Escapó otra vez – Capítulo 5


“BAM—“

Xia Yuqing no tuvo tiempo de esconderse antes de que la puerta de entrada al Dulce Palacio Primaveral fuera arrastrada con un bang.

Xia Yuqing miró dos veces la puerta estropeada en el suelo entre el polvo suspendido. Gritó amargamente,

— ¿Cómo es que la hija de un primer ministro?

¡Una familia burocrática prominente ha producido a una tigresa! ¡Waaah, esto no es científico!

—Miss Liu puede ser la primogénita del primer ministro, pero se crió en el hogar de un formidable general. Su abuelo materno es un gran general que ayudó a fundar el país.

Cuando el polvo finalmente se aposentó alrededor de la puerta, una encantadora figura se materializó.

Ella llevaba una horquilla roja de sándalo con un colgante de jade que se balanceaba sobre el cabello manchado de tinta enmarcando su cara encantadora. Sus cejas perfectamente contorneadas, labios de color rojo, estrechó unos ojos almendrados y con la barbilla levantada gritó la rica niña noble.

— ¿Dónde está esa puta de Xia?

Liu Yixiang elevó sus cejas, y sus ojos almendrados recorrían el vestíbulo. Xia Yuqing volvió a sus sentidos y agarró a la criada además de una caja de cartón.

Este movimiento involuntariamente la alejó. Cuando enfrentas a Liu Yixiang con su pura casta y su falda con orquídeas bordadas, Xia Yuqing finalmente se dio cuenta… Tengo algo realmente malo juju.

— Ohoho, ¿quién ha venido a saludar, Miss Liu?

Xia Yuqing se rió vacía. Ella liberó el agarre de las ropas de su criada.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

—Por ti, por supuesto.

Liu Yixiang se rió severamente. Una daga estaba sobre el cuello de Xia Yuqing antes de que ella acabara de hablar.

—¡Mi señora!

Los tímpanos de Xia Yuqing estaban cerca de romperse por los sucesivos gritos de sus criadas.

El cabello de Xia Yuqing estaba de punta. Miró fijamente la hoja desnuda en su garganta y tragó con gran dificultad.

—Miss Liu, vamos a hablar sobre esto. ¡Los cuchillos son ciegos, sería malo si hieres a alguien mientras lo mueves alrededor. Incluso si no le haces algo a nadie, también sería malo si estropeas algo!

—Cállate. Habla cuando yo te pregunte y si intentas mentirme… ¡hmph! Como tu dices, los cuchillos son ciegos. Mis artes marciales pueden no ser buenas, pero no te preocupes, ¡aún son suficientes para decapitarte!

Xia Yuqing palideció y se calló rápido. Su cabeza se balanceaba como una chica picoteando arroz, aterrorizada de irritar a esa mujer además de la reprimenda sombría tras ella.

—Nadie más se va a mover, o no seré educada. Podéis ver por vosotros mismos quién es más rápido si mi daga o vuestros pies.

Liu Yixiang alertó a la inquieta Cui’er y a las otras criadas. Sus manos estaban atadas, sólo podían mirar cautelosamente por miedo a empeorar la situación.

—Voy a preguntar. ¿Has pasado la noche aquí?

Xia Yuqing muda asintió, entonces agitó su cabeza bruscamente.

Liu Yixiang elevó sus cejas.

— ¿Eso es un sí… o es un no?

—Sí.

Las lágrimas de Xia Yuqing comenzaron a caer. Si hubiera sabido que esto podía pasar, entonces absolutamente no se habría quedado ayer. Ahora estaba recogiendo lo que había sembrado.

Los ojos de Liu Yixiang brillaron fríamente. Su daga inadvertidamente avanzó.

—Y su Majestad estuvo aquí ¿también?

Xia Yuqing asintió superficialmente. Liu Yixiang entrecerró sus almendrados ojos.

— ¿Y cuándo se marchó?

—Por la mañana…

Xia Yuqing percibió la agitación en los ojos de Liu Yixiang. Se estremeció involuntariamente. ¿No me digas que es mi destino como mujer hermosa, perder mi cabeza hoy?

—La última pregunta…

Liu Yixiang miró a Xia Yuqing cruelmente.

—La pasada noche…

—¡No hicimos nada!

Xia Yuqing levantó ambas manos en el aire.

—Lo juro, no hicimos nada.

Viendo la expresión asombrada y dudosa de Liu Yixiang, los ojos de Xia Yuqing se iluminaron como si una bombilla se hubiera apagado en su cabeza. Ella apartó la daga de su garganta y dijo.

—Miss Liu, te juro que su Majestad y yo no hicimos nada.

Echó un vistazo a la multitud de eunucos y criadas y se inclinó hacia Liu Yixiang conspiradoramente.

—Hay algo que desearía contarte, pero hay demasiados oídos. Permite primero que se retire la gente que ha venido contigo y los demás de aquí, y hablemos cara a cara sobre este tema que concierne a su Majestad.

— ¿Qué estás planeando? Déjame decirte esto: si tratas de hacer algo cuando nadie esté mirando, te convertiré en polvo.

Xia Yuqing se estremeció y suavemente tosió dos veces.

—Miss Liu lo está pensando demasiado. Sabes por ahora que no tengo ningún entrenamiento en artes marciales, ¿así que qué posibilidad tengo de hacerte algo?

Liu Yixiang la miró suspicazmente, pero concluyó que con su debilidad sería imposible que hiciera nada, así que dijo.

—Salid fuera y vigilad la puerta. No dejéis entrar a nadie sin mi permiso.

—Sí.

Viendo que los subordinados de Liu Yixiang se iban, Xia Yuqing mejoró su expresión y dijo al resto de personas del vestíbulo.

—Todos vosotros iros también.

Cui’er y las demás estaban preocupadas y no se querían ir, pero Xia Yuqing las miró significativamente, así que se resignaron a irse con los otros.

Liu Yixiang miró a todos irse, entonces dijo impaciente.

—Puedes hablar ahora que ellos se han ido.

—Miss Liu, no hice nada con su Majestad ayer noche. ¿Sabes por qué?

Xia Yuqing esperaba con interés la impresión de curiosidad de la cara de Miss Liu.

— ¿Por qué?

—Ai, es una triste historia. Porque su Majestad no puede… con las mujeres…

Xia Yuqing dirigió su mirada claramente y señalizó dramáticamente, entonces miró furtivamente a Liu Yixiang.

Después de un momento de silencio (para la pobre inocente Yuqing), todos los que estaban fuera del vestíbulo se encogieron al oír un aullido animal de rábia.

—¡Insolente! ¡Insultar a su Majestad es un crimen capital!

—Miss Liu, shh-

Xia Yuquing se movió alrededor para calmar a Liu Yixiang, sólo para que la otra chica dejara de retorcerle el brazo. Hizo una mueca de dolor pero no olvidó su objetivo y completó.

—Por supuesto que sé que es un crimen capital. Pero todo lo que he dicho es cierto.

—¡Mientes! Cómo podría mi primo ser…

—¿Por qué no puede serlo? ¿Cuántos hombres pueden soportar a semejante sirena además de ellos?

—Eso es porque no eres, ¿lo suficientemente atractiva?

Liu Yixiang sospechaba. Xia Yuqing se movió con la sensación de lástima.

—Tsk, tsk, tsk. Miss Liu, estás gravemente equivocada. Los hombres son todos criaturas que sólo piensan con su parte inferior. Idealizarlos te saldrá caro.

—Esto es…

Viendo la incertidumbre aumentar en la expresión de Liu Yixiang, Xia Yuqing decidió que una cucharada de azúcar ayudaría a pasar mejor la información. Se enderezó canturreando.

—Ai, yo iba a mantener mi paz para siempre, pero entonces vi el orgullo de una doncella ser pisoteado. Miss Liu y yo tenemos karma, así que ¿cómo puedo ignorar su situación? No puedo permitir que una flor fresca se marchite porque el agua fluya al desagüe… ¡deplorable! Miss Liu…

Liu Yixiang levantó sus cejas con exasperación e interrumpió la larga charla de Xia Yuqing.

— ¿Qué exactamente has querido decir?

—Quiero decir que… Su Majestad es un homo.

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