Lucía – Capítulo 51: El doctor de la Familia Taran (3)

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Bienvenida, Kate.

Aunque Kate estaba de visita sin previo aviso, Lucía la saludó con un ligero abrazo y la recibió felizmente. La amistad de las dos era igual que antes.

A pesar de la brecha que existía entre ellas como duquesa e hija de un vasallo, sus dos personalidades pudieron destruir esas barreras. Con Lucía, que no afirmaba su autoridad como duquesa y Kate, que era directa y no aprovechaba su amistad con la duquesa, simplemente se trataban mutuamente como una persona a otra.

—¿Te sientes mejor ahora? —preguntó Lucía.

—Sí. Me he recuperado por completo, así que vine a verte.

Kate había estado atrapada en su casa durante casi un mes debido a una fiebre fría.

—Quería ir a verte pero… lo siento.

Lucía no pudo ir porque Hugo se negó por completo a permitirlo. Incluso cuando trató de explicar que era solo una visita corta para no tener fiebre en ese corto período de tiempo, actuó como si no estuviera escuchando nada. Más bien, usando la razón de que hubo un brote de fiebre fría, prohibió por completo las salidas.

—¿De qué estás hablando? Hiciste bien en no venir.

Kate solo podía temer por problemas futuros si había pasado su enfermedad por error a Lucía. No deseaba provocar la ira del duque.

Por otro lado, Kate estaba ansiosa por contarle a Lucía los cambios en la atmósfera del norte en estos días. Además de tener una fiesta de té dos o tres veces al mes, la duquesa no tenía otra actividad oficial y, sin saberlo, se había convertido en un gran éxito en los círculos sociales.

Sin embargo, aunque era una figura destacada en los círculos, no estaba en el centro de atención.

Era similar a cómo el duque de Taran gobernaba sobre el norte pero reinaba prácticamente sin ser visto. Lucía conoció a quince personas a la vez y la fiesta de té a pequeña escala solo limitó la comprensión del público de su psicología. Se buscaba su presencia en el centro de la alta sociedad del norte más de lo que podía suponer.

Kate vio que los círculos del norte estaban buscando noticias sobre la duquesa y había clamado a su tía abuela acerca de informar a Lucía, pero fue denunciada por ser demasiado apresurada.

La señora Michelle le dijo estrictamente que si la duquesa escuchara esas palabras de otros antes de ser consciente de su posición, sería difícil para ella evaluar adecuadamente su entorno.

—¿Su Gracia está inspeccionando al feudo? —preguntó Kate.

—Sí. Por lo general, toma alrededor de cuatro a cinco días, por lo que debería estar de regreso mañana. ¿Cómo está la señora Michelle?

—Lo mismo de siempre. La molestia ha aumentado. Estoy cansada de escuchar que al menos debería parecerme a la mitad de la duquesa.

—Sabes que ella solo dice eso. Una sabe lo hermosa y encantadora que eres, Kate.

—Creo que Lucía es mucho más encantadora.

—Gracias.

Mirando la sonrisa de Lucía como agradeciéndole el servicio de labios, Kate no enfatizó que realmente pensaba eso. Incluso si lo hiciera, solo se reiría como bromas.

Cada vez que veía a Lucía, siempre se sentía extrañamente encantada. Lucía no era una belleza deslumbrante, pero cuanto más la miraba, más le atraían los ojos. No era una apariencia lujosa, pero ella misma era como un aroma que atraía a la gente. Como llenar un espacio cerrado con flores, incluso después de quitar todas las flores, la vista permaneció, resonando en la memoria de uno.

—El clima se ha vuelto más cálido, así que estaba pensando en ir a cazar zorros. Vamos juntas. —dijo Kate.

—¿Está bien hacer eso cuando te acabas de recuperar?

—Claro, no hay problema. Aunque, como no tienes un zorro, solo puedes mirar.

—La experiencia sola es suficiente para mí.

En ese momento, se escuchó el sonido de una bocina.

—Su Gracia debe haber regresado.

Después de esas palabras, Kate comenzó a ponerse de pie, pero Lucía la disuadió y volvió a sentarse.

—Eres una invitada, así que está bien si estás aquí. Me disculparé un poco.

Lucía se fue y Kate se quedó sola en la sala de recepción, así que se relajó cómodamente en el sofá. Recordó haber visto la cara de Lucía iluminarse con el sonido de la bocina y una risita escapó de su boca. Fue una vista adorable.

¿Le gustaba tanto su marido? Mientras hablaba con Lucia, Kate a menudo la veía convertirse en una doncella tímida cuando se trataba de su esposo. El rumor de que la pareja ducal tenía una relación matrimonial bastante buena estaba muy extendido, pero la gente tenía dudas ya que no lo habían visto personalmente.

Las personas que vieron a la duquesa inclinaron la cabeza y dijeron cuidadosamente que la duquesa no era tan hermosa para que el duque cayera con fuerza. Sin embargo, Kate no creía que se pudiera entender el encanto de Lucía después de sentarse con ella a tomar el té una o dos veces. Kate podía entender completamente cómo el duque se enamoró de los encantos de Lucía.

Cuando el té en su taza se calentó, la puerta se abrió. Kate se volvió para mirar y abrió mucho los ojos. Un hombre de cabello oscuro y de gran altura entró en la habitación, sosteniendo a la duquesa de la mano y atrayéndola. Tan pronto como la duquesa entró, la presionó contra la puerta cerrada y comenzó a besarla.

Guau…

Incapaz de pensar siquiera en alejarse de la situación inesperada, Kate miró fijamente la muestra de afecto frente a ella. Al duque se le confirió su título antes de que Kate hiciera su debut social y durante la guerra, Kate no tuvo oportunidad de ver la cara del duque. Después de que el duque se casó y regresó al norte hace algún tiempo, nunca había asistido a una reunión social, por lo que Kate nunca había visto al duque personalmente.

Sin embargo, el hombre de cabello negro que sostenía y besaba a la duquesa solo podía ser el duque.

¿La relación de la pareja ducal es bastante buena?

El rumor estaba mal.

No creo que esto cuente como bastante bueno.

La cara de Kate se enrojeció gradualmente. No fue un beso breve y refrescante para compartir la alegría del reencuentro. Fue un beso lleno de pasión ardiente y deseo explícito de quitarse la ropa y enredar el cuerpo con el otro.

El sofá en el que Kate estaba sentada daba a la entrada en una dirección ligeramente diagonal para poder ver la cara de Lucía apoyada en la puerta. Cuando sus ojos se abrieron, su mirada se encontró con la de Lucía y cuando vio que la cara de Lucía se volvía roja y brillante, su cara también se puso roja. A pesar de sí misma, una pequeña risa escapó de sus labios y se dio la vuelta.

Lucía se había olvidado de Kate por un momento y después de encontrarse con su mirada, solo puso sentir una vergüenza intensa. Golpeó el pecho de Hugo tan fuerte como pudo y Hugo sintiendo la feroz rebelión, retiró la lengua de su boca. Él chupó sus labios, besó el costado de su boca y luego se alejó.

—¿Qué? —se quejó.

—Invitado… Hay un invitado…

Sus ojos ambarinos estaban llenos de vergüenza. Mirando sus pestañas húmedas que parecían que ella se rompería, Hugo realmente quería tenerla en el lugar.

¿No podemos hacerlo aquí? No puedo soportar hasta la noche.

No pudo tenerla por unos días y su cuerpo se estaba volviendo loco de deseo. Le gustaba la limpieza, así que era raro que le permitiera tenerla sin lavarse y prepararse primero. Tampoco le gustaba ningún lugar que no fuera el dormitorio.

Cualquier intento de enviar a todos los sirvientes y probarlo en el pasillo o jardín fue rechazado. Incluso cuando estaba trabajando en la oficina, no sabía cuántas veces había reprimido para instarla a llevarla a su mesa y salirse con la suya. Ciertamente quería hacerlo algún día.

—¿Un invitado?

Hugo repitió tras ella y giró la cabeza hacia un lado para encontrar a una mujer sentada en el sofá con la cabeza baja. Pero no hubo cambio en su expresión. Su mano sosteniendo la cintura de Lucía y abrazándola permaneció como estaba.

—La señorita Milton…

—Ah.

La famosa.

Hugo caminó hacia el sofá, su mano aún en la cintura de Lucia y Kate rápidamente se levantó para hacer una profunda reverencia.

—Saludos a Su Gracia el duque. Soy Kate, hija del conde Milton.

—Encantado de conocerte, señorita Milton. Parece que he interrumpido su momento juntas.

Le dio a Lucía un beso ligero.

—Pasad un buen rato.

Soltó la cintura que había estado sosteniendo y salió de la sala de recepción. Era como una tormenta que explotó y desapareció tan rápido como llegó. Lo que quedaba dependía de la gente dentro.

Lucía no podría ser tan desvergonzada como Hugo y actuar como si nada hubiera pasado. Ella no pudo ocultar su vergüenza y permaneció en silencio, bebiendo el té frío. Así, las dos se sentaron allí, sin decir nada durante un rato.

—Tú… estabas hablando de cazar. ¿Cuándo sería? —preguntó finalmente Lucía.

—En… cinco días. Espero que puedas venir.

Su conversación continuó torpemente y algo fuera de lugar.

♦ ♦ ♦

Tan pronto como Jerome escuchó que la reunión acabó, entró en la sala de conferencias. Hugo se sentó a la cabecera de la mesa, mirando documentos.

Para aquellos nuevos en esto, era una atmósfera tensa, pero para aquellos que estaban ocupados en su día, era como siempre. Todos sabían que el duque tenía la costumbre de revisar el contenido de las reuniones durante unos treinta minutos después de que terminara.

—Su Gracia —lo llamó Jerome.

—Mmmmm… —Hugo respondió levantando la mano, señalando que no quería té.

—Fabian está aquí.

—Dile que entre.

Un rato después, Fabian entró y entregó su informe. Hugo miró a Fabian y lo reconoció con un movimiento de cabeza, luego tomó el informe. Mientras lo miraba, frunció el ceño. ¿Por qué la condesa de Falcon se acercaba repentinamente a la conocida de su esposa, la novelista?

—¿Qué demonios es esto?

Fabian se tensó ante la feroz reacción del duque.

—No ha pasado una o dos veces desde que has venido, ¿pero solo traes esto ahora?

Fabian tragó saliva. Si no lo trajera ahora, realmente estaría en un gran problema.

—Me disculpo. Fue un lapso de juicio.

Conociendo la naturaleza de su señor, Fabian admitió fácilmente su culpa. Varias veces, había sido testigo de la escena de otras personas poniendo numerosas excusas y haciendo que se les ocurriera algo.

Hugo continuó leyendo el informe y su expresión se volvió cada vez más cruel. El informe adicional incluía que la condesa de Falcon había hecho una verificación de antecedentes de la princesa Vivian.

Debido a la falta de tiempo, todavía se estaba investigando cómo la condesa de Falcon rastreó la relación entre la novelista y la princesa Vivian.

—¿Una verificación de antecedentes?

Al escuchar el tono del duque mezclado con amenazas, Fabian estalló en sudor frío.

—¿Quién está a cargo de las inversiones? Mándalo adentro.

Un tiempo después, Ashin entró. Ashin no era la persona responsable para ser exactos, pero estaba en condiciones de comprender el flujo de inversiones y contabilidad, así que entró en nombre de la persona que estaba ausente hoy.

—¿Hemos invertido en algún mercado o negocio de propiedad del conde Falcon?

Hugo recordó haberle pedido a la persona encargada que revisara un plan de negocios que le pasó la condesa de Falcon. Si se consideraba que el plan era rentable, la persona a cargo era responsable de decidir si invertir o no. Normalmente, Hugo dejaba asuntos relacionados con las inversiones al gerente y, a menos que se informara una pérdida, no se involucraba.

Ashin revisó rápidamente los documentos que trajo y encontró el documento relacionado.

—Retirad todas las inversiones. Inmediatamente —ordenó Hugo.

—¿Quiere decir… de inmediato? Al menos con un mes de anticipación…

—Ahora —enfatizó el duque.

Hugo chasqueó los nudillos con énfasis y Ashin se enderezó.

—Sí, señor. Me ocuparé de eso de inmediato.

Después de que Ashin salió de la habitación con pasos cuidadosos, Hugo ordenó al nervioso Fabian.

—Envía esta advertencia. Si esas tonterías se repiten alguna vez, será su cabeza la próxima vez.

Retirar inversiones e incluso enviar una amenaza. Por primera vez, Fabian encontró a la condesa de Falcon un poco lamentable. La familia Taran invirtió en una escala bastante grande para perder repentinamente una cantidad tan grande de dinero, los negocios del condado de Falcon se verían sacudidos.

Aun así, para una mujer con la que alguna vez compartió intimidad, era realmente despiadado. El duque de Taran no era alguien que buscara una rotación de inversiones a menos que se hubiera sufrido una pérdida, por lo que era la primera vez que Fabian veía al duque retirar una inversión por razones emocionales.

¿Debería felicitar un poco a la duquesa?

Fabian revisó sus pensamientos de que el duque se estaba divirtiendo y fascinado por ser un recién casado. Esto no era solo fascinación, era más como si su señor se hubiera enamorado de su esposa.

 ♦ ♦ ♦

Después de la cena, Lucía le pidió a Hugo que le diera algo de su tiempo. Fueron a la sala de recepción y se sentaron uno frente al otro.

—Cuando estabas ausente, me dijeron que el médico del duque quería verme —dijo Lucía.

La expresión de Hugo se congeló instantáneamente. Definitivamente había ordenado que ella no se enterara de la existencia del viejo. Esta fue la primera vez que Jerome no había cumplido sus órdenes.

Sintiendo la mirada de su amo sobre él, Jerome bajó la cabeza con una expresión rígida.

—No te enfades con él. Mi doctora es la que desobedeció tus órdenes. Parece que mi médico se encontró con el tuyo mientras buscaba una cura por todas partes y le pidió consejo. Escuché que llamaste a mi médico una vez por semana para preguntar sobre el tratamiento, así que creo que la presión sobre ella debería haber sido considerable.

Lucía no sabía que había estado llamando a Anna para preguntarle sobre el tratamiento. Ella pensó que él ya lo había olvidado y el hecho de que había estado preguntando constantemente por eso la hizo sentir agradecida. Pero también podía entender la carga mental que podría haber puesto sobre Anna.

—Mi doctora, Anna, renunciará. Espero que no la castigues adicionalmente.

Lucía pensó muy bien en los esfuerzos de Anna. La mujer fue más allá de su papel como médico primario e hizo todo lo posible para tratar a Lucía. Ella hizo todo el trabajo que Lucía había hecho en el sueño. Encontró a Philip a quien Lucía había conocido milagrosamente en el sueño.

Conoció al médico del duque y después de interactuar constantemente con él, comprendió su personalidad y habilidades médicas antes de pedirle consejo, y luego, cuando recibió el medicamento, lo probó personalmente. Por lo tanto, la cura se encontró como resultado de los esfuerzos de Anna.

Sin embargo, Anna fue imprudente. Fue una suerte que Lucia supiera qué medicamento era o de lo contrario habría tomado un medicamento con ingredientes desconocidos. No importaba si la droga era la verdadera cura o no.

Anna parecía no darse cuenta de cuánto error había cometido. Si Jerome supiera sobre esto, definitivamente le diría a su esposo y una vez que su esposo supiera, la vida de Anna estaría perdida.

La decisión arbitraria de Anna ocurrió debido a su sincero cuidado, por lo que Lucía no quería que la mujer fuera acusada de un delito en ese sentido y decidió mantener el asunto entre ella y Anna.

—Bien —dijo Hugo.

—Mi médico parecía estar seguro de que su médico conoce la cura.

—Ya… veo.

Hugo reconoció que el viejo tenía una notable habilidad médica. Si era el viejo, no era extraño que él supiera la cura.

—¿Podría ese tipo haber usado a tu médico para tratar de conocerte?

Dejando a un lado la habilidad médica de Philip, Hugo no podía creer al hombre mismo.

—No. Mi médico dijo que ella lo arregló activamente. Me dijeron que tu médico no quería revelarse hasta el final.

Anna se culpó lo más posible y cubrió a Philip. Ella no quería implicar a Philip, que ya estaba bajo vigilancia, y para Anna, Philip era un maestro cercano a su corazón y una persona genuinamente auténtica.

—Jerome.

Hugo hizo un gesto con los ojos, señalando a Jerome que se fuera y Jerome inclinó la cabeza en respuesta y salió de la habitación.

—Hay una razón por la que tomé medidas para evitar que conozcas a mi médico.

El viejo no podía hacerle nada ni había ninguna razón para que la lastimara. Lo que el viejo obsesivamente deseaba de Hugo era una hija, es decir, una novia para Damian y ella no podía tener un hijo de sangre Taran.

Hugo simplemente estaba preocupado por qué tipo de tonterías podría decirle el viejo, así que la mantuvo alejada.

—Ah, sí. No lo harías sin ninguna razón —contestó ella.

—Si quieres conocerlo, está bien si lo haces mientras estoy allí.

Si los tres lo conocieran juntos, el viejo no podría decir estupideces. Hugo no quería volver a ver al viejo, pero si el hombre conocía la cura, no podría evitarse.


Tanuki
Buenas gente, desde hace varios capítulos ando intrigado con Philip y su obsesión por continuar la descendencia de los Taran. Espero que al menos salga bien ya que quiero creer que ayudar a Lucia en su sueño fue algo que hizo de buena fe (aquí es donde el destino me odia y todo empieza a salir mal jajaja). Si el drama empieza con todo me verán en los comentarios al final del cap, nos vemos.

3 respuestas a “Lucía – Capítulo 51: El doctor de la Familia Taran (3)”

Responder a Emihud Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido