Boda relámpago – Capítulo 59: Al día siguiente…

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami

Corregido por Meli


Me desperté entre los brazos de Jiang Li, por su culpa, tenía todo el cuerpo débil y adolorido.

Cuando recordé la noche anterior, mi rostro se calentó por la vergüenza. Tenía la sensación de haber ganado la lotería.

Observé a Jiang Li que seguía durmiendo, tenía los labios curvados con una leve sonrisa. Quería huir y encontrar un lugar muy lejos de él para tranquilizarme. Necesitaba tiempo para digerir la realidad.

Intenté levantarme, pero mi brazo resbaló, grité y giré hacia Jiang Li, él me veía con una sonrisa.

—Ah… J-Jiang Li, buenos días…

—Buenos días.

Me besó en la frente, me sonrojé y desvié la mirada.

—Tienes casi treinta años y, ¿sigues actuando como una niña inocente? —se burló.

Estaba avergonzada y enojada a la vez, tomé una de sus manos y se la mordí. Él se acercó a mí preguntándome si quería comerlo, solo me reí de su comentario, él agregó:

—Te lo pagaré, diente por diente. —Comenzó a desabrochar los botones de mí pijama mientras me besaba.

—Jiang Li, me duele todo el cuerpo —me quejé.

Se recostó en la cama, y en silencio, me abrazó. Su agitada respiración me acariciaba el cuello.

—Jiang Li…

—¿Sí?

—Jiang Li… Siento que las cosas se desarrollaron demasiado rápido. Me refiero a…

—¿Por qué?, ¿no te gusta estar así?

—No, no es eso. Apenas hemos confesado nuestros sentimientos.

—Yo he esperado este día por mucho, mucho tiempo.

—Entonces… —Me senté en la cama—. Dime, ¿desde cuándo empecé a gustarte?

—Desde el momento en que no pude dejar de verte. —Su elocuencia me hizo estremecer, él preguntó—: ¿Yo te gusto?

—No digas tonterías. —Le mostré la lengua y él me pellizcó las mejillas.

—Aún no lo creo…

—Jiang Li, eres un estúpido. —Lo abracé.

—Comparativamente, tú tampoco eres inteligente.

—Jiang Li, todavía no lo entiendo. ¿Por qué dijiste que eras gay?

—Estaba equivocado. —Su respuesta me confundió, él me acarició la cabeza—. De todos modos, me gustas… me gustas desde hace mucho.

—A mí también… —Puse mi mano su pecho y luego de un momento, con una voz baja murmuré—: Jiang Li, yo…

—Guan Xiao Yan, hemos consumado nuestro matrimonio. —Sujetó mis manos—. ¿Hay algo que te avergüence decirme?

Me asusté. Jiang Li, ¿necesitas ser tan directo?

Respiré hondo para reunir coraje.

—Jiang Li, yo, no sangré…

Anoche, mientras nos bañábamos, no noté ningún rastro de sangre, sin embargo, estaba tan agotada que no reflexioné sobre ello, pero ahora, era algo que me inquietaba; Jiang Li, ¿pensaría que estuve con Yu Zhi Fei u otros hombres? ¿Le importaba?

Muchos pensamientos sin sentido pasaban por mi mente. Jiang Li que me estaba arrullando, se rio. Molesta, lo pellizqué con fuerza para expresar mi insatisfacción, no se resistió y habló con suavidad:

—Así que… Guan Xiao Yan, ¿qué es lo que quieres decirme?

—Jiang Li, anoche, fue mí primera vez.

—Guan Xiao Yan. —Me besó la mejilla—. Ya sea tu primera vez o no, eso no me importa.

—Entonces… ¿no me crees?

—Te creó, digas lo que digas, te creeré. —Me abrazó con fuerza y cuando nos acariciábamos agregó—: De todos modos, si me estás mintiendo, puedo ir a confirmarlo.

Jiang Li, ¿estás seguro de que me estás consolando?

—Guan Xiao Yan, si te digo que también es mí primera vez, ¿me creerías?

Abrí mis ojos como platos y lo miré.

Debía ser una broma, en pleno siglo XXI, un hombre de treinta años de tan buena calidad, ¿cómo podía ser virgen?

—Guan Xiao Yan, no me mires así o no podré controlarme.

Aparte la vista y después de reflexionar afirmé:

—Claro, confío en ser tu primera «mujer».

—No importa, sea hombre o mujer, tú eres mi primera vez.

—¿Quieres decir que no has tomado el crisantemo de ningún hombre, pero si tuviste el valor de amenazar con tomar el mío?

Sujeté mi estómago porque empecé a reírme.

El generalmente reservado Jiang Li, se enojó y me dio un fuerte beso para callarme, yo seguí riendo en mi interior..Me quedé dormida hasta tarde, Jiang Li ya había comprado un almuerzo delicioso, estaba hambrienta, me emocioné cuando él me dio un tazón con comida.

—Come tranquila. Nadie te lo va a quitar. —Conmovida por su atención, le agradecí con la mirada mientras devoraba mi comida—. ¿Aún estás cansada? ¿Te duele alguna parte?

—No, ya estoy bien. No me duele nada.

—¿Estás satisfecha? —preguntó luego de que terminé de comer mi segunda porción.

—Sí. —Me froté la barriga de satisfacción—. La comida estuvo deliciosa. Lo hiciste bien.

—Ya que estás satisfecha. —Se sentó a mi lado, sus ojos eran brillantes—. Ahora es mí turno.

Mi corazón dio un gran salto.

—Uh, Jiang Li… ¿Qué quieres…?

—Dime, ¿qué podría ser? —susurró, usando su dedo índice para levantar mi barbilla.

Sudé. ¡Se había convertido en un maníaco sexual!

—Pero, J-Jiang Li, yo… yo…

—No estás cansada, tampoco estás herida y no tienes hambre, ¿tienes otro problema que no conozca?

¡Había sido engañada por él otra vez! Me acarició el cabello y las mejillas con suavidad.

—¿Por qué no vamos a la habitación?

—N-No. Hacer ejercicios vigorosos después de comer afecta a la digestión.

Me miró fijamente a los ojos y frotó sus labios contra los míos.

—Bueno, no me importa hacerlo aquí.

En ese momento entendí que nunca tendría la oportunidad de oponerme a él.

Con pocos movimientos, me llevó a la habitación y rápidamente me quito la ropa.

—¿No trabajas hoy? —divagué.

—¿Cómo puede el trabajo ser más importante que ir a la cama? —respondió, mientras mordía el lóbulo de mi oreja.

—Jiang Li, eso no está bien.

Hicimos varias rondas de ejercicios extenuantes hasta muy tarde, más bien, fui molestada por él hasta altas horas de la noche antes de que me dejara muerta de cansancio.

Fue agradable, pero estaba agotada, no obstante, Jiang Li no mostraba señal alguna de fatiga, según él, estaba reclamando el tiempo perdido.

—Jiang Li. —Lo eché de la cama y lo amenacé—: Si no vas a trabajar mañana, nos separaremos.

Volvió a subirse a la cama y me abrazó, se veía como un niño arrepentido. Me dije a mí misma que no debía dejarme engañar… Él no lo lograría…

Puso su barbilla sobre mi hombro y me susurró al oído:

—Guan Xiao Yan…

—¿Sí?

—Iré a trabajar mañana.

—Bueno, tienes que ir, no puedes quedarte en casa.

—Lo sé, no te enojes.

—No estoy enojada.

—¿En serio?

—En serio.

—Mañana iré a trabajar, pero ¿qué debo hacer hasta entonces?

Antes de que pudiera responder, me besó, sujetó mi cintura con una mano, mientras la otra se deslizaba hacia abajo.

Derrame lágrimas en silencio.

Jiang Li, era un maníaco… ¡Un maníaco sexual!

♦ ♦ ♦

Fiel a su promesa, se fue a trabajar. Pero antes de irse, me sonrió de manera significativa y me recordó que no le llevara su almuerzo, y que descansará tranquila en casa.

Así que me dormí hasta las tres de la tarde, que fue la hora en que mi celular comenzó a sonar.

Miré el identificador de llamadas, y vi que era Xue Yun Feng.

Temblé, me sentía culpable por su ruptura con Jiang Li. Ignoré mi celular y enterré mi rostro en la cama. Luego de unos minutos, él dejó de llamarme, pero me envió un mensaje de texto que decía:

«¡Anciana! Sé que no te atreves a contestar mi llamada. Te espero en la Cafetería XX a las cuatro, por cada minuto que pase, ¡te haré un corte!».

4 respuestas a “Boda relámpago – Capítulo 59: Al día siguiente…”

  1. Kyaaa! Tanto tiempo esperando por esto! Me imagino que ya llegara a su fin no? No se cuanto mas esta historia podra alargarse pero adoro el ser malvado de Jiang Li ¡quiero un hombre con tanta resistencia!

Responder a Vale Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido