No quiero ser amada – Capítulo 136: Las hermanas de Basil

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Rihannan abrió los ojos, sus pestañas ondeaban cual mariposa. Ella giró ligeramente la cabeza hacia un lado y lo vio, con las manos abrazándola en una cuchara.

La mayoría de las veces, él se despertaba antes y miraba su inocente rostro durmiendo. Pero a veces, era Igor quien dormía más. Las cosas cambiarían y Rihannan miraría su rostro divino.

Mientras miraba sus cejas uniformes, su puente nasal alto y sus labios ligeramente llenos, sus párpados al fin se levantaron y revelaron profundos ojos violetas brillantes.

—¿Has dormido bien? —preguntó Igor.

Como una rutina normal, el beso matutino comenzó en su frente, luego su nariz alegre y al final la comisura de sus labios; la besaba un millón de veces al día. Mirarla hacía que quisiera simplemente besarla.

Y luego, cuando le acarició la espalda, su ingle se calentó. Lo mismo podría decirse de Rihannan. Antes de que lo supieran, la ropa había sido rasgada y arrojada al suelo.

Con su miembro dentro de su carne florida, hicieron el amor. Él empujó más profundo dentro del abismo de placer, con sus piernas apretadas alrededor de su cintura y los brazos alrededor de su cuello. A medida que el placer aumentaba, se aferraba a Igor con más fuerza, las caderas convulsionaban mientras ambos llegaban al clímax y al placer celestial.

Después, desayunaban juntos y charlaban felices.

Se convirtió en un ritual diario que había durado más de un mes. Al principio, sus conversaciones eran triviales y superficiales como el trabajo de Igor o los chismes que Rihannan escuchó en el círculo social.

Últimamente, sus conversaciones se hicieron más profundas.

Igor recitó los eventos por los que pasó cuando era joven con Basil como su cuidador. Al enterarse de su infancia, encontró un tema particularmente interesante.

—Solo contando a sus hermanas, Basil tenía tres de ellas.

—¿Tenía tres hermanas? No lo sabía.

—Si no recuerdo mal, fue cuando envió a las tres a su matrimonio… Basil parecía un loco que se había vuelto senil. Ninguna estaba dispuesta a escuchar sus locas sugerencias.

Rihannan se echó a reír. Se agarró el estómago de dolor al imaginar la mirada exasperada de Basil.

—Solía tratar a su hermana menor como a su pequeña hija que había criado con un esfuerzo minucioso… pero fue esa hermana suya quien le dio la mayor traición.

—¿Q-Qué pasó?

—Se escapó de la casa… junto con el sirviente del que se enamoró.

Rihannan sonrió.

—Dios mío. ¿Qué pasó después?

Igor se rio entre dientes.

—Pensó que había sido secuestrada. Vino llorando hacia mí, rogándome de rodillas para buscar su paradero. No me soltaba las piernas, así que no tuve más remedio que enviar a docenas de hombres. Pronto la encontraron, pero ella ya había pasado por la ceremonia de la boda en secreto con el criado. Basil estaba lívido pero no tuvo más remedio que reconocer su matrimonio. Bueno, él siempre tuvo una debilidad por ella. Más tarde, escuché que vivió la vida más feliz entre sus hermanas.

—Eso es bueno —suspiró Rihannan aliviada—. Cuando eres joven, uno no suele verlo como un error. Solo terminarán arrepintiéndose cuando sean un poco mayores. Es bueno que su amor mutuo permaneciera verdadero.

Al ver a Rihannan completamente involucrada en sus conversaciones, Igor sonrió y apoyó la barbilla en la palma de su mano.

—¿Cómo has estado durante ese tiempo? Cuando estabas en Crichton.

—Mmm… pasaría la mayor parte de mi tiempo con… mis primos. Aparte de eso, siempre estaba al lado de la princesa Helena.

Rihannan sabía que Dimitri era un sujeto delicado para Igor, por lo que no aclaró con qué familiar estuvo.

Se tragó la comida y vigiló de cerca a Igor. Justo cuando pensaba, notó su ceja levantada con molestia.

—¿Y qué hacías a menudo con tus primos? —la pinchó.

—Bueno —Rihannnan se tocó los labios—, teníamos lecciones juntos, jugábamos, comíamos… Ah… La persona que me enseñó a jugar a Kiritte fue uno de mis primos, Dimi. Ganó algunas competencias antes, así que le pedí que me enseñara.

Había tratado de no mostrar sus sentimientos, pero no se dio cuenta de la sonrisa de felicidad en su rostro al hablar de Dimitri.

La expresión de Igor se enfureció.

—Debes haber aprendido bien de él —dijo, chasqueando la lengua con molestia.

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