No quiero ser amada – Capítulo 103: El primer placer

Traducido por Maru

Editado por Sharon


¿Dónde se equivocaron?

Rihannan suspiró.

Se enamoró de él cuando era joven, cuando era estúpida, cuando era ingenua. Si solo fuera como Helena, tal vez no hubiera recorrido el camino de la miseria… y tal vez… no lo hubiera perdido por su hermana, ni su vida habría sido tomada por otra serie de circunstancias.

—Sí… siento dolor —respondió ella, disparándole con los ojos llenos de dificultades.

A pesar del dolor, le dolía más el corazón que el cuerpo. Pensaba que no había lugar donde él pudiera lastimarla porque ya había sido destrozada en pedazos. Pero era una mentira. Llegaron recuerdos del amargo pasado y vio a Igor derramando su resentimiento, su ira, su queja contra ella.

—Me… sigues lastimando.

No se dio cuenta de que había expresado sus pensamientos. Salió lloroso y áspero.

¿Por qué recordaba esas noches crueles que pasaron?

—Todo es por tu culpa… me estás haciendo daño.

—Lo siento.

Igor la miró con una sonrisa solemne y ojos hundidos. Le limpió las lágrimas que caían por su bonita mejilla.

—Por cualquier dolor que te haya causado, lo siento —se bajó suavemente y plantó un beso en su frente, susurrando suave—: No puedo solucionar tu dolor en este momento, pero… me esforzaré para que nunca más sufras. Lo prometo.

Prometió en el lugar de descanso eterno de su madre que la mantendría a salvo y ella decidió confiar en él. Esta vez, hizo un voto, un juramento de que nunca le haría daño. Sus palabras atravesaron su corazón. Era como si supiera que no se refería al dolor en su cuerpo sino su corazón y mente.

Él continuó acariciándola, pero aún no había hecho ningún movimiento. Se quedó quieto, inmóvil. La entrada de su jardín era dolorosa, pero a medida que pasaba el tiempo, había disminuido y podía respirar sin problemas.

Por otro lado, podía sentirlo latiendo en su interior y su aliento cada vez era más pesado. Vio sudor gotear de su rostro. Se había estado conteniendo.

Después de un poco de vacilación, ella levantó su mano que sostenía su hombro y agarró su rostro. No está segura de dónde vino su coraje, pero acercó a Igor y le dio un beso en los labios.

—Ah…

Un suspiro tembloroso escapó de su boca y pronto se movió sin pensar, llenando sus entrañas con su amor.

Intentó darle un pequeño espacio para respirar, pero…

—¡Ah…!

Entonces ella gimió. Un grito de presa brotó de su pequeño cuerpo.

—¿Por qué eres… grande? Ah…

Podía sentir la forma de su virilidad… el grosor de la misma…

Igor perdió toda razón y la golpeó. Cada empuje y tirón la sacudía como un pequeño bote arrastrado por las olas furiosas. La empujó al borde mientras el sonido de la respiración pesada de Igor llenaba la habitación.

En este momento, él era una bestia salvaje llena de lujuria.

—Rihannan.

La llamó amorosamente y una sensación de hormigueo recorrió su columna vertebral. El lugar donde se conectaban se apretó. Ella miró sus ojos oscuros, se abrazó a su nuca y tiró de él cerca.

Irónicamente, aunque fue quien expresó primero su deseo de huir, esta vez fue ella quien lo encerró y evitó que escapara.

—Igor…

El sonido de su dulce voz gritando su nombre lo llevó a un nuevo nivel de locura. Se volvió adicto. Nunca podría escapar.

La besó de nuevo. El fuego parecía vivir dentro de sus besos. Ella derretía cada parte de él.

Rihannan le rodeó la cintura con las piernas. El dolor punzante la infligió, pero mientras él continuaba golpeándola, ella sintió algo nuevo…

Cuando su virilidad se frotó contra su carne, estalló una sensación de hinchazón.

—Ah…

Ella mordió su nuca y dejó escapar un gemido ahogado, enviando a Igor a las profundidades del placer. Se movió más fuerte, más rápido, más profundo.

Su mente se puso en blanco y blanco.

Estaba llegando a su fin.

Él se vino.

Fluidos blancos llenaron su jardín.

—Ha… Ha… Rihannan…

Su cuerpo cayó sobre ella. Era pesado, pero no era tan malo escuchar los latidos rítmicos de los corazones del otro.

Por un tiempo, solo su respiración agitada llenó la habitación. Una vez que se resolvió, lentamente se apartó de ella y besó sus labios.

Se terminó.

No le quedaba la menor energía para cubrirse con una manta. Aunque siempre le llevaba un tiempo quedarse dormida, estaba vez sucedió de inmediato. Sus párpados estaban pesados… y había gastado demasiada energía.

Desde su visión, apareció una figura nebulosa, se frotó la cabeza con ternura y besó su frente.

—Sueña profundamente. Dulces sueños, Rihannan.

Como si fuera ordenado, fue absorbida por un sueño profundo.

11 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 103: El primer placer”

  1. Que rollo con la gente que se sigue QUE JAN DO
    si no les gusta no la lean tan sencillo, a mi no me gusta el yaoi y no voy a las novelas a decir no me gusta, que horror, lo odio.
    Lean y sean felices si la lectura no es para ti pues mi ciela da la vuelta y vete por la sombrita

  2. Nop. Aún así no se la merece. Pero necesito saber cómo termina la historia.

    Muchas gracias por su arduo trabajo chicas de verdad se lo aprecia mucho. 😊

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