No quiero ser amada – Capítulo 112: Montículos suaves y cómodos

Traducido por Maru

Editado por Sharon

---

—Bueno, tuve un buen descanso como me dijiste. También vi a mi tío.

Las cejas de Igor se fruncieron ligeramente ante su respuesta y la mención de su tío. Se dio cuenta de que no estaba molesto por su reunión con el marqués, pero que estaba tratando de evaluar su reacción.

—Me contó cómo lo llevaste a un lado y le aseguraste que me cuidarías y protegerías. Gracias, Igor, por tranquilizarlo. Se sintió aliviado después de escuchar esas palabras tuyas.

Algo sonrojado, su cabeza se volvió ligeramente hacia un lado. Se veía un poco incómodo.

—Ya veo. Mmmmmmm… ¿Estabas leyendo un libro? —dijo, luego de aclararse la garganta.

Con ojos brillantes y una sonrisa triste, él le tomó la mano y la condujo hacia la cama, sentándose junto a ella en el borde. Cogió el libro que había estado leyendo hace unos segundos.

—Ah. Un informe, ya veo. Destaca eventos pasados ​​de hace diez años.

—Sí. He estado lejos de Arundell durante tanto tiempo que…

Igor dejó escapar un pequeño suspiro.

—Eres una persona diligente. Podrías haber tomado un descanso simple por el día, pero aquí estás, estudiando.

Sus palabras sonaban tristes.

—Dices eso, Igor, pero mírate. Aún llevas esa ropa. Estoy segura de que has estado trabajando hasta ahora —dijo Rihannan luego de mirarlo.

Igor sonrió.

—Así es. He estado trabajando hasta ahora. Cuando terminé, vine a verte de inmediato. Nosotros… en realidad… tendré que irme de nuevo. Mi trabajo aún no ha terminado. Aunque lo que más quiero hacer en este momento es acostarme contigo en la cama.

Arrojó el libro de regreso a donde pertenecía y envolvió sus brazos a su alrededor.

—Rihannan.

La empujó hacia la cama con suavidad.

Su corazón palpitaba mientras enterraba su rostro en su nuca y respiraba el aroma de su dulce piel. Sus labios se convirtieron en una sonrisa.

Cuando sus manos se movieron para acariciar su espalda, el cuerpo de Rihannan se tensó ligeramente.

—Está bien. Solo te voy a abrazar así por ahora. Sé que estás cansada.

Era como si hubiera leído su mente. Ella se relajó ante sus palabras, pero un momento después, se formaron extraños pensamientos en su cabeza. Si él no se complacía, ¿por qué buscaba su presencia?

—Rihannan, ¿qué clase de rey crees que la gente grabará en el futuro?

La conversación salió de la nada y se dio cuenta de que tenía que ver con el libro que había estado leyendo hace un rato.

—Estoy segura de que dirán que eras un rey justo. Un rey que gobernaba bien a su pueblo. Estás siendo uno ahora mismo, después de todo —dijo sin pensarlo mucho.

Comparado con su vida pasada, el Igor de este tiempo actual empujó a su madre del asiento del poder mucho antes, y debido a su acción, la nación fue vista desde una perspectiva diferente a la de los reinos extranjeros: Arundell era poderoso y rico, un reino que nadie podía ignorar.

Vio evidencia de esto cuando viajó desde el puerto hasta el palacio durante el viaje en carruaje. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que vio a Arundell, pero era más colorido que el aura grisácea que recordaba. Los mercados eran más vibrantes y las sonrisas de la gente más brillantes y despreocupadas. Para colmo, Igor ganó la batalla naval contra Crichton.

—Espero que ese sea el caso —dijo, satisfecho con su respuesta y una sonrisa ligera.

Y luego se apoyó la cabeza en su pecho. La sensación de sus suaves montículos era muy cómoda. Él suspiró, confortable.

—Deberías dormir. Me iré después de que te duermas.

Rihannan levantó las cejas.

—¿Has… venido hasta aquí para… calmarme para dormir?

Igor se aclaró la garganta.

—Bueno… entre otras cosas.

—Pero soy del tipo que toma mucho tiempo antes de quedarse dormida… sería mejor que te vayas.

Luego levantó la cabeza y la miró a los ojos iluminados.