Cenicienta – Capítulo 23: Lo que creas que es vergonzoso depende de ti

Traducida por Den

Editada por Sakuya


—E-Esposa, pero…

El General Brennan besó mi mano, las agarró con sus grandes manos y me miró. Debajo de sus hermosas cejas, sus ojos color avellana brillaron.

¡Aeeeeee!

Estoy llena de emociones que no puedo entender.

Era esto, quizás, ¿porque había escuchado los rumores y quería irritar a la gente mala?

Estaba tan avergonzada que quería asegurarme de no tener una hemorragia nasal. Pero cuando quise apartar mis manos, no me soltó. No podría averiguar el estado de mi rostro sin fuerza.

El General Brennan me dio una sonrisa indulgente. Ah, estoy en problemas, pensé, mientras apartaba la mirada reacia.

—Lo siento, mi mente fue vencida —dije con una risa temblando de la vergüenza.

— ¿Puedo sentarme a tu lado? —preguntó.

—Oh sí, por favor —asentí. El rostro del General recuperó su habitual tranquilidad. Me moví para darle espacio pero se sentó lo más cerca posible de mí en el canapé. Todavía no había soltado mi mano.

—Siento que arderé en rabia cuando pienso en ti hablando y llevándote bien con otros hombres aparte de mí. Estoy siendo un hombre celoso, ¿verdad? Sé que hay hombres que te convendrían más —hombres jóvenes, pero no quiero que sus personas desagradables se acerquen a ti.

Lo miré sorprendida y avergonzada mientras tenía cuidado de las hemorragias nasales. Wow, wow, General. Por favor detente. No digas cosas tan irreflexivas con una cara tan molesta. No creo que mi mucosa nasal pueda soportarlo.

No quería dudar de él, pero ¿realmente se sentía así por mí? ¿Puedo responder con sinceridad? ¿Se me está permitido?

¡Yo…!

—Milady, por favor, dime si no te gusto, y no te preocupes por esto, me detendré —dijo pero su expresión era triste mientras tomaba mi mano suavemente.

Esperaba que me soltara, quería separarme solo un poco para poder pensar con claridad. Sus grandes y cálidas manos alrededor de las mías eran todo en lo que podía pensar. Rápidamente aparté mi mano y escapó con un *pop*. Finalmente, libre de las manos del General, me siento en un espiral de pensamientos.

Por ejemplo: ¿Cuáles son sus intenciones tomándome de las manos? ¿Estaba diciendo la verdad? ¿Puedo responder honestamente? ¿Estaba bien alguien como yo? Oh, ¿qué hago?

—Señorita Fredericka, —el General me observó con ojos tristes, y sentí una aprensión en mi pecho.

Me gusta.

En ese instante, la voz de mi madre hizo eco en mi cabeza, “Intenta tentarlo. Habla honestamente. Si le gustas, querrá salir contigo si tú quieres salir con él”.

Supongo que incluso si pensaba que el General estaba avergonzado de no ser sincero, podría reírme de mi desafortunado accidente. ¡Estoy segura de que hay gente que se reirá de mí!

Incluso si soy mortificada, no debería dejar que el General se sintiera mortificado. No dejes que tu persona favorita se sienta avergonzada. ¡Ese es el mote de la familia Castley!

¡El coraje de una mujer, ven a mí!

Respiré hondo y dije:

—Te quiero. Te amo. Si al General Brennan no le importa, sé que no soy una persona respetable, pero dame todo.

En el momento en el que toqué su mano, me dio un abrazo feroz.

*¡Ugfu!*

Hice un extraño sonido cuando me abrazó con demasiada fuerza. El General Brennan; el soldado más fuerte desde la fundación del país hasta ahora. Bueno, no aprendí a soltar lindas voces en momentos de peligro de madre.

—Señorita Fredericka… ¡Fredericka!

Hi ~i~iiiiya~a! ¡Mi nombre! Dijo mi nombre con una voz tan dulce, justo en mi oído. Es inducido con una fuerte sensación 『fuo~o~o~o~a 』

No vi la obra después de todo. Bueno, no mucho de ella. Porque estaba en el regazo del General nuevamente, y me estaba dando pequeños besos por todas partes.

Cuando la obra terminó, como una tempestad; el General me llevó al carruaje. De regreso a casa, estaba de nuevo en su regazo. No me dejaba escapar. Susurró que no quería dejarme ir a casa y otras cosas dulces y me besó. Mi mucosa nasal permaneció firme; ¡es fuerte! Gracias madre, por dar a luz a una hija con una fuerte mucosa nasal.

De alguna manera, ¡estoy enamorada! Estaba inmersa en varios pensamientos de los  que debería estar avergonzada como una chica. Debería tener pensamientos más encantadores. Lo siento, pero no me siento así.

Cuando el General me bajó, dijo:

—Vendré y daré mis saludos formalmente —no entendí.

Estaba aturdida, caminando en el aire, fui a bañarme y me acosté sin decirles a mis padres la gran noticia.

Al día siguiente, se convirtió en algo serio.

12 respuestas a “Cenicienta – Capítulo 23: Lo que creas que es vergonzoso depende de ti”

  1. Jajajajajajajajaja….eso fue ardiente general, así que puedes ser así de candente ….pobre mucosa nasal de Rika….jajajajajaja me encantó 🥰🥰🥰🥰ame al general😍😍

  2. Ju ju ju después de llorar y reírme tanto en plena calle no me extrañaría oír “mamá x q esa persona actúa tan raro” 😌 peeeeero fue imposible después de tanta emoción 😀😀😀😀😀 tan buen capítulo 😍😍😍😍
    Gracias por la droga 😆😆😆
    Se supone q no comento cuando ando en la calle pero igual fue inevitable 😅😅😅😅

    1. jajajajja estamos igual, mi mamá ya me grito que si había enloquecido xD pero como no emocionarte con semejante pareja *- Haaaaaaaaaaaaaaaaa es taaaan lindooo el general

      1. Jajajajajajajajaja….eso fue ardiente general, así que puedes ser así de candente ….pobre mucosa nasal de Rika….jajajajajaja me encantó 🥰🥰🥰🥰ame al general😍😍

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido