¡No quiero ser princesa! – Capítulo 5: Su dolor


Un silencio incomodo llenó la habitación.

Olvidándonos sobre el estado actual de las cosas, ambos interrumpimos los movimientos.

¿Las circunstancias actuales? continuamos donde estábamos en un estado prácticamente desnudos con su dedo todavía en “ese lugar”.

― ¿Diana?

―Como se esperaba, usted puede decirlo…

Había pensado que si no estuviera expuesto entonces podríamos haberlo hecho como es, pero las cosas no parecían ir tan fácilmente. Probablemente fue porque su dedo golpeó mi himen, o porque se siente mas estrecho que de costumbre, algo así.

―Bueno, sí.

Evitando distraídamente su mirada, me volví aún más inquieta.

Además de saber que era un veterano y de elegirlo, no podía ser de ayuda si se enteraba.

―Sí. Soy virgen.

Lo consideré un poco, pero al darme cuenta de que era absurdo no decirlo cuando lo sabia, asi que lo dije de manera seria y resuelta.

―Err, como era de esperar, ¿es una molestia?.

Al ver que su cara se puso rígida por un momento, le pregunté algo desalentada.

Habiendo llegado tan lejos no pensé que él se detendría, pero tal vez era malo después de todo.

Si ese fuera el caso, entonces desearía que él sacara su dedo….

Al ver mi turbio rostro, sacudió apresuradamente la cabeza hacia un lado.

―No, no es eso… parecía como si estuvieras muy acostumbrada a esto… fue realmente inesperado.

―Realmente es mi primera vez.

En este mundo, de todas formas.

En mi pasado, lo hice. La razón por la que pensó que no era mi primera vez fue probablemente por eso.

―Sí, ahora entiendo porque “aquí” es tan estrecho.

―Esas reacciones, si ella lo sabía entonces normalmente no sería capaz de hacerlas―, susurró mas para si mismo que para mi.

Con ganas de preguntarle qué quería decir, me moví para abrir la boca, pero sus dedos quietos empezaron a moverse una vez más.

De nuevo recibiendo estimulación, mi cuerpo reaccionó fácilmente.

―Diana, tu primera vez ¿está bien que la acepte?

Mientras movía su dedo con sonidos sofocantes, me susurró al oído.

Parecía que no tenía intención de parar, así que me sentí aliviada.

Para transmitir mis intenciones, sacudí la cabeza de arriba abajo.

―Si no es un problema para ti… ¡¡Ah!!

Cuando se frotó contra un buen lugar, mi cuerpo se arqueo.

Tomando mi respuesta, él usó su pulgar para tallarlo contra mi yema de flores.

―¡¡Ah!!… ¡¡¡Ahí!!! ―, grite ante las sesaciones. Mientras temblaba, mis dedos se extendían. Debido al placer excesivo, aunque no estaba triste, cayeron lágrimas de mis ojos.

―Así que te gusta aquí. De acuerdo, voy a frotar más. Diciendo que es molesto, no lo creo en absoluto. Estoy muy feliz. Es un honor… ¿Pero no tienes nada como un amante o un prometido para quitarte la virginidad?

“Prometido”, ante esa palabra, inconscientemente me estremecí. Obvio que no lo dire.

―¿Así que tienes uno después de todo? Aun así, ¿está bien conmigo?

―No hay nadie. ¡¡No tengo nada como un amante!!

Estimulando aún más mi flor, no tuve más remedio que levantar una voz coqueta.

Su otra mano jugueteando implacablemente con mi pezón mientras me preguntaba si realmente estaba bien me dijo con su vigor no tenía intención de detenerse.

Sospecho que no tenía ninguna intención de dejarme responder francamente.

―Así que tienes un prometido. Bueno, una vez que llegas a esta edad es natural. Pero aun así sigues con mi invitación, tal vez ¿no le va bien a tu novio?

― ¡¡Eso no es asunto tuyo!!

Si iba bien o no, nunca lo conocí. He vivido bien sin involucrarme con él, quería terminarlo rápidamente. Por eso hice este plan.

―Ya veo. Si es así no hay razón para contenerme. Agradeceré el honor de ser tu primer hombre.

Insertó un segundo dedo mientras anunciaba eso con una sonrisa, pensé, ‘haz lo que quieras’.

Tenía los dedos largos, ásperos y huesudos por lo que probablemente practicó algún tipo de artes marciales. Eso debio aumentar su experiencia.

―Ah, usted da tan buenas reacciones. Que es divertido. Te voy a hacer sentir muy bien, así que voy a insertar uno más.

―Muchos y muchos, ¿está bien?

Una vez más, murmuró en mi oído. Sólo por eso me sentí como en un orgasmo.

Era la primera vez que me daba cuenta que era débil a las voces. Con su voz inusualmente sexy jugueteó conmigo.

Los dedos insertados se movían de forma independiente, como si estuviera extendiéndose por mi interior, y un sonido indecente retumbó al entrar y salir.

―¡¡AAHH!!

Se insertó un tercer dedo. Sintiéndolo, mi interior empapado acepto fácilmente el tercer dedo de Apolo.

―Asombroso. El tercer dedo ya ha entrado, ¿sabes? Estás completamente empapada. ¿Se siente tan bien?

―¡Nn! Es…Bueno. ¡¡Es bueno!!

Asintiendo mientras temblaba, como para responder al movimiento de sus dedos mis caderas se balanceaban.

―Realmente, es difícil creer que seas virgen. Entonces, y si…

―¿¡Fuwah-!?

Con un sonido húmedo, sacó los dedos. Perdiendo la estimulación dada, lo miré con los ojos insistiendo en que no había tenido suficiente.

―¿Por qué saliste?

―Uwah. Qué adorable…Está bien. Sólo quería darte algo que se sentiría mucho mejor.

Diciendo eso, quitó el vestido que estaba enrollado alrededor de mí y mi ropa interior restante.

Mientras estaba expuesta desnuda delante de él, le pregunté qué quería hacer y él respondió con una sonrisa dulce.

―¿Me dejarás oír una voz aún mejor?

―¿Eh?

De una sola vez abrió las piernas y me elevó las caderas. Ante sus ojos, mi lugar secreto estaba a la vista.

―Asombroso.

Su boca inferior se contrae y se cierra. Dice que quiere besar “allí” rápidamente.

Diciendo eso, sin vacilar comenzó a lamer mi lugar secreto.

―¡¡Hyaah!!

Hacia la sensación directa, el entumecimiento recorrió todo mi cuerpo y un grito de placer se filtro de mis labios.

Levanto mis caderas más, como si fuera a separarlo, él usó su lengua con diligencia y comenzó a degustar.

―¡¡Hyah!! Ah, ¡¡AhAAHH!!

Ya no podía construir palabras, solo gritar. Esta sensación extraordinaria me hizo sentir como si estuviera en la cumbre del placer.

Mis caderas comenzaron a espasmarse por la sensación de felicidad de su lengua hundiéndose y atormentando mis entrañas.

― ¿Se siente bien?

― ¡¡Bien!! ¡Se siente muy bien!

Al oír mis palabras, él alzó su cara y miró a mis ojos llorosos para la confirmación.

Sintiéndome bien hasta el punto de que era insoportable, me mordí el dedo.

En mi mundo pasado, no tenía ninguna aversión a lamer o ser lamido, pero las sensaciones que experimenté entonces eran incomparable hasta ahora. Realmente, este hombre es bueno en lo que hace.

―Que exista una mujer que de este tipo de reacción. Es como un sueño.

―¿Qué quieres decir?

Mientras estaba a merced de su técnica, me interesé por las palabras que él mismo hablaba y pregunté.

―¿Hm? No es nada. Si no lo sabes, entonces eso me hace más feliz. No tienes que preocuparte por nada, solo siénteme.

Respondiendo con un significado sugerente, quería preguntar un poco más en detalle, pero una vez más enterró su cara entre mis piernas y lamió en un movimiento circular.

Por eso, mis pensamientos se alejaron y no pude preguntar nada más.

Él ligeramente mordió mi flor expuesta y rápidamente me vine.

―¡¡AAHH!!

―Fufu, te gusta aquí. Te lameré más.

―¡¡N-No!! ¡¡Me acabo de venir!!

Mientras estaba en el estado de temblor después de venirme, yo contenía su cabeza para detenerlo de dar aún más estimulación.

Como resultado, parecía como si estuviera desesperadamente sosteniendo su rostro, rogando por más.

―Como pensaba, quieres más. Mn, lo entiendo.

―Que…¡¡No es eso!! ¡¡AAHH!!

Mientras lamía, me pellizcó los puntos endurecidos de mis pechos con ambas manos, provocando más gritos de mí.

Sentir demasiado placer sólo resultaría en dolor. Al liberar las lágrimas, agotada, lo invité vergonzosamente.

―Ya…. Ya es suficiente…. Por favor, ponlo dentro….

No podía soportar más de esto. Este intenso preliminar fue el primero para mí. Me vine demasiado, mi cuerpo se sentia pesado y era duro para mí. Pero más que eso, las profundidades de mi cuerpo querían mas estimulación no importa qué.

Con una voz dulce y enfermiza le rogué, él alzó su cuerpo y frenó su boca.

―Uwah. Ella está suplicando… Me encanta. No quiero dejarte ir más. Por eso, quiero decir que definitivamente no te dejaré ir. Ya lo he decidido.

Él incesantemente dijo esas palabras hacía mí.

Pero sus murmullos nunca me alcanzaron. Yo estaba demasiado ahogada en placer y me volví incapaz de procesar las cosas normalmente.

―¿Me quieres?

Moviendo temporalmente su cuerpo, puso sus manos a cada lado de mi cara y así, me preguntó con voz como derritiéndose por la fiebre.

La respuesta era que lo quería. Forme las palabras que él quería escuchar de mi boca.

―Te quiero. Profundamente dentro de mí, quiero tu cosa caliente….

―Buena chica…. Muy bien, te lo daré, mucho.

Esa pareció ser la respuesta correcta. Me alabó con una voz que despertó mis sentidos y me dio un beso mientras acariciaba mi cabeza.

Abrí la boca para dar la bienvenida a su lengua.

Trazando mi fila de dientes, una voz se filtró. Las lenguas se entrelazaron inmoralmente. Haciendo una sensación intolerable, volví a acercar su cabeza.

Con un ruido, oí el sonido de él despojándose de sus pantalones.

Mientras iniciaba un profundo beso, su mano derecha me abrió las piernas. Sacó su polla de su ropa interior y la colocó en mi lugar secreto.

La sensación de algo caliente y húmedo me fue transmitida, y mi mitad inferior picó en anticipación.

Así lentamente me penetró.

Entonces, noté una sensación de incomodidad.

―¡¡Nnn!!

¡¡Anticoncepción!!

Traté de levantar la voz, pero mi boca fue sellada con un beso por lo que no sucedió.

¡Este tipo es el peor, no está usando ningún anticonceptivo!

Antes de llegar a este punto, era un tema extremadamente importante, así que naturalmente investigué métodos anticonceptivos.

Como resultado, como en mi mundo anterior, la anticoncepción de este mundo tenía muchos métodos centrados en los hombres y sus “cosas”.

En éstos, las opciones más populares eran la llamada eyaculación extra-vaginal y la aplicación de un condón en consecuencia.

La eyaculación extra-vaginal fue como sonaba, pero como se esperaba, el riesgo es aun alto en el lado de la mujer.

Equivalente a poner un segundo condón es la llamada píldora mágica. Si se traga esto justo antes de la penetración, los genitales del hombre estarían envueltos por una delgada membrana. Después de la eyaculación, todo lo que había que hacer era quitarlo y tirarlo. La forma misma era como un tipo diferente de condón de mi vida pasada.

El precio era razonable, y en este mundo, era el método anticonceptivo más practicado.

Eso fue bueno y todo, pero este hombre Apolo no mostró absolutamente ningún indicio de tragar la píldora. Definitivamente no estaba usando anticonceptivos.

Tal vez tenía extrema confianza en el método de eyaculación extra-vaginal, pero con él tratando de insertar directamente su polla goteando con el liquido preseminal, no había manera de que yo pudiera decir que me sentía segura.

¡Maldición! Como era de esperar, un jugador sólo puede ser un jugador.

No estaba pensando en los riesgos del lado femenino.

La sensación caliente que empujaba en mí me dijo que sin duda era penetración sin proteccion.

Por si acaso, pensé en tomar un anticonceptivo de antemano, y parecía ser la elección correcta, así que me sentí aliviada por el momento.

A diferencia de la contraparte masculina, en este mundo sólo existía un método de anticoncepción para las mujeres.

Esto era también una poción mágica, pero la eficacia de cada dosis dura aproximadamente 24 horas.

El precio solicitado era extraordinariamente alto.

No estaba diciendo mucho, pero definitivamente no era algo que una mujer común pudiera conseguir. Como la hija del duque principal, usé los métodos que pude para tenerlo de algún modo en mis manos. Y aún así, valía una cantidad de oro que permitiría a una familia común vivir cómodamente durante aproximadamente un año.

Yo simpatizaba con el yo que estaba sufriendo cuando me enteré del precio. Estoy muy agradecida por mi fondo monetario.

Pero el área de mi espalda a mi estómago era insustituible. Si yo fuera tacaña aquí, podría tener una experiencia sexual de la que me arrepentiría más tarde.

A pesar de que quería romper mi himen, definitivamente no quería quedar embarazada. Ese futuro en sí mismo era sombrío.

Me decidí a resignarme.

Luego gasté todo el dinero que había estado laboriosamente ahorrando hasta ahora y solicite a alguien por sexo….

Fue la elección correcta.

Mientras sentía que su cosa penetra más profundamente dentro de mi cuerpo, me sentí aliviada de que mi intuición fuera correcta y que tuviera la precaución suficiente para actuar sobre ella.

En el peor de los casos, incluso si eyaculaba dentro, no habría repercusiones. Quería aplaudirme por mi cuidadosa preparación.

Aún así, quiero quejarme al menos una vez.

Apartando su rostro que había comenzado un beso persistente, le fruncí el ceño.

― ¡¡Anticoncepción!!

―Está bien.

― ¡¿Por qué?!

―Tomaré la responsabilidad.

Lo siento. No entiendo lo que quieres decir.

Quería buscarle más el significado, pero de repente paró su movimiento.

Probablemente dándose cuenta de que había golpeado mi himen, suspendimos la conversación.

―Creo que esto dolerá, pero trata de aceptarlo lo mejor posible…

―Ah…¡¡Duele!!

Se apartó momentáneamente y se metió en mis profundidades con toda su fuerza.

Sintiendo como si oyera un sonido de algo que se desgarra, grité.

―¡¡AAHHH!!

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