Marietta – Capítulo 1: Se arregló el matrimonio

Traducido por Kaori

Editado por Narumi

Corregido por Sharon y Yousei


—Marietta, tu matrimonio ha sido concertado.

—¿Matrimonio?

Cuando Marietta vio la seriedad en el rostro de su padre, el rey de Stellaus, se mentalizó para cualquier mala noticia que este pudiera darle, sin embargo, como él empezó a hablarle de su boda, no pudo evitar sentirse confundida.¿No era el matrimonio algo… bueno?

Su padre siempre hablaba de cómo le encontraría un marido maravilloso.

Como era la princesa más joven, sus padres y sus dos hermanos siempre la mimaron mucho. Normalmente, en tal ambiente, la mayoría de las princesas crecerían egoístas y malcriadas, pero afortunadamente Marietta era una chica gentil; todo el amor que había recibido la convirtió en una joven encantadora.Además, ya tenía 18 años, era habitual tener un prometido a esa edad, así que era solo cuestión de tiempo para que se concertara su matrimonio.

—Oh,es tan maravilloso. ¡Gracias padre! Entonces, dime, ¿quién es?

Marietta entrelazó las manos frente a su pecho, esperando ansiosamente la respuesta de su padre. En esa postura, la hermosa Marietta, parecía una adorable muñeca con su cabello rubio y ojos azules.

Debe ser de la realeza. ¿Cuántos años tendrá? ¿De qué color es su cabello? ¿Cuál será el color de sus ojos?

—Oh, ¿tendrías un retrato de él?

—De hecho… tenemos uno. Sin embargo, no es de sangre real…

Sus miradas se cruzaron, y el rey de Stellaus continuó con un tono tranquilo.

—Se trata del General de Oltaire, Belvant Fergus.

—¿Un General?

—Exacto.

—¿Oltaire? ¿La superpotencia Oltaire…? ¿Sucedió algo para que necesitemos una relación con ellos? ¿Algún problema militar?

—Realmente eres una chica inteligente, Marietta—. En los ojos del rey se reflejaba su dulce Marietta, cuya adorable apariencia contradecía su verdadera sabiduría e intelecto, y su expresión se tensó—. Estás en lo correcto.

—Entonces, ¿al casarme con este General podremos evitar algún tipo de guerra?

—¿Cómo lo sabes?

—Si tuviéramos una relación sólida con Oltaire, tendríamos el poder de rechazar las demandas irracionales de otros países.

—Aún así, ¿cómo llegaste a esa conclusión?

—Padre, siempre dices cómo me encontrarás al príncipe perfecto con quien  viviría en paz. Pero ahora dices que me entregarás a un General de Oltaire. Si mi memoria no me falla, Oltaire no tiene príncipes que estén en edad de casarse en este momento.

—Tienes razón. El único príncipe soltero que queda tiene sólo 4 años. Actualmente, la Familia Real de Oltaire busca entregar una recompensa a su General; por ejemplo, una princesa de un país aliado

—Y yo seré ese  premio, es lo que estás diciendo—. A Marietta no le importaba, por lo que asintió comprendiendo—. Como miembro de la Familia Real, estoy totalmente preparada para casarme por el bien del país. Ser capaz de hacer esto por mi pueblo me llena de felicidad.

—¡Oh, Marietta! ¡Eres tan generosa!

—Padre, ya tengo 18, soy toda una adulta.

Marietta levantó bruscamente la barbilla, como diciendo «mira cómo he madurado» y…  fracasó.

Su cuerpo es pequeño y delgado. Sus hermanas tenían pechos voluptuosos, pero en su caso… ¿Cómo se podría decir de forma amable…?

Era obvio que no podía compararse con ellas.

Tenía esperanzas de que un día su pecho fuera como el de sus hermanas, pero a sus 18 años, eso todavía no había sucedido.

Por eso, con un cuerpo así, sólo podrías describirla como adorable.

— Ahora bien, ¿qué clase de persona es? Apreciaría que me lo dijeras.

—Sí, verás…

General Fergus. Antes de su nombre, normalmente aparecían títulos como “El que silencia los niños llorando”, o “El temido Señor Demonio”, entre otros. Nació en el seno de la baja nobleza. Con su fuerza y agudo intelecto subió rápidamente al rango de General a la temprana edad de 30 años. Solo su mirada hacía que los animales pequeños se escondieran, y que las ramas de los árboles más firmes temblaran. Cuando el entraba en el campo de batalla, ningún enemigo sobrevivía para contar la historia y, sin importar las circunstancias, sin mover siquiera una pestaña, saldrá victorioso contra cualquier oponente aunque posean la mejor estrategia.

Era un guerrero, fiero y aterrador como un dios.

Por lo tanto, para no asustar a Marietta, el rey de Stellaus siguió dando explicaciones vagas sobre su prometido.

—Y este, es su retrato.

El chambelán entró llevando el retrato bajo su brazo y lo presentó a la princesa

Representado en el cuadro, su cuerpo, en efecto, parecía fuerte. Desde su cabello castaño claro a su mirada azul como el hielo perforando a Marietta parecía un demonio… No, un guerrero.

Aunque el autor se haya tomado algunas libertades al pintarlo, todavía exudaba una buena cantidad de intensidad. El retrato revelaba a un hombre que fácilmente podía aplastar la garganta de Marietta con una sola mano.

—Él también… parece ser bastante alto.

Al ver a Marietta temblando mientras se tapaba la boca con ambas manos, el corazón del rey Stellaus se apretó.

—Él probablemente podría levantarme fácilmente con una mano.

—Y-Yo escuche que era un hombre fuerte y guapo. Marietta, creo que es un hombre que protegerá a alguien tan encantadora como tú.

—Si… Tengo esa impresión. Estoy segura de que él será mi caballero en armadura brillante… —Los ojos de Marietta se habían vuelto llorosos—. Está decidido, Padre, estaré con este hombre. ¿Cuándo saldré para Oltaire?

—En una semana…

—Como desees. Tengo que apurarme y empacar mis pertenencias… ¿Puedo llevar esta pintura conmigo? —preguntó la joven, y el rey de Stellaus no pudo retener más sus lágrimas.

♦ ♦ ♦

—¿Este es el hombre que se convertirá en mi esposo…? —Al volver a su habitación, Marietta examinó nuevamente la pintura de su prometido de rostro feroz—. Que… ¡Qué maravilloso es!

Estaba tan afectada que, con los ojos llorosos, el rostro de Marietta se volvió rojo brillante mientras exclamaba suavemente para sí.

—Un físico fuerte y músculos tensos, estoy segura de que maneja su espada como si fuera una pluma. Fácilmente podría levantarme con un brazo… ¡Eee, estoy tan avergonzada!

Soñando despierta con su inexpresivo caballero abrazándola, Marietta se retorció con timidez.

Es como un caballero distante de un cuento de hadas traído a la vida., mi corazón saldrá de mi pecho si no lo veo pronto.

—Mi Señor Belvant… Mi Esposo…

Los dedos blancos de Marietta acariciaron la pintura, y luego lo abrazó.

—¡Estoy tan feliz! ¡No puedo esperar, simplemente no puedo esperar a verlo! ¡Mi maravilloso General!

Después de todo, la princesa Marietta era una chica con un fetiche muscular.

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