Traducido por Yonile
Editado por Meli
Las doncellas asustadas se congelaron.
—¡Eso es demasiado grosero! —gritó la condesa Melissa, agarrando con fuerza su falda.
Pero tan pronto como miró a los ojos de Ishakan, se paralizó. Su rostro se puso pálido y su respiración entrecortada. Su cuerpo temblaba de miedo absoluto. Leah se paró frente a ella, protegiéndola de su línea de visión.
—Él es el rey.
Ishakan se volvió hacia Leah. La condesa Melissa un suspiro de alivio cuando la atención estaba fuera de ella. Leah lo miró directamente a los ojos.
—Tocar el cuerpo de alguien de la realeza sin su permiso es una falta de respeto en Estia. Mientras esté aquí, me gustaría que siguiera la etiqueta de Estia.
Las doncellas estaban cumpliendo con sus deberes.
—Cometí un error —admitió. Continue reading