No quiero ser amada – Capítulo 242: Ojos llenos de frialdad

Traducido por Maru

Editado por Sharon

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Al escuchar la orden de la reina madre, los soldados se acercaron a Basil. Tal como lo hicieron, Igor les dio una orden.

—Dejadlo.

—¡Igor!

Igor apretó los dientes hacia la reina madre.

—¿Ya lo has olvidado, madre? ¡El rey de esta nación no es otro que yo!

La frágil apariencia postrada en la cama del hombre no se encontraba por ninguna parte, ya que ya había vuelto a su estado habitual. Cuando la reina madre se estremeció ante su voz, Basil aprovechó ese momento para apartar las manos de los soldados, y luego se arrodilló junto a la cama e informó con lágrimas en los ojos.

—Ahora mismo, la reina está dentro de la cárcel.

Igor no pudo entender sus palabras por un momento. Aunque envolvió su cuerpo alrededor del de ella, debió haberse caído por las escaleras junto con él, por lo que su cuerpo tampoco debería estar tan bien. Debería estar en la cama recuperándose de las heridas, ¿por qué estaría en la cárcel?

—¿Cárcel? ¿Por qué dices que ella está ahí?

—La pusieron allí por sospecha de traición a Crichton.

—¿Traición? ¿Qué diablos estás diciendo…?

—Las cartas que estaban siendo enviadas de un lado a otro se encontraron en la habitación de la reina. Esas se convirtieron en la evidencia y…

Igor sabía que cuando el primo de Rihannan se convirtió en el príncipe heredero, ella había intercambiado cartas con él durante bastante tiempo. Sin embargo, esas eran solo el tipo de conversaciones promedio entre miembros de la familia. ¿Creían que el contenido era sospechoso?

Mientras reflexionaba sobre esa sospecha, notó que Basil miraba constantemente a su madre con desprecio y odio en sus ojos. Su madre, en cambio, se volvió por completo y se negó a mirarlo.

En ese momento, Igor recordó. Había una carta que detallaba el incidente en el que su madre dio información sensible sobre Arundell a cambio de incitar al envenenamiento de la familia real de Crichton con la que una vez amenazó a su madre.

—¿Fue… tu culpa, madre?

Incluso mientras preguntaba con la voz temblorosa, esperaba desesperadamente en su mente que ese no fuera el caso. Era seguro que su madre amaba y se preocupaba por Rihannan, aunque sus métodos no eran del todo normales. Nunca esperó que le hiciera algo tan violento y cruel como eso. Ella no habría hecho tal cosa, por el hecho de que no le faltaría el respeto a su propio hijo de esa manera.

—Por favor, dímelo. Madre, ¿culpaste a Rihannan de tu crimen?

Deseaba que ella dijera que no. Que estaba malinterpretando algo. Sin embargo, su madre mantuvo la boca cerrada.

—Ni siquiera ha pasado tanto tiempo desde que la reina tuvo un aborto espontáneo. Pensar en cómo está atrapada dentro de una prisión en su estado me hizo sentir como si mi corazón estuviera siendo hecho trizas. Pero no tenía ningún poder en mí. para detenerlos…

Basil no pudo evitar llorar en voz alta. Igor se dio cuenta de la verdad de que incluso había perdido a su propio hijo. Se apoderó de él una sensación de desdicha más grande que la tristeza. Ni siquiera las lágrimas pudieron salir de sus ojos. No importaba cuán triste se sintiera, no había forma de que pudiera comprender el sentimiento que uno tenía por perder la vida que estaban protegiendo dentro de su cuerpo.

Después de mucho tiempo, Igor finalmente volvió a abrir la boca.

—Primero… saquemos a Rihannan de allí.

Lo primero que tenía que hacer era sacarla de la prisión. Planeaba hacer eso primero antes de averiguar cuidadosamente qué había sucedido todo el tiempo que estuvo inconsciente y tratar de resolver esos problemas.

Basil se levantó de inmediato con alegría en su rostro.

—Entonces traeré a la reina aquí mismo…

—Es demasiado tarde.

La persona que interrumpió de repente su conversación fue Leticia. Entre los marcos de la puerta abierta de par en par, llevaba un vestido que era incluso más extravagante que el de la reina madre. Antes de que Igor pudiera siquiera preguntar por qué estaba aquí, Leticia habló.

—Esa perra ya está muerta. Le di veneno hace un momento. —Leticia miró el rostro de Igor que se congeló en un instante y se rio. Su risa estaba llena de locura—. Ella tomó el veneno que le ofrecí sin dudarlo en absoluto. Creyó estúpidamente las mentiras que inventé, diciendo que la ibas a ejecutar al día siguiente. Estoy segura de que esa perra debe haberse resentido contigo una y otra vez en su mente hasta el último aliento que tomó. ¿Cómo te hace sentir eso?

En ese momento, Igor sintió por primera vez un dolor extremo recorrer su pecho, tan doloroso que tuvo que agarrarse con la mano. Su corazón se sintió como si se hubiera detenido, y su visión se volvió completamente negra en la oscuridad. No podía respirar en absoluto. Ella le preguntó cómo se sentía al respecto. El sentimiento no era más que tener la muerte misma. Si algo realmente le sucedió a Rihannan, entonces su vida había terminado en ese mismo momento.

Ya fuera su vida o su alma.

—Basil, ve primero a la prisión. Yo iré detrás de ti en breve.

Al escuchar su orden, Basil ni siquiera respondió antes de salir corriendo por la puerta. Cuando Igor se bajó de la cama y lo siguió, la reina madre corrió hacia él y trató de detenerlo.

—¡Igor! Dije que no deberías moverte todavía… 

Igor volvió su mirada hacia la reina madre. En el momento en que sus ojos se encontraron, ella no pudo decidir una palabra más y dio un paso atrás con miedo. Los ojos de su hijo brillaban con una luz penetrante y aterradora. No eran de un ser humano normal. Parecían pertenecer a una bestia enloquecida, lista para destruir todo frente a su visión.

—Pon a la reina madre y a esa mujer bajo custodia.

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