Boda relámpago – Capítulo 50: Primer día como Esclavo

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami

Corregido por Meli


Pensé que no sería capaz de dormir, pero, a medianoche, caí dentro de un dulce sueño. Solo logré despertar cuando Jiang Li llamó a la puerta por segunda vez.

Me desperté sintiéndome atontada, tropecé al salir de la cama, abrí la puerta, me asomé y le hablé perezosamente.

—¿Por qué tocaste? ¿Acaso no tienes la llave?

—Entonces, la próxima vez, no golpearé —respondió de inmediato.

—¡No puedes entrar a mi habitación sin mi permiso! —corregí mi error de inmediato, él no respondió, así que proseguí—: Y otra cosa, anoche, ¿qué estabas haciendo en mi habitación?

—Solo quería ver si estabas dormida.

—¿Y luego?

—La primera vez, no estabas dormida, la segunda y tercera vez, dormiste como un cerdo.

Lo miré con enojo, perdida ante sus palabras: me visitó¿tres veces?

—Debía confirmar que no terminarías en el hospital.

Al menos tenía conciencia.

Además, no era momento de enfadarme, porque a diferencia de otros días festivos como el Día del Trabajo y el Festival de Otoño. El Año Nuevo sería conmemorado en mis registros como días de éxito y victoria.

¿Por qué? Porque hoy, mañana y pasado mañana, Jiang Li, había prometido ser mi esclavo. Estaba tan emocionada, que mi pulso se aceleró. Quería ponerle una correa al cuello y sacarlo a pasear.

¡Guan Xiao Yan podía molestar a Jiang Li!

Sentí que ser acosada por él la noche anterior había validola pena.

Era una persona con poca integridad…

Jiang Li tenía las verdaderas cualidades de un esclavo. Temprano por la mañana, luego de despertarse, fue a comprar el desayuno y esperó a que me despertara. Le recompensé con una mirada de aprobación y comencé a disfrutar de mi comida. Mientras desayunaba, noté que había vendas en sus manos.

¿Qué estaba tramando?

Dejé de comer, cogí una de las manos de Jiang Li y la examiné con cuidado.

—Jiang Li, ¿estás muy herido? —pregunté, porque las vendas que tenía, eran suficientes para cubrirlo de la cabeza a los pies.

—No es de tu incumbencia. —Apartó su mano.

—Jiang Li, eres un esclavo y ¡te atreves a hablarme así! —Golpeé mis palillos en la mesa—. ¡Cuidado, puedo escribir carácteres en tu cara!

No dijo nada, colocó unos huevos en mi tazón y me sonrió. Su sonrisa era tan bellamente devastadora que me dejó atónita.

Resplandecía como una hermosa vista primaveral, tanto que contuve el aliento por la impresión.

—Maestra, coma sus huevos —dijo en una voz baja y suave como la seda.

Me estremecí, parpadeé y me obligué a mirar los huevos en mi tazón. En realidad, no importaba lo hermoso que fuera, no podía llenar mi estómago con solo verlo. Era una persona muy pragmática.

Así que pique los huevos y los comí sin piedad.

♦ ♦ ♦

Inicialmente, no tenía nada planeado para las vacaciones de Año Nuevo. Normalmente, era del tipo hogareño al que no le gusta el frío. Tenía la intención de quedarme en casa a comer, beber, descansar bien y disfrutar de la vida como un señor feudal. Pero ahora era diferente, ya que por primera vez, podía molestar a Jiang Li y sería un desperdicio si no salíamos.

Pero ¿a dónde? En ese momento, el esclavo sugirió.

—¿Qué tal a esquiar? —El maestro asintió, pero dudo, entonces, el esclavo golpeó la cabeza de su amo—. Puedes aprender si no lo sabes, estúpida.

—¿Cómo te atreves a tratarme así?

El esclavo desvío su mirada y acarició suavemente la cabeza de su amo, sus ojos demostraban ternura.

—Maestra, puedo enseñarte.

La maestra… casi vomitó sangre.

Aunque no sabía esquiar, consideraba que tenía talento para ello y por tanto, no sería difícil aprender. Cuando estuve lista para partir, Jiang Li preguntó:

—¿Tienes una tabla de snowboard? ¿Qué pasa con el traje de esquí? ¿Has reservado tus boletos? —Negué estúpidamente con la cabeza. Jiang Li movió la cabeza con pesar—. Si vas ahora, solo verás la entrada principal de la estación.

Frustrada, asentí. Entonces, el esclavo arrastró a su ama al centro comercial.

♦ ♦ ♦

Jiang Li estaba de pie frente al espejo, cuanto más lo miraba, más me disgustaba lo que veía.

Por lo general, podía tolerar su rostro espléndidamente guapo, porque a menudo usaba pantalones vaqueros, con una chaqueta sobre una camisa que no hacía juego, ¿pero ahora?

Me di cuenta de que se vestía de forma ridícula, no por falta de sentido común, sino solo por falta de interés.

Habíamos estado caminando por el centro comercial durante más de una hora, observando varios diseños y estilos que se adaptaran a mí, pero que no le gustaban. Él decía que el color del abrigo no era agradable o que el pantalón no era elegante. Luego dijo que había un conjunto de ropa que era bastante agradable, pero que mi figura era demasiado delgada y pequeña para lucirla bien… ¡Estaba tan enojada! Si solo quisiera burlarse de mí, debería decirlo sin rodeos.

Finalmente, se decidió por un set de ropa que realmente me quedaba muy bien. Me veía muy joven, dinámica y siendo un poco más narcisista, fácilmente podría aparecer en un anuncio.

Iba a elogiar a Jiang Li por su buena elección, cuando lo escuché pedirle al vendedor un conjunto de ropa igual al que yo usaba.

Cuando salió del camerino, yo quería llorar.

¡La ropa se veía cien veces mejor en él! Exudaba elegancia, como un atleta experimentado y, como si fuera una ilusión, parecía estar volando formidablemente sobre una tabla de snowboard.

De pie junto a Jiang Li, él parecía un hermoso caballo blanco, mientras yo parecía un ratón de cabeza gris.

Sentí envidia, celos, odio…

Mientras se miraba en el espejo, Jiang Li pareció sentir mi hostilidad. Me vio en el espejo y me sonrió.

¡Me estaba provocando!

No dije nada, solo vi que el vendedor se tambaleaba un poco, me apoyé en el perchero, con las mejillas carmesí, Jiang Li lucía aturdido.

♦ ♦ ♦

Después del almuerzo, Jiang Li dijo que iríamos a ver a mi madre.

Estuve de acuerdo, porque hacía mucho tiempo que no la había visitado. Cuando la llamé para decirle que íbamos a visitarla, alegremente respondió: «Eso es perfecto, quiero ir a cantar. Vengan a acompañarme.»

Su comportamiento no me sorprendió. Aunque mi madre era una mujer de sesenta años, estaba más loca que yo. Las cosas que hacían muchos jóvenes a ella también le gustaba hacerlas. No hace mucho, incluso tuvo una amiga de internet de dieciocho años a quien ella llamó para hablar con su abuela y el resultado fue que su amiga la bloqueó y la puso en la lista negra.

Mira, Xiao Qi Ling, en este mundo, solo tu hija podía tolerarte.

Una respuesta en “Boda relámpago – Capítulo 50: Primer día como Esclavo”

  1. Waa otro capitulo gracias aunque ya me adelante con la revista en descarga de kovel times, aun así la leeré de nuevo, adoro esta novela ~ヾ(・ω・)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido