No quiero ser amada – Capítulo 174: Los gritos internos de la señora Cessley

Traducido por Maru

Editado por Sharon


—Mi reina, ¿cómo se enteró de los rumores que rodean al marqués Pless? De hecho, acumuló algunas deudas a través del juego, pero nos quedamos en la oscuridad sin saber que sería tan alto.

Después de que la fiesta del té llegó a su fin, Rihannan y la señora Cessley, riendo alegremente en el camino, regresaron al palacio.

—¿Y vio los rostros de esas mujeres nobles? Parecían atónitas de que supiera tanto sobre ella. ¿Las vio a todas temblando de abajo hacia arriba con la esperanza de que no supiera tanto de ellas como de la marquesa Pless?

—Fue simplemente un rumor pasajero que escuché por casualidad hace algún tiempo. En verdad, no podría hacer mucho por ella si lo descartara como un rumor falso, pero mordió el anzuelo de inmediato. También parecía ansiosa por resolver el problema —murmuró con una sonrisa Rihannan.

En el pasado, la casa de Pless fue empujada al borde de la bancarrota debido a la cantidad de deuda acumulada a través del juego. Luego tocaron fondo, y su estatus y posición cayeron en la sociedad.

Afortunadamente, pudieron recuperar su pérdida debido a la ley aprobada que requería la condena de la deuda de juego.

Incluso si Rihannan no ayudó y se hizo de la vista gorda ante su problemática situación, terminarán bien en el futuro. Por ello usó este conocimiento que conocía a su favor.

—Sé que sería una ilusión si todos fueran como usted, señora Cessley o incluso la duquesa Saphia, pero esta ilusión está lejos de la verdad. Por eso pensé en advertirles de cualquier actitud impropia en lugar de apaciguarlos, especialmente a personas como la marquesa que encienden sus labios con demasiada frecuencia.

La señora Cessley asintió con la cabeza.

—Sí, estoy de acuerdo. Es mejor tratar con las personas según su predisposición. La marquesa Pless a menudo corre con la boca suelta antes de poder pensar correctamente. De ahora en adelante, serán mucho más cuidadosos con usted.

Cuando salieron del jardín, completamente inmersas en su conversación, se encontraron con Igor y Basil.

Era la primera vez que el rey y la reina se veían desde esa noche.

Un pesado silencio impregnó el aire.

Basil y la señora Cessley intercambiaron breves miradas. No murmuraron los saludos formales habituales y se movieron para evitar las miradas incómodas del otro. Aunque, para ser precisos, la señora Cessley realizó un movimiento de ventrílocuo altamente calificado como si le dijera a Basil: “¡Di algo para que puedas acortar la distancia entre esos dos!”.

Al comprender el significado de sus palabras, Basil asintió con determinación y le dio a Rihannan una sonrisa amistosa.

—Mi reina, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Pensé que se me caería el cuello tratando de encontrarla en todas partes.

Rihannan dejó escapar una risa incómoda ante la broma cursi.

—Sí, ha pasado mucho tiempo, ¿no? ¿Has estado bien, Basil?

Él juntó las manos y saltó de júbilo.

—¡Por supuesto! Siempre lo estoy haciendo bien. ¿Cómo puedo no estarlo? Y sí, ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos así. ¡Ah, lo sé! Tengo una gran idea. ¿Qué tal tomar el té juntos? Su majestad y yo acabamos de completar nuestras tareas del día.

Fue un ataque poderoso. No se podría rechazar, pero…

Detrás de Rihannan, la duquesa dejó escapar un suspiro. Su expresión rápidamente se volvió amarga.

¡Eres un idiota grande y tonto! ¡Ella acaba de tener su hora del té! ¡¿Por qué te ofreces a beber de nuevo?!

Parecía lista para golpear a Basil en el suelo.

—Lo siento, Basil, pero estaba de camino de regreso al palacio. Acabo de tomar el té con las otras mujeres nobles. También tengo otros asuntos que atender. Es una pena, pero tendré que aceptar la oferta en otro momento. —Luego, Rihannan se inclinó hacia Igor y le habló—. Espero que usted también pueda ser comprensivo, su majestad. Me despido.

Ella pasó junto a él.

La señora Cessley chasqueó la lengua. Sus ojos ardían en llamas mientras miraba a Basil antes de perseguir a su maestra.

Mientras tanto, Igor guardó silencio y no pronunció una sola palabra mientras permanecía allí.


Maru
Casi puedo ver la cara de la señora Cessley queriendo matar a Basil. ¿Por qué no habláis de una vez? Maldita falta de comunicación.

3 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 174: Los gritos internos de la señora Cessley”

  1. Ya Igor ve a suplicar a Rihanna que te perdone por lo que aun no has echo en esta vida pero que sabes que hiciste en el pasado y luego tengan unos días e pasión como conciliación ❤️❤️❤️❤️💕🥰

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