No quiero ser amada – Capítulo 33: Plaga, masacre y derrota

Traducido por Maru

Editado por Sharon

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Los sueños destrozados de Dimitri ocurrieron cuando todos los herederos principales del trono cayeron en sucesión consecutiva junto con la peste.

Muchos de los nativos de Crichton se enfermaron y encontraron las manos de la muerte demasiado pronto. La causa era desconocida y, después de mucha investigación, se reveló que sus vías fluviales habían sido infectadas. No existían métodos conocidos para curar la infección, por lo tanto, poco después, los miembros de la familia real cayeron uno tras otro; sus muertes fueron demasiado rápidas.

Afortunadamente, después de la larga lucha de la epidemia, el rey no murió, pero… por otro lado, él era el único hombre de sangre real vivo. El príncipe heredero estaba muerto y los otros miembros reales masculinos vivos no podían funcionar con normalidad.

Sólo pudo mirar a los hijos de sus concubinas o la línea de descendencia lejana al trono, como Dimitri.

Después de mucho reflexionar, se acordó que el heredero y próximo rey sería su primo. Los hijos de las concubinas no tenían derecho al trono y, por lo tanto, se rebelaron creyendo que era injusto que un pariente lejano tomara el gobierno y no ellos, la sangre más cercana del rey.

No mucho después, ocurrió una masacre que terminó con el ascenso de Dimitri. El lado opuesto había intentado asesinarlo pero, afortunadamente, logró escapar del borde de la muerte. Dimitri se convirtió en un hombre demasiado rápido y se enterró en la sangre de sus familiares para proteger su vida y la de su familia.

Su vida… fue una tragedia.

Sabiendo esta verdad, Rihannan quería hacerle saber; ella quería que él se fuera del país, de lo contrario enfrentaría un futuro sangriento.

Pero tenía miedo de cambiar el futuro solo con sus palabras. Gran parte del futuro ya había cambiado al elegir su propio camino y viajar a Crichton en lugar de quedarse en Arundell.

Ella estaba asustada.

Tal vez enfrentaría consecuencias terribles, tal vez Dimitri perdería la vida si dejara a Crichton para evitar un futuro sangriento.

Ella estaba asustada…

Entonces… mantuvo la boca cerrada. Nunca se perdonaría si algo le sucediera a Dimitri, el niño y el hombre que la trató amablemente con sincero corazón.

—¿Qué pasa, Rihannan? ¿No te estás sintiendo bien? —preguntó Dimitri, su voz algo ansiosa.

La tez pálida de Rihannan le preocupaba.

—No es nada. —Rihannan sacudió la cabeza y sonrió levemente—. ¿Podrías por favor traerme medicina?

En su juventud, a menudo tomaba medicamentos debido a su frágil salud e incapacidad para dormir por la noche.

Segundos después, hubo un golpe repentino afuera y antes de que el marqués pudiera responder, la puerta se abrió y un hombre con uniforme real entró e hizo una reverencia.

—Pido disculpas por la repentina intrusión, pero vengo con un mensaje urgente. El rey quiere que venga al palacio de inmediato.

El marqués se levantó de su asiento. Ya era tarde en la noche. Que el rey lo llamaba a esta hora era ciertamente inusual.

—¿Que está pasando? —preguntó.

El mensajero miró al marqués con una mirada melancólica.

—Perdimos ante Arundell, señor.

♦ ♦ ♦

El palacio de Crichton estaba dado vuelta. Los miembros de la realeza y los nobles se sorprendieron por la noticia de su inesperada derrota en el mar lejano.

Y lo que sucedió después fue aún más frustrante, por decir lo menos.

Justo después de la derrota de Crichton, de la cual por fortuna no experimentaron grandes daños, las fuertes corrientes del mar de Arundell los dejaron indefensos. A partir de entonces, llegaron los barcos de Arundell, los saquearon y dejaron Crichton hasta el punto de extinción en el mar.

Al ver la situación de la guerra cada vez más desfavorable en su lado, el veterano comandante tomó una decisión rápida y apresurada. La falta de conocimiento del mar de Arundell llevó a la decisión de retroceder para reorganizarse, de lo contrario se enfrentarán a un golpe mayor.

Se retiraron y regresaron a casa.

Para su consternación, la mayoría de sus barcos se hundieron en el camino de regreso a Crichton.

Y luego… se enfrentaron a otra situación apremiante. A medida que se acercaban a la costa, Arundell creó un elemento de sorpresa: un ataque furtivo. Habían establecido el campamento antes y esperaron escondidos pacientemente.

El marqués y Dimitri, que habían sido llamados al palacio por este mismo asunto, no regresaron. No solo ellos, los otros nobles enfrentaron la misma ocurrencia.

Rihannan se quedó sola en la mansión; despierta toda la noche con los ojos bien abiertos.

El futuro estaba cambiando… rápido.

No podía arrepentirse ahora, por mucho que lo hiciera, nunca habría adivinado el cambio significativo que el futuro haría solo con su decisión.

Y dentro de un año… se suicidaría con el uso de veneno.

Rihannan tenía miedo.

Algo mucho más terrible se avecinaba y ella no estaba preparada.

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