó a irritarse. El sonido de él golpeando la mesa fue mucho más fuerte en comparación con la primera vez que hizo eso.

—¡Si tu prueba es por ser soldado, hay más aparte de mí! Además, ¿no olvidaron el color del cabello de la persona que capturaron? Es imposible que no recuerden el color de mi pelo.

Con el dedo, Riku jugaba con su cabello. No podía imaginar que hubiera gente que se olvidara de su pelo rojo, el cual se destaca incluso con la oscuridad de la noche.

—Parece que el traidor estaba usando un casco. Simplemente no veían el pelo. ¡Ahora confiesa ya!

—Como dije… No hay nada que confesar, ni nada más que decir; ¡No tengo absolutamente nada que ver!

Riku golpeó la mesa con toda su fuerza. Debido a que no contuvo su ira esta, se rompió al emitir un fuerte sonido. La taza que estaba sobre la mesa cayó al suelo y se rompió en pedazos y el agua se derramó sobre Riku y los pies del interrogador, formando un charco de agua, pero ninguno le dio importancia.

Ambos echaban chispas hacia el otro. Si se les permitiera traer armas, entonces tal vez ya habrían empezado a pelear. Esa era la cantidad de tensión que tenía la sala de interrogatorios.

—Si no tienes la intención de decir la verdad, entonces todavía puedo preguntarle a tu cuerpo directamente, ¿sabes?

—¿Tortura? Si torturas a una persona inocente, no encontrarás al verdadero culpable, ¿no lo sabías?

—Hay bastante confianza en esa declaración.

—Después de todo, no hice nada. Más bien, si yo encontrara a cualquier Barusak, yo sería la que los torturara —dijo Riku con expresión tranquila.

De hecho, ella quería torturar a Toudo antes de matarlo, pero debido a su falta de habilidad, no tuvo la oportunidad de hacerlo.

Necesitaba ser más fuerte, hasta el punto de poder contenerse en contra de otros la próxima vez. Por eso quería volver a entrenar de inmediato.

Aún así, no parecía que fuera a intentar huir de la sala de interrogatorios. De hecho, todo lo que pensaba era cómo y de qué manera debería acorralar a sus enemigos.

La situación no avanzaba en absoluto.

Y justo en el momento en que el interrogador empezó a pensar en torturarla, la puerta de la sala de interrogatorios se abrió y apareció la figura de un hombre. Cuando este hombre que tenía un magnífico bigote se aclaró la garganta, la tensión que podía explotar en cualquier momento se calmó un poco. El interrogador, que había estado acercándose a Riku antes, dio un paso atrás y saludó al hombre.

—Gracias por el duro trabajo, Excelencia, Teniente General Gortoberuk.

—Umm, buen trabajo con el interrogatorio. Lo siento, pero ¿puedes dejar que los dos hablemos a solas?

Gortoberuk quería apartar al interrogador. No había forma en que fuera a permitir que su propio General y un sospechoso a traición hablaran a solas.

Estaba a punto de abrir la boca para expresar su objeción cuando Gortoberuk lo detuvo con un movimiento de su mano.

—Si ella hubiera querido causarme daño, habría demostrado sus verdaderos colores en la batalla. Eso está claro… Cuando suene la campana del mediodía, ven a mi habitación. ¿Lo entiendes?

—… Ha, entendido.

Mirando intensamente a Riku, salió de la habitación.

—… Quería preguntártelo, pero ¿por qué no se deshizo del nombre Barusak? —preguntó Gortoberuk con tranquilidad mientras se sentaba en la silla.

Mirando sus ojos, sin muestra de ansiedad, ella respondió.

—Si cambiara el apellido de Barusak por otro, cuando ocurran confusiones como ésta, la gente comenzaría a sospechar.

Al final, si ella cambiara su apellido, la gente sospecharía que intentaba ocultar su origen. Si casos como estos ocurrieran, sería más conveniente que llamarse Barusak. Al oír la respuesta de Riku, Gortoberuk asintió.

—Los nombres son muy molestos. Debido a tu apellido y su raza, tus logros terminan eclipsados —dijo con indiferencia.

Uno se preguntaba si su figura habitual llena de fuerza había desaparecido. Tal vez la dejó atrás con su mano, en el momento en que la perdió.

Mientras pensaba en eso, Gortoberuk repentinamente comenzó a hablar de nuevo.

—Por todos tus logros, se ha decidido que tendrás una promoción. De ahora en adelante, puede llamarte Capitán Riku Barusak.

—Sí, entendido.

—Umm, tu siguiente deber ha sido asignado. Dejarás el fuerte y empezarás a trabajar como guardaespaldas para la hermanita del Señor Demonio.

—¿Cuerpo de guardaespaldas?

Charlotte, la hermana menor del Señor Demonio, debería haber tenido su propio cuerpo de guardaespaldas exclusivo. Que los ignorasen y necesitasen de Riku no era algo natural. Al ver su expresión perpleja, Gortoberuk sonrió.

—Charlotte-sama estará en un viaje secreto. Pero si ella estuviera siempre rodeada de guardias de rostro severo, no podría disfrutar de su esperado viaje. Por eso se te pidió a ti, que eres una niña, que trabaje como su guardaespaldas. He oído que el lugar al que irás es muy seguro. Sólo tienes que acompañarla desde cierta distancia y prepararte para situaciones inesperadas. Por lo tanto, a menos que por casualidad algún peligro se acerque a Charlotte-sama, está bien si no haces nada en particular.

—Entonces básicamente… Está bien si me quedo al lado de Charlotte-sama en todo momento. ¿Eso es lo que estás diciendo?

—Está bien.

En otras palabras, todo esto era en realidad… Nada más que unas vacaciones.

Sería difícil para Riku seguir viviendo en la Fortaleza siendo sospechosa por traición. Hasta que la confusión se enfríe, debería ir a descansar a otro lugar. Con todo dicho, Riku saludó a Gortoberuk.

—Muchas gracias, Teniente General Gortoberuk.

—Yo personalmente estaré buscando al verdadero traidor… A partir de ahora, estaré mirando tus acciones… Comienza de inmediato los preparativos para el viaje.

—Sí, entendido.

Después de inclinar la cabeza hacia Gortoberuk, estaba a punto de salir de la habitación.

Pero la expresión del hombre decía que todavía tenía algo que decir. Estaba un poco insegura sobre si debía preguntarle de qué se trataba, pero como le había dicho que comenzara los preparativos para su próxima tarea, decidió que era mejor abandonar la habitación de una vez por todas. Bajando la cabeza una vez más, salió de la sala de interrogatorios.

Allí sólo quedó Gortoberuk. Miró el lugar donde solía estar su brazo derecho. Mientras tocaba con lamento la parte cortada, murmuró con voz suave que nadie escuchó.

—… Tal vez, tenga que pasar el asiento a la siguiente generación en breve.

El viejo General cerró los ojos.

Bajo sus párpados se reflejaba la imagen de Riku balanceando su alabarda llena de poder.

4 respuestas a “Riku – Capítulo 19: Sospecha”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido