No quiero ser amada – Capítulo 113: El deseo de Igor

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Los ojos de Igor se suavizaron y brillaron momentáneamente.

—También dijiste algo así antes. ¿Cuándo ocurrió? ¿Cuándo tuviste problemas para dormir?

Rihannan sonrió amargamente.

—Hace seis años… cuando murió mi madre —dijo ella.

La miró con ojos solemnes y extendió la mano para acariciar su cabeza.

—Así que has tenido dificultades para dormir por la noche por eso. —Su voz era suave—. Entiendo. Después de todo, tener a alguien a quien ames y que se vaya… te dejaría asustada.

—Sí —dijo ella tras un silencio.

Pero a decir verdad, el insomnio comenzó a acosarla por la noche cuando revivía el pasado. No tenía planes de revolcarse en la autocompasión o culpar a otros por las desgracias por las que había pasado, pero era difícil… ¿Era depresión? Afortunadamente, fue capaz de recuperarse y reparar su corazón roto hasta cierto punto en Crichton, pero cuando llegaba la noche, los recuerdos de su muerte y sus últimos minutos seguían repitiéndose.

Era difícil dormir.

Si cerraba los ojos, se preguntaba si terminaría en esa celda fría y oscura de la prisión.

—No estarás sola. Estaré aquí. Relájate y duerme, Rihannan.

Igor se acostó a su lado y la atrajo en su cálido abrazo. Él le palmeó la espalda suavemente.

Rihannan asintió con la cabeza.

¿Pero sería capaz de dormir en este estado?

Ella suspiró cuanto más lo pensaba.

♦ ♦ ♦

Su cuerpo se movió incómodamente de izquierda a derecha hasta que finalmente se calmó y respiró, relajada. Igor abrió los ojos cerrados y movió su cuerpo con cuidado para no despertarla, levantándose de la cama.

Mirando hacia abajo a su bella durmiente, recordó ese día.

♦ ♦ ♦

Pasaron días y noches sin sentido, sin esperanza. Vivía cada día en este maldito mundo desesperado. Se arrepintió de su tonto acto una y otra y otra vez… pero… esa persona nunca volvería… ella falleció y nunca más volvería a su lado.

Cada día se despertaba por la mañana sintiéndose desesperado con un corazón negro y vacío. Vivió y se ahogó en el oscuro abismo sin ningún lugar donde escapar. Su figura siempre lo seguía en las sombras mientras el arrepentimiento lo llenaba.

Un día, encontró una pluma dorada entre los objetos que ella dejó atrás.

Los años habían pasado pero la pluma no se veía diferente del corto recuerdo que tenía de ella. Podía decir la cantidad de esfuerzo que ella puso cuidando la pluma dorada. La idea de que la hubiera guardado le partió el corazón roto.

—¿Por qué… Rihannan…? —Su voz ronca rasgó el aire dolorosamente.

Lloró y se rio en un tono amargo y destrozado que se convirtió en un ciclo repetido. Parecía un loco. Entonces, finalmente, se quedó dormido por el agotamiento. Mientras dormía, se encontró con un ser en su sueño. Ese ser tenía un halo de luz dorada brillando a su alrededor. De pie frente a él, la luz era cegadoramente brillante. Su cabeza tenía la forma de un humano, pero debajo de su cuello estaba el cuerpo de un cuervo. Todo su cuerpo emitía un aura poderosa e incómoda.

Igor sintió la presencia de este ser más allá de los límites oscuros que ningún humano podría imitar.

Pronto se dio cuenta de que era Ataraxia.

Por primera vez después de su muerte, una sonrisa brillante y alegre conquistó sus labios.

Incluso si esto era simplemente una ilusión y un sueño sencillo, estaba bien. Estaba de acuerdo con esta pequeña astilla de esperanza. Volcaría voluntariamente su vida y todo lo que tenía por este poquito de esperanza.

—¿Te gustaría pedir un deseo?

La voz de Ataraxia no era del lenguaje humano, ni era vocal, sino oleadas de pensamientos que viajaban por su mente delicadamente.

Igor expresó su deseo de inmediato… Traerla de vuelta de entre los muertos, volver a verla, tenerla a su lado, pedir una segunda oportunidad…

Sin embargo, Ataraxia sacudió la cabeza con calma.

—Yo también tengo una deuda que pagarle. Ella no desea estar contigo. No puedo concederte ese deseo.


Maru
Cuando ni deseos te dejan pedir. La verdad es que no me apena por lo estúpido que fuiste. Pero estás intentando redimirte... Sigo pensando que hay parte de verdad que no me están diciendo... todavía

Sharon
Uff, eso debe haber sido duro. Opino como Maru y que igual no se la merecía, pero no me imagino cómo debió de sentirse cuando, después de estar desesperado y luchando por volverla a ver, le digan no que no puede cumplir ese deseo, sino que la persona que más anhela lo odia.

7 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 113: El deseo de Igor”

  1. Quizás cuando ya hayas llorado tu última lágrima de sangre empecemos a perdonarte maldito Neandertal , Bestia de pelo negro y estupidez a la máxima potencia ^^ te odio Igor

  2. Yo quiero saber mas del pasad, como lo que pensó cuando la vio con Dimi por primera vez!!!!! Que aun no lo han contado, porque bailó con la tipa, porque intimó con ella, que pasó cuando la encontró muerta y que le reprocha a la mamá!!!

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