Consorte experta en venenos – Capítulo 17: La Íntima y Cercana, Emperatriz Viuda

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Antes de subir al carruaje, Han Yunxi tomó un antídoto. Los antídotos y venenos comunes que siempre lleva consigo serán, especialmente, útiles hoy. Los antiguos eran, en realidad, demasiado viciosos con sus venenos. La mayoría de las toxinas modernas fueron hechas por el hombre pero, los venenos antiguos provenían de flores o tallos de plantas.

Camino al palacio, ella estaba sentada en el mismo carruaje que Su Alteza, el Duque de Qin, como él mantenía los ojos cerrados, le permitía observar  su rostro discretamente. Una mirada más atenta de este hombre le hizo darse cuenta de que su rostro era más bello que la noche anterior. Esto era, especialmente cierto, mientras permanecía tranquilo, porque así parecía la estatua de algún dios reverente e intocable. Una gota roja en el pañuelo podría no haber significado mucho para él pero, para ella, decidió el curso de toda su vida. Aunque habían hecho un trato de antemano, desde el fondo de su corazón, Han Yunxi estaba agradecida.

Ella, por supuesto, no tenía idea de las apuestas colocadas en torno a su destino final dentro del palacio. Muchas personas perdieron su dinero a causa de ella, por lo que ya había ofendido a varios. Originalmente, pensaba que solo iban a ver a la Emperatriz Viuda pero, tan pronto como llegaron al Palacio del Cielo y la Tierra se dio cuenta que no era solo ella, había una habitación llena de gente, específicamente, mujeres. Aunque el lugar estaba tranquilo, había varias miradas frías en su dirección, como una lluvia de flechas llenas de desprecio, desdén, odio y resentimiento.

Una mirada no podía matar a una persona pero, ciertamente, podía asustarla de muerte.

En su corazón, Han Yunxi suspiró un poco. ¿Qué, exactamente, había hecho mal para no gustarles? El Duque de Qin también es hijo del emperador. Como su esposa oficial, Han Yunxi se convirtió en la nuera de la Emperatriz Viuda. Para las cuñadas viudas de la emperatriz, por no decir nada de las propias esposas y descendencia del emperador, era parte del protocolo presentar sus respetos cuando la veían.

¿Qué estaban mirando estas personas? No era como si fuera fea, así que ve y mira todo lo que quieras.

Bajo la mirada de la multitud, Han Yunxi no vaciló. Levantó la barbilla en alto y camino con elegancia al lado de Long Feiye. Su aspecto, devastadoramente bueno y su estilo refinado se combinaron con su infinito brillo intelectual en su cuerpo, lo que la convirtió en una pareja muy adecuada para Long Feiye. Era como si fueran una pareja creada por los propios Cielos. Cuanto más la miraban, más parecían cambiar la forma en que la veían, desde miradas aturdidas hasta de admiración.

Una mujer segura siempre es la más bella.

La habitación es muy grande, por lo que les llevó algo de tiempo llegar a los asientos elevados del final. Al ver a la Emperatriz Viuda, Han Yunxi se dio cuenta de lo joven que era la Gran Concubina Yi. Esta mujer ya tenía una cabeza llena de cabello blanco y exudaba un aura afable y aristocrática. Junto a ella estaba sentada la Emperatriz, una mujer de unos treinta años llena de majestuosidad. Juntas, las dos mujeres emanan un aura impresionante que le mostraba su increíble fuerza a todo el harén imperial.

—Erchen1 desea buena salud para la Madre Imperial y 10,000 bendiciones para la Hermana Cuñada —Long Feiye las saludó formalmente.

Han Yunxi se levantó para seguir.

—Chenqie1 desea buena salud para la Madre Imperial y 10,000 bendiciones para la Hermana Cuñada.

— ¡Mientras ustedes dos puedan ser una buena pareja, tendré buena salud! ¡Apúrate y levántate, alguien, traiga algunos asientos! —La Emperatriz Viuda estaba de buen humor, mientras sonreía amablemente.

Tan pronto como se enderezaron, las concubinas que flanqueaban ambos lados detrás de ellos, se levantaron para presentar sus respetos.

—Deseamos paz para Su Alteza el Duque de Qin y 10,000 bendiciones para Qin Wangfei3

La importancia de los hombres se reveló ahora. La reputación de la esposa descansaba en la de su marido, ¿sin importar qué? Han Yunxi se preparaba para sentarse, cuando la Emperatriz Viuda la llamó.

—Yunxi, apúrate y ven, déjame verte bien.

Con una llamada tan íntima, Han Yunxi finalmente recordó que fue su madre la que, una vez, salvó la vida de la Emperatriz Viuda. Esa era la razón por la que estaba dispuesta a casarla con Long Feiye. Excepto que, respetada Emperatriz Viuda, ¿es realmente apropiado para ti jugar al casamentero entre la hija de tu salvador y el hijo de tu enemigo? Todos sabían que tenía luchas muy violentas con la Gran Concubina Yi. Y ahora, como la familia Han no puede encontrar la manera de curar la enfermedad del Príncipe Heredero, su objetivo es arruinarlos. Es obvio que devuelves la amabilidad con la enemistad, el odio por el amor, entonces ¿por qué poner tales falsas pretensiones?

Han Yunxi no se acercó demasiado, la Emperatriz Viuda la detuvo para que se sentara a su lado, mirándola alegremente, antes de suspirar de emoción.

—Mira esta radiante belleza, ¿qué tiene de feo esta persona bonita? ¿Qué tipo de criaturas malvadas te llamaron poco atractiva? ¡Si alguna vez lo llegamos a saber, no los dejaré ir fácilmente!

—Cuando nos conocimos en tu juventud, tenías una cicatriz allí, ¿no? — en voz alta y señalando su mejilla, preguntó la Emperatriz.

— ¿Es así? ¿Por qué no recuerdo tal cosa? ¡No se sabe cómo se verá una chica cuando crezca! Su madre era una belleza impresionante, de lo contrario, ¿habría arreglado un matrimonio así con el Duque de Qin?  —dijo con seriedad la Emperatriz Viuda. Al oír esto, la Emperatriz mantuvo la boca cerrada.

La Emperatriz Viuda se giró para mirar a Long Feiye.

—Duque de Qin, no te he engañado con una mujer tan hermosa. Escuché que no pateaste la puerta de la silla sedán ayer. ¿Paso algo?

Ah… Han Yunxi descubrió de repente que acudir a los tribunales para dar saludos también podría darle a Long Feiye su parte de problemas.


[1] erchen (儿臣) – equivalente a “su sujeto” o “su sirviente”, una forma auto-deferente de referirse a uno mismo para los varones.

[2] chenqie (臣妾) – el equivalente femenino de erchen.

[3] Wangfei () – su esposa oficial de nombre y título, la Duquesa del Duque, su pareja casada, etc. Más alto que cualquier concubina.

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