Riku – Capítulo 31: Susurros de la Mujer de Abrigo Blanco

Traducido por Gorrión

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


La Residencia Barusak a las afueras de la Capital estaba envuelta en una tensión antinatural.

Era como si aquella Residencia blanca como la tiza estuviera rodeada débilmente por nubes negras. Incluso los sirvientes de menor estatus en la casa tenían sus expresiones llenas de ansiedad y tensión.

Dentro, Rook caminaba solo sin nadie que lo acompañara con su noble rostro torcido en una mueca. Su estado de ánimo se sentía como si pudiera explotar en cualquier momento si se le enfrentara de mala manera. Los sirvientes, como de costumbre, inclinaban sus cabezas cuando cruzaban sus caminos, ya fuera porque temieran su irritación o por otra razón, y se apresuraban a salir de su camino.

Entre ellos, sólo había una persona… Un solo héroe habló con Rook como de costumbre.

—Oya, Rook. ¿Que sucedió para que tengas una expresión tan peligrosa como esa?

Era una mujer que llevaba un abrigo blanco, y jugaba con su pipa de fumar con una sola mano.

—No es nada. No tiene nada que ver con Raku-oneesan —resopló después de mirar a la mujer.

—Si su inteligente y lindo hermano se mete en problemas, ¿no es el trabajo de una hermana mayor ayudarlo?

La mujer llamada Raku mostraba una sonrisa audaz.

El Jefe de la Familia, Raimon Barusak, tuvo tres hijos. Debido a que la segunda hija era incompetente, había sido desechada y ya no vivía en la Residencia.

Dejando a un lado a esa hija inútil, las dos personas restantes eran extremadamente talentosas. Uno de ellos era el siguiente Jefe de Familia, e incluso se decía que era un genio que sólo aparecía una vez cada mil años, Rook Barusak. La otra persona era la hermana mayor de Rook, la Jefa de Investigación de Técnicas Espiritistas de vanguardia, Raku Barusak. Los dos tenían una buena apariencia que no perdería contra la Realeza; su característica piel blanca como porcelana que parecía no apta para la luz del sol y el cabello tan plateado como la nieve.

Pero Raku nunca mantenía debidamente su cabello. Su pelo que se suponía que era un hermoso color plateado era muy doloroso de mirar. Además de eso, ella probablemente pensaba que cortarlo es una molestia, así que su cabello se extendía por su espalda, atado en un sucio moño.

No podía compararse al cabello de Rook, que hacía que uno quisiera tocarlo, hasta el punto en que uno quería cerrar los ojos al mirarla.

—Lo sé bien. Yo… lo sé todo.

Rook miró a Raku con un brillo agudo en los ojos. En los ojos de Rook, las llamas del odio ardían. Apretando los puños, parecía como si quisiera golpear a su hermana mayor Raku.

—Querido, ¿de qué estás hablando?

Pero la expresión relajada de Raku no se perturbó. Poniendo la pipa de fumar en su boca, el aire se llenó de humo. Su actitud parecía estar derramando aceite en la ira de Rook. Él agarró el cuello de su túnica blanca y la levantó.

—¡No te hagas la tonta! Debido a la… Debido a la bomba que Raku-oneesan hizo, ¡¡Kurumi ha muerto!!

Recordando la adorable figura de Kurumi, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos.

No sólo sentía dolor porque ella fuera una espía que pasaba información de los Demonios, sino que la amaba como uno de los miembros de su harem.

¿Cuántas veces había tocado con sus manos su pequeña y esponjosa cola que se ajustaba perfectamente a lo que se esperaría de un Demonio en forma de ardilla? Ella se sonrojaba, y le dejaba tocar su suave cola.

Ahora, ya no podía tocar esa esponjosa piel.

Gorrión
Oh, qué pena pobreciiiito él nunca se lo buscó… Nótese la ironía

Kurumi había muerto en el paso subterráneo de la ciudad de Derufoi.

No sabía la situación en detalle, pero no podía olvidar el estado deplorable del cadáver de Rebecca, a quien consideraba una hermanita y que también estuvo allí abajo.

Sabiendo sobre los Espiritistas que habían muerto al ver lo que había sucedido, era posible suponer que Rebecca y Kurumi habían sido acorraladas y… habían escogido la muerte.

—Si Kurumi tuviera que optar por sacrificarse… Entonces, no hay manera de que Rebecca fuera asesinada por la explosión.

Las lágrimas caían gota a gota.

No iba a oír las palabras mal pronunciadas de Rebeca nunca más.

La chica que siempre estaba agarrándole las mangas ya no estaba aquí. No volvería a mostrarle su pura sonrisa.

Rebecca tenía un talento oculto como Espiritista.

Pero se enfrentaron a un Demonio que pudo acorralar a Kurumi. Probablemente, fue una pelea muy dura. Su cabeza, que había sido recuperada, estaba quemada y era imposible leer la expresión en su rostro.

El instante en que la explosión la había atrapado… Debe haber sido doloroso. Probablemente fue tan agonizante que había gritado en ese momento.

Aunque Rook era su superior, no fue capaz de salvarla. Ella terminó sufriendo una muerte dolorosa. Sufría pensando en los recuerdos de la época en que la había criado con cuidado.

—Decir que murió al ser atrapada por la explosión no es correcto.

A pesar de que estaba siendo agarrada por su cuello, la expresión de Raku no cambió. Como si fuera un dolor en el culo, comenzó a exponer los hechos sobre toda la situación.

—¿No te dijeron que por los resultados de la autopsia, ella probablemente murió antes de la explosión?

—¡¡Cállate!! ¡¡Aún así, pero incluso así…!!

—Kurumi, o como sea que ese Demonio se llamara, simplemente fue asesinada. Hey, ya sé. Solo véngate del Demonio que mató a esa ardilla. ¿No te sentirías mejor si aniquilas a toda la raza demoníaca?

—¡¡Por supuesto que me vengaré!! Pero, mantener rencor… Eso … Hacer eso no es bueno.

No debo empezar a despreciar a los Demonios.

Quería vengarse de quien mató a Selestinna. Quería matar al Demonio que acorraló a Kurumi hasta la muerte. Quería dejar caer el martillo de la justicia a quien cortó en pedazos a la adorable Rebeca.

Pero no podía guardar rencor a toda la raza demoníaca.

Rook siempre se aseguró de no pasar esa línea.

En el juego, el magnífico y trabajador personaje principal Rook no tendría rencor a los Demonios sin importar qué tipo de dolor pasara. De hecho, incluso si una de las heroínas fuera asesinada debido a una elección equivocada, seguiría buscando el camino de la reconciliación. Por eso no podía guardar rencor por los demonios.

No podía perdonar a los Demonios que no sólo mataron a Selestinna, sino incluso a Kurumi y a Rebecca. No quería vengarse sólo de los involucrados con esos casos, en realidad quería aniquilarlos a todos. Pero para que Rook siguiera siendo Rook, tenía que evitar hacerlo a cualquier costo.

Rook se estaba desesperando y comenzó a reprenderse. Pero en lugar de soportar esos sentimientos, su odio por los Demonios aumentaba.

—Verter palabras de odio hacia el creador de la bomba es simplemente sólo para desahogar la ira, ¿sabes? Yo, Rook… hice la bomba por pedido. El Demonio que la usó realmente es el culpable… O tal vez, ¿nunca pensaste que Kurumi usaría realmente esa bomba?

Rook apretó los dientes.

Hace tiempo, Raku había estado obsesionada con la producción de bombas. Rook le preguntó si podía hacer una que explotara con sólo presionar el botón con los dientes sin pensarlo demasiado.

Por supuesto, el personaje principal del juego no hizo tal cosa. Rook lo había hecho por diversión sin la intención de utilizarla.

Por supuesto, a pesar de que Raku hizo algo parecido, no fue capaz de hacerla exactamente. Sin embargo, fue capaz de hacer una pequeña bomba lo suficientemente pequeña para caber entre los dientes. Incluso después de recibirla, la había dejado dentro de su escritorio, pero… Debido a que Kurumi insistió en que la quería, terminó por darle la bomba.

Por supuesto, le había dicho que nunca la usara, sin importar lo que pasara.

—Al explotar una bomba en tus dientes, es posible hacer explosiones en cadena con bombas unidas al cuerpo… ¿Por qué, por qué harías eso, Kurumi?

—Como el que se la dio, tienes alguna responsabilidad, ¿sabes? —declaró Raku con un suspiro. Rook ma miró intensamente por la forma en que actuaba.

—¡¡Raku-ane!! [1]

—Sé honesto contigo mismo, hermano mío —Raku miró a Rook como si estuviera viendo algo lamentable. —Odias a los demonios, ¿verdad? Entonces, está bien aniquilarlos. No escatimaré esfuerzos para ayudarte con eso.

—¡No juegues conmigo! ¡¡Yo, yo no odio… !!

—Cualquiera que sea la elección que hagas, debes estar resuelto a llevarlo a cabo.

—¿Resuelto? Fortalecí mi determinación hace mucho tiempo. Haré un mundo donde Demonios y humanos puedan vivir juntos pacíficamente y…

—Para con esos ideales. Sólo los mocosos creerían en ellos.

Rook sintió un déjà vu al escucharla.

Pensó en las palabras que Charlotte le había dicho. Sus intensos sentimientos se desvanecieron y la fría mirada que le dio se revivió en su mente.

En el momento en que se acordó de esa mirada, Rook apartó la mano de Raku. Y luego, retrocedió.

—Yo… yo soy… Estos no son ideales. Realmente quiero traer la paz al mundo. Algo así como la guerra está mal.

—Eso es lo que llamarías un ideal. Estas sufriendo una pesadilla que se llama tener ideales… Bueno, está bien. Es mejor si te preparas para la próxima batalla. Los Espiritistas de Bistolru han perdido a su cabeza de familia y un líder, y el Buryuuser recibió un golpe duro al perder muchas de sus excepcionales tropas. Los Espiritistas Bernaal y Borukk están vigilando el norte. Sólo los Barusak lucharán. En otras palabras, te confiarán el liderazgo de la batalla.

La capa blanca de Raku se movía con el viento. Su pelo plateado de triste aspecto revoloteaba frente a los ojos de Rook.

Después de dar una última mirada a su hermano pequeño, que permaneció allí de pie perplejo, se alejó.

—Hasta que te despiertes de tus ideales, haz lo mejor para sobrevivir. Puedes ir a visitarme de nuevo cuando quieras. Puedo oír tus quejas ociosas e incluso prepararé té para ti… Mi querido hermanito.

Mientras fumaba su pipa, su hermana mayor Raku, una de las heroínas, abandonó el lugar.

Todo lo que quedaba allí era el olor del humo y Rook Barusak. Apretando los puños, miró con furia las marcas de las lágrimas que cayeron en el suelo antes.

Intentando ahogar la ira y el odio, Rook respiró hondo. Y luego, como si se pusiera una máscara, volvió a su rostro habitual.

Odiaba a los Demonios tanto que no lo podía soportar.

Quería destruirlos para que probaran el dolor de perder a sus seres amados.

Pero este era un sentimiento que el personaje principal no debería albergar.

—Aun así, yo… No debo retener resentimiento por los Demonios —murmuró, intentando grabar esas palabras en su corazón.


[1]: Ane es otra forma de decir “hermana mayor”.

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