Escapó otra vez – Capítulo 31: Las personas con mala orientación son insoportables

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami


—Para responderle, maestro, todo está bajo control. El Príncipe Rui es un completo idiota. Después de que este subordinado pronunció un par de palabras para engañarlo, estuvo dispuesto a revelar todo. En ese prometedor día, ciertamente, seré capaz de hacer que obedezca las órdenes de este subordinado.

— ¿Cómo podría dudar de tus capacidades? El Príncipe Rui, obviamente, no es muy inteligente, de otra manera, no habría caído en el plan de alguien más sin siquiera haberse dado cuenta y aún estaría viviendo, de todo corazón, sus sueños poco realistas de que un día se elevaría como Emperador. Al final, sólo está ayudando a otros a obtener esa posición. Comparado con él, el nuevo emperador del Estado de Ye es completamente diferente. Acababa de ascender al trono, y aun así fue capaz de eliminar, de manera decisiva, a todos los forasteros, me temo que su plan no fue organizado en poco tiempo. En su lugar, debe haber sido una estrategia planificada durante años. ¿Es cierto que el Emperador del País de Ye es realmente joven?

—Sí, el nuevo Emperador del País de Ye acaba de cumplir los veinte.

—Solo cumplió los veinte, pero ya es capaz de realizar ese tipo de estrategias. Es competente en los esquemas de un monarca, comprende el significado de la paciencia, es capaz de retirarse a veces, en el futuro, definitivamente, se convertirá en un peligro para nosotros. Zhao Rou, esta vez, tu incapacidad de entrar al palacio, es uno de tus más grandes errores.

Jiang Zhao Rou tembló, su tono indicaba el miedo en su voz. —Esté subordinado es incompetente, estoy dispuesta a aceptar mi castigo.

—Está vez, está bien. No dejes que esto se repita. Regresa y asegúrate de mantener un ojo en el Príncipe Rui. Al mismo tiempo, echa un vistazo a sus ayudantes de confianza.

Al escuchar lo que dijo, Jiang Zhao Rou preguntó—Maestro ¿sospechas que podría haber otro espía próximo al Príncipe Rui?

—Ambos, el emperador anterior y el actual, nunca han confiado en el Príncipe Rui. ¿Cómo podrían estar tranquilos permitiéndole proteger la frontera? Tiene que haber algunas contramedidas.

Los ojos de Jiang Zhao Rou se abrieron con sorpresa, luego asintió respetuosamente. —Sí, este subordinado comprende.

—Zhao Rou, después de todos estos años, debe haber sido agotador para ti. Tras estos asuntos, hablaré con el Emperador y te permitiré regresar al país. Cuando llegue el momento, gloria, estatus y una vida de lujos, lo que sea que quieras lo tendrás. Nadie te volverá a menospreciar. Todo en este mundo será alcanzable. Mientras seas capaz de incitar los problemas para el pequeño Emperador del País de Ye… —Hablando hasta ese punto, de repente, el hombre se quedó en silencio.

Jiang Zhao Rou, desconcertada, levantó su cabeza para ver a la persona. Vio un punto de luz de luna que, quien sabe cuándo, cambió de posición a los pies del hombre, creando una sombra que parpadeaba, no del todo agraciada.

Rápidamente, la mano del hombre vestido de negro golpeó el costado de su oreja, mientras Jiang Zhao Rou dejaba salir su aliento frío. Su rostro, estaba pálido como la muerte. Por encima de su cabeza, logró ver algunas de las pajitas de arroz que el hombre estaba sosteniendo desde el tejado y caían por el hueco.

—Zhao Rou hoy, has cometido otro gran error. No solo un pequeño error, has cometido un enorme error. Has ido tan lejos como para traer una rata… —Su sombría y fría voz, parecía reverberar dentro de la casa vacía.

El instinto de Shao Zitang de inmediato, le permitió sentir que estaba en peligro y su cuerpo, inconscientemente, se inclinó un poco hacia atrás.

Al siguiente segundo, una fuerte energía interna, envió un objeto desconocido, parecido a un cuchillo, volando hacia Shao Zitang, cortando una pequeña herida. Si en ese momento no hubiera sentido que estaba en peligro e inconscientemente se hubiera echado hacia atrás, entonces, esa energía habría penetrado directamente en sus ojos.

Giró su cabeza para observar el, no tan distante, arma oculta. Entonces, Shao Zitang se dio cuenta de que esta era, de hecho, un pequeño trozo de paja de arroz que había dejado caer antes. Usando la hierba para dañar a alguien, cualquiera podía ver que las artes marciales de ese hombre son extremadamente poderosas.

La mente de Shao Zitang estaba completamente atemorizada. Sus ojos se iluminaron, listo para enfrentarlo. Desafortunadamente, esta vez, solo podía resistir el impulso, ya que se había topado con un maestro. Dando la vuelta, escapó del tejado.

El hombre que llevaba la capa negra, levantó la cabeza para mirar el pequeño agujero en el tejado, entonces, dijo una palabra sin expresión alguna. —Persíguelo.

La densa luz de luna, los vientos, el canto de las aves y las sombras de los árboles se mecían con la brisa del atardecer. Se escucharon los silbidos de una sombra, parecida a un halcón, que salía de la copa de un árbol, volando a través de los tejados de las casas.

— ¡Maldición! ¿Cómo puede ser que esos fantasmas no se hayan dispersado aún? —Shao Zitang maldijo. Una pequeña sombra se movía ágilmente a través de los tejados con un grupo de personas vestidas de negro siguiéndolo firmemente.

—Gran Hermano, esa persona parece llevarnos en círculos. Mire esa ventana en frente ¿no acabamos de pasar por esa casa antes? —Después de haber retenido ese pensamiento por un buen rato, una de las personas vestidas de negro apuntó al burdel, sin poder evitar decir lo que pasaba por su cabeza.

Respondiendo, estaba el líder al frente del grupo. —Tú, apestoso mocoso, podrías ser lujurioso en un día normal pero, ¿en este momento aún estás pensando en ir al burdel? ¡¿No aprecias tu vida?!

—… —El inocente hermano, vestido de negro, se tocó la cabeza sintiéndose ofendido pero, se mantuvo en silencio. Así, las personas que seguían a Shao Zitang, una vez más, dieron otra vuelta alrededor de esa área.

Dando otra vuelta, por octava vez y, pasando por el burdel brillantemente iluminado, una vez más, el grupo de hombres vestidos de negro pudo escuchar la queja de un huésped borracho.

— ¿Qué está mal con esta noche? ¿Por qué hay tantos cuervos hoy, volando en círculos alrededor del burdel continuamente? Supongo que ustedes chicos, no han encontrado algo impuro por accidente ¿verdad? Mala suerte, esto realmente es mala suerte. Yo ya no juego. —Después de quejarse, empujó a la mujer, cuyas ropas estaban desordenadas y se tambaleó escaleras abajo para marcharse.

—… —Simplemente, pasó que los pocos hombres vestidos de negro, incluyendo al líder, escucharon lo que se había dicho, causando que se resbalaran y cayeran por culpa de la ventana abierta.

— ¡¿Cómo puede ser tan absurdo?! —Con el rostro lleno de indignación, el líder escupió algunas de las malas hierbas en su boca.

— ¡Jefe, tiene que estar tranquilo! —El joven vestido de negro de antes le dio una palmadita en la espalda para consolarlo.

Sin embargo, no esperaba que el líder lo abofeteara y respondiera con un— ¡¿Cómo esperas que me calme?!

Tocando su rostro herido, murmuró para sí mismo. —Te dije que estábamos yendo en círculos, tú fuiste quien no me creyó.

Antes de que pudiera termina de hablar, lo abofeteó de nuevo. —Todos los burdeles en la capital lucen igual ¿cómo quieres que este viejo supiera que no eran tus terribles hábitos? ¡Cómo se atreve ese chico a jugar con nosotros de esta manera? Esto es simplemente… ¡intolerable! Espera a que este viejo lo atrape. ¡Lo voy a desollar!

Al ver a su jefe sufrir este tipo de derrota, el joven vestido de negro no pudo evitar recordarle. —Jefe, hay algo que no sé si debería recordarle.

— ¿Hah?

—Justo ahora, cuando todos nos caímos, creo que perdimos a la persona que estábamos persiguiendo. Además, dimos tantas vueltas en círculos que la ruta que seguimos no está muy clara. —dijo, interrumpiéndose al toser un par de veces. —Es por eso jefe que…creo que estamos perdidos.

—…

Por lo tanto, hay que decir que las personas con un mal sentido de orientación pueden ser contagiosas. Si no tienes cuidado, te arrastrarán hacia la miseria eso ¡sería realmente insoportable!

♦ ♦ ♦

— ¿Lo perdiste? —De pie fuera, en el balcón, el hombre estaba moviendo la copa  de vino en su mano, mientras permanecía calmado y sereno. Se produjo una gran ola, pero no se sorprendió, era difícil para los demás saber si estaba feliz o furioso.

—Sí, el grupo de Yan Er lo persiguió durante toda la noche. Al final… —El hombre arrodillado en el suelo comenzó a temblar por el aire frío emitido por la persona que está de pie enfrente de él.

—Siendo capaz de usar la compleja topografía de la capital para deshacerse del grupo de Yan Er, él definitivamente tiene la capital bajo su control. Dile a Jiang Zhao Rou que tenga cuidado y que no exponga nada. Si lo arruina de nuevo, incluso si tiene múltiples vidas, no será suficiente. —El hombre arrojó resueltamente su copa, se dio la vuelta y se marchó.

— ¡Si! —El guardaespaldas vestido de negro, observó la figura del hombre desde atrás. Con el miedo aún persistente, se secó el sudor frío de la frente.

Quién hubiera pensado que en ese mismo momento, el hombre, Shao Zitang, a quien estaban felicitando por tener la capital bajo su control y ser capaz de alejarse del grupo de hombres vestidos de negro, estaba solo dos calles más abajo. Observando las calles desconocidas que tenía delante de él, estaba a punto de que le estallara la cabeza.

¡¡Aaaaghhh! ¡¿Dónde está este lugar?! ¿Alguien le podría decir donde se encuentra la residencia del Gran Tutor?


Ayanami
no sé si reír o llorar, pero pobre Shao’er

2 respuestas a “Escapó otra vez – Capítulo 31: Las personas con mala orientación son insoportables”

  1. Esta protagonizada es tan graciosa jajaja toda una fujoshi a pesar de la realidad 😅 gracias por su arduo trabajo y en especial a Nidhogg y Ayanami 😘 espero pronto puedan hacer una actualización

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