Boda relámpago – Capítulo 64: Quédate a mi lado

Traducido por Akatsuki

Editado por Ayanami

Corregido por Meli


Mi cuerpo empezó a perder su fuerza.

—Jiang Li, n-no te enojes…

—¿Cómo podría no enojarme? Dijiste que estarías conmigo. ¿Así es como pretendes quedarte a mí lado? ¡Lo sé! Esa mujer vino a verte, ¿verdad?

—Pero Jiang Li… XQ…

—¡No quiero XQ! Solo te quiero a ti.

Me sorprendió. Nunca lo había visto así de triste, agitado y enojado a la vez, él siempre fue alguien decidido. Pero su respiración era errática, y sentía que su mirada me atravesaba.

Estaba tan confundida.

¿Por qué? ¿Estaba feliz? ¿Triste? ¿Avergonzada? ¿O preocupada?

Lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, me abrazó con mucha fuerza, tanta que casi no podía respirar. Apoyó su barbilla sobre mi hombro.

—Guan Xiao Yan, eres tan tonta, ¿cómo puedes ser tan tonta? ¿Crees que puedes irte solo así? ¿Alguna vez consideraste mis sentimientos?

—Yo…

—Ya que prometiste quedarte conmigo, ¿por qué no estás dispuesta a cumplirlo para enfrentar este problema juntos?

—Pero…

—¡Cállate! Sé que lo estás haciendo por mí bien, pero, no me gusta. Solo quiero que estés a mi lado, no te pido más.

—Pero Xue Hong, ella…

—No te preocupes por esa loca. Está mentalmente enferma. Tendré que ocuparme de ella.

—Pero XQ, ¿podrá ganar contra Ai Rui?

—No tienes que preocuparte. —Me acarició la cabeza—. Solo quédate a mi lado. No dejaré que ganen. Será un gran problema, pero, pelearé hasta el final.

—Pelear hasta el final… podría no ser bueno, ¿verdad?

—No te preocupes. Que ambas partes pierdan será el último recurso. Xue Hong es solo una idiota y no será difícil acabar con ella. Solo me preocupa su padre, es un viejo zorro sabio.

Si Xue Hong era una idiota, ¿qué era yo?

—Eres la idiota de todos los idiotas —dijo como si adivinara mis pensamientos.

—Jiang Li, soy tu esposa. ¿Cómo puedes menospreciarme?

Aunque a veces hago idioteces, solo son de vez en cuando…

—Así que… ¿Aún recuerdas que eres mi esposa?

Incliné la cabeza.

—De acuerdo, me equivoque… ¿No es suficiente?

Recordé lo que dijo: sí, estuve viendo muchos dramas en la televisión y pensé que el sacrificio de uno por su amante era amor. Pero lo realmente importante era enfrentar sus problemas juntos sin importar lo que suceda. Todo sale mejor si se tiene a alguien que te acompañe en los momentos difíciles.

Me sentí avergonzada y me acurruque entre sus brazos.

—Jiang Li, siempre estaré a tu lado, no importa lo que suceda.

—Guan Xiao Yan. ¿Acaso tienes la intención de calmar mi ira de este modo?

Sudé. No podía pensar en otra manera, además, mi cerebro estaba fallando. Me puse de puntillas y lo besé.:

—Jiang Li, me he equivocado. Por favor, perdóname esta vez… —Mi voz era tan suave y seductora que cuando me escuche hablar, estalle en sudor frío.

—No es suficiente. —Entrecerró los ojos—. Obviamente, no es suficiente.

—Entonces, ¿qué quieres?

—Hoy me has hecho enfadar mucho. Debes persuadirme y hacerme feliz.

—Te ves muy feliz ahora.

—¿Qué?

—Está bien. ¿Cómo puedo hacerte feliz?

—Así, estará bien. —Levantó su camisa, agarró mi mano y la colocó sobre su abdomen inferior, luego empezó a bajar lentamente.

Al instante, una imagen, se creó dentro de mí mente. De repente, como si mi mano estuviese cubierta de una especie de magia extraña, pude sentir el latido de sus vasos sanguíneos, haciéndose cada vez más fuertes bajo su piel. Me asusté y retiré mi mano algo nerviosa.

Sabía que era inútil, ya que lo habíamos hecho antes, pero aun así en ese tipo de circunstancias, seguía sonrojándome.

Mi corazón se aceleró y la fuerza de mi cuerpo me abandonó. Jiang Li levantó mi barbilla y me miró con insatisfacción, en sus ojos había pequeñas llamas ardiendo con intensidad.

—Guan Xiao Yan, ¿estás siendo sincera?

—Jiang Li, en tal situación, pensar en hacer esas cosas…

—¿No lo entiendes? —Su aliento hizo que mi rostro se calentará—. En realidad, solo tenerte es suficiente para mí.

Estaba conmovida hasta las lágrimas y sin saber que decirle, sujeté el dobladillo.

—Jiang Li, eres muy bueno conmigo.

—Entonces, ¿qué estás esperando?

Sin preocuparme por más, decidí ir contra él: me puse de puntillas y lo abracé por el cuello para darle un beso en sus sensuales labios, sabían muy bien…

Me aferré a sus labios, lamiendo y mordiendo con suavidad. Descubrí que, si tomaba mi tiempo para disfrutar, sus labios tenían un sabor fructífero y más delicioso que la gelatina…

¿Estaba alucinando?

Me abrazó con fuerza y me besó con pasión. Sus besos hicieron que mis piernas perdieran su fuerza, casi todo mi cuerpo era soportado por él. Entonces, me cargó en sus brazos y caminó hacia el dormitorio.

Lo admiré. Mientras me besaba, sus ojos permanecieron cerrados, aun así pudo caminar y maniobrar con precisión hacia el dormitorio, abrió la puerta y nos enterramos en la cama. Él era como el dios Erlang, en cuya frente tenía un tercer ojo.

—Ven… hazme feliz.

Tenía una postura de «haz lo que quieras», no estaba segura de quién estaba complaciendo a quién. Así que, frívolamente, golpee su barbilla.

—Guapo, aquí voy…

Se rio, lo besé, me sujetó por la nuca y usó su lengua para explorar mi boca.

Me percaté que cuando nos besábamos, yo nunca prevalencia. Así que escapé y me dirigí a atacar su cuello. Besé su manzana de adán y le di un suave mordisco, su respiración se volvió errática. Aprovechando la oportunidad, lo besé desenfrenadamente. De repente, me dio la vuelta y terminé debajo de él.

Jadeando, sonrió con malicia.

—Guan Xiao Yan, no sabía que pudieras ser una mujer tan encantadora y atractiva.

Lo consideré como un halago, así que le di unas palmaditas en el hombro y le pedí que se acostara, él obedeció.

Me coloqué a horcajadas sobre su cintura y, uno por uno, desabroche los botones de su camisa. Me acosté sobre su pecho. Besé cuidadosamente toda su piel desnuda. Luego, sostuve su pezón en mi boca y lo chupé fuertemente. Jiang Li dejó salir algunos gemidos.

—Guan Xiao Yan… tú… date prisa… en…

Le respondí vagamente:

—Espera, no tan rápido…

Me sujetó por la cintura, se levantó de la cama y terminé debajo de su cuerpo otra vez. Él estaba sin aliento y sus ojos brillaban peligrosamente.

Continúe dándole palmaditas en el hombro e instándole a que se acostara.

Capturó mis labios y me dio un beso apasionado. Mientras me besaba, acercó sus manos a mi ropa y en unos pocos movimientos, me dejó desnuda, no quedaron ni mis bragas.

—Li… acuéstate…

—Olvídalo, déjame continuar.

Una sonrisa perversa apareció en sus labios cuando levantó mis piernas…

Ayanami
Kat no me puedes hacer esto, en verdad lo dejaste aquí T.T Fue tan tierna toda la escena de reconciliación, espero con ansias el siguiente capítulo

2 respuestas a “Boda relámpago – Capítulo 64: Quédate a mi lado”

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