Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 9: Mis huellas (5)

Traducido por Tomoe

Editado por Sakuya


El entrenamiento que empezamos cuando padre terminó de hablar, era más ligero que el que usualmente hacía.

…Quizás es porque últimamente había estado añadiendo cosas aquí y allá en el menú que recibí de padre.

Cuando los ejercicios de calentamiento y estiramiento terminaron, empezamos con las prácticas de balanceo.

De arriba hacia abajo.

Cada vez que balanceaba mi espada, cortaba cualquier exceso de emociones, y el sentimiento en mi corazón empezó a sentirse bien. Era una sensación similar a algo penetrando a través del núcleo dentro de mí.

Mientras estaba impresionada con eso, las prácticas de balanceo también terminaron, después, terminamos con peleas de uno contra uno. Los nombres fueron llamados en parejas, y esas dos personas se confrontaban uno contra el otro, intercambiando golpes con sus espadas.

Mire fijamente sus movimientos como si los estuviera devorando. Ya veo, así que también hay esa forma de moverse… al igual que era educativo.

Podría ser posible que reproduzca esos movimientos por mí misma, aunque sería difícil con mi físico. Miraba mientras pensaba cómo lidiar con ellos si mi oponente fuera a hacer esos movimientos.

—Siguiente, ¡Mel y Larda!

Siendo una de las últimas personas dejadas, mi nombre finalmente fue llamado. Mi oponente era un hombre que estaba desconcertado ante mi apariencia. Era evidente que, cuando la persona conocida como Larda, supo que yo era su oponente, estuviera anonadado.

—Bueno, entonces, ¡empiecen!

La voz del hombre actuando de árbitro e instructor, entró en mis oídos. Sin embargo, Larda no comenzó a moverse. Parecía que estaba confundido sobre lo que debería hacer conmigo como su oponente.

Espere por un largo tiempo, pero él no mostró ningún signo de moverse. De este modo, quien empezó a moverse fui yo. Dirigiéndome a su pecho, blandí mi espada.

— ¡Uooh…!

Los ojos de Larda se abrieron con sorpresa, mientras repelía mi espada. No obstante, su postura colapsó.

Usando eso, lo hice caer y empujé mi espada ante sus ojos.

—… ¡L-la ganadora! Mel.

Debido al griterío, los alrededores se volvieron ruidosos.

Terminó demasiado rápido… encima de todo, parece que ellos estaban sorprendidos de que lograra ganar.

Aunque, por dentro, sentí como chasqueaba mi lengua. No parecía que peleé del todo. Porque él había dejado caer su guardia.

—…Larda. Lo dije, ¿no? Esa niña de ahí ha sido entrenada por mí. Ese es tu mal hábito. Te relajas con tu oponente si ves que ellos son más débiles que tú. En el campo de batalla… no, en cualquier tiempo no hay débiles o fuertes. Todo lo que hay, es como derribarás a tu oponente, y quien sigue eso, hasta el final, se volverá fuerte. Elimina ese hábito inocente.

—…Sí. Mis sinceras disculpas. —Larda bajó la cabeza ante las duras palabras de padre.

—…Mel. ¿Aún quieres pelear?

—Sí.

—Entonces, siguiente. Ganz, ven.

Ante las palabras de padre, un hombre diferente tomó el lugar de Larda, viniendo en frente mío.

—E-entonces… Ganz contra Mel. ¡Comiencen!

Ante las palabras del árbitro, ambos empezamos a movernos. Juzgando su atmósfera, parece que él no estaba dejando caer su guardia.

…Muy bien.

Mientras recibía su dura habilidad con la espada, sonreí ampliamente. Aun así, como se esperaba, comparado con padre, sus movimientos eran lentos, y la fuerza transmitida a través de su espada era débil.

Aunque la persona estaba siendo comparada ante padre después de todo. Es solo que, era divertido tener un oponente con movimientos y habilidades con la espada diferentes de padre.

Después de intercambiar varios golpes, me dirigí a su pecho e hice volar su espada, luego, empujé mi espada hacia su nuca mientras lo desarmaba.

Nuestro alrededor quedó en silencio. Ninguno abrió su boca, eran incapaces de hacer un simple sonido.

—…La ganadora, Mel.

En el medio de eso, el instructor nerviosamente abrió su boca.

—Con eso, entienden como ha practicado Mel… ¿hay alguien que aún se oponga a que ella participe en el entrenamiento?

Cuando padre dijo eso, ninguna sola persona alzó su voz.

…Así que estaba siendo examinada, me reí.

—Muy bien. Bueno entonces, ¡terminamos por hoy! ¡Está bien hacer lo que quieran!

Diciendo eso, el entrenamiento terminó. Aunque terminó… bueno, ¿qué debería hacer?

Honestamente, hoy no sentí como si mi apetito estuviera satisfecho.

…Aunque era educativo.

Y desde que era la primera vez que peleaba contra alguien que no fuera padre y mi hermano mayor, parecía que aún estaba emocionada.

Con esto último, sin dejar mi espada detrás, empecé a correr, así podía mover mi cuerpo.

3 respuestas a “Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 9: Mis huellas (5)”

  1. No puedo ver la flor de la sociedad en ella, sólo una niña talentosa. Quiero maldecir el ser del mal que va a lastimarla en el futuro. Por lo que mira ella comenzó a ganar su espacio en la sociedad.

    Gracias por el capítulo.

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