No quiero ser amada – Capítulo 51: Acepto tu oferta

Traducido por Maru

Editado por Sharon

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—¿Dijiste divorcio?

Rihannan repitió las palabras de Igor internamente.

—Sí —asintió.

—No estoy muy seguro de por qué quieres esto. —Un ceño fruncido se formó en sus labios—. Me pides que me case contigo y ahora quieres… qué, ¿un divorcio?

—Se puede hacer, Su Majestad.

Crichton le habría pagado a Arundell una gran cantidad de dinero para recuperar a su princesa. Pero en el momento en que Igor habló de un matrimonio nacional, surgió otro problema. Si decidiera renunciar a la princesa y aceptar la compensación de Crichton, el público lo llamaría despreciable: que solo se casó con la princesa por su riqueza. Sería condenado.

Entonces, Rihannan intervendría. Ella traería sus bienes. Eso… y ella necesitaba encontrar una solución lo antes posible sin preocupaciones. De todos modos, solo estará casada con él durante un año.

—Necesita un compañero de matrimonio que pueda brindarle a usted y a Arundell grandes beneficios. No será una gran pérdida sino una ganancia. Incluso después de divorciarse de mí, se quedará con grandes cantidades de fortuna.

Rihannan no podía decir que esta propuesta era para salvar a su primo en prisión, el mismo que intentó salvarla de su trágico destino. Igor no lo entendería. ¿Cómo podría hacerlo? Encerró a su esposa en prisión para obtener el poder que buscaba.

Rihannan inconscientemente bajó la cabeza.

—Cualquier razón para el divorcio está bien… que no podría darle un hijo, que soy infértil… Si pudiera divorciarse de mí en un año, aceptaré cualquier cosa.

Esto era todo lo que Rihannan podía hacer, por lo que esperó su decisión. Pero a medida que su silencio se hacía más largo, el sudor frío se formó en su espalda. Ella sostuvo sus rodillas para evitar los nervios. Le molestaba que Igor no mostrara reacción, pero no trató de demostrarlo. Ella pensó… pensó que él se sorprendería y su mente temblaría por la tentación y la enorme riqueza que le ofrecían.

Después de mucho tiempo, Igor no dijo respuesta y Rihannan cayó en una sensación de desesperación.

¿Fue un fracaso la propuesta…?

—Bien.

Justo cuando se dio por vencida, la voz de Igor sonó de repente, y Rihannan levantó la vista sorprendida.

—¿Si?

—Acepto tu oferta. —Su voz era aguda, casi como si no tuviera interés en los términos y la propuesta que ella presentó, pero aun así, aceptó.

Rihannan lo miró con incredulidad. No podía creer lo que había escuchado.

Al darse cuenta de su expresión, Igor dijo:

—Si cambiaste de opinión de alguna manera, entonces retiraré lo que dije.

Rihannan sacudió la cabeza en respuesta. Cierto… necesitaba adelantar el asunto rápidamente antes de que él cambiara su decisión.

—¿Podría escribir los acuerdos en un contrato? —preguntó Rihannan.

—¿Quieres que complete un documento de contrato de matrimonio? —Igor gruñó en voz baja, sonando disgustado.

—Sí. No es porque no confíe en Su Majestad, sino para evitar que ocurra algo desagradable en el futuro.

Mientras decía esto, Igor sonrió mientras sus ojos seguían abatidos.

—Parece que no has olvidado tus raíces de Arundell, después de todo. Muy bien, hagámoslo ahora mismo.

Igor llamó a Basil, que entró corriendo de inmediato. Cuando se le pidió que trajera un juego de papeles, bolígrafos y sellos, Basil sintió curiosidad pero de todos modos, los trajo rápidamente y sin problemas.

Allí, en esa habitación donde las ventanas daban al mar azul, los documentos estaban escritos y distribuidos. Más de cinco páginas fueron garabateadas hasta los detalles arenosos. Entre ellos, la cláusula más importante era la siguiente: Rihannan e Igor se casarían dentro de un mes a partir de la fecha del contrato y se divorciarían exactamente un año después. En caso de divorcio, toda la propiedad de las minas Nordaji dentro del patrimonio de Rihannan Alessin se transferiría de Rihannan Alessin a Igor Cesca. Su contrato relacionado con el matrimonio seguiría siendo un secreto y, si se rompía, la otra parte tenía derecho a solicitar una indemnización.

Rihannan leyó una y otra vez la redacción del documento, sin encontrar nada extraño. Esto era suficiente… podría decir que era una victoria para ella. Pero justo cuando ella firmó el documento, Igor intervino y dijo:

—Creo que necesitamos agregar una cláusula más aquí.

Rihannan lo miró con una mirada algo nerviosa.

—¿Qué cláusula quiere agregar?

—A pesar de que es un matrimonio por contrato, viene con las formalidades y la relación de procedimiento. ¿Qué pasa si terminas teniendo un sucesor dentro de este corto año de nuestro matrimonio? Me gustaría agregar una cláusula de que tendré derecho a mantener al niño incluso después de la separación.

Recuerdos dolorosos del pasado golpearon su pecho herido. Un niño… se había olvidado de esto porque sabía que tenía dificultades para dar a luz.

Había poca o ninguna posibilidad de que ella tuviera el sucesor que él deseaba. E incluso si lo hiciera, era apropiado que el niño creciera dentro del palacio real. No había casos en la historia en que la mujer llevara al niño a casa mucho después de que se estableciera un matrimonio real.

—Eso es un hecho. Aunque no creo que sea necesario, pero si alivia las cargas en su mente, es libre de agregar la cláusula.

—¿Quieres decir que… no importa?

Rihannan asintió con la cabeza.

—Sí.

Murmuró algo similar a una maldición e inmediatamente escribió la cláusula. Rihannan hizo lo mismo. Sabía que Igor anhelaba un sucesor… pero sabía que no podría proporcionarle uno en esta vida o en su breve matrimonio. Le había llevado años tener uno, después de todo. Y cuando finalmente lo consiguió, lo perdió…