Marietta – Capítulo 30: ¿Vertiendo Amor?

Traducido por Yousei

Editado por Sharon

Corregido por Aurora Blue


Marietta, quien se había vuelto un gatito, escaló en las ropas de Belvant y no salió de ahí. Ella lamió la leche y mordisqueó las galletas que él le daba sólo asomando su cabeza a través de la ropa.

—Eres tan adorable… que me es problemático.

El gatito que era muy esponjoso y adorable, como una bola de pelos. Se las había arreglado para robar el corazón de Belvant, quien hasta ese momento no se había dado cuenta que quería un animal pequeño como mascota.

Sin embargo, este gatito era Marietta: la mujer que se convertirá en su esposa. Es más, ¡el evento se llevaría a cabo en solo dos días!

—¿Miau?

—Me pregunto cómo deberíamos llevar a cabo la ceremonia cuando la novia se ha vuelto un gatito… Aunque, no me importa del todo.

Yousei
Belvant ten cuidado hay una línea delgada que creo que quieres cruzar D:

Aurora Blue
Coincido. ¡Esto se vuelve cada vez más raro!

¡¿No te importa?! ¡Belvant, eres tan masculino!

Yousei
No autora… Eso no

Después de comer, fue a ver a Adlan acompañado de Mary.

—¿Cómo fue la investigación? —preguntó en cuanto cruzó por la puerta de su oficina.

—Como lo suponíamos: fue obra de Gouda.

—¡Miau!

—Gracias a esto, me las he arreglado para agarrarlos con las manos en la masa, por lo que podremos hacerlos temblar —anunció Adlan con una mirada siniestra.

—¿Miau?

—Voy a revisar el tratado y los voy a destruir.

—Miau.

—Al parecer están tomando a Oltaire a la ligera; así que, ¡deshagámonos de ellos de una vez! —sugirió Belvant en un tono peligroso.

—Miau.

—Se siente bastante estresante, ¿cierto? —La mano  de Adlan empujó de forma cariñosa la cabeza de la gatita.

Mary se sorprendió y se escondió dentro de la ropa de Belvant.

—¡Fushu…! —se le escuchó dentro de la protección de las ropas, seguido,  asomó su cabeza con timidez.

—¿Qué fue eso justo ahora?

Cuando Adlan trató de empujarla de nuevo con su dedo, Marietta emitió el mismo sonido.

—¿Eh? ¿Parece que se enfadó? Princesa, de verdad, lo lamento.

Al parecer el gatito intentó intimidarlo soltando un bufido que pretendía ser feroz; pero, debido a su poca experiencia, terminó convirtiéndose en un sonido bastante adorable en vez de amenazador..

—Eso es todo lo que tenía para informar. Ten por seguro que nos las arreglaremos. Tú debes enfocarte solo en regresar a la princesa a la normalidad.

—Acerca de eso, no termino de entender qué tengo que hacer.

La expresión de Belvant era bastante triste. No obstante, seguía viéndose aterrador. Un rostro espeluznante que  podría ahuyentar con facilidad a cualquier tropa de ladrones que se atreviera a entrar al castillo.

Adlan, quien tenía un poco más de experiencia con las mujeres, meditó unos segundos mientras pensaba en un consejo para darle.

—Puesto que ella está siendo acosada por pensamientos aterradores, ¿no sería bueno que la consolaras y ayudaras a relajarse? Por lo general, para que las damas se relajen… ¿Uhm? Déjame pensar… Comen pasteles o toman un baño para relajarse Después de eso, consiéntela un poco, y creo que se calmará.

—Comprendo. Tratarla de forma amable, ¿cierto?

—Tu ya eres bastante dulce con la princesa. Ten confianza.

—Sí.

Adlan quien aparentaba ser amable, tenía una naturaleza abusadora y empujó de nuevo la cabeza del gatito una última vez.

—¡Fushaaa!

La reacción de Mary no se hizo esperar. Una vez más, amenazó al agresor con un potente bufido. Luego sus redondos ojos miraron a Belvant esperando por su aprobación. Aun si no podía hablar, su actitud orgullosa pareciera expresar: “Oye, justo ahora, me las arreglé para emitir un bufido muy amenazante”.

—Eso es correcto, lo hiciste muy bien —la elogió este, entendiendo a la perfección lo que quería expresar. Acarició su cuello para felicitarla. La pequeña gatita cerró los ojos y ronroneó satisfecha.

Adlan estaba tan sorprendido, que no supo qué decir. Solo pudo observar al par que, pese a encontrarse en una situación tan singular, se las arreglaban para comportarse como un par de tontos enamorados.

—Ah… Bien, como sea Solo no te presentes a trabajar hoy. Ve y dedícate a acompañar al gatito y no me importa si quieres estar todo acaramelado o entristecerte —suspiró, echándolos con un gesto de sus manos.

Belvant, junto con el animal que se asomaba en su pecho, regresaron a la habitación.

—Uhm. ¿Dijo que un baño también ayuda…? ¿Los gatos pueden entrar en la tina? Oh bien, aunque ella es un gato, sigue siendo Marietta.

Debido a la consideración de Alan, en la habitación de Belvant había una tina de agua caliente a la cual podía acceder durante las veinticuatro horas del día. Esta era la estrategia del ayudante planeada planeada para que la pareja pudiera pasar su tiempo acaramelados.

Se dirigió al baño, se quitó la chaqueta y bajó al gatito que estaba  agarrado con firmeza a su camisa.

—¿Miau?

—Debemos limpiarnos de manera adecuada, ¿de acuerdo? De hecho, preferiría limpiarte de forma minuciosa en tu forma humana, pero…

—¡Miau!

Los gatos son la clase de animal que no le gusta el agua; sin embargo, ya fuera porque antes era humana o porque confiaba en Belvant, Mary entró a la tina y disfrutó de la humeante agua caliente.

Luego del relajante baño, con solo su ropa interior puesta, Belvant se recostó en la cama junto al gatito para relajarse.

—Mary… ¡Qué linda!

—¿Miau?

Debido al exceso de ternura, él la besó por reflejo.

—¿Miau?¿Miau? ¡Miau, miauuu!

De pronto, la figura de Mary se volvió borrosa. Al instante siguiente, sentada en la cama apareció Marietta con orejas de gato.

—¡Marietta! ¡Estoy feliz! La magia se ha ido. —Belvant la abrazó y de inmediato se paralizó.

—¡Miauuu…!

—Esto es… bastante malo.

Pese a que Marietta se estaba retorciendo feliz, como era de esperar, estaba desnuda.  Mientras que Belvant, solo llevaba puesta su ropa interior.

Cuando la joven se acomodó sobre su regazo, las dos redondas prominencias, además de su parte privada que se encontraba un tanto húmeda, se frotaron contra él.

Su miembro tomó conciencia de inmediato,enfatizando su existencia elevándose.

A este paso, no se detendría con solo besarla: querría empujarla sobre la cama y ser muy afectuoso con ella.

¿No estaría bien?, lo animó la voz de su consciencia: Se convertirá en tu esposa pasado mañana…  Y ya que no sabemos qué pasará en el futuro, ¿no sería correcto hacerlo cuando se pueda…? 

¡No, no! ¡Ese tipo de deseo egoísta! ¿Irías tan lejos como para profanar a Marietta quien se supone debe ser una pura e inocente novia? ¿Acaso no recuerdas por qué te has estado conteniendo hasta ahora? ¿Va a cometer un acto tan vergonzoso, General Belvant Fargus?

Yousei
Si Belvant, GOBIERNATE HOMBRE D:<

Sharon
La ternura está muy bien, ¡pero todos estamos llegando al límite! ¡M-A-R-C-A-L-A!

Había dos voluntades luchando dentro de Belvant.

—Miauuu, Miauuu.

Marietta, quien no era consciente de sus acciones, frotaba su cara contra el pecho musculoso de su prometido, poniéndolo en grandes aprietos.

—¿Miau?

—¡Aaah! ¡Marietta! ¡Ahí, no…! —Belvant dejó salir una voz miserable cuando Marietta se pegó a sus pezones y los succionó y lamió con fervor.

Con ese tipo de estímulo, su miembro erguido crecía de forma exponencial.

—Deten… te. Por favor, déjame ir…

La joven no deseaba instigar la lujuria del bravo guerrero, con su mentalidad aún presa de los instintos gatunos, solo actuaba en base a su necesidad de alimentarse. Pero, por más que succionó aquella zona sensible en el cuerpo de Belvant, no salió ni un poco de leche para saciar su hambre.lo

—Mary…, eres una buena chica; así que, ¿podrías detenerte?

—¡¡Miauuu!!

Belvant tiró de sus orejas como último recurso, y la muchacha por fin lo liberó.

—E-Eso fue peligr… ¡Mary! ¡¿Qué estás…?!

Al alejarse de su pecho, se percató del miembro hinchado justo bajo sus caderas. Su curiosidad la hizo desabrochar la cuerda de la ropa interior y sacarlo.

—¡Miau!

—¡Arg! ¡No juegues con eso! ¡No es un juguete!

Belvant volvió a  sujetar las orejas de Marietta para evitar que diera inicio a un nuevo ataque contra su sensible miembro, la joven medio gato, se retorció ante la amenaza de ser separada del cuerpo de Belvant, consiguiendo liberarse. Agarró firme aquella varilla de carne, erecta y palpitante, abrió la boca y la introdujo, para luego, succionar con entusiasmo.

—¡Uwaaaaaa! —Las olas de placer lo invadieron de inmediato. Estando casi en su límite, suplicó para que parara, aunque ni él mismo estaba seguro si era lo que quería—: ¡Detente…! Se siente bien… ¡Ahhh! Si me tocas de ese modo, ¡Ngh!, ¡Qué mortificante!

Marietta continuó succionando, utilizando su lengua para saborear las gotas nacaradas que se escapaban de la punta; mientras que Belvant, impotente ante este inocente ataque, se hundía cada vez más profundo en su miseria.

♦ ♦ ♦

—¡Princesa, ha regresado a salvo! ¡Me alegra mucho!

Después de bañar a Marietta y ponerle su camisa, ya que no había prendas femeninas en su habitación, Belvant llamó a su doncella para que la atendiera. Sierra de inmediato  expresó su alivio al ver a su señora a salvo y sin daño alguno.

River Link, también se hizo presente, minutos después.

Marietta se cambió en el vestido que Sierra le trajo en el dormitorio y luego fue a la sala donde ya se había servido el té.

—Me alegra que lo hayamos logrado a tiempo para la ceremonia. ¿Fue todo gracias al amor de Belvant? ¡Santo cielo! Estoy ofendido, pero ustedes dos de verdad son una muy buena pareja. ¿Recibiste mucho amor?

—¡Señor River Link! Es… embarazoso. Recuerdo vagamente las cosas que pasaron mientras era un gato. ¿Me pregunto si le causé algún problema al Sir Belvant durante ese tiempo?

—No hubo ningún problema en particular —dijo mientras se volvía a Marietta y le sonreía como un hombre sabio.

—¡No puede ser! Para que Belvant muestre ese tipo de sonrisa. ¡Sorprendente! —exclamó River Link—.  ¿No es maravilloso que llegara a ti una agradable novia? Siento un poco de envidia, pero ya que ustedes dos van a estar juntos por muchos años, les deseo felicidad. Dime de inmediato si te sientes aburrida y cansada, te convertiré en un adorable gatito otra vez.

—Ella en efecto es adorable como un gatito. Sin embargo, me niego —expresó, con extrema seriedad recordando lo mortificado que se sintió luego de que la magia desapareció por completo.

♦ ♦ ♦

—Oh vaya, yo… —Marietta estaba atónita. De su boca se escurría líquido blanco, el cual embadurnaba su pecho. Ella frunció el ceño ante el sabor amargo en su boca, luego preguntó—: Sir Belvant, ¿qué acaba de pasar?

—¡Entra a la bañera, Marietta! ¡Te voy a limpiar!

Belvant tomó en brazos a la desnuda princesa y la llevó a la tina con el fin de destruir la evidencia.

No puedo decirle. que fue amor lo que vertí sobre ella… Pensar que la magia iba a desaparecer justo en ese momento. ¡Absolutamente, no lo diré!

6 respuestas a “Marietta – Capítulo 30: ¿Vertiendo Amor?”

  1. Así que de ahí el título “vertiendo amor” eh~! Ja jajajaja este tipo xD la tiene muy difícil neh~?

    Yo sencillamente no puedo con tanta ternura xD me hubiera comido el gato a besos 🤭 es que son tan kawaiii~!

    Gracias por el cap!

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