Al borde de lo impresionante – Capítulo 82

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya


En el estudio del Papa, en el Templo de la Luz de la capital.

El Papa observaba con seriedad a Liuxue Qing, que estaba de pie frente a él, escuchando su reporte. 

Una vez que ella encontró al Papa, estableció una barrera mágica en su estudio, para su confusión. Sólo después de escucharle comprendió la seriedad del asunto.

—¿Estás segura que viste correctamente? —le preguntó.

Se trataba de la discípula de Cliff, y alguien del clan Hill que recientemente se elevó en la capital. Aun así, no había forma en que pudiera convocar a un gran dragón de tres cabezas.

—Su Santidad, le prometo que lo vi adecuadamente. La bola de carne peluda que vi con Claire hoy, era el animal que estaba sobre la espalda del dragón negro ese día. Sé que parece extravagante; teniendo en cuenta la fuerza de Claire, no hay manera en que pueda convocar a un dragón, sin mencionar para hacer algo tan desvergonzado. Pero le prometo que el animal que vi hoy en sus brazos fue el que estaba en el dragón —frunció el ceño Liuxue Qing, muy seria.

El Papa permaneció en silencio, inseguro. Liuxue Qing pudo volverse la princesa divina no por su apariencia o elegancia, sino por su innegable fuerza. Las ilusiones no funcionaban con ella debido a sus sentidos excepcionales y fuerte poder.

Si no lo había visto mal, ¿entonces esa chica Hill pudo convocar a un dragón y ordenarle? Había visto a la criatura personalmente ese día, no tenía dudas de que fuera real. Y también había presenciado la saliva de ese ser despreciable.

Si en verdad estuviera relacionado con Claire, entonces tendría que tomarse un tiempo para pensarlo. Pero eso no significaba que fuera a dejarla ir con facilidad. ¡Se atrevió a robar el regalo de la diosa! Sin importar quién fuera, recibiría un castigo apropiado.

—Lo entiendo. No divulgues esta información por ahora. Dejaré en tus manos la investigación. La conoces, así que no debería serte difícil. Si en verdad robó el regalo de la diosa, definitivamente será castigada. ¡Incluso el emperador no podrá salvarla! —dijo con frialdad, mejorando el humor de Liuxue Qing de inmediato.

—Su Santidad, no se preocupe. Definitivamente investigaré y reportaré todo —dijo, suprimiendo la urgencia a reírse.

—Sí. Puedes retirarte ahora —asintió el Papa.

No mucho tiempo después de que se fuera, hubo un golpe silencioso en la puerta.

—Entre.

Supo de inmediato quién se trataba por las pisadas. Era la clarividente del Templo de la Luz, L’Oreal.

Ella siempre tenía ojos extraños y un cabello verde en punta. 

—La persona que la diosa está buscando está en la capital. La anormalidad en el cielo fue causada por esa persona —dijo concisamente.

—¡¿Qué?! —El Papa se paró de inmediato. ¡Cuando el príncipe divino, Leng Lingyun, fue a Yowusali, no pudo encontrar ninguna pista, ¿pero ahora volvía a encontrarse en la capital?!

—El príncipe y la princesa divinos estaban ahí cuando la anomalía sucedió, debería ser sencillo obtener una respuesta si les preguntamos. —La voz de L’Oreal era incomparablemente vacía, sin emoción.

—Muy bien, perdón por los problemas. —El Papa siempre era muy educado con L’Oréal, porque ella era la equivalente a los ojos y boca de la diosa, y siempre pasaba sus órdenes.

—Me retiraré —dijo, y cerró la puerta lentamente.

El Papa dejó escapar un suspiro de alivio. No habían podido encontrar ninguna pista sobre la persona que la diosa estaba buscando a pesar de todo el tiempo que ha pasado. Tenía miedo de que la diosa fuera a perder la paciencia y culparlos por no trabajar lo suficientemente duro. Ahora que por fin había progreso, ¿cómo podría no suspirar?

Pronto, Leng Lingyun llegó a su estudio.

—Su Santidad, ¿estaba buscándome? —dijo, nunca servil ni despótico.

El Papa miró a la persona frente a él y sintió algo de lástima. Este increíble hombre no trabajaba por completo para el Templo de la Luz porque creyera en la diosa, sino por su hermana menor.

—Sí. —Él recogió sus pensamientos, se puso de pie y se acercó al joven—. Lingyun, siempre te he tratado como a mi propio hijo. Te vi al entrar al Templo de Luz, vi cada paso de tu progreso hasta que llegaste a este nivel. Espero que no falles a mis expectativas.

—Lo sé, y no fallaré en cumplir los deseos de Su Santidad. —Su tono de voz no había cambiado. El Papa suspiró por dentro. Como pensaba, ese niño seguiría sin abrir su corazón a otros.

—Estabas ahí cuando la anomalía sucedió en las afueras de la ciudad. ¿Puedes decirme en detalle qué sucedió? —preguntó, volviendo al tema principal.

—Temprano en la mañana me dirigía a las puertas de la ciudad, cuando vi las nubes negras cubrir el cielo, rayos y truenos sonando… —Leng Lingyun comenzó a detallar, incluyendo que Claire casi fue asesinada, aunque no comentó cómo los picos de tierra cambiaron de dirección de repente.

—¿Dices que Claire Hill también estaba presente? —frunció el ceño. Quería comentar algo, pero no podía. ¿Por qué estaba involucrada esa chica? ¿Coincidencia?

—Sí. —Leng Lingyun vio la expresión del Papa cambiar y quiso preguntar, pero se resistió.

—No hay nada más, puedes irte. Investiga qué causó la anomalía —le ordenó, aún frunciendo el ceño.

—Sí. —Leng Lingyun dejó el cuarto y al Papa pensando.

♦ ♦ ♦

Casa de Camille.

Cuando Claire despertó, ya era de noche. Summer entró para despertarla y cenar. Qiao Chuxin, esa chica tímida y hermosa, sonreía con fuerza y parecía estar llevándose bien con los demás. Cuando vio a las otras dos mujeres entrar, se levantó de inmediato para saludarlas.

—Claire, hoy la hermana mayor Summer me compró muchas cosas —dijo feliz.

Tal y como decía, Qiao Chuxin parecía otra persona. Las ropas hacían al hombre, como dice el dicho. Actualmente, se veía muy encantadora con ropas rosas y una valija nueva y hermosa para su arco.

—¿Todavía lo llevas cuando comes? —le preguntó Claire mientras se sentaba.

—Mi madre me dijo que, si el arco está presente, la persona lo está. Si el arco no se encuentra, entonces no es necesario que haya alguien —respondió Qiao Chuxin con seriedad.

Claire asintió. Como peleadora, comprendía ese tipo de mentalidad.

Una vez todos comieron, Summer sugirió dar una caminata por el mercado nocturno de la capital. Claire miró a la emocionada Qiao Chuxin y asintió, concordando. Las otras dos mujeres vitorearon.

Poco sabían que esa caminata les traería un encuentro inesperado.

♦ ♦ ♦

Con la caída de la noche, la capital bullía de actividad. El área baja de la ciudad era ruidosa, y las luces iluminaban todas las calles.

Summer y Qiao Chuxin caminaban delante, mirando todo emocionadas. Jean y Ben seguían a Claire en silencio desde atrás. El pobre Walter tuvo que quedarse con Camille, porque cuando se distraía, su aura oscura se dispersaba. Era claro que no podía aparecer en una multitud así.

—Claire, cómprame esto —señaló Summer hacía unos accesorios desplegados por un vendedor a un lado del camino.

—Tomen lo que quieran —respondió ella despreocupada. No tenía interés en accesorios para niñas.

Summer y Qiao Chuxin eligieron felices lo que quisieron, haciendo a Claire pagar.

Las ocupadas calles hacían que Qiao Chuxin observara todo sorprendida. Nunca había visto una noche tan emocionada.

Entre la multitud, una mirada aterrizó en Claire.

—Hermano, es esa chica de nuevo. —Se trataba de la misteriosa mujer de cabello dorado y ojos azules.

—Seguimos cruzando caminos —rió el hombre. De repente, su expresión cambió por completo al sentir su bolsa temblar. 

Eso significaba que la perla que había sido parte del bronce estaba cerca, por eso la resonancia entre ambas.

—Hermano, ¿qué sucede? —frunció el ceño la chica. Naturalmente, descubrió la razón de la extraña respuesta de su hermano.

—¡La perla azul está cerca! —dijo con voz confiada.

—¿Qué? —exclamó la mujer, sorprendida—. ¿Cerca? Hermano, ¿estás seguro?

—Estoy seguro. La Onda Azul está vibrando, puede sentir la Perla Azul cerca.

La expresión del hombre comenzó a ponerse ansiosa, mirando en todas direcciones. Pero estaba lleno de personas, ¿dónde podrían encontrarla?

En ese momento, su expresión volvió a cambiar porque vio a esa chica sacar una perla ordinaria con claridad, y estaba vibrando.

—Claire, es extraño. Esta perla parece tener espasmos, sigue vibrando.

No comprendía por qué la perla seguía vibrando en su bolsillo continuamente, y la sacó para dársela a Claire, quien la miró con sospecha y comenzó a pensar.

¿La perla vibraba sin motivos? Parecía estar resonando con algo.

De repente, Claire sintió dos miradas ardientes en ella. Al levantar la mirada encontró a un hombre y a una mujer que lucían similares observándola fijamente desde una multitud. O, más precisamente, observaban la perla en su mano.

Además, la mujer le dio un sentimiento nostálgico. Ese par de ojos… ¡Ah! ¡Lo recordaba, era la asesina de esa noche que pudo haberla matado, pero la dejó ir, además de a quien se encontró después de robar el regalo de la diosa!

¿Qué relación tenían con la perla? Claire desvió la mirada, mirando el objeto en su mano. Pensando en la mirada intensa del dúo, se dio cuenta de algo.

Era probable que la perla no fuera tan simple como parecía.

—¿Claire? —la llamó confundida Summer, devolviéndola a sus sentidos.

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