¡No quiero ser princesa! – Historia Paralela 9: La Eterna Preocupación de la Señora de la Corte (1)

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


—Dama de la Corte Principal, Su Alteza fue visto entrando a su habitación privada con una mujer

— ¡¿Qué?!

Estaba en la habitación designada para la Dama de la Corte, en la planta baja, cuando una Guardia Imperial entró corriendo y me contó las noticias. No podía creer lo que oía.

Había estado al lado de Su Alteza, el Príncipe Heredero, durante muchos años como su ayudante, incluso elevando mis órdenes a las de la Dama de la Corte Suprema, para que se le considerara adecuada para vigilarlo. De todas las personas, se suponía que yo tenía un mayor entendimiento de Su Alteza.

Aun así…

— ¿Qué tipo de persona era ella?

—Cierto…como fue un suceso repentino…me pregunto qué tipo de persona es…

En silencio, chasque mi lengua, en molestia hacia el inútil Guardia Imperial.

Su Alteza llevó a una mujer a su habitación privada…

Nunca antes había sucedido algo así. Su Alteza es una persona sobresaliente, tiene pleno conocimiento del poder de sus acciones y de todos los resultados que estas generarían.

Si trae a una mujer a sus aposentos, significa que le está mostrando su favor a esa concubina. Por eso, es que nunca trajo a una dama al palacio.

Me estaba costando mucho creer este hecho, cuando otro Guardia Imperial trajo información aún más impactante y me hizo marearme.

Su Alteza, envió un mensaje que decía, explícitamente, que no se le molestara mientras la dama estuviera en su habitación.

Sus acciones, dentro de la habitación, eran claras como la luz del día. ¿Cómo podría pasar algo así, en este día en particular…?

Hoy, es el día del compromiso de Su Alteza. Después de haber estado sin una novia durante muchos años, finalmente, se comprometió con la hija del Primer Ministro.

Después de que se cumplió su deseo, recordé la cara de odio de esa persona. Ese hombre, había estado anhelando el matrimonio de su hija con el Príncipe Heredero. Como hija del Primer Ministro, en términos de rango, ella no supone un problema.

Sin embargo, ella nunca hizo apariciones públicas. La razón de esto, al parecer se debe a su débil constitución. Sin duda, solo será una princesa decorativa.

Que el Primer Ministro, logre comprometer a la dama con Su Alteza a la fuerza, deja un mal sabor de boca. Por esta razón, había estado obstaculizando sus planes todo el tiempo.

Usando su poder o habilidad, al final, recibió el consentimiento del Rey y recibió el reconocimiento del Príncipe Heredero.

En cualquier caso, el propósito final de ese hombre era ganar más poder usando a su propia hija como un trampolín.

Según las conversaciones y los rumores, parece que recibieron el reconocimiento de su Majestad, el Rey, en la ceremonia de compromiso de hoy. Aparentemente, se declaró que ella también sería tratada como la Princesa Consorte. Eso es sorprendente.

Cuando me enteré de que la ceremonia de la boda se llevaría a cabo dentro de medio año, en lugar del período habitual, me sorprendí aún más. Creo que ese tipo debe haber estado trabajando entre bastidores.

Me siento mal por Su Alteza.

Me acordé de la cara de ese hombre odioso, llena con una mirada orgullosa que parece exudar felicidad en cuanto se le concedió su deseo.

Era plenamente consciente del deber de la familia real de casarse por razones políticas. Incluso Su Majestad y Su Alteza Real piensan igual. Sin embargo, para Su Alteza, a quien había cuidado durante muchos años, verlo experimentar el mismo camino. No pude evitar sentirme impotente.

En ese caso, todo lo que puedo hacer es estar al lado de su querida concubina. Al instante, me sentí tranquila, mientras pensaba de esa manera.

¿Por qué tenían que suceder este tipo de cosas hoy? Esta es la peor situación posible.

Cuando ese hombre descubra que Su Alteza llevó a otra mujer a su habitación privada, en lugar de a su hija, me pregunto qué pasará. ¿Asesinará, en secreto, a la concubina? Estos pensamientos se arremolinaron en mi mente.

Además, ¿qué clase de dama trajo Su Alteza? Con ese tipo de situación, su posición como la concubina más querida de Su Alteza estaría garantizada.

Me pregunto si ella comprende, completamente, el estado de ser la concubina más amada.

Incluso, dentro de un matrimonio sin amor, la posición de la Princesa Consorte es absoluta. Sin tener conocimiento de ese hecho, ella no podría comportarse correctamente como una concubina.

Entonces, ¿en qué está pensando Su Alteza? ¿Está enamorado de esa dama o desea su mano en matrimonio? Este tipo de preguntas seguían apareciendo en mi mente.

En cualquier caso, nunca podré responder a ninguno de ellos, sin conocer a la dama.

Esperé la llamada de Su Alteza. Durante mucho tiempo, ya que era parte de mi trabajo, me había acostumbrado a esperar. Incluso si Su Alteza no me llama, su concubina, seguramente, abandonará la habitación después de su actividad. Si conseguía captar ese momento, podría verla.

Eso fue lo que pensé.

Desde que escuché las noticias del acto de Su Alteza al mediodía, al menos todo un día ha pasado. Su Alteza y su dama no han dejado la habitación desde entonces.

Durante el resto de la noche, no cerré ni un ojo y nunca dejé mi posición.

Mi única intención era entender lo que Su Alteza estaba pensando.


Kiara
Pero que chismosa es esta dama, jajaja se quedó esperando lo que no iba a pasar, que Freed suelte a Lidi

4 respuestas a “¡No quiero ser princesa! – Historia Paralela 9: La Eterna Preocupación de la Señora de la Corte (1)”

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