Rehabilitando al villano – Capítulo 11

Traducido por Maru

Editado por Sakuya

Corregido por Sharon


Aprovechando la oportunidad, Ling Xia arrastró a Yu ZhiJue y Song XiaoHu fuera y comenzó a correr.

Mierda, aunque estos dos también pasaron por algunos peligros durante el registro en la secta ShaoYang en la novela, ¡no me cabe duda de que no hubo un escenario de asesinato!

Ese joven saltó rápidamente, lanzándoles la daga con atributo de fuego de su mano. Sin embargo, perdió su objetivo y se clavó con firmeza en la pared, lo que provocó que los árboles muertos que estaban cerca se incendiaran.

Ling Xia lo vio por el rabillo del ojo. Sobresaltado, y sin dudarlo, utilizó toda su fuerza para tirarle varias rocas del tamaño de un barreño para obstaculizar sus acciones. Todavía llovía mucho fuera, haciendo difícil mantener los ojos abiertos con ese aguacero.

—¡Corred, no os quedéis aquí! —bramó Ling Xia.

Los dos chicos, que había sacado de allí, parecían congelados del miedo, por lo que tuvo que seguir tirando de ellos, listo para correr.

De repente, Yu ZhiJue se sacudió de su mano.

—Idiota, ¿para qué estás corriendo? —le preguntó con frialdad.

Ling Xia se detuvo. Solo en ese momento se percató de que Yu ZhiJue no tenía ningún atisbo de miedo en su rostro, y aunque Song XiaoHu parecía un poco nervioso, tampoco mostraba rastro de miedo. Eso le hizo recordar en qué tipo de mundo se encontraba.

Joder, ¿qué pasa con todas estas personas tan beligerantes? [1]

—¿Ya no corren? ¿Finalmente se dieron cuenta de que no pueden escapar? —se burló el chico parado en la entrada de la cueva.

Yu ZhiJue miró a Ling Xia con desdén antes de girarse hacia el enemigo.

—¿Quién eres realmente? A menos que me equivoque, la daga con atributo de fuego de tu mano debe estar hecha de la piedra anti-nube, raramente vista. Como alguien que puede permitirse una daga como esa, ¿qué necesidad hay de atacar a gente pobre como nosotros?

—Tu vista es bastante buena. Y ya que estarás muerto dentro de poco, no hay nada malo en que sepas quién soy —respondió este con frialdad y una leve expresión de asombro, al mismo tiempo que guardaba la delicada daga. Cuando terminó de hablar, puso una píldora medicinal en su boca y, a medida que gradualmente se iban disipando los efectos de la píldora cambiante, se reveló una cara muy familiar. Yu ZhiJue soltó una carcajada.

—¡El que morirá pronto aún no se ha decidido!

Los labios de Ling Xia se torcieron, quedándose sin palabras. Durante el repentino giro de los acontecimientos previos había considerado multitud de posibilidades, como un enemigo de Yu ZhiJue que hubiera llamado a su puerta, alguien que viese a través de las condiciones físicas del protagonista y del villano y estuviera celoso…

¡Lo que nunca esperó en un millón de años fue que ese joven fuera en realidad el hermano mayor de la “Altiva y Poderosa” señorita Cui Yu, el hijito que casi consigue que se ahogasen antes, Shang Yan!

¡Esa niña solo tiene diez años! ¡Por no mencionar que Yu ZhiJue tiene cero interés en ella! Solo por una razón tan estúpida como esa, ¿llegarías a disfrazarte para matar a una persona?

Cui Yu había esperado en Pabellón Contemplando Nubes por largo tiempo, pero sus hermanos mayores llegaron primero. Llena de mala gana, volvió con Mo Dai y los demás, refunfuñando y quejándose durante todo el camino mientras no paraba de demandar que evitaran que Yu ZhiJue se presentara a la secta ShaoYang y que, en su lugar, la siguiera de regreso a la ciudad de YunXiao para convertirse en discípulo de su padre.

Escuchar eso hizo que Shang Yan sintiera un odio y celos interminables, por lo que cuando vio a alguien ayudar y soltar a Song XiaoHu, de inmediato consumió una píldora cambiante y lo siguió en secreto, noqueando incluso a un chico que se registró para rastrearlos hasta allí. Debido a la barrera de protección establecida por los maestros de la secta ShaoYang, el uso de herramientas mágicas o técnicas de alto nivel se descubriría con facilidad, por lo que hasta ahora se había escondido y mantenido oculto.

Él era el discípulo directo del gobernador de la ciudad de YunXiao, e incluso si no llevaba entrenándose por mucho tiempo, su fuerza ya era bastante excepcional, por lo tanto, era capaz de ocultarse sin que ninguno de ellos lo notara. Aprovechando el abrupto cambio en el clima, se reveló con decisión y atacó.

—¡Ey! —Ya que no poseía la energía suficiente para hacer frente a la situación, Ling Xia preguntó directamente—: No puede ser que estés aquí por tu hermana menor, ¿verdad?

Tan pronto como se mencionó a Cui Yu, Shang Yan sacó su herramienta mágica con atributos de rayo de su bolsa de almacenamiento y, haciendo uso del estruendo de los truenos del cielo, les lanzó una ráfaga de rayos. Él era plenamente consciente del temperamento de su hermana menor; si no llegase a matar a estos tres y ella lo descubriese, lo ignorará y nunca más le volverá a hablar en el futuro.

Tan pronto como Ling Xia lo vio mostrar esa herramienta mágica, recordó lo que sucedió en el lago y al instante gritó:

—¡Esquivad!

Acompañando esta advertencia, tomó una enorme roca y la arrojó a Shang Yan. Casualmente, se estrelló en el camino de los rayos, esparciéndose por el suelo mientras explotaba en innumerables pequeños trozos.

Tanto la capacidad de salto de Yu ZhiJue como de Song XiaoHu era excepcionalmente buena, y saltaron lejos en un instante, lo que provocó que los tres se separaran. Shang Yan se detuvo un instante y, empuñando su herramienta mágica, cargó enseguida contra Ling Xia, juzgando que el chico mayor sería el más fuerte. Cuando el otro lo atacó en la cueva antes, lo envió volando y se estrelló contra la pared, e incluso ahora, su circulación interna seguía bloqueada.

Ling Xia esquivó a toda prisa, pero pronto fue forzado a un estado miserable. Con un solo paso en falso, fue golpeado en un lado y se precipitó al suelo, con todo su cuerpo paralizado e incapaz de moverse.

Yu ZhiJue sacó el cuchillo de medio pie de largo que cogió cuando escapó de Cumbre de la Doncella Sagrada de debajo de la pernera de su pantalón y se abalanzó sobre Shang Yan sin la más mínima duda. Había aprendido algunas técnicas en secreto, pero no sabía cómo usar su energía espiritual todavía. Shang Yan, blandiendo una herramienta mágica en una mano y sujetando la daga en la otra, intercambió golpes con Yu ZhiJue, demostrando su habilidad y destreza superiores con cada golpe.

Song XiaoHu levantó a Ling Xia de prisa, deseando moverlo a un lugar seguro, pero su cuerpo todavía era demasiado pequeño, y arrastrar a alguien que era una cabeza más alta que él era muy agotador. Una racha de rayos lo golpeó desde arriba y con un estremecimiento, Song XiaoHu también se derrumbó.

Al ver que dos de los tres habían caído, Shang Yan estaba satisfecho consigo mismo. Guardó su herramienta mágica con una sonrisa, y deslizando la daga por la hoja de Yu ZhiJue, le apuñaló profundamente en la palma de su otra mano. Yu ZhiJue soltó un gruñido sordo y, con un estruendo, su propio cuchillo cayó al suelo.

—¿No estabas actuando duro hace un momento? ¿Por qué estás tan callado ahora? —se burló Shang Yan de repente, clavando la mano de Yu ZhiJue en el muro de piedra.

Mientras hablaba, poco a poco, empujó la daga aún más profundo, observando la expresión de dolor de Yu ZhiJue mientras se mordía los labios para soportarlo, y con una mirada de suficiencia, sacó el arma con brusquedad.

—Duele, ¿eh? Vagabundo insignificante, ¿te atreves a mencionar a mi hermana menor? —Presionando la daga contra el cuello de Yu ZhiJue, Shang Yan se burló—. Antes dijiste que no se había decidido quién moriría. En ese caso, ¿quién dirías que va a morir ahora?

Las gotas de lluvia salpicaron implacables la cara de Ling Xia, quien yacía empapado e impotente en un foso de barro. Aunque no podía moverse, podía oír y ver todo lo que estaba pasando, y su cuerpo temblaba sin cesar con desasosiego y preocupación.

Ya no tenía el lujo para engañarse a sí mismo pensando ingenuamente. Podía ver, por las brutales acciones de Shang Yan, que tenía intenciones de matarlos a los tres…

Apresúrate y muévete. Solo muévete…, se ordenó.

Dirigió una mirada expectante hacia el protagonista, pero desafortunadamente los ojos de Song XiaoHu estaban cerrados. ¡Estaba fuera de combate!

Yu ZhiJue miró con frialdad la daga en estrecha proximidad y luego miró con resolución a Shang Yan.

—Este no es el final todavía —dijo.

Un extraño y cruel brillo escarlata cruzó por sus ojos y, al ver esto, Shang Yan se sorprendió, quedándose en blanco por un momento.

Bajo una oleada de furor y angustia, Ling Xia se levantó de repente. Con una fuerza que no sabía que tenía, agarró unas cuantas rocas y cargó con un aullido clamoroso:

—¡Que te jodan! ¡Qué diablos hace un menor jugando a este tipo de juego infernal! ¡Te lo advierto, no puedes permitirte estas apuestas!

Shang Yan se sobresaltó alarmado y movió su pierna deprisa. Pateado, Ling Xia se tambaleó unos pasos hacia atrás, pero aun así lanzó las rocas de su mano con todas sus fuerzas, y una de ellas golpeó en la esquina del ojo derecho de Shang Yan. A fin de cuentas, el periodo de entrenamiento de Shang Yan aún era corto y, al final del día, se apoyaba en las herramientas mágicas para defenderse. Todavía tenía que aprobar la etapa introductoria del cultivo de su cuerpo, por lo que al ser asaltado por la poderosa fuerza de Ling Xia, su ojo se hinchó al momento y lo cubrió por reflejo con la mano.

Justo en ese momento, Shang Yan sintió un escalofrío en su abdomen, seguido por un dolor agudo. Aturdido, bajó la cabeza para descubrir un cuchillo que sobresalía de su estómago y un par de ojos clavados en él que lo fulminaban.

Incontables pensamientos pasaron por su mente: ¿Exactamente cómo se movió en ese momento? ¿Por qué no me di cuenta? 

Pero antes de que pudiera pensar en una respuesta, la hoja de medio pie dentro de su cuerpo se retorció implacable varias veces, mientras una indescriptible agonía y dolor le privaron de la capacidad de respirar.

Después, Yu ZhiJue se retiró bruscamente y Shang Yan dejó escapar un grito áspero y espeluznante. Un hilo de sangre goteó por la esquina de su boca y, sujetando su estómago, se desplomó y cayó.

Ling Xia se hundió en el suelo, mirando con incredulidad la escena ante sus ojos.

Un rayo de luz dividió el cielo y, en el instante en que pasó, vio con claridad la expresión de Yu ZhiJue, derrumbado contra el muro de piedra y jadeando repetidamente para respirar. Cuando sus ojos se encontraron, ese rostro aún muy joven y tierno no contenía violencia ni ferocidad, al contrario, estaba lleno de vacilación y el temor de un niño perdido.

Sonaron unos cuantos truenos más y, como si se despertase de manera brusca, Yu ZhiJue miró el cuchillo en su mano. Las gotas de lluvia limpiaban las manchas de sangre que fluían del cuerpo del arma hacia su muñeca. De inmediato liberó su agarre, agachó la cabeza cuando se apoyó en el muro de piedra con una mano y comenzó a vomitar hasta la última gota de bilis en su cuerpo.

Había concentrado todo su resentimiento e indignación acumulados por el trato discriminatorio que recibió en esa puñalada, pero ahora todo lo que quedaban eran unas náuseas interminables y abominables.

A pesar de que estaba completamente aterrorizado, Ling Xia aún se puso de pie con rapidez y, mientras temblaba y tropezaba, llevó a Song XiaoHu a la cueva. Aliviado tras confirmar el latido de su corazón y respiración, y a pesar del temblor incontrolable de su cuerpo, salió sin detenerse.

Desde que nació hasta ese momento, solo había presenciado la muerte de tres personas; la primera siendo la de su abuelo. Todavía era un niño, y al ver al hombre mayor en la cama sin respirar, solo pudo preguntarle con ignorancia a su madre, que no paraba de llorar, qué le había sucedido a su querido abuelo.

El segundo fue en la carretera, cuando vio de primera mano, con el corazón lleno de compasión y simpatía, un cuerpo mutilado de un accidente de tráfico siendo rescatado por los oficiales de tráfico.

El último fue cuando una chica de la que estaba enamorado en secreto se ahogó. Tenía solo dieciséis años en ese momento, y cuando vio su cuerpo en la ceremonia conmemorativa, lloró hasta el punto de casi desmayarse. Solo gracias al apoyo de sus dos compañeros de clase consiguió no derrumbarse y colapsar en el suelo.

No obstante, esa era la primera vez que presenciaba personalmente el asesinato de una persona, y ese tipo de horror inexplicable era un hecho real, no una escena de libro. ¡Ver cómo una vida desaparecía ante sus ojos era un escenario cruel!

Pero en este punto, sabía que no podía abandonar a Yu ZhiJue, no podía dejarlo solo…

—Eso fue en legítima defensa, de otra manera, seríamos los únicos muertos ahora… —murmuró para sí mismo una y otra vez, esforzándose al máximo para dar cada paso más firme y decisivo, respaldado con más fuerza.

Antes, todas las palabras sobre salvar al villano eran simplemente una forma de apoyo moral en respuesta a arribar por error en ese mundo. No fue hasta ese momento, al ver la expresión desgarradora en el rostro de Yu ZhiJue, que de verdad, con toda seriedad, tenía ese tipo de conciencia y resolución.

¡Debo proteger a ese niño! ¡De ninguna manera permitiré que caiga en la oscuridad hasta el punto de no retorno!


[1] Beligerante: combativo, belicoso, batallador.

Maru
Pobre A-Jue, tener que verse envuelto en esa terrible situación. No puedo evitar querer abrazarlo y calmarlo. ¡Ling Xia, tienes que darle todo el amor del mundo!. ¡Confiamos en tí!

Una respuesta en “Rehabilitando al villano – Capítulo 11”

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