Nuestro Matrimonio Político – Capítulo 11

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


— ¿Marioneta?

Matilda inclinó la cabeza mientras pensaba. Ella había escuchado esa palabra antes en su país de origen, pero la evaluación que había tenido de Barenshiaga y de Leandroth no era la de una marioneta.

Matilda sacudió la cabeza para indicar que no había escuchado nada al respecto, con calma, puso su tenedor sobre el exquisito plato de porcelana y tomo su taza con té.

— ¿Qué hay del rumor sobre mi hermano menor y sobre mí? ¿Qué somos hijos de una amante y no de la Emperatriz anterior?

Ella asintió.

Fue muy conocido por todos en la corte y por la realeza de otros países, el anterior emperador y la emperatriz no podían tener hijos, por lo que adoptaron a los hijos de una amante enferma del emperador. También a una princesa en su propio derecho.

Leandroth dejó escapar un gran suspiro.

—La Emperatriz se enfermó a causa de no poder tener hijos.

Matilda ladeó la cabeza, tratando de descifrar su murmullo.

—Te voy a decir acerca de ella, pero no es como te lo estás imaginando. —Dijo oscuramente.

Las palabras salieron de su boca como una obligación. La forma en que dijo “La”, fue desdeñoso y amargo, lo que es una extraña manera de referirse a su madre.

—Además, el ex emperador no está descansando de una enfermedad en el palacio Rikyu.

— ¿No está enfermo?

Las palabras de Leandroth se están volviendo demasiado desconcertante.

—No, no hay ningún emperador enfermo, no hay concubinas tampoco. El ex emperador, que todos llamaban el emperador Mercenario y la mujer que más ha amado, ahora están viajando por el mundo como unos recién casados, no te parece cómico.

— ¿Eh?

A pesar de que sólo era una broma, la forma en que los ojos de Matilde se abrieron en sorpresa ante sus palabras pareció divertirlo un poco.

—Nuestra madre ha fallecido, sólo el emperador anterior permanece vivo.

—Leandroth dijo con frialdad.

Nuevamente, parecía distante y un aura fría lo cubrió. La respiración de Matilde se quedó enganchada en la frialdad de su expresión.

—La emperatriz le permitió al emperador tener un harén, porque ella no podía darle hijos. Ella estaba en constante agonía, debido a que no era amada o favorecida por el emperador. Pero el criarnos, la distrajo de su dolor.

Su mirada distante, comenzó a vacilar un poco.

—La emperatriz anterior fue una buena madre para nosotros. En mi corazón la ame mucho.

Leandroth estaba muy quieto.

—Creo firmemente que mi suegra los amo a ti y a Balton — Ella le dijo en voz baja.

— ¿Por qué piensas eso?  —La voz de Leandroth tembló. Matilde fingió no darse cuenta y puso la taza sobre el plato, mientras trataba de encontrar las palabras. Lo miró directamente y sonrió.

—Porque, Leann es una persona fácil de amar.

Leandroth era alguien que no tenía una fachada. Es fiel a sí mismo y a aquellos que tenían tratos con él. Esa primera noche, en verdad había tenido un mal comportamiento, pero había sido amable después. Por supuesto que hubo cosas con las que no estuvo de acuerdo, pero en general es una buena persona.

Leandroth le devolvió la mirada, sus mejillas se sonrojaron levemente. Se dio la vuelta y dijo: —Gracias, Mattie.

El  dulce tono de su voz tocó a Matilde profundamente.

—Por lo tanto —continuó, —mi abuelo, el padre de la emperatriz, el Marqués Bermud sirve actualmente como primer ministro. Él actúa de manera justa y equitativa. Era un caballero fantástico y espadachín. Balto y yo lo admiramos.

—Sí, lo sé.

—Es curioso cómo han cambiado las cosas desde mi nacimiento, aun cuando la madre murió.

Matilde miró a Leann.

—La razón por la que no me importa ser considerado como un emperador títere para quienes gobiernan, es que durante todo este tiempo ha habido paz, abundancia de alimentos, los impuestos no son altos y los habitantes son capaces de pagar. Lo demás no importa —Leann rió sin alegría, —Ha sido así desde el reinado del emperador anterior. Dado que no era problemático, no he dicho nada. Hace que la vida más fácil

—Debido a que es más fácil… —dijo Matilde tamborileando con los dedos sobre la mesa.

— ¿Eso te molesta?

—Solo porque es demasiado molesto actuar, ¿no haces nada?

—No quiero cansarme a mí mismo, si puedo evitarlo.

—Si no quiere cansarse, ¿no debería mejorar la eficiencia?

— ¿Cómo crees que debería mejorar la eficiencia?

—Teniendo en cuenta todo esto, va a sufrir al principio, pero debería ser más fácil con el tiempo.

Leandroth rió, —supongo que voy a tener que trabajar un poco más, tal vez sea difícil. Realmente eres buena…

— ¿Eh?

— ¿Cómo superarías el posible conflicto con el Primer Ministro? —Matilde le preguntó

—No creo que el primer ministro sea un problema, pero están esos idiotas que han estado socavando al primer ministro y el mal uso de su autoridad. Deshacerse de ellos, regresar los asuntos de gobierno pertinentes a la oficina del emperador y a partir de ahí empezar de nuevo.

—Eso es… — Matilda iba a decir más, pero se contuvo.

Leandroth rió, —Por supuesto, no sería fácil, pero vale la pena a largo plazo. Voy a tener que trabajar más duro —dijo con una sonrisa irónica, y continuó entre risas, —Ese es el trabajo de Mattie, patear el trasero de aquellos que han abusado del reino.

—Entonces ¿es por eso que me elegiste? —ella preguntó.

—No. Es porque eres la mujer que aceptó mi propuesta de matrimonio —bromeó

—A pesar de que va a ser un problema, quiero esforzarme para mi pueblo. Así que, puedo estar de pie junto al Primer Ministro. En resumen, él ha sido el salvador de Barenshiaga.

Matilde se encogió de hombros, no podía tomar sus palabras en serio. Sin embargo, era capaz de adivinar sus pensamientos.

—No estoy interesado en gobernar. Yo preferiría darle todo a mi hermano. Pero hice una promesa con él…

— ¿Una promesa? —preguntó Matilde. Leandroth observó la expresión inquisitiva de Matilde y se rió maliciosamente.

—Ser el Emperador es algo molesto, pero si nos casamos será por amor, no dejaremos de lado a la mujer que amemos a causa de ser de la realeza.

— ¿Qué?

—Usando nuestro poder, no renunciaremos a la persona con la que nos casamos. Vamos a trabajar duro para el gobierno y el pueblo. Mi hermano se ocupa del ejército y yo soy un político.

La boca de Matilde se abrió a causa de la sorpresa. A ella le gustaría utilizar a estos hermanos tontos como un saco para golpear.

—Que problemático…

— ¿Eh? ¿Por qué estás reaccionando así? ¿Quieres que te lo diga? La verdad es que te amo.

Él realmente no tiene vergüenza.

— ¿A quién amas más?

—A Ti —la respuesta fue como se esperaba.

— ¿Y las otras princesas?

— ¿Qué hay con ellas?

—Había una mujer de edad entre ellas…

—Ah

—Y yo sé que eres demasiado amable.

— ¿Estás celosa?  —Le preguntó sonriendo, una sonrisa que Matilde encontró totalmente desagradable, giró la cabeza lejos de él.

Ella dio un largo suspiro, —Me ha sido dicho por todos, que son mujeres hermosas, animadas y maravillosas. En lugar de estar celosa, sólo quiero saber cuál es mi posición ante sus ojos.

—La que más me gusta. —Dijo sin dudar.

Ella alzó la vista, sorprendida. Leandroth había hecho latir su corazón con esas palabras y con su mirada risueña.

—Usted es demasiado atractivo para mí.

El corazón le ardía al decir esas palabras y ella se sonrojó. ¿Cómo puede esta persona decir tales palabras embarazosas tan fácilmente, una tras otra?

Matilde selló sus labios. Luego, cerró los ojos y levantó la barbilla con orgullo —por favor, discúlpese —dijo mientras abría los ojos.

— ¿Eh?

—Por favor, discúlpese por la primera noche.

La cara de Matilde se puso roja, pero mantuvo la mirada fija. Leandroth observó la expresión seria de Matilde.

—Usted actuó bastante intimidante cuando llegué aquí.

—Sí.

—Así que por favor discúlpese por tocar mi cuerpo cuando estaba inconsciente.

Leandroth permaneció en silencio.

—Ahora que estoy segura de que me amas, no me importa si tal cosa sucede otra vez, pero las cosas eran diferentes entonces, así que quiero una disculpa apropiada de usted…para usted.

— ¿Para mí? —Leandroth preguntó dulcemente. Pero Matilde no dio marcha atrás.

—Sí, quiero una disculpa, no pido mucho, sólo quiero perdonar al “tú” de ese entonces.

—Mattie…

—No quiero tener ningún sentimiento sobrante negativo entre nosotros. Si va a pedir disculpas, también me disculparé por tratar de quitarme la vida con veneno.

Ella no tenía más remedio que ceder. Ella quería el afecto de sus padres como un niño, pero se había vuelto invisible para ellos. Decidió morir sin pensar en los sentimientos de Leandroth, ya que pensaba que era un matrimonio político.

La muerte…no era un camino que debería haber elegido tan fácilmente.

—Mattie, lo siento—Su gran mano le acarició la mejilla, él se disculpó como un niño luego hacer una travesura.

Sin embargo, de alguna manera su corazón le dolía. Miró hacia arriba y su marido se veía como un perro grande, uno dorado que acababa de ser regañado por su amo. Se puso de pie sin pensar y abrazó su cabeza contra su pecho.

—Te perdono y lo siento también. Si realmente me quieres, entonces yo…— pero Matilde no pudo terminar la frase.

—Lo siento, voy a estar dependiendo de usted a partir de ahora.

Ella sacudió la cabeza para decirle que estaba bien. Debido a que su padre la necesitaba, ella vivía. Ahora Leandroth la deseaba, ¿tenía derecho a vivir? Un escalofrío le recorrió la espina dorsal, ante unas caricias morbosas.

— ¡Oh mis preciosas! —dijo una voz tranquila entre sus brazos. Miró a Leandroth que había enterrado su cara en su escote y los apretaba con una mano, acariciando sus nalgas con la otra.

—Estoy muy feliz de ser dependiente de ti, —dijo con descaro. A pesar de que están separados por capas de ropa, Leandroth encontró su pezón con facilidad y comenzó a acariciarlo. Sensaciones agradables se arrastraron a través de ella.

—Ah, es una lástima que aún no es de noche, ¿te enojarías si te tomo aquí?

Ella bajó la mirada hacia él con la cabeza inclinada hacia un lado, —Eso es muy repentino…ahn~ —Su respuesta fue interrumpida debido a que Leandroth pellizcó su pezón y sus piernas casi se habían convertido en gelatina. ¿Cómo fue capaz de saber dónde estaban sus pezones a través de tanta ropa?

— ¿Usted no cree que es extraño?

— ¿Qué cosa?


Kiara
La historia es muy buena pero es un dolor traducir esto un terrible dolor.

Ayanami
ánimo Kiara-sama todo sea por el bien de nuestros kokoros~ o algo así

9 respuestas a “Nuestro Matrimonio Político – Capítulo 11”

  1. tengo una duda, hablan de las princesas, y el dice que ella es la que le gusta mas, que onda con las princesas? son concubinas, amantes, o que hacen ahi?

    1. La historia no abarca mucho sobre ellas, cuando Mattie toma veneno lo hace por que lo ve a el con otra mujer, pero el dice que solo lo hizo para darles celos y no se vuelven a mencionar el tema.

  2. Awww son tal para cual XD ja ja ja aunque sinceramente no me gusta que tengan harén 🧐
    Ha ha ha ha

    Muchas gracias por el capítulo 🌸💜🌸

  3. Muy disfrutable la relación del emperador pervertido y su cooperativa princesa (x q cada q el hace un avance ella flojita y cooperando). En conclusión Kiara-sama x favor sigue traduciendo y Ayanami-sama sigue editando 😉 sigan proveyendo droga a estas pobres almas XD

    1. Y Matilda que aveces peca de inocente XD pero eso hace que la historia sea demasiado buena, ambos compaginan a la perfección!!! gracias por leer y comentar, esto hace que nos agrade seguir traduciendo y en lo personal, editando 🙂

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