No quiero ser amada – Capítulo 65: Tu deseo

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Igor apretó el puño y, finalmente, subió al tronco de un solo salto. Prefería salvar la vida del pájaro que mirar esas lágrimas que caían impotentes. Mientras trepaba, el gato estaba listo para saltar sobre el pájaro y morderle el cuello. Necesitaba darse prisa, de lo contrario el pájaro terminaría siendo la comida de alguien.

—¡Ahhhh!

Tras varios sonidos de traqueteo y de algo al romperse, cayó al suelo con el pequeño pájaro envuelto con seguridad en su mano. Afortunadamente, no se había lastimado ya que había usado una técnica de aterrizaje que aprendió durante la esgrima. Pero dolía como el infierno como si sus huesos se rompieran en pedazos.

¿Qué estoy haciendo…?

—¿Estás bien?

Igor la miró con ojos ardientes y quiso decir que no lo estaba, pero lo contuvo. Era mejor que primero verificara el estado del pájaro. Cuando abrió la mano, la niña sostuvo el animal. En ese momento, el pájaro chilló, batió sus alas y se elevó hacia el cielo azul profundo.

—Ah…

Mientras la niña miraba hacia arriba, con ojos que expresaban admiración desconocida, Igor se dio unas palmaditas en el hombro y la espalda adoloridos para deshacerse de la suciedad. Se rio en vano. Basil se volvería loco si viera su situación actual. En cuanto a la niña, ella siguió mirando al cielo sin ningún tipo de interés hacia él.

—¿Qué? ¿Lancé este precioso cuerpo al peligro para ti y ni siquiera te importa? —Los labios de Igor se apretaron y una declaración áspera salió con insatisfacción.

Solo entonces los ojos oceánicos de la niña lo miraron. No fue hasta que vio su mirada preocupada que se sintió un poco mejor.

—Lo siento. ¿Estás herido?

—No.

La niña extendió su mano e Igor la agarró, pero su agarre era demasiado fuerte y por un momento parecía que iba a caer de frente. Igor rápidamente se equilibró, fingiendo sostener su mano con brusquedad.

Luego, la niña comenzó a limpiar la suciedad de su rostro e Igor se sintió incómodo. Se le hacía difícil mantener los ojos en un solo lugar.

—¿Quién eres tú…? —preguntó él.

—¿Lo viste?

Una vez más, Igor se sorprendió, mirándola en estado de shock.

Soy el rey… ¿Por qué sigues ignorando lo que digo?

Pero no expresó sus pensamientos internos y dijo:

—¿Qué?

—Conozco a ese pájaro.

¿Qué estás diciendo?

—¿Qué pájaro? —Igor estaba confundido.

—¡Es Ataraxia!

No entiendo…

—Sabes, cuando el pájaro voló hacia el cielo, de repente se hizo tan grande que chispeó muy intensamente. ¡Lo vi claramente!

Igor pensó que había estado leyendo demasiados cuentos de hadas. ¿Ataraxia? ¿Era tan ingenua como para creer eso? Quería decir que era tonta y que nada como eso existía en el mundo pero no lo hizo. Suspiró en su lugar. Si él decía tales palabras, ella podría llorar una vez más.

—Ya veo… Wow, eso es increíble. Así que vi algo realmente genial —respondió con brusquedad en su lugar.

—Ese deseo es tuyo.

—¿Eh?

Levantó una pluma dorada del suelo y se la ofreció con orgullo.

—Salvaste la vida del pájaro. Pide un deseo con esto.

¿Deseo?

Igor miró la pluma, recordando cuál era su deseo. Su deseo era convertirse en un buen rey, conocer a una chica agradable y vivir feliz con ella. Sabía que esta pluma sola no era suficiente para cumplirla, pero de alguna manera, le calentó el corazón. Sintió un consuelo inesperado.

Las puntas de sus labios se elevaron ligeramente mientras giraba la pluma alrededor de su dedo.

—Mi deseo, ¿se hará realidad? —preguntó Igor.

—Por supuesto. Dimi lo hizo. Sostuvo la pluma e hizo un largo deseo y apareció Myastra.

—¿Dimi? ¿Quién es ese?

—Mi primo. Dimi lo sabe todo.

—Mmmmmm…

Igor entrecerró los ojos mientras veía a la niña hablar tan bien de ese Dimi.

Yo fui quien trepó al árbol por ti, pero ¿por qué elogias al tipo equivocado?

Estaba herido… golpeado con una flecha.

Volvió a mirar la pluma. Mientras tanto, la cara de la niña se puso un poco huraña y le preguntó si no le gustaba la pluma dorada.

—No, me gusta, pero estaba pensando que deberías ser tú quien escriba ese deseo —respondió Igor.

—Pero salvaste al pájaro.

—Sí, pero lo hicimos juntos. Si no fuera por ti, la idea de salvar al pájaro no me vendría a la mente en primer lugar. Tómala. Piensa en ello como mi regalo para ti.

El rostro de la niña se iluminó de inmediato ante sus palabras.

Los labios de Igor se torcieron.

Tú… siempre la quisiste. ¡Tonta, podrías haberlo tomado desde el principio…!

—Espera, dijiste Myastra, ¿no? ¿Dimitri es tu primo de Crichton?

—Sí.

—¿Tú también eres de Crichton?

—No, soy un arundelita. Nací y crecí aquí.

—¿Quién eres tú?

Justo cuando estaba a punto de escuchar su nombre, una voz femenina sonó desde la distancia.

—¿Rihannan?

Igor se dio vuelta y vio dos figuras, su madre y una de sus fieles cómplices. Sabía quién era… El miembro de la familia real de Crichton y la amiga más cercana de su madre. La reina había dicho una vez que traería a la hija de la dama al palacio para hacerla reina y tener un hijo con Igor.

—¡Madre!

La niña corrió directamente hacia la dama e Igor inmediatamente supo su identidad. Ella era la niña con la que se casaría. Ante este pensamiento, su corazón se hundió, sintiendo que estaba en un mundo de cuento de hadas solo para volver a la realidad en el momento siguiente.


Maru
Igor también tiene heridas por culpa de su madre pero... Fuiste muy injusto. Ella te gustó desde el principio. ¿Era necesario todo lo que hiciste? Seguiré analizándote mientras más pov tuyos me den jaja

4 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 65: Tu deseo”

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