Bebé tirana – Capítulo 25: Quema todas las flores del jardín de inmediato

Un tembloroso Gustav informó de inmediato a Esteban. Esperaba que soltara un bramido estruendoso, pero permaneció inesperadamente tranquilo.

Su Majestad no es el tipo de persona que pasaría esto por alto.

—Mm, ¿Su Majestad? Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 25: Quema todas las flores del jardín de inmediato”

Bebé tirana – Capítulo 24: ¿Eh? ¿Está sonriendo?

La repentina aparición de la inédita mina de cristales de poder provocó una gran convulsión en el Imperio. Los nobles hartos de influencia del duque Javier ahora estaban de buen humor, hasta el punto de que se enviaron mensajeros de casa en casa a difundir la noticia.

En poco tiempo, las noticias llegaron a oídos de Esteban. Llamó de inmediato a su antiguo consejero. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 24: ¿Eh? ¿Está sonriendo?”

Bebé tirana – Capítulo 21: Acaríciame también la cabeza

Sorprendida por el rostro —demasiado hermoso para un niño— de este chico desconocido, una mano apareció por detrás de mí y lo empujó.

—Te dije que hicieras silencio. Mabel se ha sorprendido —lo reprendió Oscar y me dio palmaditas en la espalda. Mis ojos saltaron del chico de cabello dorado a Oscar repetidamente.

Ahora que lo pienso, tienen más o menos la misma edad. Qué lindos. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 21: Acaríciame también la cabeza”

Bebé tirana – Capítulo 20: Estoy muerto

En la sala de conferencias del palacio real de Ermano, los nobles y consejeros esperaban a que la reunión diera inicio. Pero, por alguna razón, el ambiente era diferente al habitual. Se debía a que era la primera asamblea a la que asistiría el emperador recién coronado.

—¿Aún no es la hora?

—Ajem, aún quedan cinco minutos. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 20: Estoy muerto”

Bebé tirana – Capítulo 19: Este país está condenado

Esteban había estado manteniendo desesperadamente la distancia con Mabel durante los últimos días, temeroso de que las cosas empeoraran entre ellos si se acercaba a ella. Tras presenciar lo bien que se lo pasaba sin él, le resultaba más fácil controlar su ansia.

Casi la abrazo en ese momento. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 19: Este país está condenado”

Bebé tirana – Capítulo 18: ¿Acaba de ignorarme?

—¡Afuea! (¡Afuera!)

Para recopilar información de forma eficaz, necesitaba salir y escuchar lo que decía la gente, en lugar de quedarme encerrada en mi habitación todo el día. Lalima era una charlatana, pero como la niñera vigilaba 24/7 los cotilleos, era difícil enterarme de casi nada desde aquí.

Por eso había empezado a exigir activamente los paseos. Al principio la niñera me sacaba gustosa, pero ahora que quería salir varias veces al día, estaba preocupada. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 18: ¿Acaba de ignorarme?”

Bebé tirana – Capítulo 17: Me hace falta Mabel

Gustav palideció al presenciar la serie de eventos que había tenido lugar en el dormitorio.

Estoy condenado.

Tenía miedo de imaginar cuánto se alteraría su majestad, quien fue rechazado por su alteza la princesa. En cambio, Lissandro observaba muy tranquilo la situación desde la puerta. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 17: Me hace falta Mabel”

Bebé tirana – Capítulo 15: ¿Te atreves a llevarte a mi hija?

—Abdico el trono en Mabel Gardenia Ermano. 

Esteban esbozó una sonrisa cuando terminó de hablar. 

Ha estado esperando este momento desde que Abelardo anunció la visita del rey santo. 

Hubo un momento de silencio y la gente se limitó a intercambiar miradas. Pero en poco tiempo, el interior del salón de banquetes se volvió ruidoso como la plaza de un mercado. Seguí leyendo “Bebé tirana – Capítulo 15: ¿Te atreves a llevarte a mi hija?”

Bebé tirana – Capítulo 12: Es el idiota número uno del mundo

—Hmm…

Esteban no ocultó su disgusto.

Cuando nació Mabel, durante tres meses, el marqués Gardenia le pidió que le dejara verla todos los días, pero Esteban se negó repetidamente. Porque sabía cuál era su intención.

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